Gen. 23, vs 1:
וַיִּהְיוּ֙ חַיֵּ֣י שָׂרָ֔ה מֵאָ֥ה שָׁנָ֛ה וְעֶשְׂרִ֥ים שָׁנָ֖ה וְשֶׁ֣בַע שָׁנִ֑ים
O “…Y fueron los años de Sara 127 años…”: Por el estándar de hoy, parecen muchos años. Sin embargo, Abrahán, su esposo viviría 175 años.
Gen. 23, vs 2:
וַתָּ֣מׇת שָׂרָ֗ה בְּקִרְיַ֥ת אַרְבַּ֛ע הִ֥וא חֶבְר֖וֹן
o “…y murió Sara en Kiryat Arbah, el cual es Hebron…”: Sara no vivía con Abrahán ni con su hijo Isaac, aparentemente, desde algún tiempo. Abrahán vivía en Beer-Sheva con su hijo Isaac.
Gen. 23, vs 2:
וַיָּבֹא֙ אַבְרָהָ֔ם לִסְפֹּ֥ד לְשָׂרָ֖ה וְלִבְכֹּתָֽהּ
o “… Y vino Abrahán a lamentar la muerte de Sarah y a llorarla…”: Abrahán tuvo que haber tenido sus diferencias con Sarah porque no vivían juntos. En la vejez, unos cónyuges se unen más mientras que otros se separan. Los términos לִסְפֹּ֥ד וְלִבְכֹּתָֽהּdemuestran que Abrahán estaba afectado por la muerte de Sara aunque vivieran separados. La Biblia no indica explícitamente las diferencias entre ellos; sin embargo, se pudiera especular en el sentido de que, la razón pudiera tener que ver con el intento de sacrificio de su hijo Isaac, a lo que Sara se pudo haber opuesto. La razón por ello estriba en el hecho de que la historia del intento de sacrificio precede justamente a la historia de la muerte de Sara.
Gen. 23, vs 3:
וַיָּ֙קׇם֙ אַבְרָהָ֔ם מֵעַ֖ל פְּנֵ֣י מֵת֑וֹ
o “…y se levantó Abrahán de delante de su muerto…”: Abrahán tuvo que haber guardado ciertos días de luto hasta que se consoló. El término וַיָּ֙קׇם֙ o “…y se levantó…” viene a significar que puso fin a los días de luto superando así sus emociones. es preciso hacer notar que el término מֵת֑וֹ, lo cual significa “…su muerto…”, está declarado en el masculino y no en el femenino como debería de ser. Por consiguiente se puede inferir que el muerto o la muerta, carecen de género, lo cual se aplicaría a los vivos solamente. Existen círculos en los que se especula en el sentido de que la muerte pudiera ser otra dimensión completamente distinta a lo que conocemos como vida terrenal ya que se abandona el cuerpo y, de continuar la vida, se haría de manera puramente espiritual. Insisto en que es sólo una especulación racional y que soy contrario a todo tipo de especulaciones con referencia a la muerte ya que es algo que está más allá de la capacidad humana de asegurar.
Gen. 23, vs 4:
גֵּר־וְתוֹשָׁ֥ב אָנֹכִ֖י עִמָּכֶ֑ם
o “…Extranjero y residente temporal soy entre ustedes…”: Como dije en el versículo 2, Abrahán no vivía en Hebrón con Sarah y vino solamente para enterrarla. Abrahán apela al sentimiento de los demás argumentando que es extranjero entre ellos, lo cual debería de promover, según la Biblia, cierto sentido de hospitalidad.
Gen. 23, vs 4:
אֲחֻזַּת־קֶ֙בֶר֙
o “…propiedad para sepultura…”: Abrahán quiere comprar el lugar de la sepultura para que fuese propiedad de sus descendientes para siempre. Los restos de Sara van a ser los primeros que van a ser enterrados en la cueva de Makpelá, en Hebrón. Después la seguirán los de Abrahán, Isaac y Rebeca, Jacob y Leah. De hecho, hoy, el gobierno de Israel está dispuesto a abandonar Hebron para entregárselo a los palestinos, renegando de la propiedad de Abrahán.
Gen 23, vs 6:
נְשִׂ֨יא אֱלֹהִ֤ים אַתָּה֙ בְּתוֹכֵ֔נוּ
o “…Príncipe de Dios tu eres entre nosotros…”: Abrahán era considerado entre los de la región como un hombre de Dios y aunque era extranjero, su fama había llegado hasta allí. De hecho, se convirtió en bendición para propios y extraños tal y como Dios le habría vaticinado en el sentido de que en él iban a ser bendecidas todas las naciones de la tierra.
Gen. 23, vs 6:
בְּמִבְחַ֣ר קְבָרֵ֔ינוּ קְבֹ֖ר אֶת־מֵתֶ֑ךָ
o “…En lo escogido de nuestras sepulturas, entierra a tu muerto…”: Los Hijos de Het le están ofreciendo a Abrahán a que sepulte los restos mortales de Sara en lo mejor de sus cementerios. Sin embargo, ello no parece agradar a Abrahán. Pensemos que en el Medio Oriente, existe mucha hipocresía y lo que se dice, a menudo, no es lo que se piensa. Por otro lado, es muy posible que Abrahán, en virtud del pacto con יהוה Dios, no deseara mezclarse con los demás y por eso deseara un cementerio aparte.
Gen. 23, vs 7:
וַיִּשְׁתַּ֥חוּ לְעַם־הָאָ֖רֶץ לִבְנֵי־חֵֽת
o “…Y (Abrahán) se inclinó ante el pueblo de esa tierra, en presencia de los hijos de Het…”: En ese tiempo, la costumbre de inclinarse era una señal de reverencia, de cortesía, de deseos de paz y de cooperación. Sin embargo, cuando Dios dio la Biblia a Moisés le indicó que dijera a Israel que no se arrodillaran ante nadie más que ante Dios Bendito. No ante persona ni ante imagen ninguna. El inclinarse no significa arrodillarse וַיִּשְׁתַּ֥חוּ aunque se use el mismo término porque debería de añadírsele además de וַיִּשְׁתַּ֥חוּ el término ארצה o “…a tierra…”.
Gen. 23, vs 8:
לִקְבֹּ֤ר אֶת־מֵתִי֙ מִלְּפָנַ֔י
o “…enterrar a mi muerto de delante de mí…”: Abrahán se encontraba con el dilema de que debía de encontrar un lugar para enterrar a Sara para el poder irse en paz después. Es posible que no pudiera trasladarlo a otro lugar o que no lo deseara, simplemente. Por otro lado, el término מִלְּפָנַ֔י o “…de delante de mí…” pudiera significar que el vivo y el muerto han de estar separados porque son dos dimensiones distintas entre las cuales la comunicación se rompió en virtud de que el humano es cuerpo físico y espíritu a la vez, mientras que el muerto, presumiblemente, es sólo espíritu.
Gen. 23, vs 9:
בְּכֶ֨סֶף מָלֵ֜א יִתְּנֶ֥נָּה לִּ֛י בְּתוֹכְכֶ֖ם לַאֲחֻזַּת־קָֽבֶר
o “…Que por un buen precio se me de, en medio de ustedes, para posesión de sepultura…”: Abrahán está dispuesto a pagar un precio alto, con el fin de tener la tierra en propiedad perpetua. Es posible que no deseara sentirse obligado, en virtud de favor alguno porque, un carácter noble, cuando aceptaba un favor, se echa arriba una deuda moral, la cual, tarde o temprano, tendría que pagar.
Gen. 23, vs 11:
וְהַמְּעָרָ֥ה אֲשֶׁר־בּ֖וֹ לְךָ֣ נְתַתִּ֑יהָ
o “…Y la cueva que está en ella (la tierra) te la regalo…”: Efron quería regalarle a Abrahán la tierra con la cueva que serviría para sepultura. La Biblia no explica el por qué del ofrecimiento de Efron a Abrahán. ¿Pretendería Efrón ganarse el favor de Abrahán ante Dios, en el sentido de “… bendeciré a los que te bendijeren…”, o quizás pretendería hacerle este favor con el fin de pedirle algún otro favor luego, a cambio? Aparentemente, Abrahán, no quería sentirse obligado en este sentido.
Gen. 23, vs 11:
הַשָּׂדֶה֙ נָתַ֣תִּי לָ֔ךְ וְהַמְּעָרָ֥ה אֲשֶׁר־בּ֖וֹ לְךָ֣ נְתַתִּ֑יהָ לְעֵינֵ֧י בְנֵי־עַמִּ֛י נְתַתִּ֥יהָ לָּ֖ךְ קְבֹ֥ר מֵתֶֽךָ
o “…el campo te lo doy y la cueva que está en él a ti e la doy, a los ojos de los hijos de mi pueblo te la doy a ti; entierra a tu muerta…”: Efron parece dispuesto a regalarle el campo con la cueva. Lo que no se trasluce aquí es lo que querría luego a cambio de ella, como favor de Abrahán.
Gen. 23, vs 12:
וַיִּשְׁתַּ֙חוּ֙ אַבְרָהָ֔ם לִפְנֵ֖י עַ֥ם הָאָֽרֶץ
o “…y se inclinó Abrahán delante del pueblo de la tierra…”: Abrahán se inclina en señal de respeto, para demostrar su agradecimiento porque lo que va a decir luego no les va a agradar ya que va a desestimar el noble ofrecimiento de Efron. Es una costumbre oriental para evitar herir susceptibilidades.
Gen. 23, vs 13:
נָתַ֜תִּי כֶּ֤סֶף הַשָּׂדֶה֙ קַ֣ח מִמֶּ֔נִּי
o “…ofrecí dinero por el terreno, tómalo de mí…”: Abrahán insiste en querer comprar la tierra para propiedad de sepultura. Infiero que para evitar que alguien otro pudiera reclamar parte de ese terreno para sepultar a su muerto. Puede que Abrahán quisiera conservar ese cementerio exclusivamente para él y para su familia.
Gen. 23, vs 15:
אֶ֩רֶץ֩ אַרְבַּ֨ע מֵאֹ֧ת שֶֽׁקֶל־כֶּ֛סֶף בֵּינִ֥י וּבֵֽינְךָ֖ מַה־הִ֑וא
o “…tierra que (vale) cuatrocientos chequels de plata, entre tu y yo que es?…”: Efron establece un precio aunque al mismo tiempo dice que eso no es nada comparado con lo ambos poseen, en virtud de que ambos eran ricos.
Gen. 23, vs 16:
וַיִּשְׁקֹ֤ל אַבְרָהָם֙ לְעֶפְרֹ֔ן אֶת־הַכֶּ֕סֶף
o “…y pesó Abrahán a Efron la plata…: Abrahán se dispuso a pagarle a Efron el monto que él mismo estableció con el fin de que quedara claro que la propiedad iba a ser de Abrahán.
Gen. 23, vs 18:
לְאַבְרָהָ֥ם לְמִקְנָ֖ה
o “…A Abrahán como propiedad…”: Abrahán pagó los 400 ciclos de plata y la propiedad fue suya. Aparentemente, la cueva de Makpelah está ahora dentro de una mezquita en Hebrón. Allí especulan que se encuentran sepultados Abrahán y Sara; Isaac y Rebeca; Jacob y Leah. Raquél no está enterrada en este lugar sino en Belén porque murió en el camino, cuando Jacob volvía de con Labán hacia la tierra prometida. Sería científicamente interesante analizar los A.D.N. para ver si de verdad se trata de ellos y no de otros.
Gen. 23, vs 19:
וְאַחֲרֵי־כֵן֩ קָבַ֨ר אַבְרָהָ֜ם אֶת־שָׂרָ֣ה אִשְׁתּ֗וֹ
o “…y después de esto, enterró Abrahán a Sara su esposa…”: Abrahán no se dispuso a enterrar a su esposa Sara hasta que el terreno fuera propiedad suya.
Desafortunadamente, hoy, el gobierno de Israel, a cambio de millones de dólares procedentes de USA, está dispuesto a entregárselo a los palestinos para que formen su estado en los territorios de Cisjordania.
Gen. 23, vs 20:
וַיָּ֨קׇם הַשָּׂדֶ֜ה וְהַמְּעָרָ֧ה אֲשֶׁר־בּ֛וֹ לְאַבְרָהָ֖ם לַאֲחֻזַּת־קָ֑בֶר מֵאֵ֖ת בְּנֵי־חֵֽת
o “…y se levantó el campo y la cueva en ella para Abrahán como posesión a fines de cementerio por parte de los hijos de Het…”: Los hijos de Het reconocieron públicamente que tanto el campo como la cueva pertenecían a Abrahán a efectos de establecer el cementerio. En nuestro tiempo se haría esto a través de una escritura legal y notariada.
Gen. 24, vs 1:
וַֽיהֹוָ֛ה בֵּרַ֥ךְ אֶת־אַבְרָהָ֖ם בַּכֹּֽל
o “…Y Dios bendijo a Abrahán en todo…”: Dios bendito fue muy generoso con Abrahán y le dio riquezas en el orden espiritual y en el material, amén de una vida larga y de felicidad, como veremos más adelante.
Gen. 24, vs 2:
שִֽׂים־נָ֥א יָדְךָ֖ תַּ֥חַת יְרֵכִֽי
o “…Pon, por favor, tu mano debajo de mis testículos…”: Esto significaba el lugar de la circuncisión o el pacto con Dios. Hoy se jura con la mano en la Biblia, en ese tiempo, lo sagrado era jurar poniendo la mano cerca del lugar del pacto de la circuncisión, lo cual era lo único sagrado de cuanto se disponía.
Gen. 24, vs 3:
לֹֽא־תִקַּ֤ח אִשָּׁה֙ לִבְנִ֔י מִבְּנוֹת֙ הַֽכְּנַעֲנִ֔י
o “…no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los Cananeos…”: Recordemos que Noe había maldecido a Canaán y consecuentemente, el comportamiento de su descendencia no agradaba a Abrahán del todo.
Gen. 24, vs 4:
כִּ֧י אֶל־אַרְצִ֛י וְאֶל־מוֹלַדְתִּ֖י תֵּלֵ֑ךְ וְלָקַחְתָּ֥ אִשָּׁ֖ה לִבְנִ֥י לְיִצְחָֽק
o “…A mi tierra y a mi patria (Ur de los Caldeos en Mesopotamia) irás y tomarás mujer para mi hijo Isaac…”: En apreciación de Abrahán, las mujeres de esa tierra eran virtuosas y buenas esposas y madres, mucho más que las de Canaán.
Gen. 24, vs 5:
אוּלַי֙ לֹא־תֹאבֶ֣ה הָֽאִשָּׁ֔ה לָלֶ֥כֶת אַחֲרַ֖י
o “…Quizás no acepte la mujer venir detrás mía…”: Eliécer, el mayordomo de Abrahán, plantea la posibilidad de que la muchacha elegida no quiera seguirle a Beersheva. Ignora que Dios va a intervenir a favor de ello y que la muchacha sí va a consentir en seguirle.
Gen. 24, vs 6:
הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֔ פֶּן־תָּשִׁ֥יב אֶת־בְּנִ֖י שָֽׁמָּה
o “…Cuídate de no llevar a mi hijo allá… Abrahán no quiere que su hijo fuese a la tierra de Mesopotamia de donde él salió por mandato divino, ya que la voluntad de Dios fue la de instaurar una nueva cultura, más santificada para la casa de Abrahán y para su descendencia, como está dicho en el vs 7:
לְזַ֨רְעֲךָ֔ אֶתֵּ֖ן אֶת־הָאָ֣רֶץ הַזֹּ֑את
o “…A tu descendencia daré esta tierra (de Canaán)…”. La tierra fue regalada a Israel, no merecida.
Gen. 24, vs 7:
ה֗וּא יִשְׁלַ֤ח מַלְאָכוֹ֙ לְפָנֶ֔יךָ וְלָקַחְתָּ֥ אִשָּׁ֛ה לִבְנִ֖י מִשָּֽׁם
o “…Él (Dios) enviará a su ángel delante de ti y cogerás una mujer para mi hijo allí..”: Abrahán confía en que Dios mediará para que su mayordomo Eliécer encuentre la mujer ideal para Isaac.
Gen. 24, vs 8:
וְאִם־לֹ֨א תֹאבֶ֤ה הָֽאִשָּׁה֙ לָלֶ֣כֶת אַחֲרֶ֔יךָ וְנִקִּ֕יתָ מִשְּׁבֻעָתִ֖י זֹ֑את
o “…Y si la mujer no quisiere venir contigo, serás libre de este juramento…”: Abrahán confía en que Dios se lo hará fácil y pondrá en la mente y en el corazón de la muchacha, el deseo de abandonar la casa de sus padres y de dirigirse a la tierra de Canaán adonde Abrahán habitaba con su hijo Isaac.
Gen. 24, vs 9:
וַיִּשָּׁ֣בַֽע ל֔וֹ
o “…y juró a él…”: Eliécer aplica las normas de Abrahán y jura porque él también se circuncidó el día que Abrahán se circuncidó e hizo circuncidar a todos los de su casa. El juramento, poniendo la mano en la circuncisión, es ante Dios y debe de ser cumplido a cabalidad.
Gen. 24, vs 10:
וְכׇל־ט֥וּב אֲדֹנָ֖יו בְּיָד֑וֹ
o “…Y con todo tipo de riqueza de su señor en su mano…”: El mayordomo Eliécer cargó en sus 10 camellos con todo lo bueno que pudo escoger con el fin de impresionar eventualmente a la muchacha y a su familia.
Gen. 24, vs 11:
וַיַּבְרֵ֧ךְ הַגְּמַלִּ֛ים מִח֥וּץ לָעִ֖יר אֶל־בְּאֵ֣ר הַמָּ֑יִם לְעֵ֣ת עֶ֔רֶב לְעֵ֖ת צֵ֥את הַשֹּׁאֲבֹֽת
o “…e hizo arrodillar a sus camellos en las afueras de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la tarde, a la hora en que salen las doncellas a por agua…”: Eliécer llegó a la ciudad y en las afueras se paró para dar de beber a sus camellos y para ver a las doncellas que venían con el fin de abrevar al ganado y de llevar agua para sus respectivas casas.
Gen 24, vs 12:
יְהֹוָ֗ה אֱלֹהֵי֙ אֲדֹנִ֣י אַבְרָהָ֔ם
o “…Jehová, Dios de mi señor Abrahán…”: Eliécer exclamó el Nombre de , Dios de Abrahán, Creador del cielo y de la tierra, para que viniese en su ayuda.
Gen 24, vs 12:
הַקְרֵה־נָ֥א לְפָנַ֖י הַיּ֑וֹם וַעֲשֵׂה־חֶ֕סֶד עִ֖ם אֲדֹנִ֥י אַבְרָהָֽם
o “…Hazme tener hoy un buen encuentro y haz gracia con mi señor Abrahán…”: Vemos como Abrahán, por inspiración o por instrucción directa, le había transmitido a su mayordomo la forma en que debía implorar la gracia divina. Eliécer por haberse circuncidado él, y por estar cerca de Abrahán por tantos años, de seguro que conocía algunos de los caminos del Dios vivo y verdadero.
Gen 24, vs 13:
וּבְנוֹת֙ אַנְשֵׁ֣י הָעִ֔יר יֹצְאֹ֖ת לִשְׁאֹ֥ב מָֽיִם
o “…y las hijas de los hombres del pueblo salían para extraer agua…”: Eliécer establece un escenario en el cual él pueda discernir a la persona elegida por Dios.
Gen. 24, vs 14
וְהָיָ֣ה הַֽנַּעֲרָ֗ אֲשֶׁ֨ר אֹמַ֤ר אֵלֶ֙יהָ֙ הַטִּי־נָ֤א כַדֵּךְ֙ וְאֶשְׁתֶּ֔ה וְאָמְרָ֣ה שְׁתֵ֔ה וְגַם־גְּמַלֶּ֖יךָ אַשְׁקֶ֑ה אֹתָ֤הּ הֹכַ֙חְתָּ֙ לְעַבְדְּךָ֣ לְיִצְחָ֔ק וּבָ֣הּ אֵדַ֔ע כִּי־עָשִׂ֥יתָ חֶ֖סֶד עִם־אֲדֹנִֽי
o “… Y la muchacha a la que yo diga préstame por favor tu vasija para beber y que dijere bebe y también da de beber a tus camellos, a ella la escogiste para tu siervo, para Isaac y entonces sabré que hiciste gracia a mi señor (Abrahán)…”: Eliécer establece una formula indirecta de manera a saber cual es la voluntad de Dios con respecto a la muchacha a la que tiene que escoger. Es muy difícil saber cual es la voluntad de Dios, a menos que Dios mismo se revele de una manera explicita para el humano.
Gen. 24, vs 15:
טֶ֘רֶם֮ כִּלָּ֣ה לְדַבֵּר֒
o “…A penas terminó de hablar (dirigiéndose a Dios)…”: Los milagros de Dios son grandiosos porque antes de que el humano abra su boca, ya Dios le respondió. Bendito sea יהוה por su bondad y compasión para con su pueblo Israel y para con la humanidad. Aunque su “castigo” es duro, Él perdona cuando existe arrepentimiento de corazón, confesión y restauración al agraviado.
Gen. 24, vs 16:
בְּתוּלָ֕ה וְאִ֖ישׁ לֹ֣א יְדָעָ֑הּ
o “…Virgen y sin conocer varón…”: La santidad requiere que no haya adulterio o mezcla de lo licito con lo ilícito. Una mujer virgen es una persona con disciplina, dominio sobre sí misma y sobre sus deseos sexuales porque hacer el sexo no es juego para divertirse con él ya que es el medio santo para la procreación. De hecho, es la acción que más emula al Creador ya que es tendente a perpetuar el acto de la creación a través de la perpetuación de la especie humana.
Gen. 24, vs 17:
וַיָּ֥רׇץ הָעֶ֖בֶד לִקְרָאתָ֑הּ
o “…y corrió el ciervo a su encuentro…”: Parece como si intuyera que se trataba de ella porque usa el término וַיָּ֥רׇץ o “y corrió”. El dialogo espiritual entre Dios y el humano es bien difícil de entender porque Dios se comunica espiritualmente en silencio con uno, sin que lo perciba o se de por enterado. Es en forma de inspiración. Eliécer supo sin saber que era ella.
Gen. 24, vs 18:
וַתְּמַהֵ֗ר
o “…y se apresuró…”: Se ve que Rebeca era una persona bien sensible, bondadosa y educada ya que se apresuró a dar de beber al que se lo pedía porque era tan sensible a la necesidad ajena como a la propia.
Gen. 24, vs 19:
גַּ֤ם לִגְמַלֶּ֙יךָ֙ אֶשְׁאָ֔ב עַ֥ד אִם־כִּלּ֖וּ לִשְׁתֹּֽת
o “…también para tus camellos sacaré agua hasta que hayan acabado de beber…”: De nuevo, la sensibilidad y el espíritu de servicio de Rebeca eran encomiables. Lo que no sabía ella era que toda su vida iba a cambiar a causa de ello. A la persona virtuosa, tarde o temprano, le llega el reconocimiento divino.
Gen. 24, vs 20:
וַתְּמַהֵ֗ר
o “…y se apresuró…”: No porque se trataba de animales ella cambio su disposición, al contrario, se apresuró para que bebieran como si fuera para personas sedientas. Esta es una virtud aún mayor ya que la tendencia natural del humano es hacia los de su especie. Ir más allá denota mucho amor, lo cual es una sensibilidad que trasciende los límites de la razón y del pensamiento. De hecho la compasión es más importante que la verdad según la misma Biblia, en el sentido de que está dicho: חסד ואמת lo cual quiere decir, primero la medida de compasión y luego la medida de verdad.
Gen. 24, vs 21:
וְהָאִ֥ישׁ מִשְׁתָּאֵ֖ה לָ֑הּ
o “…y el hombre (Eliécer) lucía maravillado por ella…”: Su disposición era encomiable y digna de una persona noble y humilde, por sabia.
Gen. 24, vs 22:
וַיִּקַּ֤ח הָאִישׁ֙ נֶ֣זֶם זָהָ֔ב בֶּ֖קַע מִשְׁקָל֑וֹ וּשְׁנֵ֤י צְמִידִים֙
o “…y tomó el hombre un pendiente de oro de medio ciclo de peso y dos brazaletes…”: Eliécer quiso congraciarse con ella ofreciéndole estos regalos antes de anunciarle quien era y para que venía.
Gen. 24, vs 23:
בַּת־מִ֣י אַ֔תְּ
o “…hija de quien eres tu?…”: Eliécer no podía pensar ni por asomo que se tratara de la sobrina de Abrahán.
Gen. 24, vs 23:
הַגִּ֥ידִי נָ֖א לִ֑י הֲיֵ֧שׁ בֵּית־אָבִ֛יךְ מָק֥וֹם לָ֖נוּ לָלִֽין
o “…dime por favor habrá en la casa de tu padre un lugar adonde pernoctar?…”: Eliécer trata de esta manera conocer a los padres de la muchacha para comunicarles su misión allí.
Gen. 24, vs 24:
בַּת־בְּתוּאֵ֖ל אָנֹ֑כִי בֶּן־מִלְכָּ֕ה אֲשֶׁ֥ר יָלְדָ֖ה לְנָחֽוֹר
o “…Hija de Betuel soy, hijo de Milca que le nació a Nahor (hermano de Abrahán)…”: Se trataba de la prima hermana de Isaac.
Gen. 24, vs 25:
גַּם־תֶּ֥בֶן גַּם־מִסְפּ֖וֹא רַ֣ב עִמָּ֑נוּ גַּם־מָק֖וֹם לָלֽוּן
o “…también hay paja y forraje mucho con nosotros y también lugar para pernoctar…”: Rebeca le da a entender que tanto él como los caballos pudieran pasar la noche en casa de sus padres. Actitud hospitalaria de gran valor.
Gen. 24 vs 26:
וַיִּקֹּ֣ד הָאִ֔ישׁ וַיִּשְׁתַּ֖חוּ לַֽיהֹוָֽה
o “…Y se inclinó el hombre (Eliécer) y adoró a Dios…”: Después de haber vivido el milagro sintió la necesidad de adorar a Dios porque la duda se disipa cuando la evidencia se manifiesta. Se encontraba bajo los efectos emocionales, en virtud de la realización del milagro divino. Eliécer se tuvo que haber engrandecido espiritualmente con esta experiencia. Abrahán le mostró el camino del Dios verdadero y él lo experimentó.
Gen. 24, vs 27:
בָּר֤וּךְ יְהֹוָה֙ אֱלֹהֵי֙ אֲדֹנִ֣י אַבְרָהָ֔ם
o “…Bendito Jehová, Dios de mi señor Abrahán…”: Repitió la bendición porque estaba tan emocionado con lo que habían visto sus ojos, después de que él lo viera tan difícil y Dios Bendito se lo pusiera tan fácil… como reza en el vs, 27:
אָנֹכִ֗י בַּדֶּ֙רֶךְ֙ נָחַ֣נִי יְהֹוָ֔ה בֵּ֖ית אֲחֵ֥י אֲדֹנִֽי
o “…Yo por el camino (extraviado) y me tranquilizó Jehová (al hallar) la casa del hermano de mi señor…”. No era fácil la tarea encomendada por Abrahán a Eliécer. Él iba preocupado por todo el camino porque no entendía los senderos espirituales de su señor, el cual confiaba en un Dios que no se ve. Que es espíritu y no carne. ¿Cómo iba a comunicarse con él?
Gen. 24, vs 27:
לֹֽא־עָזַ֥ב חַסְדּ֛וֹ וַאֲמִתּ֖וֹ מֵעִ֣ם אֲדֹנִ֑י
o “…(que) no apartó su misericordia y su verdad de mi señor…”: Eliécer reconoce que la intervención de Dios se realizó merced a la buena estimación que tiene Dios de su patrón Abrahán y no de él. Aquí, se mencionan 2 principios extremadamente importantes: חסד ואמת o “la misericordia y la verdad”. Todo el universo reposa sobre ellos.
Gen. 24, vs 28:
וַתָּ֙רׇץ֙ הַֽנַּעֲרָ֔ וַתַּגֵּ֖ד לְבֵ֣ית אִמָּ֑הּ כַּדְּבָרִ֖ים הָאֵֽלֶּה
o “…y corrió la muchacha y anunció a la casa de su madre lo sucedido…”: Se ve que ella estaba muy emocionada y alegre por saber que habían venido a por ella y que Dios la había puesto a Eliécer en el camino para su matrimonio con su primo hermano Isaac. El término לְבֵ֣ית אִמָּ֑הּ, o “…a la casa de su madre…” da a entender que la madre llevaba la voz cantante en la casa. También puede indicar que, como se trataba de asuntos del corazón, Rebeca acudió a la madre antes que al padre.
Gen. 24, vs 29:
וּלְרִבְקָ֥ה אָ֖ח וּשְׁמ֣וֹ לָבָ֑ן וַיָּ֨רׇץ לָבָ֧ן אֶל־הָאִ֛ישׁ הַח֖וּצָה אֶל־הָעָֽיִן
o “…y Rebeca tenía un hermano, Laban, y corrió Laban al hombre, afuera, al pozo…”:
Laban era un hombre emocional y gustaba anticiparse a las situaciones. Al enterarse de que era alguien de la familia, salió a su encuentro para traerlo a casa de sus padres.
Gen. 24, vs 30:
כִּרְאֹ֣ת אֶת־הַנֶּ֗זֶם וְֽאֶת־הַצְּמִדִים֮ עַל־יְדֵ֣י אֲחֹתוֹ֒
o “…Y cuando (Labán) vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana…”: Laban era muy materialista y lo primero que hizo fue considerar las riquezas materiales.
Gen. 24, vs 31:
וַיֹּ֕אמֶר בּ֖וֹא בְּר֣וּךְ יְהֹוָ֑ה לָ֤מָּה תַעֲמֹד֙ בַּח֔וּץ
o “…Y dijo ven Bendito de Dios ¿por qué estás afuera?…”: Laban era extremadamente político y sabía manejar la situación a su favor, cuando le interesaba, hasta el punto de no dudar en usar el Nombre de Dios para servir a sus propios intereses.
Gen. 24, vs 32:
וַיְפַתַּ֖ח הַגְּמַלִּ֑ים
o “…Y (Laban) desató los camellos…”: Laban, como interesado que era, posiblemente, quiso ver todo lo que Eliécer, mayordomo de Abrahán traía. Por eso, se prestó a desatar los camellos y así contemplar de cerca lo que era.
Gen. 24, vs 33:
לֹ֣א אֹכַ֔ל עַ֥ד אִם־דִּבַּ֖רְתִּי דְּבָרָ֑י
o “…No comeré hasta que hable lo que vine a decir…”: Vemos el sentido del deber reflejado en Eliécer y el celo con el cual él servía a su señor. Prefirió primero cumplir con su cometido y luego comer y descansar. Primero la obligación y luego la devoción.
Gen. 24, vs 34:
וַיֹּאמַ֑ר עֶ֥בֶד אַבְרָהָ֖ם אָנֹֽכִי
o “…y dijo: Siervo de Abrahán soy…”: Lo extraño es que no dijese Abram en vez de Abrahán porque así le conocía su familia en Ur de los Caldeos. De todas formas quedó claro su identidad.
Gen. 24, vs 35:
וַיהֹוָ֞ה בֵּרַ֧ךְ אֶת־אֲדֹנִ֛י מְאֹ֖ד וַיִּגְדָּ֑ל וַיִּתֶּן־ל֞וֹ צֹ֤אן וּבָקָר֙ וְכֶ֣סֶף וְזָהָ֔ב וַעֲבָדִם֙ וּשְׁפָחֹ֔ת וּגְמַלִּ֖ים וַחֲמֹרִֽים
o “… Y Dios bendijo a mi señor mucho y se engrandeció y le dio ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas y camellos y asnos…”: Eliécer, al percatarse de que Laban era tan amante de las riquezas materiales, empezó la conversación por los bienes que tenía Abrahán para impresionarle a él y al auditorio y así lograr el objetivo que tenía en mente.
Gen. 24, vs 36:
וַיִּתֶּן־ל֖וֹ אֶת־כׇּל־אֲשֶׁר־לֽוֹ
o “…y le dio todo lo que posee…”: Es el único heredero de todo. Puede que haya enfatizado esto para que supieran que Rebeca iba a compartir con él toda la riqueza de Abrahán, una vez que falleciera este. Argumento poderoso ante un auditorio materialista.
Gen. 24, vs 37:
לֹא־תִקַּ֤ח אִשָּׁה֙ לִבְנִ֔י מִבְּנוֹת֙ הַֽכְּנַעֲנִ֔י אֲשֶׁ֥ר אָנֹכִ֖י יֹשֵׁ֥ב בְּאַרְצֽוֹ
o “…no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas del cananeo entre las cuales yo vivo en su tierra…”: Eliécer quiso que la familia de Rebeca se enorgulleciera por el hecho de que Abrahán mandó a su siervo para que escogiera mujer de entre ellos y no de entre las hijas de los Cananeos, como reza a continuación:
Gen. 24, vs 38:
אִם־לֹ֧א אֶל־בֵּית־אָבִ֛י תֵּלֵ֖ךְ וְאֶל־מִשְׁפַּחְתִּ֑י וְלָקַחְתָּ֥ אִשָּׁ֖ה לִבְנִֽי
o “…sino que a casa de mi padre irás y a mi familia y tomarás mujer para mi hijo…”: Abrahán guardaba un buen recuerdo de las costumbres de su familia en Ur de los Caldeos.
Gen. 24, vs 39:
אֻלַ֛י לֹא־תֵלֵ֥ךְ הָאִשָּׁ֖ה אַחֲרָֽ
o “…a lo mejor no vendrá la mujer detrás de mí…”: Eliécer no estaba tan seguro de que la eventual moza decidiera venir con él, así como así.
Gen. 24, vs 40:
וַיֹּ֖אמֶר אֵלָ֑י יְהֹוָ֞ה אֲשֶׁר־הִתְהַלַּ֣כְתִּי לְפָנָ֗יו יִשְׁלַ֨ח מַלְאָכ֤וֹ אִתָּךְ֙ וְהִצְלִ֣יחַ דַּרְכֶּ֔ךָ וְלָקַחְתָּ֤ אִשָּׁה֙ לִבְנִ֔י מִמִּשְׁפַּחְתִּ֖י וּמִבֵּ֥ית אָבִֽי
o “…Jehová Dios, en cuya presencia he andado, enviará a su ángel contigo y prosperará tu camino y tomarás mujer para mi hijo, de mi familia y de la casa de mis padres…”: Eliécer presenta la situación como la veía Abrahán, que era muy espiritual, para que su familia no oponga resistencia, ya que se trata no sólo de la voluntad de Abrahán sino también de la voluntad de Dios.
Gen. 24, vs 41:
וְאִם־לֹ֤א יִתְּנוּ֙ לָ֔ךְ וְהָיִ֥יתָ נָקִ֖י מֵאָלָתִֽי
o “…y si no te la dieran serás limpio de mi compromiso…”: El hombre propone y Dios dispone. Eliécer debía de hacer su trabajo y el resultado dependía de la sanción divina.
Gen. 24, vs 42:
יְהֹוָה֙ אֱלֹהֵי֙ אֲדֹנִ֣י אַבְרָהָ֔ם
o “…Jehová, Dios de mi señor Abrahán…”: Eliécer habla del Dios de Abrahán como si fuera más Dios que el Dios de él. Quizás lo hace también por respeto a su señor ante los demás o porque el Dios de Abrahán era el Dios que respondía en verdad y no los demás dioses, los cuales al ser invocados, nada sucedía.
Gen. 24, vs 43- 48:
Eliécer hace a la familia de Rebeca un recuento del milagro sucedido con relación a Rebeca.
Gen. 24, vs 49:
אִם־יֶשְׁכֶ֨ם עֹשִׂ֜ים חֶ֧סֶד וֶֽאֱמֶ֛ת אֶת־אֲדֹנִ֖י
o “…si tenéis por hacer compasión y verdad a mi señor…”: Eliécer desea que la familia de Rebeca se manifieste a favor o en contra de su petición. El término חֶ֧סֶד o “compasión” se entiende porque se trata de la familia y no de cualquier extraño.
Gen. 24, vs 50:
מֵיְהֹוָ֖ה יָצָ֣א הַדָּבָ֑ר לֹ֥א נוּכַ֛ל דַּבֵּ֥ר אֵלֶ֖יךָ רַ֥ע אוֹ־טֽוֹב
o “…Si de Jehová salió el asunto, no podremos decirte ni bien ni mal…”: Laban y Betuel temen llevar la contraria a la voluntad de Dios. De hecho lo repiten después en vs, 51:
הִנֵּֽה־רִבְקָ֥ה לְפָנֶ֖יךָ קַ֣ח וָלֵ֑ךְ וּתְהִ֤י אִשָּׁה֙ לְבֶן־אֲדֹנֶ֔יךָ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר יְהֹוָֽה
O “… He aquí Rebeca está delante tuya, tómala y vete y que sea (esposa) del hijo de tu señor como habló Dios…”. Hasta ahora, Betuel y Laban no han expresado su voluntad sino su disposición de no negarse a la voluntad del Creador. La realidad es que estaban conforme con las riquezas qua habían visto también, aunque de ello nada dijeran.
Gen. 24, vs 52:
וַיִּשְׁתַּ֥חוּ אַ֖רְצָה לַֽיהֹוָֽה
o “…y se arrodilló a tierra ante Jehová…”: Eliécer se percató del milagro de Dios y se impresionó. Consecuentemente, quiso darle gracias a Jehová por haber hecho esa merced para con su patrón Abrahán.
Gen. 24, vs 53:
וַיּוֹצֵ֨א הָעֶ֜בֶד כְּלֵי־כֶ֨סֶף וּכְלֵ֤י זָהָב֙ וּבְגָדִ֔ים
o “…y sacó el siervo prendas de plata y alhajas de oro y trajes…”: Una vez el acuerdo consumado, Eliécer procedió a presentar los regalos para toda la familia y en particular para Rebeca.
Gen. 24, vs 54:
שַׁלְּחֻ֥נִי לַֽאדֹנִֽי
o “…enviadme a mi señor…”: Eliécer quiso concluir el asunto lo antes posible con el fin de disponerse a dar las buenas nuevas a Abrahán y a Isaac, lo antes posible. Su sentido de servicio y la devoción con la cual hacia su trabajo eran encomiables.
Gen. 24, vs 55:
וַיֹּ֤אמֶר אָחִ֙יהָ֙ וְאִמָּ֔הּ תֵּשֵׁ֨ב הַנַּעֲרָ֥ אִתָּ֛נוּ יָמִ֖ים א֣וֹ עָשׂ֑וֹר אַחַ֖ר תֵּלֵֽךְ
o “…y dijo su hermano y su madre: Quédese la muchacha con nosotros unos diez días y luego se irá…”: Puede que fuera por razones sentimentales o para que la muchacha tuviera tiempo de pensarlo bien antes de comprometerse.
Gen. 24, vs 56:
אַל־תְּאַחֲר֣וּ אֹתִ֔י וַֽיהֹוָ֖ה הִצְלִ֣יחַ דַּרְכִּ֑י שַׁלְּח֕וּנִי וְאֵלְכָ֖ה לַֽאדֹנִֽי
o “…no me detengáis y Jehová prosperó mi camino, enviadme e iré a mi señor…”: Eliécer se da cuenta de que existe cierta reticencia y usa el argumento de que si Dios así lo decidió nadie se debía de oponer. Infiero que no quiere que se “enfríe” la cosa porque sabe que existen sentimientos de por medio y si la situación se dilatara mucho, quizás podrían cambiar de opinión. Eliécer no pensaba que el tiempo jugaba a su favor.
Gen. 24, vs 57:
וַיֹּאמְר֖וּ נִקְרָ֣א לַֽנַּעֲרָ֑ וְנִשְׁאֲלָ֖ה אֶת־פִּֽיהָ
o “…Y dijeron, llamaremos a la muchacha y le preguntaremos por su parecer…”: Parece ser como si estuviesen algo renuentes a la idea de dejarla de ir. Puede ser porque se oponían por alguna razón o porque aún no se habían hecho a la idea de separarse de ella emocionalmente y precisaran de más tiempo.
Gen. 24, vs 58:
וַתֹּ֖אמֶר אֵלֵֽךְ
o “…y dijo iré…”: Rebeca era muy decidida y sabía lo que quería. Era mujer valiente y atrevida a la vez que virtuosa.
Gen. 24, vs 59:
וַֽיְשַׁלְּח֛וּ אֶת־רִבְקָ֥ה אֲחֹתָ֖ם וְאֶת־מֵנִקְתָּ֑הּ
o “…y enviaron a Rebeca su hermana y a su nodriza…”: No se atrevieron a oponerse al plan de Dios y a la voluntad firme de Rebeca.
Gen. 24, vs 60:
וַיְבָרְכ֤וּ אֶת־רִבְקָה֙
o “…Y bendijeron a Rebeca…”: En la bendición no se menciona el nombre de Dios. Fue una bendición hecha entre personas sin el concurso divino, lo que da que pensar mucho de su espiritualidad porque una bendición sin Dios equivale a palabras sin esencia ni poder real. Por bendición, puede que se entienda que estaban de acuerdo o más bien, que no tenían argumentos para oponerse.
Gen. 24, vs 61:
וַיִּקַּ֥ח הָעֶ֛בֶד אֶת־רִבְקָ֖ה וַיֵּלַֽךְ
o “…y tomó el siervo a Rebeca y se fue…”: Da a entender que Eliécer cuidaba de manera muy particular de Rebeca, no solamente cuando ella se despidió de sus familiares, sino durante todo el camino.
Gen. 24, vs 62:
וְיִצְחָק֙ בָּ֣א מִבּ֔וֹא בְּאֵ֥ר לַחַ֖י רֹאִ֑י
O “…E Isaac vino del pozo Lehai Roí…”: Isaac iba al pozo a abrevar al ganado para proveerse de agua o para entrar en contacto con las fuerzas divinas, ya que ahí estaba erigido un altar para Dios.
Gen. 24, vs 63:
וַיֵּצֵ֥א יִצְחָ֛ק לָשׂ֥וּחַ בַּשָּׂדֶ֖ה לִפְנ֣וֹת עָ֑רֶב
o “…E Isaac salió para meditar en el campo a la caída de la tarde…”: Después de que murió Sarah su madre, Isaac se sentía muy solo y salía al campo para meditar acerca de las grandes verdades de la vida, sobre todo al oscurecer el día. Seguramente, se sentía algo deprimido.
התבוננות O LA REFLEXIÓN PROFUNDA O LA MEDITACIÓN
Normalmente, los problemas básicos que tratan con la mera supervivencia cotidiana del humano no precisan de meditación. Se aprende a resolverlos mediante técnicas y disciplinas más o menos rutinarias o simples, entre las cuales yo incluiría a la oración religiosa, aunque esto parezca chocante. La oración no precisa de ningún conocimiento profundo ni verdadero, tan sólo requiere de fe o creencia en cualquier dogma religioso que le dictena uno. Para tal efecto, el feligrés o seguidor fiel, no medita o piensa en razones superiores o verdades fundamentales, sino que cree emocionalmente y confía ingenua e irresponsablemente en lo que le cuentan rabinos, curas, pastores, ulemas, gurus, etc. Se envuelve en la disciplina o técnica de la oración, la cual conlleva dogmas, liturgia, rituales y una gran dosis de misticismo basados en la leyenda, en la tradición y en la superstición, es decir, en situaciones sin comprobar. Al religioso, por poseer una actitud poco original, la cual yo denomino como de “segunda mano”, en general, la religión organizada le hizo creer que conformando con esas prácticas y creencias, se va a merecer la gloria, el cielo y las estrellas. Sin embargo, por su falta de originalidad, ignora que sus prácticas repetitivas no son más que formas de escapismo y de auto-engaño porque en el mismo instante en que uno se deja de conducir por alguien, se abandona la búsqueda de la verdad por sí mismo, es decir, uno investiga cuando tiene libertad y conocimiento, de lo contrario no puede investigar. No es de sabios el tener prejuicios, conclusiones fijas, u opiniones preconcebidas. Si se quiere descubrir lo desconocido, tiene que haber libertad para observar, sin excusas, justificaciones, ni comparaciones. Hay que llegar a “ver” lo que es, objetivamente, sin interpretar porque estamos densamente condicionados por nuestra cultura y sus prejuicios sociales. Para estar bien alerta, uno no puede estar sujeto de antemano a ninguna conclusión u opinión. Aprender es descubrir y en el descubrimiento hay un júbilo y una alegría inmensa, lo cual le mantiene a uno más original y creativo.
La meditación, en cambio, no persigue lo estático. Ella busca la razón y la verdad y empieza cuando termina la idea del culto a alguien o a algo, es decir, porque hemos estado acostumbrados durante siglos a etiquetar, queremos que la vida sea etiquetada. Sin embargo, la meditación nos conduce a que miremos en nuestro interior en busca de lo nuevo, lo inédito, lo creativo, lo iluminativo, lo puro e incorruptible, el reino espiritual eterno, sin fronteras ni límites, etc., La mente se dirige hacia el estado de conocimiento y sabiduría mediante madurez y lucidez, sin alucinaciones, sin disparates extáticos y sin caprichos emocionales. Tampoco consiste en técnica o disciplina alguna. En ella se trata, muy seriamente, con la búsqueda e interpretación de la verdad y de la esencia de todo, desde la perspectiva limitada de nuestra realidad dual físico-espiritual. La meditación es el estado por el cual el humano busca respuestas a los problemas fundamentales de su existencia para una transformación real, ante la cual debe de desarrollar una actitud sólida, resueltamente seria, e intensa porque los problemas son complejos y requieren de un orden mental y de unas actitudes superiores. La meditación exige muchísima inteligencia, sensibilidad y capacidad de amar y, sobre todo, de percibir belleza.
El humano, mediante la meditación, se afana por descubrir más la parte de su identidad espiritual que la física. Un ejemplo de ello es aquella persona joven y rica y que a pesar de todo, aún no se siente feliz, porque un espíritu sabio y entendido no la asiste. Es preciso entender que la satisfacción del espíritu requiere otro tipo de éxito. Generalmente, este éxito tiene mucho que ver con una relación apropiada entre el micro-cosmos interno (nuestro espíritu y su relación con Dios) y el macro-cosmos externo (el prójimo y la naturaleza.) La meditación precisa del conocimiento profundo y verdadero, es decir, para descubrir una verdad de orden mayor, se necesita conocer todas las verdades menores que la preceden. Hay que escalar los peldaños de la escalera que, en visión, vería el patriarca Jacob cuando durmió y se le apareció יהוה Dios en “Bet-El”. También, en Salmos, leemos:
“…מי יעלה בהר יהוה ומי יקום במקום קדשו נקי כפּיים ובר לבב…”
o “…¿Quién subirá (gradualmente) al monte de יהוה Dios y quien se erigirá enfrente de su santidad? Aquel que tiene sus manos limpias (de iniquidades) y su corazón inocente (de malas tendencias)…”
La meditación requiere de relajación y del ejercicio de un control mental superior y más puro, es decir, disminuir el consumo de energía orgánica, evitando su dispersión en función de cualquier distracción. De esta manera poder usar toda esa energía acumulada para orientarla en una sola dirección, hacia la resolución de la problemática que se está encarando. Entiéndase bien que no se trata del uso de la voluntad sino de la liberación de influencias propias y ajenas. En la meditación no se contempla, ni disciplina, ni ritual alguno, porque todo ha de tener sentido y explicación en la iluminación. No se trata de penetrar emocionalmente en estado místico alguno, sino de percibir la razón y verdad superiores.
Finalmente, diré que la verdad no se puede organizar ni requiere de rituales porque ella es como es, desnuda, erguida, cruda, tenaz y finalmente redentora; sin embargo, la fantasía sí requiere de una organización con presidente y secretario y del ropaje de los rituales para sostenerse artificialmente. En esencia, la religión organizada es una mentira romántica o llamativa, la cual seduce con sus encantos emocionales y sus falsas promesas de salvación. Sin embargo, su reino es limitado en el tiempo y su fin es amargo como la hiel y el ajenjo. Meditar es fundamental para no caer en una existencia fariseo-religiosa, fútil y evasiva, la cual sólo trata en la dimensión de lo superficial o de la “forma” (ritual) y desconoce la dimensión de lo fundamental (אמת o la esencia.)
Gen. 24, vs 64:
וַתֵּ֖רֶא אֶת־יִצְחָ֑ק וַתִּפֹּ֖ל מֵעַ֥ל הַגָּמָֽל
o “…y vio a Isaac y se bajó del camello…”: Se ve que Rebeca estaba muy ansiosa por conocer al que iba a ser su esposo, a Isaac. Ella sabía del amor de Isaac por su madre y de la soledad en la que vivía después de que Sara falleció, y como mujer estaría deseosa de intentar rellenar ese vacío emocional en él. El término וַתִּפֹּ֖ל significa que se cayó (del caballo) mas que se bajó, lo cual indica la premura y ansiosa inquietud que gobernaba su actitud.
Gen. 24, vs 65:
וַתִּקַּ֥ח הַצָּעִ֖יף וַתִּתְכָּֽס
o “…y tomó el velo y se cubrió…”: La costumbre de las mujeres exigía que, delante de cualquier desconocido, debían de cubrir su rostro. Esto tenía su misterio porque resaltaba el valor de los ojos en la cara y también daba la impresión de mayor respeto y pudor.
Gen. 24, vs 66:
וַיְסַפֵּ֥ר הָעֶ֖בֶד לְיִצְחָ֑ק אֵ֥ת כׇּל־הַדְּבָרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר עָשָֽׂה
o “…y contó el siervo a Isaac todas las cosas que hizo…”: Eliécer, fiel siervo de Abrahán puso al corriente a Isaac de todo lo que había sucedido en su viaje para conseguir traer a Rebeca.
Gen. 24, vs 67:
וַיְבִאֶ֣הָ יִצְחָ֗ק הָאֹ֙הֱלָה֙ שָׂרָ֣ה אִמּ֔וֹ וַיִּקַּ֧ח אֶת־רִבְקָ֛ה וַתְּהִי־ל֥וֹ לְאִשָּׁ֖ה וַיֶּאֱהָבֶ֑הָ וַיִּנָּחֵ֥ם יִצְחָ֖ק אַחֲרֵ֥י אִמּֽוֹ
o “… Y la trajo Isaac a la tienda de Sarah su madre y tomó a Rebeca y fue para él por esposa y la amó y se consoló Isaac después de su madre…”: Isaac cuando la vio quedó prendido de ella y la hizo su mujer amándola tanto que logró salir de la eventual depresión que le había causado la muerte de su madre.
Gen 25, vs 1:
וַיֹּ֧סֶף אַבְרָהָ֛ם וַיִּקַּ֥ח אִשָּׁ֖ה וּשְׁמָ֥הּ קְטוּרָֽה
o “…Y añadió Abrahán y tomó una mujer y su nombre era Ketura…”: Esta era la tercera mujer que reconoce la Biblia que tuvo Abrahán.
Gen 25, vs 2- 4:
Abrahán tuvo seis hijos más, además de Ismael e Isaac.
Gen. 25, vs 5:
וַיִּתֵּ֧ן אַבְרָהָ֛ם אֶת־כׇּל־אֲשֶׁר־ל֖וֹ לְיִצְחָֽק
o “…Y dio Abrahán todo lo que tenía a Isaac…”: El amor y el nexo que existían entre Abrahán e Isaac su hijo, eran tan fuertes porque contenían la alianza con Dios. Abrahán no reconoció más hijo que él a efectos de herencia espiritual y gran parte de la material.
Gen. 25, vs 6:
וְלִבְנֵ֤י הַפִּֽילַגְשִׁים֙
o “…y a los hijos de las concubinas…”: Aparentemente, Abrahán tuvo también concubinas, a menos que la Biblia se refiera a Hagar y a Ketura.
Gen. 25, vs 6:
וְלִבְנֵ֤י הַפִּֽילַגְשִׁים֙ אֲשֶׁ֣ר לְאַבְרָהָ֔ם נָתַ֥ן אַבְרָהָ֖ם מַתָּנֹ֑ת וַֽיְשַׁלְּחֵ֞ם מֵעַ֨ל יִצְחָ֤ק בְּנוֹ֙
o “…y a los hijos de las concubinas de Abrahán, les dio Abrahán regalos y los envió lejos de Isaac su hijo…”: Abrahán actuó con el beneplácito divino y gran sabiduría porque no quería que después de su muerte, los medio hermanos de Isaac le reclamaran la herencia del padre. Parecido comportamiento al que tuvo con Ismael cuando lo expulsó de su casa para que no heredara con Isaac.
Gen. 25, vs 7:
מְאַ֥ת שָׁנָ֛ה וְשִׁבְעִ֥ים שָׁנָ֖ה וְחָמֵ֥שׁ שָׁנִֽים
o “…175 años…”: Sara vivió 127 años; Ismael 137 años e Isaac 180 años.
Gen. 25, vs 8:
זָקֵ֣ן וְשָׂבֵ֑עַ
o “…viejo y harto…”: Y Abrahán tuvo una existencia feliz y llena de experiencias positivas, es decir, se realizó como persona, tanto en el aspecto espiritual como en el material.
Gen. 25, vs 9:
וַיִּקְבְּר֨וּ אֹת֜וֹ יִצְחָ֤ק וְיִשְׁמָעֵאל֙ בָּנָ֔יו
o “…Y lo enterraron Isaac e Ismael sus hijos…”: Esto viene a demostrar que después de la muerte de Abrahán, Isaac e Ismael se unieron para asistir al sepelio del padre de ambos. Infiero que los demás hijos de Abrahán no asistieron, probablemente, porque no vivían con él, ya que él los había enviado lejos para que no reclamaran heredad alguna a Isaac.
Gen. 25, vs 10:
אֶל־מְעָרַ֖ת הַמַּכְפֵּלָ֑ה
o “…La cueva de Makpela…”: El lugar donde estaba enterrada Sara y que compró Abrahán de los hijos de Het.
Gen. 25, vs 11:
וַיְבָ֥רֶךְ אֱלֹהִ֖ים אֶת־יִצְחָ֣ק בְּנ֑וֹ
o “…y bendijo Dios a Isaac su hijo…”: Dios estableció la continuidad del pacto de Abrahán en Isaac. Esto es lo que significa esta bendición especial.
Gen. 25, vs 12-16:
Aquí se mencionan a los descendientes de Ismael.
Gen. 25, vs 17:
Ismael vivió 137 años.
Gen. 25, vs 18:
אֲשֶׁר֙ עַל־פְּנֵ֣י מִצְרַ֔יִם
o “…que está en frente de Egipto…”: Ismael y su descendencia vivieron en la península del Sinaí y en Egipto.