Levítico 16, vs 1:
וַיְדַבֵּ֤ר יְהֹוָה֙ אֶל־מֹשֶׁ֔ה אַחֲרֵ֣י מ֔וֹת שְׁנֵ֖י בְּנֵ֣י אַהֲרֹ֑ן
o “…y habló Jehová a Moisés, después de la muerte de los dos hijos de Aarón…”: Lo extraño es que Moisés no comenta con Dios acerca de lo sucedido sino que se limita a encajar lo que Dios le dice sin emitir juicio alguno. En este sentido, parece como que Moisés compartía el punto de vista de Dios, con referencia a tal severo castigo propinado a los hijos mayores del sumo sacerdote Aarón, sus sobrinos. Dios emitió un veredicto y no existe apelación posible porque Él es el ser supremo perfecto y nada se le puede reprochar.
Levítico 16, vs 2:
וְאַל־יָבֹ֤א בְכׇל־עֵת֙ אֶל־הַקֹּ֔דֶשׁ מִבֵּ֖ית לַפָּרֹ֑כֶת
o “…y que no venga en todo tiempo al santuario a la habitación detrás del velo…”: Incluso el sumo sacerdote tenía restricciones para entrar en el קודש הקדשים Sanctasanctorum o lugar donde reposaba el Arca sagrada. Debía de hacerlo de la manera indicada por Dios y en el momento apropiado, bajo riesgo de muerte. El humano no está preparado para morar en presencia de Dios porque está dicho: “…no me verá el humano y vivirá…”: כִּ֚י בֶּֽעָנָ֔ן אֵרָאֶ֖ה עַל־הַכַּפֹּֽרֶת o “… porque en la nube seré visto sobre el propiciatorio…”: La conciencia de la cercanía de la divina presencia pudiera consumir al humano, a menos que Dios bendito le protegiera de su misma presencia.
Levítico 16, vs 3:
בְּזֹ֛את יָבֹ֥א אַהֲרֹ֖ן אֶל־הַקֹּ֑דֶשׁ בְּפַ֧ר בֶּן־בָּקָ֛ר לְחַטָּ֖את וְאַ֥יִל לְעֹלָֽה
o “…con esto vendrá Aarón al santuario: Con un becerro para el pecado y con un carnero para el holocausto…”: Para poder entrar en el santuario, en el lugar donde reposaba el Arca del Testimonio, Aarón debía de presentar dos ofrendas por su oficio, una para el pecado y la otra para el holocausto. La ofrenda por el pecado reconoce el estado de imperfección humana y la ofrenda por el holocausto reconoce la gracia divina, la cual trasciende la condición del pecado.
Levítico 16, vs 4:
וְרָחַ֥ץ בַּמַּ֛יִם אֶת־בְּשָׂר֖וֹ וּלְבֵשָֽׁם
o “…y lavará en agua su carne y se vestirá…”: Aarón debía de lavar su cuerpo con agua primero y luego vestir las vestiduras oficiales, hechas de lino, como Dios le había indicado. El concepto de la limpieza espiritual incluye necesariamente la limpieza física.
Levítico 16, vs 5:
וּמֵאֵ֗ת עֲדַת֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל יִקַּ֛ח שְׁנֵֽי־שְׂעִירֵ֥י עִזִּ֖ים לְחַטָּ֑את וְאַ֥יִל אֶחָ֖ד לְעֹלָֽה
o “… y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para el pecado y un carnero para holocausto…”: En representación del pueblo santo de Dios, tenía Aarón que traer también un presente para el pecado y otro para el holocausto, además de los suyos, a título personal.
Levítico 16, vs 6:
וְכִפֶּ֥ר בַּעֲד֖וֹ וּבְעַ֥ד בֵּיתֽוֹ
o “…y en expiación por él y por su casa…”: Primero Aarón debía de presentar expiación por él y por su casa y luego por el pueblo santo, al cual representaba ante Dios.
Levítico 16, vs 7:
פֶּ֖תַח אֹ֥הֶל מוֹעֵֽד
o “…a la puerta del Tabernáculo de Reunión…”: El público debía de verlo.
Levítico 16, vs 8:
גּוֹרָ֤ל אֶחָד֙ לַיהֹוָ֔ה וְגוֹרָ֥ל אֶחָ֖ד לַעֲזָאזֵֽל
o “…(y echará) suerte (dedicando) uno para Jehová y una suerte para Azaazel…”: De los dos machos cabríos que el pueblo de Israel debía de traer, uno debía de ser para Jehová y el otro para ser enviado a tierra deshabitada donde no hay conciencia del pecado por no existir humano en ella que lo pudiera identificar como el macho cabrío de la expiación. עֲזָאזֵֽל o Azazel no es un ser vivo sino el estado de inconciencia del pecado.
Levítico 16, vs 9:
אֲשֶׁ֨ר עָלָ֥ה עָלָ֛יו הַגּוֹרָ֖ל לַיהֹוָ֑ה וְעָשָׂ֖הוּ חַטָּֽאת
o “…aquél que cayó en suerte para Jehová y hará con él (expiación por el) pecado…”: De los dos machos cabríos que presentó el pueblo de Israel, aquél que cayó en suerte para Jehová había de ser sacrificado y presentado para Dios, en expiación por el pecado del pueblo, como pueblo santo.
Levítico 16, vs 10:
לְשַׁלַּ֥ח אֹת֛וֹ לַעֲזָאזֵ֖ל הַמִּדְבָּֽרָה
o “…para ser enviado a Azaazel al desierto…”: Azaazel significa estado de inconciencia, tierra de nadie o lugar deshabitado donde no existe conciencia humana por el pecado. El animalito debía de vivir en vez de ser presentado como sacrificio. No era necesario matarle porque la conciencia humana no estaba presente y, por consiguiente, nada estaba en medida de poderlo identificar. La muerte se hace necesaria, en virtud de esta conciencia humana por el pecado. Pensemos que al existir la voluntad de Dios y la voluntad libre del humano, no siempre la una coincide con la otra. Por eso, hasta que no se llegue a la reconciliación entre ambas voluntades, existirá la muerte, el pecado y la necesidad de expiación.
Levítico 16, vs 11:
וְכִפֶּ֥ר בַּֽעֲד֖וֹ וּבְעַ֣ד בֵּית֑וֹ
o “…y expiará por él y por su casa…”: Es importante realizar que la responsabilidad empieza por uno mismo, es decir, el reconocimiento de la responsabilidad personal primero para luego estar en medida de poder solicitar de los demás el mismo sentido de responsabilidad. Eso de “…Haz lo que digo y no lo que hago…”, no es correcto.
Levítico 16, vs 12:
וְהֵבִ֖יא מִבֵּ֥ית לַפָּרֹֽכֶת
o “…y lo traerá en la habitación detrás del velo…”: Aarón tenía que introducir los restos a la presencia de Dios, donde residía el Arca sagrada.
Levítico 16, vs 13:
וְלֹ֥א יָמֽוּת
o “…para que no muera…”: Este proceder le garantizaba que no moriría ya que venía de Dios. Sin embargo, si el sumo sacerdote no se atenía estrictamente a lo encomendado por Dios, pudiera morir en el desempeño de su misión. Gran temor embargaba al sumo sacerdote porque debía de ser en extremo cuidadoso para no cometer error alguno, lo cual pudiera significar su muerte instantánea como sucedió con Nadav y Abihu, hijos del sumo sacerdote Aarón, cuando ofrecieron un fuego extraño que Dios no ordenó.
Levítico 16, vs 14:
שֶֽׁבַע־פְּעָמִ֛ים מִן־הַדָּ֖ם בְּאֶצְבָּעֽוֹ
o “…siete veces, con la sangre de su dedo…”: El ciclo siete viene a representar la obra de la creación y el rociar de la sangre, infiero que viene a expresar el concepto de cómo el pecado salpica a los demás seres humanos e incluso a Dios.
Levítico 16, vs 15:
כַּאֲשֶׁ֤ר עָשָׂה֙ לְדַ֣ם הַפָּ֔ר
o “…como hizo con la sangre del becerro…”: El procedimiento por la expiación del pueblo de Israel tenía que ser similar al proceso por la expiación de Aarón y de su casa.
Levítico 16, vs 16:
וְכֵ֤ן יַעֲשֶׂה֙ לְאֹ֣הֶל מוֹעֵ֔ד הַשֹּׁכֵ֣ן אִתָּ֔ם בְּת֖וֹךְ טֻמְאֹתָֽם
o “…y así se hará en el Tabernáculo de Reunión, el cual mora con ellos en medio de sus pecados…”: El símbolo de la cercanía de la divina presencia de infinita perfección, en forma de nube, el cual llenaba el Sanctasanctorum, encima del Arca sagrada en el Tabernáculo de Reunión, debía de bajar y morar con el pueblo de Israel, el cual pecaba por su condición imperfecta humana. Esta combinación tendía a mezclar lo santísimo de Dios con lo profano del humano y por ello era necesario que el sumo sacerdote fuese en extremo cuidadoso para mantenerlos ambos separados, en virtud de los procesos expiativos ordenados por Dios. Sólo Dios conoce Sus Santos caminos y pudiera indicar qué hacer, cuando y como hacerlo. El humano no podía de ninguna forma improvisar absolutamente nada al respecto. Sólo cumplir al pie de la letra con lo indicado por Dios.
Levítico 16, vs 17:
וְכׇל־אָדָ֞ם לֹא־יִהְיֶ֣ה ׀ בְּאֹ֣הֶל מוֹעֵ֗ד בְּבֹא֛וֹ לְכַפֵּ֥ר בַּקֹּ֖דֶשׁ עַד־צֵאת֑וֹ
o “…y todo hombre no estará en el Tabernáculo cuando venga para expiación en el santuario hasta que salga…”: Durante el proceso de expiación del sumo sacerdote, no le era permitido a ningún humano residir en el Tabernáculo de Reunión, hasta que el proceso de expiación hubiese concluido y saliera Aarón del santuario.
Levítico 16, vs 18:
וְנָתַ֛ן עַל־קַרְנ֥וֹת הַמִּזְבֵּ֖חַ סָבִֽיב
o “…y pondrá sobre los cuernos del altar alrededor…”: La sangre simboliza el pecado de Israel y como el pecado involucra a Dios, en virtud de que su presencia se encontraba entre ellos.
Levítico 16, vs 19:
וְקִדְּשׁ֔וֹ מִטֻּמְאֹ֖ת בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל
o “…y lo santificará de los pecados de los hijos de Israel…”: Este simbólico hecho tendía a separar lo santo de lo profano y lo perfecto de lo imperfecto, es decir, Dios, del pueblo de Israel.
Levítico 16, vs 20:
וְכִלָּה֙ מִכַּפֵּ֣ר אֶת־הַקֹּ֔דֶשׁ וְאֶת־אֹ֥הֶל מוֹעֵ֖ד וְאֶת־הַמִּזְבֵּ֑חַ
o “…y cuando termine de la expiación de lo santo y de la tienda (Tabernáculo) de Reunión y del altar…”: Se tenía que seguir este orden preciso hasta terminar con la santificación del lugar santo para luego proceder a la segunda expiación. La razón que yo veo es que primero se santifica uno internamente para luego santificar a terceras partes.
Levítico 16, vs 21:
וְהִתְוַדָּ֣ה עָלָ֗יו אֶת־כׇּל־עֲוֺנֹת֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל
o ..y confesará sobre él todos los pecados de los hijos de Israel…”: La confesión se hacía con el fin de dejar bien sentado el precedente de que Dios es perfecto y el humano no y como la voluntad humana interfiere con la voluntad divina en este mundo.
Levítico 16, vs 22:
וְנָשָׂ֨א הַשָּׂעִ֥יר עָלָ֛יו אֶת־כׇּל־עֲוֺנֹתָ֖ם אֶל־אֶ֣רֶץ גְּזֵרָ֑ה וְשִׁלַּ֥ח אֶת־הַשָּׂעִ֖יר בַּמִּדְבָּֽר
o “…y llevará el macho cabrío sobre él todos los pecados, por decreto, a tierra de nadie y será enviado al desierto…”: Los pecados se desvanecerán en tierra deshabitada al no existir conciencia humana que pudiera reconocer al macho cabrío como portador simbólico de ellos. Esto nos indica que la muerte del animal no era la que exoneraba del pecado, el cual residía en la conciencia humana.
Levítico 16, vs 23:
וּפָשַׁט֙ אֶת־בִּגְדֵ֣י הַבָּ֔ד אֲשֶׁ֥ר לָבַ֖שׁ בְּבֹא֣וֹ אֶל־הַקֹּ֑דֶשׁ וְהִנִּיחָ֖ם שָֽׁם
o “…y se desvestirá de sus ropas (santas) que vistió al venir al (lugar) santo y las pondrá allí…”: Aarón tenía que lavar su cuerpo, no las ropas santas porque lo que se contamina es el espíritu de santidad, no la materia.
Levítico 16, vs 24:
וְרָחַ֨ץ אֶת־בְּשָׂר֤וֹ בַמַּ֙יִם֙ בְּמָק֣וֹם קָד֔וֹשׁ
o “…y lavará su carne (cuerpo) en agua en lugar santo…”: En el Tabernáculo de Reunión había un lugar destinado a bañarse. No se podía bañar fuera de él.
Levítico 16, vs 25:
וְאֵ֛ת חֵ֥לֶב הַֽחַטָּ֖את
o “…y la grasa del pecado…”: Sólo se debía de ofrecer la grasa, no la carne, la cual debía de ser quemada fuera del campamento.
Levítico 16, vs 26:
וְהַֽמְשַׁלֵּ֤חַ אֶת־הַשָּׂעִיר֙ לַֽעֲזָאזֵ֔ל יְכַבֵּ֣ס בְּגָדָ֔יו וְרָחַ֥ץ אֶת־בְּשָׂר֖וֹ בַּמָּ֑יִם וְאַחֲרֵי־כֵ֖ן יָב֥וֹא אֶל־הַֽמַּחֲנֶֽה
o “…y el que hubiera enviado al macho cabrío a Azaazel, lavará sus vestidos y se bañará su cuerpo en agua y después vendrá al campamento…”: El macho cabrío que supuestamente cargaba con los pecados del pueblo, contaminaba espiritualmente al que lo sacaba al desierto porque él sí sabía que, ese animalito, había sido usado para la expiación de los pecados.
Levítico 16, vs 27:
יוֹצִ֖יא אֶל־מִח֣וּץ לַֽמַּחֲנֶ֑ה וְשָׂרְפ֣וּ בָאֵ֔שׁ אֶת־עֹרֹתָ֥ם וְאֶת־בְּשָׂרָ֖ם וְאֶת־פִּרְשָֽׁם
o “…será sacado fuera del campamento y quemado en fuego, su piel, su carne y sus excrementos (intestinos)…”: No sólo se ofrecían holocaustos sobre el Altar del Tabernáculo de Reunión sino también fuera del campamento, aunque no se especifica lugar ninguno en particular.
Levítico 16, vs 28:
וְהַשֹּׂרֵ֣ף אֹתָ֔ם יְכַבֵּ֣ס בְּגָדָ֔יו וְרָחַ֥ץ אֶת־בְּשָׂר֖וֹ בַּמָּ֑יִ
o “…y el que los quemare lavará sus vestidos y lavará su carne en agua…”: Incluso el que los quemaba debía de descontaminarse por el contacto con los animales sacrificados. La contaminación era una cuestión enteramente espiritual.
Levítico 16, vs 29:
בַּחֹ֣דֶשׁ הַ֠שְּׁבִיעִ֠י בֶּֽעָשׂ֨וֹר לַחֹ֜דֶשׁ תְּעַנּ֣וּ אֶת־נַפְשֹֽׁתֵיכֶ֗ם
o “…en el mes séptimo en el diez del mes, afligiréis vuestras almas…”: Se refiere al יום הכפּורים o día de las expiaciones.
Levítico 16, vs 30:
לִפְנֵ֥י יְהֹוָ֖ה תִּטְהָֽרוּ
o “…delante de Jehová limpiaros…”: Es importante realizar que el humano tiene que recorrer el camino espiritual para enmendar sus faltas, a pesar de que Dios le perdone sus pecados. El perdón de los pecados, a mi entender, no exonera al individuo de sus faltas sino que, lo que hace Dios, es postergar el juicio, en espera de que el humano se corrija, en virtud de la ley universal de causa y efecto o “Karma”.
Levítico 16, vs 31:
וְעִנִּיתֶ֖ם אֶת־נַפְשֹׁתֵיכֶ֑ם חֻקַּ֖ת עוֹלָֽם
o “…y afligiréis vuestras almas, estatuto perpetuo…”: En יום הכפּורים o en el día de las expiaciones, lo más importante no es el ayunar sino el tomar conciencia de los pecados, haciendo expiación ante Dios, es decir, ודוי סליחה וכפּרה o confesión de los pecados, petición por expiación y restitución con el fin de no reincidir en ellos. Es preciso entender que todo ello obedece a un ciclo que conduce hacia el mejoramiento espiritual. No se trata de que Dios se olvide de los pecados pasados sino que brinda al humano la posibilidad de enmendar futuras acciones y si en el futuro quedaran corregidos, entonces tendría sentido el hecho de que los pecados pasados quedaran exonerados.
LA CULPABILIDAD Y EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD
Todos nos hemos sentido culpables alguna que otra vez por haber actuado irresponsablemente. Hemos sufrido por ello y en algunos casos extremos, hasta nos hemos hecho verdadero daño psicológico. No hay duda de que este daño psicológico condiciona al individuo para actitudes futuras y en ocasiones hasta deja una huella traumática que puede tener secuelas para toda la vida. Para evitar tener que caer en situación traumática, fenómeno este que perturbaría la objetividad y por ende la calidad de vida, es preciso entender bien la naturaleza del sentimiento de culpabilidad y saber como realmente opera.
El humano y la sociedad funcionan, en virtud de la idealización de valores culturales que hemos aceptado como buenos, ya sea por tradición o por sentido común. Algunos corresponden a la sabiduría colectiva y nos educan acertadamente. Sin embargo, algunos, ni son tan buenos como nos han hecho creer, ni son tan necesarios tampoco. Por eso, la mente crítica, merced a la revisión periódica y al cuestionamiento inquisitivo, se libera del yugo innecesario, eliminando todo misterio y sentimiento de culpabilidad asociado, por algo que no es tan correcto como pensábamos. En cada particular cultura, para discernir entre los valores tradicionales honestos y los “manipulantes”, es preciso cultivar el intelecto y exponerse a otras culturas o tradiciones para contrastar los valores de unas con relación a las otras y tirar consecuencias lógicas y sabias. La propia experiencia le da a uno fuerza y confianza para la comprensión.
Cuando de veras sentimos que hemos errado al actuar de manera irresponsable, deberíamos de enfocar el futuro más que el pasado, es decir, aprender a ser más responsables sin necesidad de cargarnos demasiado emocionalmente con el sentido de culpabilidad producto de pasadas faltas. Hay que tener en cuenta que el sentimiento de culpabilidad nos transporta hacia el pasado, y el pasado no puede ser modificado. Sin embargo, aprendiendo a ser más responsables, enfocaremos el futuro de manera adecuada, corrigiendo nuestros errores pasados aunque en el presente y de cara al futuro. En otras palabras, el éxito se edifica sobre los pilares de los fracasos bien entendidos y sin traumatismos. De hecho, יהוה Dios dice en Isaías 1, vs 18: “…Si tus pecados fueren rojos como la grana, ven, discutámoslo, y si te arrepintieses, yo te los convertiré en blancos como la nieve…”, es decir, ¿El sentido práctico del sentimiento de culpabilidad, no es el de corregirse? Lo que verdaderamente importa, es el hecho de que se ha enmendado una situación y sobre todo, el hecho de que a partir de ahora, eventualmente, ya no se va a caer en esa falta más o rara vez.
Para aquellos que piensan que uno, ineludiblemente, debe de pagar por lo que hizo, aunque se haya redimido, les diré que si uno que se corrigió, actúa de manera a servir de ejemplo para otros con el fin de que no caigan en el mismo error en el que él cayó, de hecho, ya está evitando que otros cometan el pecado que él cometió, lo cual, en justicia, viene a exonerarlo con creces, porque si bien antes fue una fuerza negativa, ahora es una fuerza positiva. Además, יהוה Dios no me parece vengativo ni destructor; Él se goza con que el humano enmiende sus caminos y se arrepienta de sus errores para no reincidir (יום הכפּורים o día de los perdones.)
Levítico 16, vs 32:
הַכֹּהֵ֜ן אֲשֶׁר־יִמְשַׁ֣ח אֹת֗וֹ
o “…y el sacerdote que fue ungido…”: El sumo sacerdote.
Levítico 16, vs 33:
וְכִפֶּר֙ אֶת־מִקְדַּ֣שׁ הַקֹּ֔דֶשׁ וְאֶת־אֹ֧הֶל מוֹעֵ֛ד וְאֶת־הַמִּזְבֵּ֖חַ יְכַפֵּ֑ר וְעַ֧ל הַכֹּהֲנִ֛ים וְעַל־כׇּל־עַ֥ם הַקָּהָ֖ל יְכַפֵּֽר
o “…y hará expiación por el santuario santo y por el Tabernáculo de Reunión y por el altar expiará y por los sacerdotes (Levítas) y por todo el pueblo congregado expiará…”: El símbolo de la divina presencia hace que absolutamente todo esté contaminado en virtud de su Infinita Santidad y todo requiera de expiación porque la perfección de Dios, al morar con la imperfección humana, requiere justicia, la cual reclama por un ajuste espiritual simbólico con el fin de instruir a la conciencia humana.
Levítico 16, vs 34:
אַחַ֖ת בַּשָּׁנָ֑ה
o “…una vez al año…”: Todos los años, un día, dedicado a ir limpiándose espiritualmente, al tomar conciencia por los pecados heredados de nuestros padres y por los nuestros propios. 24 horas de profunda y humilde introspección, con deseos de comunión con Dios, para la reparación y el arrepentimiento, en virtud de las medidas concretas que uno ha de tomar en año entrante para remediar la situación. Es imprescindible introducir cambios fundamentales.
Levítico 17, vs 1- 4:
וְאֶל־פֶּ֜תַח אֹ֣הֶל מוֹעֵד֮ לֹ֣א הֱבִיאוֹ֒ לְהַקְרִ֤יב קׇרְבָּן֙ לַֽיהֹוָ֔ה לִפְנֵ֖י מִשְׁכַּ֣ן יְהֹוָ֑ה
o “… y a la puerta del Tabernáculo de Reunión no lo trajo para ofrecer presente a Jehová delante del santuario de Jehová…”: No era permitido ofrecer presentes en ningún lugar que no fuese la puerta del Tabernáculo de Reunión. Contrariamente al espíritu bíblico, hoy se reza en cualquier sinagoga del mundo pretendiendo ofrecer algo de valor espiritual a Dios.
Levítico 17, vs 5:
וֶֽהֱבִיאֻ֣ם לַֽיהֹוָ֗ה אֶל־פֶּ֛תַח אֹ֥הֶל מוֹעֵ֖ד אֶל־הַכֹּהֵ֑ן
o “…y los traerán a Jehová a la puerta del Tabernáculo de Reunión, al sacerdote…”: Dios demandaba que los sacrificios se hicieran de manera centralizada, únicamente en el Tabernáculo de Reunión y no en cualquier lugar. Los animales a sacrificar debían de ser traídos a la puerta del Tabernáculo para ser entregados a los sacerdotes en funciones.
Levítico 17, vs 7:
וְלֹא־יִזְבְּח֥וּ עוֹד֙ אֶת־זִבְחֵיהֶ֔ם לַשְּׂעִירִ֕ם אֲשֶׁ֛ר הֵ֥ם זֹנִ֖ים אַחֲרֵיהֶ֑ם
o “…y no sacrificarán mas sus ofrendas para otras finalidades tras las cuales ellos fornican (se corrompen) tras ellas…”: No se debía de sacrificar nada a lo que no es Dios, ni a lo que apunta a otra cosa que a las virtudes o prioridades de Dios, basadas en חסד ואמת צדקה ומשפּט o “compasión y verdad, justicia y juicio”.
Levítico 17, vs 8-9:
וְאֶל־פֶּ֜תַח אֹ֤הֶל מוֹעֵד֙ לֹ֣א יְבִיאֶ֔נּוּ לַעֲשׂ֥וֹת אֹת֖וֹ לַיהֹוָ֑ה
o “…y a la puerta del Tabernáculo de Reunión no lo trajeron para hacerlo para Jehová…”: Todo sacrificio debía de ofrecerse en el Tabernáculo de Reunión. En ningún otro lugar podía ser ofrecido.
Levítico 17, vs 10:
אֲשֶׁ֥ר יֹאכַ֖ל כׇּל־דָּ֑ם וְנָתַתִּ֣י פָנַ֗י בַּנֶּ֙פֶשׁ֙ הָאֹכֶ֣לֶת אֶת־הַדָּ֔ם
o “…que comiere toda sangre y pondré mi faz contra el alma que comiere sangre…”: La sangre no se puede usar como alimento. Es espiritualmente incorrecto porque en la sangre se refleja la esencia de la identidad del ser vivo.
Levítico 17, vs 11:
וַאֲנִ֞י נְתַתִּ֤יו לָכֶם֙ עַל־הַמִּזְבֵּ֔חַ לְכַפֵּ֖ר עַל־נַפְשֹׁתֵיכֶ֑ם כִּֽי־הַדָּ֥ם ה֖וּא בַּנֶּ֥פֶשׁ יְכַפֵּֽר
o “…y yo os la di para que ustedes la pusierais sobre el altar para expiación de vuestras almas porque la sangre es para el alma, expiación…”: La finalidad de la sangre del animal sacrificado era la de servir en el altar para la expiación por el pecado y no para comer.
Levítico 17, vs 12-14:
דַּ֥ם כׇּל־בָּשָׂ֖ר לֹ֣א תֹאכֵ֑לוּ כִּ֣י נֶ֤פֶשׁ כׇּל־בָּשָׂר֙ דָּמ֣וֹ הִ֔וא כׇּל־אֹכְלָ֖יו יִכָּרֵֽת
o “…la sangre de toda carne no comeréis porque el alma del ser está en su sangre; todo el que la ingiriere será cortado…”: La sangre no se debe de comer y el que la ingiriere, infiero, pudiera ser privado de la vida espiritual eterna.
Levítico 17, vs 15:
וְכׇל־נֶ֗פֶשׁ אֲשֶׁ֨ר תֹּאכַ֤ל נְבֵלָה֙ וּטְרֵפָ֔ה בָּאֶזְרָ֖ח וּבַגֵּ֑ר וְכִבֶּ֨ס בְּגָדָ֜יו וְרָחַ֥ץ בַּמַּ֛יִם וְטָמֵ֥א עַד־הָעֶ֖רֶב וְטָהֵֽר
o “… y toda alma que comiere animal mortecino o despedazado, tanto de los naturales como de los extranjeros y lavará sus vestidos y se bañará en agua y será inmundo hasta la tarde y quedará luego limpio…”: No debe de comerse animal mortecino o despedazado. Por inmundicia se entiende el hecho de no poder asistir al Tabernáculo de Reunión en el cual moraba el símbolo de la cercanía de la divina presencia. La impureza duraba un día, lo cual nos da a entender que cada día es un nuevo empezar y una nueva oportunidad para hacer las cosas bien.
Levítico 17, vs 16:
וְאִם֙ לֹ֣א יְכַבֵּ֔ס וּבְשָׂר֖וֹ לֹ֣א יִרְחָ֑ץ וְנָשָׂ֖א עֲוֺנֽוֹ
o “…y si no se bañare y su cuerpo no lavare, y llevará su pecado…”: La limpieza física limpia el cuerpo de gérmenes que por contacto con el medio ambiente, uno recibe. La limpieza física y la espiritual han de ir de la mano ambas.
Levítico 18, vs 2:
אֲנִ֖י יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם
o “…Yo, Jehová vuestro Dios…”: El israelita debe de conocer los caminos santos de Dios para intentar emularlos. Dios es el oriente verdadero y el patrón ideal con el que espiritualmente compararse. La perfección infinita de Dios es el mejor oriente para el humano, cualquiera que sea su estado de imperfección.
Levítico 18, vs 3:
כְּמַעֲשֵׂ֧ה אֶֽרֶץ־מִצְרַ֛יִם אֲשֶׁ֥ר יְשַׁבְתֶּם־בָּ֖הּ לֹ֣א תַעֲשׂ֑וּ
o “…Como hacíais en la tierra de Egipto, en la cual morasteis, no haréis…”: Las costumbres paganas de Egipto no se debían de emular porque Israel estaba conociendo los patrones de santidad revelada, conducta evolucionada y aceptable por Dios.
Levítico 18, vs 3:
וּכְמַעֲשֵׂ֣ה אֶֽרֶץ־כְּנַ֡עַן אֲשֶׁ֣ר אֲנִי֩ מֵבִ֨יא אֶתְכֶ֥ם שָׁ֙מָּה֙ לֹ֣א תַעֲשׂ֔וּ
o “…y como hacen en la tierra de Canaán, a la cual Yo os llevo a ustedes allí, no haréis…”: Tampoco les estaba permitido hacer como hacían los habitantes de Canaán. Tanto la cultura de donde salieron los Israelitas (Egipto) como la cultura hacia donde iban (Canaán), ambas, eran abominables a ojos de Dios. Los valores que Israel debía de implementar eran los recientemente adquiridos de Dios, a través del profeta Moisés, como reza:
אֶת־מִשְׁפָּטַ֧י תַּעֲשׂ֛וּ וְאֶת־חֻקֹּתַ֥י תִּשְׁמְר֖וּ לָלֶ֣כֶת בָּהֶ֑ם אֲנִ֖י יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם
o “… mis juicios haréis y mis leyes guardaréis para guiaros por ellos, Yo Jehová vuestro Dios…”. Pensemos que la revelación de Dios era necesaria porque el humano, por su propio saber y entender, jamás de los jamases, llegaría a Dios. Dios tenía que revelar su camino para que el humano pudiera seguirlo. Los juicios y las leyes reveladas ayudan a develar los secretos del universo. Las tradiciones humanas fallan.
Levítico 18, vs 4:
אֶת־מִשְׁפָּטַ֧י תַּעֲשׂ֛וּ וְאֶת־חֻקֹּתַ֥י תִּשְׁמְר֖וּ לָלֶ֣כֶת בָּהֶ֑ם אֲנִ֖י יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם
o “…mis juicios haréis y mis leyes guardaréis para guiaros por ellas; Yo Jehová vuestro Dios…”: El pueblo de Israel está comprometido con los caminos de Jehová Dios, en virtud del pacto patriarcal.
Levítico 18, vs 5:
אֲשֶׁ֨ר יַעֲשֶׂ֥ה אֹתָ֛ם הָאָדָ֖ם וָחַ֣י בָּהֶ֑ם
o “…los cuales hará el humano para vivir por ellos…”: Los mandamientos de Dios son para la propia supervivencia del humano. La santidad no es un lujo sino una necesidad perentoria para la supervivencia espiritual, tanto del individuo como de cualquier grupo. No se trata de culto de adoración a Dios porque Dios es perfecto y nada precisa del humano. El humano es el que precisa de Dios por tratarse de un ser creado y, por ende, carente y los mandamientos le sirven de ayuda.
Levítico 18, vs 5:
אֲנִ֖י יְהֹוָֽה
o “…Yo Jehová…”: Dios, el cual creó los cielos y la tierra, sabe, mejor que nadie, que es lo bueno y lo malo para el humano. Dios es la única autoridad ayer, hoy, mañana y siempre. Por eso, el humano ha de inspirarse en sus divinos mandamientos.
Levítico 18, vs 6:
אִ֥ישׁ אִישׁ֙ אֶל־כׇּל־שְׁאֵ֣ר בְּשָׂר֔וֹ לֹ֥א תִקְרְב֖וּ לְגַלּ֣וֹת עֶרְוָ֑ה אֲנִ֖י יְהֹוָֽה
o “…Ninguno, a parienta cercana, se aproxime para descubrir su desnudez, Yo Jehová…”: La desnudez representa la intimidad del ser y está reservada solamente para el cónyuge, no para los parientes muy cercanos como padres, hijos y hermanos. Por ejemplo, cuando uno descubre la desnudez de una madre o de una hermana, deja de verlas como tal y tiende a verlas como hembras comunes y corrientes, lo cual pudiera generar en antagonismo con el rol de hermana y de madre. El pecado consiste en la confusión de los roles.
Levítico 18, vs 7:
עֶרְוַ֥ת אָבִ֛יךָ וְעֶרְוַ֥ת אִמְּךָ֖ לֹ֣א תְגַלֵּ֑ה אִמְּךָ֣ הִ֔וא לֹ֥א תְגַלֶּ֖ה עֶרְוָתָֽהּ
o “…La desnudez de tu padre y la desnudez de tu madre no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez…”: El ciclo natural de la vida está ordenado y no se debe de alterar caprichosamente. Los padres pertenecen a la generación que hizo posible que los hijos nacieran y los hijos deben de agradecer este hecho sin mezclarlo con su generación, la cual debe de buscar, entre ajenos a la familia cercana directa, la forma de perpetuación de la especie para la procreación. Las culturas que han incurrido en este tipo de prácticas sexuales se han degenerado y hasta destruido. Precisamente, la cultura egipcia y la cananea fueron consideradas por Dios como abominables, entre otras consideraciones, por esta razón.
Levítico 18, vs 8:
עֶרְוַ֥ת אֵֽשֶׁת־אָבִ֖יךָ לֹ֣א תְגַלֵּ֑ה עֶרְוַ֥ת אָבִ֖יךָ הִֽוא
o “…La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás porque es la desnudez de tu padre…”: El matrimonio forma una indivisible unidad espiritual ante Dios y nadie debe de interferir, y menos un hijo. De existir tendencias pecaminosas, es preciso no satisfacerlas para no sucumbir a tal tentación. La tentación no es pecado consumado, el pecado reside en la satisfacción de la tentación a través del hecho en sí. El humano está sujeto a tentaciones de todo tipo.
Levítico 18, vs 9:
עֶרְוַ֨ת אֲחֽוֹתְךָ֤ בַת־אָבִ֙יךָ֙ א֣וֹ בַת־אִמֶּ֔ךָ מוֹלֶ֣דֶת בַּ֔יִת א֖וֹ מוֹלֶ֣דֶת ח֑וּץ לֹ֥א תְגַלֶּ֖ה עֶרְוָתָֽן
o “…La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o viviendo fuera, no descubrirás su desnudez…”: La desnudez, entre hermanos de género opuesto, está prohibida por razones espirituales. Pensemos que el rol de hermana no debe de interferir con el rol de hembra porque produciría confusión y caos espiritual.
Levítico 18, vs 10:
עֶרְוַ֤ת בַּת־בִּנְךָ֙ א֣וֹ בַֽת־בִּתְּךָ֔ לֹ֥א תְגַלֶּ֖ה עֶרְוָתָ֑ן כִּ֥י עֶרְוָתְךָ֖ הֵֽנָּה
o “..La desnudez de la hija de tu hijo o hija de tu hija no descubrirás porque son tu propia desnudez…”: La esencia intima del ser está ligada al aspecto sexual y los parientes muy cercanos, no se deben de mezclar para mantener su rol familiar en el orden social más puro.
Levítico 18, vs 11:
בַּת־אֵ֤שֶׁת אָבִ֙יךָ֙
o “…tu hermanastra hija de tu padre…”: No se debe de descubrir.
Levítico 18, vs 12:
עֶרְוַ֥ת אֲחוֹת־אָבִ֖יךָ
o “…la desnudez de la hermana de tu padre…”: No se debe de descubrir.
Levítico 18, vs 13:
אֲחֽוֹת־אִמְּךָ֖
o “…la hermana de tu madre…”: No se debe de descubrir.
Levítico 18, vs 14:
אֲחִֽי־אָבִ֖יךָ לֹ֣א תְגַלֵּ֑ה אֶל־אִשְׁתּוֹ֙
o “…El hermano de tu padre (tu tío)…”: No se debe de descubrir la desnudez de la mujer del tío.
Levítico 18, vs 15
עֶרְוַ֥ת כַּלָּֽתְךָ֖ לֹ֣א תְגַלֵּ֑ה
o “… La desnudez de tu nuera no descubrirás…”: No se debe de descubrir su desnudez para evitar el caos social.
Levítico 18, vs 16
אֵֽשֶׁת־אָחִ֖יךָ
o “… Mujer de tu hermano (tu cuñada)…”: No se debe de descubrir su desnudez para evitar el caos social.
Levítico 18, vs 17
אִשָּׁ֛ה וּבִתָּ֖הּ
o “… una mujer y su hija…”: No se deben de descubrir ambas. O la una o la otra con el fin de no interferir en el orden social desde la perspectiva de ellas, claro.
Levítico 18, vs 17
אֶֽת־בַּת־בְּנָ֞הּ וְאֶת־בַּת־בִּתָּ֗הּ
o “… a la hija de su hijo o a la hija de su hija… No se debe de desnudar a la mujer y a la nieta. O la una o la otra con el fin de no interferir en el orden social desde la perspectiva de ellas.
Levítico 18, vs 18
וְאִשָּׁ֥ה אֶל־אֲחֹתָ֖הּ לֹ֣א תִקָּ֑ח
o “… y una mujer y su hermana no tomarás…: Lo que hizo el patriarca Jacob tomando a Leah y a Raquel por esposas, no es espiritualmente correcto porque el rol de hermana genera conflicto con el de esposa. Debido a que la Biblia aún no se había entregado, Jacob no estaba al corriente de tal prohibición. De hecho, ellas se llevaron bien mal.
Levítico 18, vs 19:
וְאֶל־אִשָּׁ֖ה בְּנִדַּ֣ת טֻמְאָתָ֑הּ
o “…y mujer con menstruación en su impureza…”: No está permitido el tener cópula con una mujer durante todo el periodo que dure su menstruación.
Levítico 18, vs 20:
וְאֶל־אֵ֙שֶׁת֙ עֲמִֽיתְךָ֔
o “…y con la mujer de tu prójimo…”: No está permitido tener relación sexual con la mujer esposada del prójimo.
Levítico 18, vs 21:
וּמִֽזַּרְעֲךָ֥ לֹא־תִתֵּ֖ן לְהַעֲבִ֣יר לַמֹּ֑לֶךְ
o “…y de tu descendencia no sacrificarás para Moloc…”: El servicio al dios falso Moloc requería sacrificio humano, generalmente del sacrificio de niños inocentes.
Levítico 18, vs 21:
וְלֹ֧א תְחַלֵּ֛ל אֶת־שֵׁ֥ם אֱלֹהֶ֖יךָ אֲנִ֥י יְהֹוָֽה
o “…y no profanarás el nombre de tu Dios, Yo Jehová…”: El término חַלֵּ֛ל no es realmente “profanar” sino “vaciar de contenido espiritual” o usarlo en asuntos triviales.
Levítico 18, vs 22:
וְאֶ֨ת־זָכָ֔ר לֹ֥א תִשְׁכַּ֖ב מִשְׁכְּבֵ֣י אִשָּׁ֑ה תּוֹעֵבָ֖ה הִֽוא
o “…y con varón no te acostarás como se hace con la hembra porque es abominación…”: El tener cópula con el mismo género está prohibido porque tiende a atentar contra la identidad natural y el rol para el cual cada género fue creado, ocasionando caos social.
LA HOMOSEXUALIDAD
¿Es la homosexualidad natural, como sostiene la corriente de modernismo liberal? ¿El homosexual nace o se hace? De acuerdo a la teoría Darviniana de la selección natural o de la supervivencia de las especies mejores dotadas, la homosexualidad tiene pocos visos de ser natural porque, en general, solamente de la unión de dos seres complementarios, como el masculino y el femenino, pudiera producirse naturalmente la procreación y la continuidad de la especie humana. En otras palabras, la naturaleza sólo sanciona fructíferamente la unión entre ambos sexos asignándoles continuidad o futuro, tanto en la especie animal como en la humana. Es preciso observar como, entre los animales, la homosexualidad no se manifiesta. Pensemos que si lo que distingue fundamentalmente al humano del mundo animal es su capacidad de pensamiento, la homosexualidad pudiera ser la consecuencia de la psiquis humana o del pensamiento, el cual, degeneraría en la condición homosexual. De hecho, sólo un ser pensante pudiera cuestionar y tratar de alterar su identidad, es decir, si la homosexualidad tuviera su origen en los genes, entonces sería un proceso biológico y afectaría tanto al mundo animal como al humano; sin embargo, no es así. El humano, curioso por pensante, en virtud del libre albedrío, posee intrínsecamente la facultad de cuestionar y alterar todo, incluso su identidad sexual.
¿Pudiera ser la homosexualidad un vicio mental adquirido como cualquier otro? Bastante apunta en esta dirección. Todos sabemos que el humano es un ser de costumbres. Por ejemplo, el fumador, el jugador, y el bebedor, todos padecen de un mismo mal denominado compulsión. Es obvio que al principio no eran así. Todo parece indicar que se desarrollaron mentalmente, en esa dirección, debido a circunstancias que propiciaron ese desarrollo y a una mente que eligió e incorporó ese camino sobre otros. En este sentido, observemos que, lo que un humano elige, no es lo que otro humano decide para sí, siendo la diferencia, la decisión final que la mente toma, de acuerdo a sus vivencias, a su sensibilidad y a su capacidad de pensamiento. Pongamos por caso el escenario siguiente: ¿Qué ocurre cuando a un adolescente, en fase de formación, se le somete, física o psíquicamente al cuestionamiento de su identidad sexual, ya sea por sobreprotección femenina como por abuso sexual? Allí muy bien pudiera empezar la “aberración” que conduciría a imaginar una fantasía y a auto-convencerse de que ella es realidad, es decir, a satisfacer una psiquis en duda quizás, merced a una sensibilidad o ternura masculina mal interpretada. De hecho, la sicología moderna reconoce que todo lo que el humano se cree, resulta cierto para él, aunque en verdad no sea cierto para los demás. De hecho, se han dado muchos casos de gente que después de muchos años de prácticas homosexuales, por razones espirituales, volvieron a convertirse en heterosexuales.
Es crucial entender como el pensamiento condiciona el comportamiento. De ahí que una educación adecuada sea tan necesaria, sobre todo en el periodo de la formación de la personalidad. La moralidad, la ética y las buenas costumbres, el auto-respeto, el reconocimiento de valores permanentes, etc., son instrumentales en la formación del carácter. Por ejemplo, puede que se tengan tendencias a robar, a cometer adulterio, a experimentar con el mismo sexo, etc., sin embargo, ello no quiere decir que el acto se vaya a consumar. De hecho, en la Biblia está dicho “…no lo hagas…”, precisamente porque Dios sabe que la tendencia está allí, aunque no sea determinante. Por eso el que sucumbe ante la tentación no puede decir que la tendencia que tenía le hizo sucumbir porque otros tienen la misma tendencia y no sucumben ante similar tentación. No hay duda de que el bien y el mal existen así como existen valores espirituales absolutos, más allá de los valores relativos del universo. En definitiva, la subjetiva realidad espiritual de cada individuo gravita en una orbita, más cercana o más lejana de la objetiva verdad espiritual de Dios, con la cual tiene que compararse.
A pesar de lo antedicho ¿Cómo explicar la tendencia marcadísima que tienen ciertos humanos, desde muy temprana edad, en el sentido de que se comportan más como el género opuesto que como el suyo natural? Por eso pienso que lo que se llega a ser en la vida, en un determinado momento, tiene mucho que ver con cierta tendencia genética heredada, el condicionamiento y circunstancia, y la libre elección.
Levítico 18, vs 23:
וּבְכׇל־בְּהֵמָ֛ה לֹא־תִתֵּ֥ן שְׁכׇבְתְּךָ֖
o “…y con todo animal no te acostarás…”: El tener cópula con animales está prohibido porque la especie humana, está dotada del espíritu, hecho a imagen y semejanza de Dios con el fin de capitanear la creación, mientras que el animal pertenece a un segundo orden. Las especies no se han de mezclar o cruzar con el fin de mantener el orden y la armonía universal. Pensemos que en el caos no hay amor sino supervivencia del más poderoso. Al humano le está permitido alterar sus condiciones de vida, hasta cierto punto, con el fin de descubrir un orden superior para progresar. Más allá de ello, se produce el caos destructor.
Levítico 18, vs 24:
אַל־תִּֽטַּמְּא֖וּ בְּכׇל־אֵ֑לֶּה כִּ֤י בְכׇל־אֵ֙לֶּה֙ נִטְמְא֣וּ הַגּוֹיִ֔ם אֲשֶׁר־אֲנִ֥י מְשַׁלֵּ֖חַ מִפְּנֵיכֶֽם
o “…No os contaminéis con todas estas prácticas porque a los gentiles que se contaminaron con ellas, yo las estoy desterrando de delante vuestra…”: La tierra de Canaán estaba habitada por gentiles que hacían estas abominaciones y Dios las expulsó en beneficio del Israel santo. La corrupción da al traste con el amor y con la verdad porque el egoísmo y el placer se constituyen en la consideración central o mayor.
Levítico 18, vs 25:
וַתָּקִ֥א הָאָ֖רֶץ אֶת־יֹשְׁבֶֽיהָ
o “…y se contaminó la tierra con sus habitantes…”: La cultura se fue degenerando hasta unos niveles bastantes críticos y generalizados, perdiendo los valores de santidad mínimos que justificaban su supervivencia, es decir, la bendición y el sostenimiento por parte de Dios. No había ya posibilidad ninguna para que el amor y el orden verdadero se restauraran.
Levítico 18, vs 26:
וְלֹ֣א תַעֲשׂ֔וּ מִכֹּ֥ל הַתּוֹעֵבֹ֖ת הָאֵ֑לֶּה הָֽאֶזְרָ֔ח וְהַגֵּ֖ר הַגָּ֥ר בְּתוֹכְכֶֽם
o “…y no haréis todas estas abominaciones, tanto el extranjero como el natural en vuestro medio…”: La tierra juzga al humano, en virtud de la ley causa-efecto y lo que se hace tiene consecuencias positivas o negativas. Ni siquiera el gentil que vivía entre los israelitas estaba permitido a infringir estas leyes.
Levítico 18, vs 27:
וַתִּטְמָ֖א הָאָֽרֶץ
o “…y se contaminó la tierra…”: La conducta del humano en la tierra acarrea bendición o maldición. En el caso de la maldición, se genera corrupción, destrucción y muerte para la sociedad. En el caso de la bendición, la supervivencia es posible en condiciones óptimas.
Levítico 18, vs 28:
כַּאֲשֶׁ֥ר קָאָ֛ה אֶת־הַגּ֖וֹי אֲשֶׁ֥ר לִפְנֵיכֶֽם
o “…como se corrompió la nación que está enfrente de ustedes…”: La Biblia se refiere a una de las siete naciones que habían de ser desterradas y hasta destruidas, en función de su corrupción, por falta de valores espirituales. Dios es santo y, sólo el humano que incorpora la santidad en sus pensamientos y obras, tiene acceso a la vida eterna.
Levítico 18, vs 29:
וְנִכְרְת֛וּ הַנְּפָשׁ֥וֹת הָעֹשֹׂ֖ת מִקֶּ֥רֶב עַמָּֽם
o “…y serán cortadas las almas que lo hacen, en medio de sus pueblos…”: La Biblia augura la muerte espiritual para los corruptos en medio de sus pueblos, lo cual indica que los justos o santos no se verán ellos grandemente afectados.
כִּ֚י כׇּל־אֲשֶׁ֣ר יַעֲשֶׂ֔ה מִכֹּ֥ל הַתּוֹעֵבֹ֖ת הָאֵ֑לֶּה וְנִכְרְת֛וּ הַנְּפָשׁ֥וֹת הָעֹשֹׂ֖ת מִקֶּ֥רֶב עַמָּֽם
o “…porque todos los que incurrieron en todas estas abominaciones y serán cortadas estas almas de en medio de sus pueblos…”: A mi entender, no tendrán parte en el mundo espiritual de Dios ni en la vida eterna.
¿CÓMO PODER DESARROLLAR UNA ACTITUD CORRECTA ANTE LA VIDA?
Para tener éxito en este mundo difícil, colmado de conflictos, desde cuando uno es un niño, en la adolescencia, hasta cuando uno se va haciendo viejo, es fundamental establecer un orden de prioridades, merced al cual uno pueda encarar su circunstancia de la manera más inteligente posible, con el fin de poder ayudarse más que perjudicarse estúpidamente. A guisa de ejemplo, quisiera compartir con el lector generosamente, las prioridades más importantes del orden que yo decidí escoger para gobernar mi existencia:
Primero, y lo más importante para mí, fue el intentar entender, claramente, quién era yo que hacía en este mundo; para ello decidí usar el sentido crítico, educándome profesionalmente en lo religioso y en lo seglar, con el fin de poder analizar los hechos, por mí mismo, de manera espiritual, intelectual, además de tradicional y emocionalmente. Gracias a ello, pienso que me escapé de las garras de la cultura que me vio nacer e identidad de grupo para desarrollar mi propia perspectiva e identidad, la cual me sirve de guía permanentemente. ¿Por qué no confié en las demás instituciones humanas más? Pues, porque vi que lo que los humanos decían no era lo que honestamente sentían, ocultando de los demás su verdadera motivación y propósito. No quisiera decir con esto que no encontré gente bastante honesta. Ciertamente, encontré algunos individuos sobresalientes, los cuales, me consta que se esforzaban, a menudo, por vivir de la mano del amor y de la verdad. Sobre este particular, debo de reconocer que tengo una deuda para con ellos imposible de pagar, ya que me sirvieron de inspiración en este desierto de mundo. Sin embargo, la gran mayoría, desafortunadamente, no era de fiar mucho. La hipocresía estaba a la orden del día y la mentira a flor de labios. En cuanto a la elite, encontré que ella se regía por intereses fríos y calculados, más materiales que espirituales, jugando a menudo con los sentimientos auténticos de los demás, a veces, de manera desleal e incluso impía. Debo de reconocer que, merced a todo lo antedicho y vivido, aprendí a como no ser, es decir, gracias al defecto descubrí la necesidad por la virtud, o en otras palabras, el dolor producido por la injusticia, la oscuridad e ignorancia clamaron por la necesidad de luz y por la sabiduría.
Segundo, entendí que el problema más arduo que había que dilucidar, en el drama de la existencia humana, consistía en intentar tener una idea lo más clara posible acerca del Creador del universo porque de ello se derivaban todos los demás problemas, incluido el que, por ley natural, más me preocupaba, es decir, el mío propio. ¿Existía יהוה Dios o no existía? ¿Qué quería de mí y de los demás humanos? ¿Qué sentido tenía el vivir para luego morir? Etc. Sabía que, un error en mi concepción del יהוה Dios vivo y verdadero, significaría, posiblemente, un error de base que afectaría a todo lo demás, ya que Él es la causa única y todo lo demás son nada más que meras consecuencias. Recuerdo que uno de los problemas más difíciles que tuve, con relación a esto, fue responder a la pregunta siguiente ¿Si existe יהוה Dios, por qué se esconde? Antes de que pudiera responderla satisfactoriamente, y de la mano de la naturaleza a mi alrededor, llegué a la conclusión de que era materialmente imposible que todo el orden universal que yo podía ver y entender, se hubiera formado circunstancial y caprichosamente. No me convencía la hipótesis evolucionista, la cual sostenía, más o menos, la tesis siguiente: Todo se originó cuando una piedra accidentalmente chocó contra otra y, a través de un proceso de millones de años, evolutivo y ciego, es decir, sin voluntad ni propósito, surgió el mundo tal y como yo lo veía hoy; todo lo contrario. En virtud del universo sensible, inteligente y armonioso que yo podía contemplar, todo resultaba indicativo de que había un Creador que piensa y que sabe hacer las cosas muy requetebién; tan bien que no es posible que nos haya puesto en este mundo sin establecer un camino o ley divina y sabia (Torah) gracias a la cual, el humano que lo deseara de verdad, pudiera orientarse espiritualmente. Finalmente, comprendí que יהוה Dios era espíritu y no carne; por eso había de concebirlo como Él es, es decir, en el espíritu en vez de en la materia. Concluí que solamente los ojos del alma podían ver al Creador, no los de la cara, los cuales nos engañan a menudo. Por esta razón, realicé que יהוה Dios no se aparecía físicamente a nadie. Para “verle”, había que, necesariamente, crecer en el espíritu de santificación (compasión-verdad-justicia y juicio)
Tercero, yo fui creado y criado y debía de ser grato al יהוה Dios vivo, santo y verdadero el cual me dio todo cuanto tengo y soy, y a la sociedad la cual me brindó la oportunidad de perseguir la virtud y la excelencia, buscar el calor de la familia, amar al prójimo como a uno mismo, etc…
Cuarto, al desarrollo de una actitud inteligente, cimentada en una educación dinámica y diversa, amén de la realización de una ejecutoria lo más responsable y profesional posibles, es decir, tomarme la vida con la debida seriedad para tener el éxito necesario, como para poder ayudar, no sólo a mí mismo, sino a mi familia y a la sociedad, lo cual hace que yo buscara a respetarme y por ende, a que la sociedad que me conocía, me respetara también.
Quinto, entender que somos mortales y que la vida es tan corta que hay que aprovecharla bien, en el sentido espiritual, intelectual y en el físico, para quedar lo más bien posible con nuestro Anfitrión de honor, יהוה Dios nuestro Creador, y con todos los que se cruzaron con uno en este mundo, pagando bien por bien y odiando el mal, como dice el salmista: “…אוהבי יהוה שנאו רע ”, es decir, los que aman a יהוה Dios odian el mal..” (No al malo.)
Sexto, estudiar mucho para sensibilizarme y vivir el máximo numero de experiencias posibles para descubrir mayor verdad en la vida, con el fin de darle mas calidad a mi existencia, pudiéndome ayudar mejor a mí mismo y por ende a la sociedad.
Séptimo, respetar y vivir en el espíritu las enseñanzas de la Torah, sobre todo observando los días de sábado y las demás fiestas decretadas por יהוה, santificándolas y bendiciéndolas, evitando con ello caer en radicalismos tanto en la dimensión religiosa tradicional, como en el ámbito físico, como en la secularización liberal.
Finalmente, quisiera decir que, sin descubrir uno, por sí mismo, un orden de prioridades inteligente y por ende correcto, no es posible alcanzar la sabiduría ni el conocimiento apropiado. Por ejemplo, aquél que no se ha convencido de que existe El Creador de todo cuanto existe, o que no sabe ver y apreciar la necesidad del núcleo familiar, o que actúa egoístamente y decide no amar al prójimo como a sí mismo, o que considera que “… tanto tienes, tanto vales…”, o que decide no estudiar, convirtiéndose en un ser mediocre para buscar luego a una autoridad en forma de rabino, guru, pastor o cura para que le enseñe tradiciones y le inculque fe en cualquier cosa, en vez de él interesarse personalmente en lo que le incumbe saber, en términos de compasión, verdad, juicio y justicia; etc., caerá inevitablemente una y otra vez en el error, el cual le cerrará el camino del conocimiento verdadero, y le estará continuamente ocasionando, en las diferentes etapas de su vida, conflictos y dificultades cada vez mayores.
Una sugerencia: Considere los Diez Mandamientos y lo que representan en el orden social porque es bastante posible que hayan sido concebidos por la sabiduría y el amor supremos e infinitos de יהוה Dios bendito. Pruébelos y verá como no se pueden mejorar.
Levítico 18, vs 30:
אֲנִ֖י יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם
o “…Yo Jehová vuestro Dios…”: Significando que Dios es la única autoridad y que sus caminos son diferentes por santos y por consiguiente que los caminos de Israel han de ser más responsables que los de todas las naciones del mundo gentil. Dios reclama a Israel, en particular, porque tiene un pacto con él.