Números 25, vs 11:
פִּֽינְחָ֨ס בֶּן־אֶלְעָזָ֜ר בֶּן־אַהֲרֹ֣ן הַכֹּהֵ֗ן הֵשִׁ֤יב אֶת־חֲמָתִי֙ מֵעַ֣ל בְּנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֔ל
“…Pinejas, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, consiguió calmar mi furor de sobre los hijos de Israel…”: La acción radical, aunque certera, tomada por Pinejas, dio sus frutos mientras Moisés, Eleazar, el sumo sacerdote y los demás dirigentes de Israel se mantenían perplejos y paralizados ante la corrupción rampante que ocurría ante sus mismos ojos. La lección a derivar me demuestra que también el radicalismo tiene su momento y su lugar porque el exceso de moderación traiciona a la moderación misma. No se puede ser moderado ante situaciones de corrupción sexual o de cualquier otro tipo de corrupción mayor, la cual amenaza con destruir la salud moral social. Precisamente, si existe una causa por la cual los imperios, otrora existentes, se destruyeron, fue la de la corrupción sexual. Yo entiendo que en la moderación hay virtud aunque también reconozco que la moderación no lo puede curar todo. Por eso aún tenemos que ir a la guerra. Espero y confío en que algún día se llegue al estado de ausencia de guerra, en virtud del desarrollo de la civilización. Desgraciadamente, ese momento aún se encuentra bastante lejos. En definitiva y como recomienda Proverbios, existe tiempo para todo y el radicalismo y la violencia también tiene su tiempo y su lugar, aunque lo ideal sea el estado de paz. Sin embargo, la humanidad aún no está preparada para resolver sus crisis civilizadamente.
Números 25, vs 11:
וְלֹא־כִלִּ֥יתִי אֶת־בְּנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל בְּקִנְאָתִֽי
o “…y no acabé con los hijos de Israel en mi celo…”: El celo de Dios tiene que ver con el estado de santidad y de justicia que Su Augusta Esencia y Unidad reclaman. Pensemos que el mundo fue creado para que la Santísima Presencia Divina morara en él, junto con el humano. Por eso, cuando Israel persistió en perpetuar el mal corrompiéndose sexualmente con las hijas de Moab, el castigo de Dios llegó inexorablemente porque el símbolo de la cercanía de la divina presencia, el cual moraba en el Arca Sagrada en el Tabernáculo de Reunión, exigía santidad. Hoy, la situación es diferente porque el símbolo divino no mora entre el remanente de Israel, los judíos. Sin embargo, aunque el castigo sea menor, en virtud de la “ausencia” del símbolo de la cercanía de la divina presencia, Dios le sigue haciendo ver a Israel su mal proceder. Israel tiene la obligación de crear las condiciones para que el símbolo divino vuelva a manifestarse en medio de él con el fin de proyectarse más allá, en toda la humanidad para beneficio universal.
Números 25, vs 12:
לָכֵ֖ן אֱמֹ֑ר הִנְנִ֨י נֹתֵ֥ן ל֛וֹ אֶת־בְּרִיתִ֖י שָׁלֽוֹם
o “…por lo tanto, dile que he aquí yo le doy mi pacto de paz…”: El pacto de paz a mi entender significa el estado esperanzador del que hablé en la explicación dada en el versículo 11. Se trata de la paz celestial implantada en la humanidad para que no haya incompatibilidad y mayor conflicto entre la voluntad divina y la voluntad humana, es decir, el humano al servicio de Dios y del prójimo. Vivir en armonía con el ser interno, primero y con la naturaleza externa universal, después. Ahora bien, la armonía con el ser interno incluye al espíritu, del cual emana la conciencia y este ha de estar en armonía con Dios para estar en paz o נחת רוח. Sin paz interna no puede haber paz con los demás porque el humano sólo puede proyectar lo que desarrollo, no lo que no tiene. Para alcanzar la paz interna o נחת רוח, es menester expandir la conciencia y llegar al estado de trascendencia espiritual. La conciencia se expande a través del desarrollo de la bondad, de la virtud y del estudio sistemático de los valores del espíritu y de las ciencias universales. Se tiene que alcanzar el nivel de excelencia en la mayoría de los órdenes y traducirse en obras edificantes e inspirativas, todos los días.
Números 25, vs 13:
וְהָ֤יְתָה לּוֹ֙ וּלְזַרְע֣וֹ אַחֲרָ֔יו בְּרִ֖ית כְּהֻנַּ֣ת עוֹלָ֑ם
o “…y serán para él y para su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo…”: El hecho heroico mereció, en estimación divina, esta recompensa perpetua. Por eso, cuando se restaure el tercer Templo en Jerusalén, le corresponderá a un descendiente de Pineas el puesto de sumo sacerdote. Dios tendrá que elegirlo porque, hoy por hoy, nadie sabe quien es descendiente legítimo de Tsadok, del lineaje de Pineas, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sumo sacerdote.
Números 25, vs 13:
וַיְכַפֵּ֖ר עַל־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל
o “…y expió sobre los hijos de Israel…”: El acto heroico le acreditó ante Dios para que fuese su descendencia después de él, la que se erigiera ante Dios para hacer expiación por los hijos de Israel.
¿FIDELIDAD AL GRUPO AL QUE SE PERTENECE O LA VERDAD DE DIOS?
¿Dios y La verdad universal pertenecen a la totalidad de todo cuanto existe o a un grupito selecto en particular? La respuesta a esta pregunta es instrumental para poder entender el concepto ecuménico del יהוה Dios único y verdadero, el cual es padre de todos sus hijos, los humanos. Los antagonismos entre grupos y las religiones, con sus creencias e intereses particulares, han hecho creer que perseguir a un grupo determinado es la respuesta adecuada. Sin embargo, todos sabemos que no ejercemos gran compasión cuando nos sentimos bien en el calor de un grupo en particular al que llamamos la verdadera religión de יהוה Dios y dejamos fuera a los demás, en el frío que produce la ausencia divina. Además, en el aislamiento y en la fragmentación del grupo no parece estar la respuesta ya que tarde o temprano el grupo traiciona al ideal mismo al que debiera servir porque, para sobrevivir en el mundo político y económico tienen que cuidar de sus intereses primero debido a que el ideal puro, simple y verdadero no es negocio, es decir, no da ventaja sino todo lo contrario, tiende a servir a todos altruistamente. Por eso pienso que, definitivamente, el ideal verdadero es lo que hay que perseguir y no al grupo al que se pertenece, porque el ideal verdadero no traiciona, aunque los grupos de intereses de las respectivas religiones le tengan a uno marginado y hasta excomulgado por hablar lo recto y correcto. Sin embargo, estos grupos, algún día, amargamente, realizarán que se quedaron atrás sirviendo a cosas extrañas y no al ideal universal verdadero.
En la casa de יהוה Dios todos somos bienvenidos si lo que traemos es virtud, honor, amor, verdad, bondad, sentido de responsabilidad, dedicación, humildad, dignidad y servicio a una causa noble más grande que uno mismo. Está escrito, “…ברוך הבא בשם יהוה…”, es decir, “…Bendito aquel que viene en el Nombre de Jehová (Dios)…”; para ello es preciso desarrollar el conocimiento, el amor y el temor de יהוה Dios. ¿Sin conocimiento del Creador como poder entender la creación? Pienso que este conocimiento espiritual, amén del conocimiento natural en general, son fundamentales para el desarrollo de una actitud superior, la cual dignifica al individuo y lo hace merecedor de la simpatía y del favor divino.
Es obvio que el humano tiene un potencial enorme porque יהוה Dios lo hizo crítico de Él y de su obra universal. Somos testigos mayores de la obra divina y debemos de hablar la verdad y traer “grandeza” a la creación, como reza: הבו גודל לאלוהינו ותנו כבוד לתורה o “…Traigamos grandeza a nuestro Dios y demos honra a la Torá…”, porque יהוה Dios tiene reservado para el humano digno, un lugar de honor, es decir, el de la dirección del mundo con todo lo que este contiene y más aún, en el esquema integral de un universo sobrecogedor. Por esto, cuando יהוה acabó la obra de su creación, después de haber creado al humano, consideró que el concurso del humano, elevó el potencial de la creación de “bueno” a “muy bueno”.
En definitiva, a יהוה Dios hay que buscarle ahí y donde Él está, es decir, no en ningún templo, en la Sacristía היכל , o en algún lugar (tiempo-espacio), sino en el espíritu porque Él es “El Todo” y para emularle, se debería de entender que en esa unidad espiritual se encuentra la virtud más noble y refinada, la cual no excluye sino invita mediante inspiración e incorpora, aunque solamente, al pecador arrepentido de corazón.
Números 25, vs 14:
נְשִׂ֥יא בֵֽית־אָ֖ב לַשִּׁמְעֹנִֽי
o “…príncipe de la casa de su padre el Simeonita…”: El príncipe de la tribu de Simeón fue el que resultó atravesado por la lanza de Pineas. No se trató de uno cualquiera del pueblo de Israel, lo cual indica que la corrupción había contaminado a las esferas altas de poder. Por eso, Dios le pidió a Moisés que ahorcara a los príncipes de las tribus de Israel, lo cual Israel no decidió hacer.
Números 25, vs 15:
וְשֵׁ֨ם הָֽאִשָּׁ֧ה הַמֻּכָּ֛ה הַמִּדְיָנִ֖ית כׇּזְבִּ֣י בַת־צ֑וּר רֹ֣אשׁ אֻמּ֥וֹת בֵּֽית־אָ֛ב בְּמִדְיָ֖ן הֽוּא
o “…y el nombre de la mujer muerta medianita era Kozbi hija de Tsur, jefe de la tribu de su padre en Midian, él…”: Se trataba de una de las familias más influyentes del lugar.
Números 25, vs 17:
צָר֖וֹר אֶת־הַמִּדְיָנִ֑ים וְהִכִּיתֶ֖ם אוֹתָֽם
o “…ataca a los Medianitas y los heriréis a ellos…”: Dios ordena a Israel a que ataque a los Medianitas para destruirlos completamente, en virtud de sus ardides con el fin de corromper al pueblo santo de Dios. Al mal hay que erradicarlo. No se puede ni se debe de condescender o negociar con él porque corrompe a la sociedad. El liberalismo y el cristianismo tienden irresponsablemente, a negociar con el mal, lo cual lo perpetúa.
Números 25, vs 18:
בְּנִכְלֵיהֶ֛ם אֲשֶׁר־נִכְּל֥וּ לָכֶ֖ם
o “…con sus ardides con los cuales os engatusaron…”: Fue un plan bien elaborado por el profeta gentil Bilham y los dirigentes de Moab con el fin de corromper a Israel, mediante la fornicación para que Dios los abandonara y así pudieran ser vulnerables por falta de protección divina. Aquí vemos como Bilham usó su conocimiento de Dios y su sabiduría para mal en vez de para bien. Esto nos enseña que no se puede bajar la guardia nunca, por evolucionado que uno pueda llegar a estar en el conocimiento de Dios, como está dicho en Gen 4, vs 7: “…el pecado está a la puerta. Bilham, a pesar de su conocimiento de Dios, se maleó al pretender corromper a Israel. La lección que se deriva de esto enfatiza la responsabilidad de aquellos que sirven a Dios vis a vis de otros que sirven a Dios también, en diferentes capacidades. El seguidor de Dios ha de inspirar a los demás servidores de Dios a ser más virtuosos, en lugar de competir con ellos.
Números 26, vs 2:
שְׂא֞וּ אֶת־רֹ֣אשׁ ׀ כׇּל־עֲדַ֣ת בְּנֵי־יִשְׂרָאֵ֗ל
o “…Haced el censo, (por casas paternas) de toda la congregación de los hijos de Israel…”: Dios mandó a contar a los hijos de Israel, aquellos que tenían 20 años o más, para ir a la guerra.
Números 26, vs 3-9:
Aquí se mencionan a los descendientes de la tribu de Rubén, con especial mención de Datan y de Habiram, aquellos que se unieron a la rebelión de Coré, en contra del sumo sacerdote Aarón.
Números 26, vs 10:
וַתִּפְתַּ֨ח הָאָ֜רֶץ אֶת־פִּ֗יהָ וַתִּבְלַ֥ע אֹתָ֛ם
o “…y abrió la tierra su boca y tragó a ellos…”: Esto sucedió también en el episodio de la rebelión de Coré. Es castigo divino por rebelión y corrupción materialista o de la carne los hundió en las profundidades de la tierra, en lugar de elevarlos en el espíritu, la materia se los apropió.
Números 26, vs 11:
וּבְנֵי־קֹ֖רַח לֹא־מֵֽתוּ
o “…los hijos de Coré no murieron…”: Sus descendientes fueron los que escribieron muchas canciones lindas para Dios que se pueden encontrar hoy en el libro de los Salmos.
Números 26, vs 12-51:
Aquí se mencionan a los demás descendientes de los jefes de tribu de Israel. El total de los soldados listos para la guerra fue de 601,730 personas, mayores de 20 años.
Números 26, vs 52-54:
לָרַ֗ב תַּרְבֶּה֙ נַחֲלָת֔וֹ וְלַמְעַ֕ט תַּמְעִ֖יט נַחֲלָת֑וֹ
o “…al que tenga más multiplicarás su herencia y al que tenga menos fraccionarás su herencia…”: La herencia de los hijos de Israel debía de ser, de alguna manera, directamente proporcional al número de los integrantes de cada tribu.
Números 26, vs 55-56:
אַךְ־בְּגוֹרָ֕ל יֵחָלֵ֖ק אֶת־הָאָ֑רֶץ
o “…pero por suerte será repartida la tierra…”: La suerte era la que decidía en la repartición, con lo cual se eliminaba la posibilidad de favoritismo, evitando así cualquier conflicto.
Números 26, vs 57-65:
Aquí se mencionan a los descendientes de la tribu de Leví.
Números 27, vs 1-4:
לָ֣מָּה יִגָּרַ֤ע שֵׁם־אָבִ֙ינוּ֙ מִתּ֣וֹךְ מִשְׁפַּחְתּ֔וֹ כִּ֛י אֵ֥ין ל֖וֹ בֵּ֑ן תְּנָה־לָּ֣נוּ אֲחֻזָּ֔ה בְּת֖וֹךְ אֲחֵ֥י אָבִֽינוּ
o “…¿por qué será borrado el nombre de nuestro padre de en medio de su familia a causa de no tener hijo? Dennos herencia en medio de los hermanos de nuestro padre…”: Las hembras no podían heredar y las hijas de Selofhad plantearon a Moisés la cuestión de los derechos de sucesión de la mujer.
Números 27, vs 5:
וַיַּקְרֵ֥ב מֹשֶׁ֛ה אֶת־מִשְׁפָּטָ֖ן לִפְנֵ֥י יְהֹוָֽה
o “…y sometió Moisés sus juicios delante de Jehová…”: Moisés no tuvo respuesta para el requerimiento de las hijas de Selofhad. Consecuentemente, le transmitió a Dios su propuesta.
Números 27, vs 7:
כֵּ֗ן בְּנ֣וֹת צְלׇפְחָד֮ דֹּבְרֹת֒
o “…correcto lo que las hijas de Selofhad hablan…”: El que no llora, no mama, dice el refranero y las hijas de Selofhad establecieron un precedente de herencia para la mujer. Esto nos enseña que Dios ama la libertad y el reclamo justo.
Números 27, vs 7:
וְהַֽעֲבַרְתָּ֛ אֶת־נַחֲלַ֥ת אֲבִיהֶ֖ן לָהֶֽן
o “…y traspasarás la herencia de sus padres a ellas…”: Esta es la primera mención que hace la Biblia en beneficio de los derechos de la hembra. Sin embargo, no son iguales que los del varón, el cual tiene prioridad sobre ella.
Números 27, vs 8:
אִ֣ישׁ כִּֽי־יָמ֗וּת וּבֵן֙ אֵ֣ין ל֔וֹ וְהַֽעֲבַרְתֶּ֥ם אֶת־נַחֲלָת֖וֹ לְבִתּֽוֹ
o “…si un hombre muriere e hijo no tuviera, traspasaréis su herencia a su hija…”: Esta ley fue un adelanto considerable porque muchos años pasaron para que en occidente, la cultura más avanzada del mundo, aceptara este principio.
Números 27, vs 9-11:
לִשְׁאֵר֞וֹ הַקָּרֹ֥ב
o “…al pariente más cercano…”: La tierra no era propiedad del humano y como tal no podía venderse a perpetuidad sino por un máximo de 42 años de producción, es decir, 49 años menos uno por cada ciclo séptimo de descanso espiritual, hasta llegar al año del jubileo. Si el que la poseía moría y no tenía descendencia, el pariente más cercano era al que le asistía el derecho legal de rescatarla o de poseerla.
Números 27, vs 12:
וּרְאֵה֙ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר נָתַ֖תִּי לִבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל
o “…y mira la tierra que di a los hijos de Israel…”: Desde el monte Abarím se podía divisar la tierra prometida, seguramente, porque era más alto que el monte Nebo, donde moriría Moisés.
Números 27, vs 13:
וְרָאִ֣יתָה אֹתָ֔הּ וְנֶאֱסַפְתָּ֥ אֶל־עַמֶּ֖יךָ גַּם־אָ֑תָּה כַּאֲשֶׁ֥ר נֶאֱסַ֖ף אַהֲרֹ֥ן אָחִֽיךָ
o “…y la verás y serás recogido a tu pueblo también tu, como fue recogido Aarón tu hermano…”: El término וְנֶאֱסַפְתָּ֥ o “…y serás recogido…” da a entender que, de alguna manera, seguirá viviendo en la memoria de Dios, lo cual para mí pudiera significar la vida espiritual eterna.
REFLEXIONES SOBRE EL ESTATUS VIDA-MUERTE
¿Es lícito reflexionar y explorar acerca de lo que la muerte es, desde la perspectiva del vivo? ¿Si la muerte está ligada a la vida y podemos explorar la vida, por qué no hacerlo con la muerte? ¿Será la muerte el punto de reconciliación entre Dios, el Creador, y el mortal, el creado? Como firmemente pienso que no existe pregunta que no tenga respuesta, invito a la siguiente exploración reflexiva:
Partiendo de lo que ven nuestros ojos, es decir, desde la perspectiva física, el cuerpo humano es materia y, al morir, a la materia vuelve. Su descomposición demuestra que si bien en el tiempo y en el espacio, en determinado momento existió, a partir del momento de su muerte, dejo de existir como entidad consciente de su existencia y mortalidad. En este punto se abren dos posibles escenarios:
a) La especulación de que no hay continuidad porque al morir el cuerpo, muere la esencia del ser y la conciencia de existencia.
b) La especulación de que sí hay continuidad y de que, aunque el cuerpo llega a su fin, el espíritu se manifiesta en otra dimensión, la absoluta, en virtud de que la esencia del ser es espiritual y la conciencia de existencia sigue o está presente en él.
El cuerpo, por físico, sujeto al ámbito tiempo-espacio, sigue el curso de todo lo que existe en el universo, es decir, obedece al principio del cambio permanente donde lo que existe sigue el irremediable proceso de nacer-crecer y morir. Este inevitable curso parece ligado al estado de imperfección, es decir, al estado que niega su propia existencia ya que, el mero hecho de estar sujeto al cambio, viene a negar su estatus anterior o de existencia permanente. Yo lo veo como la prolongación de una mentira, en términos absolutos. Algo que no es, que no existe, en verdad, y que fue artificialmente creado para un propósito determinado y, consecuentemente, ha de acabar. En definitiva, es un simbolismo de lo que realmente existe. Como dice la Cabala: “…Como son los cielos de arriba, es el mundo de abajo…”, es decir, solamente, un reflejo de ello.
La concepción del espíritu puro, sin el cuerpo físico, en cambio, pertenecería a la dimensión del absoluto, la cual trasciende tiempo y espacio. Aquella que no cambia porque es y se auto-confirma, es decir, no está sujeta a cambio ninguno. Es la verdad eterna pura y simple, la cual el humano atribuye su origen o fuente a la divinidad. No puede tener manifestación explicita de su esencia en la dimensión universal, tiempo-espacio, por ser de naturaleza abstracta e infinita, es decir, indescriptible. Vale decir que todo lo que el universo contiene es definible, por simbólico, y por consiguiente ha de ser finito. Lo infinito pertenece a las facultades espirituales como el amor, la virtud, la compasión, la verdad, el honor, etc…, los cuales no se pueden medir ni calibrar.
La existencia humana, tal y como se manifiesta en este universo, estaría compuesta de la parte física y de la espiritual. Esta dualidad, en la cual se debate mientras vive, corresponde a la dimensión dual que vemos reflejada en todo, es decir, al frío y al calor; a la vida y a la muerte; a la claridad y a la oscuridad; al femenino y al masculino; al placer y al dolor; etc…, en el marco de un universo simbólico relativo al tiempo y al espacio. Por otro lado, observamos como el cuerpo físico se depaupera y decae mientras que el espíritu se mantiene siempre fresco y sin edad. Dos formas de existencia, una animal y la otra celestial, en un combinado humano unitario.
Desde una perspectiva divina, me luce cruel, por parte del Creador, haber concebido un mundo y dado al humano una existencia consciente de su mortalidad, sin haberle proporcionado la oportunidad de alcanzar la vida eterna. Pienso que hubiera sido más correcto haberle dado la vida aunque sin la conciencia de su mortalidad, como sucede con los animales. La muerte parece ligada al pecado y el día en el que se superen la carencia y el pecado, la muerte será abolida. Dios debe de ser Dios de vida y no de muerte. Ello encaja más con la imagen que tiene el humano de Él, en términos de amor, justicia, compasión y verdad.
Conclusión: Entra dentro de lo posible que si bien el cuerpo muere y se descompone, el espíritu sigua vivo, aunque en la dimensión absoluta, eterna e infinita. También cabe dentro de lo imaginable y posible que el espíritu se manifieste de nuevo re-encarnado o combinado con la materia viviente en otras dimensiones similares o diferentes al modo de existencia humana que conocemos aquí en la tierra, en aras de cumplir misiones divinas. Finalmente, diré que si sólo se contempla una existencia, es decir, sin re-encarnación o reciclaje espiritual, para una vida virtuosa, puede que la muerte sea el punto de re-encuentro y de reconciliación definitiva con Dios, en virtud de haberse esforzado por un mundo mejor y por haber sufrido una existencia sujeta al dolor y a la muerte, lo cual resultaría justo y encajaría con la esencia justa del Creador, el cual ha de responderse a Sí mismo en su infinita “conciencia” de bondad y de justicia. En esta circunstancia podría el espíritu humano incorporarse a la totalidad de Dios y vivir eternamente en él.
Números 27, vs 14:
כַּאֲשֶׁר֩ מְרִיתֶ֨ם פִּ֜י
o “…porque os rebelasteis verbalmente…”: Recordemos como Moisés se dirigió al pueblo santo calificándoles de “rebeldes”. Después les preguntó que si de esa roca podían Moisés y Aarón sacar agua, en lugar de reconocer verbalmente que Dios lo iba a hacer y no ellos. Después, Moisés debía de hablar a la roca para que el milagro fuese más espectacular, ante los ojos de los hijos de Israel, cosa que no hizo sino que golpeó la roca y no solamente una vez sino dos veces. Ante todos estos lamentables errores, Dios les acusó de rebeldía pública ante el pueblo santo de Dios.
Números 27, vs 16:
יִפְקֹ֣ד יְהֹוָ֔ה אֱלֹהֵ֥י הָרוּחֹ֖ת לְכׇל־בָּשָׂ֑ר אִ֖ישׁ עַל־הָעֵדָֽה
o “…Elija Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un hombre sobre la congregación…”: Moisés no es de la opinión de que el pueblo de Israel se quede sin alguien que lo dirija.
Números 27, vs 17:
וְלֹ֤א תִהְיֶה֙ עֲדַ֣ת יְהֹוָ֔ה כַּצֹּ֕אן אֲשֶׁ֥ר אֵין־לָהֶ֖ם רֹעֶֽה
“…y no sea la congregación de Jehová como ganado que no tiene pastor…”: Moisés sugiere a Dios el nombramiento de un líder que dirija al pueblo santo de Dios, en su entrada a la tierra prometida.
Números 27, vs 18:
אִ֖ישׁ אֲשֶׁר־ר֣וּחַ בּ֑וֹ
o “…hombre en el cual haya espíritu en él…”: Josué se había formado espiritualmente porque había acompañado en muchas misiones a Moisés y estaba familiarizado con la labor de dirección del pueblo santo. En verdad, todos los humanos tenemos potencial espiritual por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios; sin embargo, no todos desarrollamos ese potencial porque cada cual es libre de escoger para sí lo que desee. Los que se esfuerzan, me consta que pueden y los que tienen antecesores que desarrollaron la espiritualidad, son bendecidos en sus genes también, en virtud de los méritos adquiridos por sus antepasados: זכות אבות
Números 27, vs 18:
וְסָמַכְתָּ֥ אֶת־יָדְךָ֖ עָלָֽיו
o “…y extenderás tu mano sobre él…”: El pueblo debía de ver como Moisés nombraba a Josué como su sucesor de manera oficial para que no hubieran malentendidos.
Números 27, vs 19:
וְהַֽעֲמַדְתָּ֣ אֹת֗וֹ לִפְנֵי֙ אֶלְעָזָ֣ר הַכֹּהֵ֔ן וְלִפְנֵ֖י כׇּל־הָעֵדָ֑ה וְצִוִּיתָ֥ה אֹת֖וֹ לְעֵינֵיהֶֽם
“…y le pondrás delante de Eleazar, el sumo sacerdote y delante de toda la congregación y le encomendarás a él a ojos de ellos…”. El pueblo entero debía de ser testigo del traspaso de poder.
Números 27, vs 20:
וְנָתַתָּ֥ה מֵהֽוֹדְךָ֖ עָלָ֑יו
o “…y le darás de tu alabanza sobre él…”: Moisés debía de poner todo su corazón limpio en este empeño confiriéndole santidad y dignidad de líder sobre Josué. No sé si Moisés tenía el poder de bendecir a Josué porque la bendición la da Dios, no el hombre. Sin embargo, tratándose de Moisés, el cual habló con Dios “cara a cara”, quizás tenía cierta facultad de santidad más allá de su condición de mortal, la cual pudiera ser, quizás, conferida o transferida a otro.
Números 27, vs 20:
לְמַ֣עַן יִשְׁמְע֔וּ כׇּל־עֲדַ֖ת בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל
o “…para que escuchen toda la congregación de los hijos de Israel…”: El término יִשְׁמְע֔וּ se puede interpretar de dos maneras diferentes: La primera sería para que el pueblo de Israel no solamente viera como Moisés extendía sus manos sobre la cabeza de Josué sino que además lo oyera, es decir, ver y oír para confirmar. La segunda interpretación más amplia del término יִשְׁמְע֔וּ pudiera ser para que el pueblo oyera con el fin de obedecer a Josué.
Números 27, vs 21:
וְשָׁ֥אַל ל֛וֹ בְּמִשְׁפַּ֥ט הָאוּרִ֖ים לִפְנֵ֣י יְהֹוָ֑ה
o “…y le preguntará por el juicio de los “Urim” delante de Jehová…”: El sumo sacerdote tenía la facultad de preguntar a Dios a través de los Urim, mediante el cual él obtenía la respuesta a su pregunta por parte de la divinidad.
Números 27, vs 22-23:
Moisés ejecutó la orden divina al pie de la letra ordenando a Josué como su sucesor, enfrente de toda la congregación de Israel. Moisés lo hizo sin rencor en su corazón porque esa era la voluntad divina y Moisés era siervo de Dios.
Números 28, vs 2:
לְהַקְרִ֥יב לִ֖י בְּמוֹעֲדֽוֹ
o “…lo ofrecerán a Mí, en su tiempo…”: Dios marca el tiempo y el lugar. El estamento rabínico se ha rebelado en contra de Dios en esto, creando sus propios lugares (sinagogas en cualquier lugar, en vez de en un solo Templo en Jerusalén) y sus propios tiempos, al modificar el calendario (Babilónico, no bíblico) de acuerdo a sus consideraciones particulares. A este respecto diré que la corrupción rabínica es tal que incluso le dieron el nombre de un mes al dios babilónico de Tammuz, hasta el mismo día de hoy….¿Increíble, verdad?
Números 28, vs 6:
לְרֵ֣יחַ נִיחֹ֔חַ אִשֶּׁ֖ה לַֽיהֹוָֽה
o “…de olor grato la ofrenda encendida para Jehová…”: Es decir, aceptada por Dios.
Números 28, vs 3-8:
Aquí se mencionan los sacrificios diarios que el pueblo de Israel debía de ofrecer a Dios en el Tabernáculo de Reunión.
Números 28, vs 9-10:
וּבְיוֹם֙ הַשַּׁבָּ֔ת שְׁנֵֽי־כְבָשִׂ֥ים
o “…y en el día de Sábado dos corderos…”: El día de Sábado debía de ser doble ya que era el día bendecido y santificado por Dios. Bendecido en el ámbito material שַּׁבָּ֔ת y santificado en el espiritual יתנפש. En el día de sábado, en el cual está ordenado no encender fuego, se debían de presentar estas dos ofrendas encendidas o pasadas por el fuego para Dios. El pueblo no debía encender fuego porque el fuego simboliza el trabajo físico; sin embargo, la ofrenda a Dios forma parte del trabajo espiritual, el cual si es permitido.
Números 28, vs 11:
וּבְרָאשֵׁי֙ חׇדְשֵׁיכֶ֔ם
o “…y en el principio de vuestros meses…”: Se trata del primer día de cada mes del año : זאת עולת חדש בחדשו לחדשי השנה o “…este es el presente mensual de todos los meses del año…”, en el cual ha de ser presentado ofrenda en su honor. Todo lo primero ha de ser santificado porque pertenece a Dios y es justo reconocerlo mediante ofrenda especial. Lo primero pertenece a Dios porque Dios es la fuente o premisa de todo cuanto existe.
Números 28, vs 12-15:
Aquí se mencionan las libaciones y el holocausto mensual
Números 28, vs 16:
וּבַחֹ֣דֶשׁ הָרִאשׁ֗וֹן בְּאַרְבָּעָ֥ה עָשָׂ֛ר י֖וֹם לַחֹ֑דֶשׁ פֶּ֖סַח לַיהֹוָֽה
o “…y en el mes primero, ראש השנה, en el 14vo. Día del mes, Pascua para Jehová…”: Con esta fecha se abre el calendario Judío, el verdadero ראש השנה y simboliza la liberación del yugo físico del humano. Sin liberación del yugo físico no puede haber liberación espiritual. Lo que los rabinos denominan ראש השנה o “principio de año”, no lo es porque pertenece al mes séptimo de תשרי
Números 28, vs 17-25:
Aquí se elabora el sacrificio que había que presentar durante la Pascua, amén del procedimiento a seguir.
Números 28, vs 26:
וּבְי֣וֹם הַבִּכּוּרִ֗ים
o “…y en el día de las primicias…”: La fiesta de שבועות o “Pentecostés o de las semanas”, simboliza la entrega de los Diez Mandamientos, en el día de la gran asamblea, en la que Dios pronunció todos y cada uno de ellos ante el pueblo de Israel. Esta fiesta simboliza la revelación de la ley para la liberación espiritual.
Números 28, vs 27-31:
Aquí se elabora el sacrificio que había que presentar durante שבועות o “Pentecostés o de las semanas”, amén del procedimiento a seguir.
Números 29, vs 1:
וּבַחֹ֨דֶשׁ הַשְּׁבִיעִ֜י בְּאֶחָ֣ד לַחֹ֗דֶשׁ
o “…y en el mes séptimo en el primero del mes…”: Este día es el comienzo del sábado de los meses y nunca debió de ser considerado como “el principio del año” o ראש השנה, como estableció el calendario rabínico. De hecho su nombre bíblico es el de יום תרועה o “día de hacer sonar el שופר o “cuerno”.
Números 29, vs 2-11:
Aquí se elabora el sacrificio que había que presentar durante יום תרועה o “día de sonar el שופר o “cuerno” de carnero, amén del procedimiento a seguir.
Números 29, vs 7:
וּבֶעָשׂוֹר֩ לַחֹ֨דֶשׁ הַשְּׁבִיעִ֜י הַזֶּ֗ה
o “…y en décimo día del mes séptimo este…”: Nueve días de preparación espiritual para presentarse ante Dios en el día décimo, para la expiación de los pecados. ועניתם את נפשותיכם Había que “afligir el alma” en el sentido de hacer un balance de todo lo incorrecto hecho durante el año transcurrido, con el fin de ponderar acerca de ello, arrepentirse y remediarlo. No se trata necesariamente de afligir el estomago, תענית o “ayunando”, sino de afligir el espíritu más bien, arrepintiéndose de las malas obras pasadas para enmendarlas en el futuro.
Números 29, vs 12:
וּבַחֲמִשָּׁה֩ עָשָׂ֨ר י֜וֹם לַחֹ֣דֶשׁ הַשְּׁבִיעִ֗י
o “…y en el 15to. día del mes séptimo…”: La fiesta de las Cabañas cerraba el ciclo de sábado de los meses con una nota de alegría que duraba 8 días, siete días morando en la סוכה o “cabaña” y el día שמיני עצרת u “octavo de clausura”.
Números 29, vs 13-38:
Aquí se elabora el sacrificio que había que presentar durante los ocho días de סוכות o “fiesta de las cabañas”, amén del procedimiento a seguir cada día.
Números 29, vs 39:
בְּמוֹעֲדֵיכֶ֑ם
o “…en su tiempo…”: Algo importante que Dios pidió y que el estamento rabínico ni observó, ni observa, hasta el mismo día de hoy.