פּרשת ואתחנן E IMPLORÉ (Vaetchanan)

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Camp Ramah in the Berkshires in Wingdale, NY, is seeking to fill the role

Deut. 3, vs 23:

וָאֶתְחַנַּ֖ן אֶל־יְהֹוָ֑ה

o “…e imploré a Jehová…”: Moisés intenta obtener acceso a la infinita compasión divina, más allá del חסד ואמת o “…compasión y verdad…”. Algo así como intentar tomar a Dios por los sentimientos. La compasión divina lleva su medida de justicia y no puede ceder actuando emocionalmente. El humano, por el contrario, a veces sucumbe ante los sentimientos, Dios no. Sin embargo, en esto que digo existen excepciones porque Dios pesa los corazones de la gente y conoce los más recónditos confines de la verdadera condición de corazón y es piadoso con el que es piadoso y compasivo para con el que es compasivo.

Deut. 3, vs 24:

מִי־אֵל֙ בַּשָּׁמַ֣יִם וּבָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יַעֲשֶׂ֥ה כְמַעֲשֶׂ֖יךָ וְכִגְבוּרֹתֶֽךָ

“..¿Qué Dios hay en los cielos y en la tierra que haga como tus obras y como tu grandeza?…”: Moisés reconoce las obras y la grandeza de Dios, hablando justicia y verdad acerca de la “naturaleza y carácter” de Jehová Dios, aunque, a mi entender, con el fin de que su petición sea atendida, con lo cual, a mi entender, se parcializa.

¿LA BIBLIA PRESENTA A DIOS COMO AL CREADOR PERSONAL O CÓSMICO (IMPERSONAL)?

יהוה Dios bendito no luce ser el dios dictador o una fuerza cósmica sin voluntad propia, conciencia ni propósito. Como el Dios personal que da a entender que es, tanto en la Biblia como en el Cosmos, Él creó un mundo en el cual, al humano, le brindó la oportunidad de compartir la obra de Su Santa creación y la consiguiente gloria asociada. En Génesis 2 vs 3, leemos: ” …Y bendijo יהוה Dios el día séptimo y lo santificó porque en él descansó de toda la obra (inconclusa) que creó… “. El término hebreo לעשות o “inconclusa”, nos indica que este mundo no está terminado, porque יהוה Dios no pretendió acabarlo con el fin de dar, al humano de buena condición, la oportunidad de compartir conjuntamente con Él, el éxito de vencer al mal y de hacer, de este mundo, un lugar bello donde, algún día, el amor, la verdad, la justicia y la paz reinen para siempre.

El pacto entre יהוה Dios y Abrahán, como representante de esa humanidad que busca y emula a יהוה Dios, es precisamente eso, es decir, las fuerzas santas y verdaderas de יהוה Dios y del humano de buena condición, unidas, en equipo, en un mismo y noble propósito, al rescate de una humanidad en grave peligro a causa del pecado de desobediencia original de Adán y Eva.

Las catástrofes, la muerte de niños inocentes, las enfermedades, las guerras, etc. son, a mi modo de ver, eventos dramáticos y situaciones de crisis tendentes a provocar y a motivar al humano sensible a renovarse y a progresar para el perfeccionamiento de su condición espiritual. יהוה Dios pudo haber solucionado todos esos problemas si Él hubiera querido. Sin embargo, prefirió darle esa parte de trabajo digno al humano por el cual, el justo, en su santa obra, con Dios, se glorificará. La superación de estos escollos le conducirá hacia un mayor estado de perfeccionamiento personal y social, en virtud de la expansión de su conciencia.

La ciencia, en varios aspectos, concuerda con el hecho de que el humano posee el potencial de superar cualquier escollo o problema. Para ello, este debe de esforzarse con el fin de alcanzar el nivel necesario y cubrir esa distancia. Del humano depende la superación de cualquier calamidad, no de Dios. A mi entender, tampoco יהוה Dios quiere hacer el trabajo que le pertenece al humano porque, de hacerlo, le restaría toda posibilidad de gloria producto de la participación en el mundo bello del futuro. El humano debe de entender su rol en la creación y ejercer gran sentido de responsabilidad en el ejercicio del libre albedrío. Es obvio que, una mente desaprovechada, es un potencial perdido que retrasa el que la humanidad, como entidad, llegue a “ese día” en el cual alcance la condición espiritual ideal para la cual יהוה Dios la creó, como reza en Salmos: “…זה היום עשה יהוה נגילה ונשמחה בו..” Este será el día que hizo יהוה Dios para alegrarse y regocijarse en él…”. Salta a la vista de cualquier sensato que יהוה Dios no creó al humano para hacerle sufrir indefinidamente y al final matarle. En la Torah se nos dice que cuando יהוה Dios creó el universo físico, vio que este era “… bueno…”, más cuando creó al ser humano, vio que todo era “… muy bueno…” porque al estar hecho a imagen y semejanza del Creador, le aguarda una gloria bien especial y como toda gloria, debe de ser bien merecida, es decir, la gloria del reencuentro con la divinidad en un mundo de mayor santidad, en el cual convivan, de manera explícita o manifiesta, la presencia divina con la humana. Hoy, desafortunadamente, יהוה Dios bendito se tiene que “ausentar” del mundo para no tener que ejecutar sus juicios de inmediato con el rigor que requeriría Su Santa Presencia manifiesta y así evitar de tener que destruir al humano por su rebeldía. יהוה Dios, por compasión, prefiere “ausentarse” y postergar el juicio pacientemente hasta que el humano madure y actúe más responsablemente como está dicho: “ יהוה יהוה אל רחום וחנון ארך הפּיים ורב חסד ואמת o… Jehová, Jehová, Dios piadoso, compasivo, tarde para la ira y grande en misericordia y verdad…”, es decir, cuatro medidas de compasión y una medida de verdad.

Deut. 3, vs 25:

אֶעְבְּרָה־נָּ֗א וְאֶרְאֶה֙ אֶת־הָאָ֣רֶץ הַטּוֹבָ֔ה

o “…pasaré por favor y veré la tierra buena…”: Moisés insiste en pasar para ver la tierra prometida por la cual el tanto luchó y se sacrificó.

Deut. 3, vs 26:

וַיִּתְעַבֵּ֨ר יְהֹוָ֥ה בִּי֙ לְמַ֣עַנְכֶ֔ם

o “…y se enojó Jehová (contra) mí a causa de ustedes…”: No me parece enteramente justa esta acusación porque no considera la parte de culpa que Moisés tuvo en el asunto. Yo creo que hubiera resultado más apropiado si empezara reconociendo sus errores propios primero y luego los ligara a la rebeldía del pueblo. A mi entender, la estrella de Moisés se fue opacando progresivamente, en virtud de las grandes dificultades a las que se enfrentaba casi a diario. Infiero que fue un proceso gradual de degradación, quizás, producto de haberle quitado Dios parte de la dignidad divina y del aura de responsabilidad y haberla transferido sobre los hombros de los 70 ancianos. Este hecho, a mi entender, abrió la puerta para que su hermana María le censurara el hecho de haberse casado con una mujer cushita (negra); para que Coré le retara, abierta y públicamente, al pretender usurpar la dirección espiritual de Israel y para que Pineas, hijo de Eleazar el sumo sacerdote, tomara la iniciativa muy decisiva al herir de muerte al príncipe Simeonita y a su pareja midianita, en la rebelión contra Dios, de naturaleza sexual, que orquestara el profeta gentil Bilham, ante la pasividad de Moisés y de la elite espiritual de Israel, etc.. Sin embargo, Dios mantuvo a Moisés en el liderazgo hasta el fin de sus días en la tierra.

Deut. 3, vs 26:

וְלֹ֥א שָׁמַ֖ע אֵלָ֑י

o “…y no escuchó a Mí…”: Dios decidió no atender a la petición de Moisés, aunque sí le permitiría ver la tierra prometida, sin entrar en ella, pero desde el monte Abarim, sito en el otro lado del río Jordán.

Deut. 3, vs 26:

רַב־לָ֔ךְ אַל־תּ֗וֹסֶף דַּבֵּ֥ר אֵלַ֛י ע֖וֹד בַּדָּבָ֥ר הַזֶּֽה

o “…! Basta ya tu! No continúes hablando más de este asunto…”: Puede que la Biblia no declare todas las veces que Moisés inquirió de Dios el perdón con el fin de entrar en la tierra prometida. Infiero que fueron varias y por eso, quizás, Dios le responde de esta manera tan tajante y definitiva.

Deut. 3, vs 27:

וּרְאֵ֣ה בְעֵינֶ֑יךָ כִּי־לֹ֥א תַעֲבֹ֖ר אֶת־הַיַּרְדֵּ֥ן הַזֶּֽה

o “…y contempla con tus ojos porque no pasarás el Jordán este…”: Dios le pide a Moisés que, desde la cima del monte Pisga contemple la tierra prometida, sin entrar físicamente en ella. Es de notar el hecho de que el término “este Jordán” no encaja tanto en el sentido de la frase. ¿Será que Dios sí le va a permitir entrar en la tierra prometida de otro Jordán? Yo pienso que sí. ¿Será el Jordán del futuro, cuando el mundo viva en paz y todos los que se esforzaron por servir a Dios, en cada generación, vean con sus propios ojos la tierra libre del Israel espiritual? No sé si será en este universo físico o espiritualmente, en otra dimensión. De todas formas lo que interesa es vivir la experiencia en el espíritu o en la esencia de lo que fuimos, somos y seremos. De todas formas, algún día se sabrá.

Deut. 3, vs 28:

וְצַ֥ו אֶת־יְהוֹשֻׁ֖עַ וְחַזְּקֵ֣הוּ וְאַמְּצֵ֑הוּ

o “…y encomienda a Josué y refuérzale y anímale…”:Dios pide de Moisés que, además de encajar el duro golpe por la frustración de no entrar en la tierra prometida, refuerce y anime a Josué, es decir, que le exprese ánimo como si fuera él el que fuera a entrar y no Josué. Moisés accede a este requerimiento de Dios porque era humilde en gran manera y sabía como trascender su ego sin sentir envidia por su sucesor, Josué. Además Moisés tenía que sentir lastima por Josué porque la responsabilidad de dirigir a Israel iba a recaer sobre él, tarea que Moisés sabía era bien, bien difícil.

Deut. 4, vs 1:

אֲשֶׁ֧ר אָֽנֹכִ֛י מְלַמֵּ֥ד אֶתְכֶ֖ם לַעֲשׂ֑וֹת לְמַ֣עַן תִּֽחְי֗וּ

o “…que yo os enseño para hacer con el fin de que viváis…”: Las leyes implican restricciones o limitaciones y las limitaciones de Dios son para una vida de mayor sentido y gozo. El libertinaje que el humano imagina, sin límites, es tendente a servir al ego suyo y con ello contribuye a su auto-destrucción y dependencia más que hacia su liberación. El auténtico hombre libre es aquel que vive consciente de que la condición humana conlleva necesariamente, ciertas limitaciones que lo engrandecen….con el fin de לְמַ֣עַן תִּֽחְי֗וּ “..para que viváis..”, quizás eternamente.

Deut. 4, vs 1:

אֲשֶׁ֧ר יְהֹוָ֛ה אֱלֹהֵ֥י אֲבֹתֵיכֶ֖ם

o “..que Jehová el Dios de vuestros padres…”: El hecho de que no diga el Dios vuestro sino el Dios de vuestros padres significa que los méritos los hicieron, hasta ahora, vuestros patriarcas, Abrahán, Isaac y Jacob, no vosotros.

Deut. 4, vs 2:

לֹ֣א תֹסִ֗פוּ עַל־הַדָּבָר֙ אֲשֶׁ֤ר אָנֹכִי֙ מְצַוֶּ֣ה אֶתְכֶ֔ם וְלֹ֥א תִגְרְע֖וּ מִמֶּ֑נּוּ לִשְׁמֹ֗ר אֶת־מִצְוֺת֙ יְהֹוָ֣ה

“…No añadiréis a la palabra que Yo os encomiendo y no restaréis de ella para guardar los mandamientos de Jehová…”: Esta es la lección más importante que el estamento rabínico no ha aprendido hasta hoy porque, en virtud del falso reclamo de la revelación de una ley Oral, junto con la Torah o ley escrita en el Sinaí, ellos se permitieron, a través de la historia, tergiversar el mandamiento de Dios deliberadamente, no una sino miles de veces. Por eso, cualquier estudioso de la Torah y del Talmud se dará cuenta de ello, casi de inmediato, porque es tan flagrante y desafiante que me erizo por la suerte que les aguarda en el día de Jehová grande y terrible por su descabellada rebelión al poner en boca de Dios cosas que Él nunca dijo e ignorar lo que sí dijo. Una de las más relevante de todas es aquella que dice que: “…Es más importante seguir la tradición del humano que el mandamiento divino…”, con esto, creo que lo digo todo o casi todo porque pretendieron poner al humano por encima de Dios.

EL JUDAÍSMO RABÍNICO TRADICIONAL Y LOS SINCRETISMOS

Empezaré por decir que cualquier judío ortodoxo, ingenuamente, desea creer que, cuando formula que Moisés en Sinaí, además de la Biblia escrita, recibió también una ley oral, el estamento Rabínico tradicional responde a la voluntad de יהוה Jehová Dios bendito. ¿Qué evidencias bíblicas tienen ellos acerca de este particular? ¡Ninguna! Sin embargo, los rabinos así lo establecieron a través de siglos de leyendas, de tradiciones y de sincretismos con sus compromisos o medias tintas. Estos sincretismos que hoy por hoy observamos en las prácticas religiosas judías dan mucho que pensar, apuntando la gran mayoría de ellos hacia la corrupción. A continuación, quisiera traer a colación, de entre miles, por razones de espacio, solamente unos pocos.

Las fiestas judías, todas ellas, empiezan con la santificación del vino o קידוש seguido por la santificación del pan. ¿Por qué se han de santificar el vino y el pan en particular? ¿Acaso existe algún mandamiento divino en la Biblia de Moisés que justifique este proceder? La respuesta categórica ha de ser un rotundo NO. Entonces ¿Por qué lo continúan haciendo? Porque los rabinos así lo establecieron en Babilonia. ¿Qué significado tiene el simbolismo de la bendición del vino? A mi entender, el vino representa esa sustancia que alegra artificialmente la mente y que hasta pudiera emborrachar y hacer perder la cabeza temporalmente, como sucedió con Noé justo después del diluvio, el cual se desnudó en su tienda y su hijo Cam le perdió el respeto por ello, lo cual condujo a Noé, cuando despertó de su embriaguez, a maldecir a la descendencia de su propio hijo, en su nieto Canaán. En otro episodio Bíblico, justo después de que יהוה Dios consumiera a los cuerpos de los dos hijos del sumo sacerdote Aarón, Nadav y Abihu, por presentarle un incienso extraño que יהוה Dios no había pedido, יהוה Dios le dijo a Moisés que transmitiera a Aarón el mandamiento de no entrar en el Sanctasanctorum o קודש הקודשים en condición de embriaguez. ¿Dónde está la virtud del vino, pregunto? Sinceramente, yo no se la veo por ningún lado. Para mí tendría más sentido bendecir el agua porque representa el elemento natural e indispensable de la vida en la tierra.

En el cristianismo, en general, la bendición del vino viene a significar el reconocimiento de la Eucaristía o sacrificio de la sangre de Jesús de Nazaret en beneficio de todos los que creen que su sacrificio fue para redención del pecado original de la humanidad. También, la bendición del pan (Hostia) viene a significar la Eucaristía o el reconocimiento del cuerpo de Jesús sacrificado, como “Cordero sin mancha”. Cabe preguntarse pues: ¿Es pura coincidencia y casualidad que entre todos los alimentos que existen en el mundo, el judaísmo escogiera para su santificación, precisamente a los dos más importantes que el cristianismo tiene? ¿Pudiera haber sido el cristianismo el que copió del judaísmo porque el judaísmo le precedió? Aunque, como judío no puedo creer en la Eucaristía, Para mí, tiene más sentido el simbolismo cristiano que el judío, ya que el vino es rojo como la sangre y el pan simboliza la materia o cuerpo físico. Sin embargo, el judaísmo ¿Qué razón tenía para justificar la bendición del vino y no la del agua? Quisiera enfatizar que estos dos símbolos no son los únicos comunes entre el cristianismo y el judaísmo. La concepción del Mesías Salvador de almas tampoco tiene raíces bíblicas ya que para los Israelitas el único redentor es יהוה Jehová Dios mismo y además de Él no hay otro. Tanto es así que יהוה Dios bendito, en Malaquías, concretamente, en el ultimo párrafo del ultimo capitulo del תנך o Canon hebreo, se despide en los términos siguientes, “…He aquí yo os enviaré al profeta Elías antes del día grande y terrible de יהוה Dios…… Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual yo di ordenanzas y mandamientos para todo Israel…”. Por consiguiente, si a alguien debiéramos los judíos de esperar, sería a Elías el profeta y no a ningún Mesías salvador de almas, ya que el alma se redime por el comportamiento personal en esta tierra y no por fe o creencia en este o en aquél ¿Por qué entonces el judaísmo rabínico tradicional espera, como el cristianismo, a un Mesías Salvador de almas?

Otro sincretismo se encuentra en la práctica de la conversión al judaísmo por parte de cualquier gentil. Según la tradición rabínica, el candidato gentil se debe de sumergir tres veces en una fuente de aguas vivas, a la usanza del Sacramento del Bautismo de Juan el Bautista. Cabe preguntarse una vez más, ¿Existe base en la Biblia de Moisés para el bautismo? La respuesta es también un rotundo NO. Lo que la Biblia recomienda solamente es la circuncisión amén de la aceptación del compromiso o yugo de los mandamientos divinos.

¿Existe en la Biblia algún mandamiento que pida del judío la construcción de templos o sinagogas en cualquier lugar para la oración? No, porque lo demandado, para la expiación por los pecados o simplemente por agradecimiento a יהוה Dios por todo cuanto Él nos dio, es presentar Ofrendas que cuesten dinero, y no peticiones verbales. Hasta el punto de que יהוה Dios, explícitamente, demanda, “…Ninguno se presentará en el Templo de Jerusalén con las manos vacías…”. En cuanto a la construcción de templos, יהוה Dios NO DESEA QUE SE CONSTRUYA NINGÚN TEMPLO MÁS QUE EL QUE ÉL DEMANDÓ Y EN SU SANTO MONTE, EN JERUSALÉN. ¿Por qué los rabinos edifican templos entonces? Seguramente porque las demás religiones también tienen templos para oración y el judío se desvive por ser un pueblo como los gentiles y no el pueblo escogido para la santidad y la justicia en esta tierra.

¿Existe algún mandamiento Bíblico que ordene que los judíos nos cubramos la cabeza al rezar, visitemos cementerios, hagamos de un día de fiesta, dos, no mezclemos leche y carne, hagamos una barrera o valla a la Biblia, o circunvalemos las casas con un hilito en la practica del ערוב, etc…? Tristemente, la respuesta es un no rotundo. ¿Por qué entonces los rabinos instauraron todas estas normas de conducta que יהוה Dios nunca pidió? Algún día tendrán que responder ante el Creador del cielo y de la tierra por añadir y quitar a la palabra de la Biblia, sobre todo, cuando existe el mandamiento bíblico explicito de no añadir ni quitar nada de ella.

Como colofón, yo apuntaría a la reciente práctica de la BAT MITZVAH como al más reciente sincretismo incorporado, aunque no proceda necesariamente de otra religión sino del humanismo secular el cual sostiene la igualdad de la mujer en la sociedad moderna.

Deut. 4, vs 3:

כִּ֣י כׇל־הָאִ֗ישׁ אֲשֶׁ֤ר הָלַךְ֙ אַחֲרֵ֣י בַֽעַל־פְּע֔וֹר הִשְׁמִיד֛וֹ יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ מִקִּרְבֶּֽךָ

“…porque a todo hombre que fue tras Baal en Peor, lo destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti…”: Baal Peor era parte de aquellos cultos que mezclaban el sexo en sus rituales y así atraían a los hombres (lujuria). El alejamiento espiritual produce un vacío o falta de sentido en la vida y este se llena con la práctica sexual. En otras palabras, reducir al humano al nivel animal recurriendo a sus bajas pasiones, en vez de inspirarlo para que se motive y pueda crecer en el espíritu de divinidad, en función del compromiso diario en cuanto a estudio y al cumplimiento de las leyes de Dios: מצות עשה y מצות לא תעשה o mandamientos positivos (actuar) y negativos (abstenerse de actuar).

Deut. 4, vs 4:

וְאַתֶּם֙ הַדְּבֵקִ֔ים בַּיהֹוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם חַיִּ֥ים כֻּלְּכֶ֖ם הַיּֽוֹם

o “…y ustedes, los adheridos a Jehová vuestro Dios, vivos estáis todos hoy…”: Dios es la protección del humano porque todos Sus Santos Caminos son para vida, bendición, paz, salud y bienestar. De Dios no proceden ni el sufrimiento ni la muerte. Estos fueron traídos por la rebeldía humana, en el sentido de pretender והייתם כאלהים “…ser como Dios…”, Gén. 3, vs 5. Esta insensatez y rebeldía, debía de tener su sanción porque el humano es el “creado”, no el Creador. Sin ir tan lejos ¿Cuántos desean hoy ignorar la existencia del Creador para hacer lo que les viene en gana? Al negar a Dios, ellos se convierten en la autoridad máxima o el epicentro de todo. Sin embargo, para aquellos que reconocen la existencia de inteligencia y diseño en el universo y por ende, al Creador, el epicentro es Dios y ellos giran alrededor de Su divina y Santa voluntad.

EL SER INTELECTUAL Y SU FIRME COMPROMISO CON LA VERDAD

La talla de un intelectual se pudiera medir por la forma seria y celosa con la que defiende la verdad en cualquier foro, ya sea en público o en privado. Sin embargo, aquellos que se sienten obligados o comprometidos vis a vis de la autoridad de turno, hasta el punto de callarse y de condescender ante algo erróneo, están siendo fieles a la autoridad y al grupo en vez de ser fieles al ideal o al concepto de la verdad y están cometiendo una trasgresión grave porque se están dejando sobornar, en perjuicio de la verdad. ¿Por qué es tan importante corregir a alguien que está en el error?

Pienso que no es posible encarar los retos del futuro, sin esta cualidad de honestidad e integridad personal y matrimonio con lo cual uno considera en su fuero interno que es la verdad. Se trata de la única esperanza posible para que, un día, la humanidad entera pueda llegar a vivir por la verdad colectiva en vez de seguir sufriendo indefinidamente por parte de la autoridad de turno. La verdad, dice la Biblia, libera hasta el punto de que es capaz de producir vida y su ausencia muerte. No es secreto que, desde que el mundo existe hasta el mismo día de hoy, hemos sido gobernados por la autoridad en el poder para salvaguardar los intereses de unos poderosos y no por la ley o el derecho, lo que explica los abusos, las guerras y todo lo demás.

Contemplemos bajo el prisma científico la siguiente problemática: Cuando un cirujano, mediante el conocimiento minucioso de ciertas verdades en el campo de la medicina que el conoce, salva a un paciente, está, de hecho, aplicando cierta verdad para alargar la vida de otro ser humano como él. Así de importante y de liberadora puede ser la verdad. Si la humanidad se tomara todas las situaciones de la vida con este mismo celo y con este profesionalismo, estoy convencido de que algún día, no muy lejano, se superarían, no sólo el sufrimiento sino hasta la misma muerte, como יהוה Dios bendito dice en Profetas: “…בלע המות, (En aquel día, en la evolución) se tragará a la muerte…“.

Finalmente, diré que este compromiso con la verdad y con el amor será el que llevará a la humanidad, de nuevo, a יהוה Dios bendito, en perdón, en justicia y en reconciliación, superando el pecado original de Eva y de Adán y pudiendo, quizás, obrar hasta el milagro de la salvación eterna. Para obtener la salvación no se trata de ir a ningún templo ni el de orar oración alguna, por buenas que pudiesen ser nuestras intenciones, ni tampoco por la emoción o ardor que pudiésemos poner en este empeño verbal. Piense el lector que cada pensamiento y cada acción es madre o da origen a otros pensamientos y a otras acciones futuras (hijas). De ahí la importancia enorme que tiene el que, no mañana, sino hoy mismo, uno realice la seriedad y la responsabilidad de la verdad en el vivir. Piense el lector que, a fin de cuentas, todo lo que se hace, se hace en la presencia del יהוה Dios vivo y verdadero, el cual lo observa atentamente, como está escrito en פּרקי אבות o “ética de nuestros padres:” ” …Existe un ojo que ve, un oído que escucha y un libro donde absolutamente todo se escribe…“. Por eso, no hagamos más que lo bueno y lo deseable a ojos de יהוה Dios bendito porque un día nos veremos enfrente de Su suma santidad y entonces ¿Qué diremos? Hoy pudiera ser su día de decisión, no mañana; y si no se hace hoy ¿Cuándo? Quizás nunca.

Deut. 4, vs 5:

רְאֵ֣ה ׀ לִמַּ֣דְתִּי אֶתְכֶ֗ם חֻקִּים֙ וּמִשְׁפָּטִ֔ים כַּאֲשֶׁ֥ר צִוַּ֖נִי יְהֹוָ֣ה אֱלֹהָ֑י

o “…ved, enseñé a vosotros leyes y juicios como me encomendó Jehová mi Dios…”: Moisés fue más que un intermediario para con Israel; fue su padre-instructor porque las enseñanzas de la Biblia son bien complicadas y no están al alcance del simple.

Deut. 4, vs 6:

כִּ֣י הִ֤וא חׇכְמַתְכֶם֙ וּבִ֣ינַתְכֶ֔ם לְעֵינֵ֖י הָעַמִּ֑ים אֲשֶׁ֣ר יִשְׁמְע֗וּן אֵ֚ת כׇּל־הַחֻקִּ֣ים הָאֵ֔לֶּה וְאָמְר֗וּ רַ֚ק עַם־חָכָ֣ם וְנָב֔וֹן הַגּ֥וֹי הַגָּד֖וֹל הַזֶּֽה

“…porque ella es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que escucharán estas leyes y dirán, sólo este pueblo es sabio y recta es esta nación grande…”: La sabiduría que encierra la Torah es de género universal, de ahí su vigencia ya que es útil para todos los tiempos. Es sabiduría que no cambia con el tiempo sino que por el contrario, se expande más y más, en la medida en que uno la estudia y la compara con la naturaleza de la condición humana y del universo natural. La dificultad mayor reside en saberla interpretar, en cada circunstancia, correctamente

Debido a que, en mi humilde opinión, está revelada por Jehová Dios, a veces, es preciso נעשה נשמע o “…cumplir el mandamiento y luego estudiarlo…”, es decir, hacer lo que aconseja el mandamiento para luego entender sus implicaciones espirituales, psicológicas y materiales. En ningún caso se trata de sabiduría humana sino divina, en virtud de la revelación de Dios a Israel, como reza a continuación:

כִּ֚י מִי־ג֣וֹי גָּד֔וֹל אֲשֶׁר־ל֥וֹ אֱלֹהִ֖ים קְרֹבִ֣ים אֵלָ֑יו כַּיהֹוָ֣ה אֱלֹהֵ֔ינוּ

“…porque ¿Quién es esta nación grande en la cual Dios está cercano de ella, como lo está Jehová nuestro Dios?…”. A este respecto, recordemos que el Arca del testimonio que reposaba en el Tabernáculo de Reunión, representaba el símbolo de la cercanía de la divina presencia. También por cercano se entiende el rol de la Torah y su incidencia en el espíritu como puente entre Dios y el humano.

LA MENTE Y SU CONDICIONAMIENTO

Yo me atrevería a afirmar que existe una actitud mental, la cual produce el “milagro” de la verdadera liberación espiritual o trascendencia. Esta actitud se consigue cuando el humano cesa de proyectar su marco de ilusiones, ya sea en forma de creencias o de ideales, lo cual lo mueve siempre a uno, mentalmente, desde lo conocido hacia lo conocido. Sin embargo, para poder interpretar y entender bien la realidad que uno tiene presente, es preciso que la memoria cese de proyectar para poder percibir o captar sin interferencias ilusorias lo que realmente es y existe, es decir, la verdad, sin interpretación, y que ésta se manifieste en todo su esplendor. Entonces, uno estará en medida de moverse, mentalmente, desde lo conocido hacia lo desconocido).

No hay duda de que el marco de ilusiones que uno suele proyectar, es la consecuencia del deseo por seguridad y permanencia, los cuales, a su vez, proceden del ego sirviéndolo, a menudo, de manera concupiscente, bien sutil y hasta engañosamente. Quede claro que cuando digo que cese toda proyección, me refiero al cese de la voluntad personal, como factor activo en esta ecuación, la cual, a su vez, es el resultado del deseo y por ende, del ego. Por eso, en la Biblia, el profeta dijo: “…Engañoso (complicado en su concupiscencia) es el corazón, ¿Quién lo conocerá?…”. Entendamos pues, de una vez por todas, que la verdad no tiene que ver con nuestra voluntad y deseo, ya que es independiente de ella. Si una de las dos sobra, no es la verdad, sino la voluntad y el deseo.

Los caminos del hombre común, viejos y tradicionales basados en la fe, en forma de reacción imitativa ante cualquier situación nueva, deben de cesar para dar paso a otra condición de mente y de corazón mucho más fresca y creativa. Lo nuevo ofrece una perspectiva de objetividad, de conocimiento verdadero, de humildad, de sumisión, de respeto y subordinación a la verdad, sin los cuales, no se puede romper el ciclo emocional con la tradición y el pasado. La tradición y la fe somete y lo mantiene a uno anclado y estancado, en nombre de cualquier creencia o ideal, producto de su condicionamiento cultural.

Para ilustrar bien esto, hay que entender que el humano no posee luz propia, aunque tenga el potencial para que la luz divina se pueda reflejar en su espíritu. En otras palabras, somos como un espejo, el cual refleja lo que uno desea emular. Otra analogía pudiera hacerse comparando al humano con la función de una bombilla, la cual, posee la facultad de transmitir la luz aunque no de generarla por iniciativa propia.

Es preciso enfatizar que lo importante reside en el hecho de la comprensión de la verdad, en virtud del potencial real del humano y de su proceso de pensamiento y no en la proyección del deseo, mediante el ejercicio de la voluntad, ya que por nosotros mismos, no somos absolutamente nada, porque precisamos de la fuente externa de יהוה Dios bendito para nuestro propio sostenimiento y supervivencia. Pienso que, cuando uno de verdad comprende algo, se libera totalmente de ello, de manera automática y sin esfuerzo alguno, sin siquiera hacer uso de su voluntad ni de su deseo. El entendimiento cabal tiene mucho de milagroso ya que libera al humano de la carga emocional y mítica, las cuales emanan del estado de ignorancia.

En definitiva, somos y seremos lo que decidamos libremente ser de verdad en nuestro fuero interno, es decir, la elección es nuestra y el esfuerzo que pongamos en el empeño también. Pienso que Dios bendito, salvo en contadas excepciones, no interfiere porque por ello nos va a juzgar (libre albedrío); de lo contrario, no tendría ningún sentido hablar de juicio divino, ya que caeríamos en la concepción de la predestinación, superada ya por la mayoría pensante del mundo intelectual y espiritual contemporáneo. Es justo mencionar que aunque la mayoría de las religiones rechazan la predestinación, aún existen algunos reductos recalcitrantes, sobre todo, en las llamadas ramas ortodoxas, las cuales, contemplan la problemática espiritual del humano desde una perspectiva subjetiva de la fe, dogmática, legalista, tradicional y fatalista, fundamentada en la predestinación.

EL JUSTO MEDIO O LA MEDIDA DEL SABIO חכמת-לב

¿Qué es mejor, ser conservador o liberal? ¿Perseguir violencia o paz? ¿Es el odio siempre malo y el amor siempre bueno? Pienso que todas estas preguntas y muchas otras que el lector pudiera imaginarse, las cuales contemplan el conflicto entre polos opuestos o extremos, tienen su respuesta correcta, la cual tiene mucho que ver con la circunstancia del momento y con la finalidad relativa que se persiga, más que con la atribución de un carácter conceptual fijo o permanente de estatus preestablecido; por ejemplo, el fuego puede calentarnos en invierno y puede también incendiar nuestra vivienda y matarnos; a menudo, el conservador peca por falta de una dosis de liberalismo y el liberal se estanca por la carencia de cierta medida de conservadurismo; etc.. Incluso el odio no es siempre malo porque el rechazo u odio de lo malo es lo que motiva a la persona sensata a hacer el bien, como reza en Salmos: “…אהבי יהוה שנאו רע o “…los que aman a Dios odian el mal…”; ni siquiera trabajar continuamente es bueno porque uno necesita descanso y, por ultimo, diré que por amor también se peca.

En definitiva, pienso que no hay absolutamente nada que tenga intrínseca y permanentemente un carácter bueno ni malo. El uso o la finalidad que perseguimos es lo que le dará finalmente el carácter bueno o malo al medio que usemos. La justa medida o el balance ideal en cada circunstancia es lo apropiado. Sin embargo, este balance no es fácil de hallar porque uno tiene que conocer muy bien ambos extremos para situarse en el justo medio. Lo que a menudo ocurre en el mundo es que el ser mediocre busca el extremo con el cual se identifica más, ignorando o rechazando el polo opuesto por comodidad y desconocimiento. Como resultado, hay fragmentación y falta de unidad. La sabiduría es unidad porque debe contemplar el cuadro en su totalidad, el cual incluye ambos polos opuestos, amen de todos los puntos que entre esos dos polos extremos pudieran existir.

Finalmente, diré que cualquier extremo resulta fácilmente definible porque es de evidencia bien manifiesta y no requiere de entendimiento especial, es decir, el exceso de calor quema y el intenso frío congela; por eso tiene su opuesto porque, en sí, está fuera de balance por representar solo una parte de la ecuación; en general, el individuo reacciona al extremo más que actúa sobre él. Sin embargo, el justo medio, por el hecho de contemplar la totalidad de la ecuación por su condición secreta o de falta de evidencia manifiesta está asequible solo al sabio; no tiene tampoco opuesto porque es la condición equilibrada o ideal, la cual puede entender y convivir con cualquiera de los dos extremos opuestos, actuando en vez de reaccionando ya que tiende a apelar al intelecto y a la razón más que al instinto y al sentido de la emoción. Lo ideal, lo correcto y lo moderado, no tiene opuesto porque no pertenece al mundo de lo dual sino al mundo trascendental.

Deut. 4, vs 7:

כִּ֚י מִי־ג֣וֹי גָּד֔וֹל אֲשֶׁר־ל֥וֹ אֱלֹהִ֖ים קְרֹבִ֣ים אֵלָ֑יו כַּיהֹוָ֣ה אֱלֹהֵ֔ינוּ בְּכׇל־קׇרְאֵ֖נוּ אֵלָֽיו

o “…porque que nación grande es aquella que tiene a Dios cerca de ella como Jehová nuestro Dios en todo cuanto le llamamos?…”: Jehová como es el Creador, escucha las plegarias de los que le buscan honestamente, aunque ellos lo hagan en nombre de símbolos extraños y no de Jehová Dios. Entendamos que, en términos reales, los demás dioses no existen y por lo tanto no pueden ni escuchar ni responder. Lo que sucede es que a veces, cuando la causa es justa a ojos de Jehová Dios, Él responde al gentil aunque el gentil se dirija a otro dios que a Jehová sin que el gentil se entere y le siga dando crédito por ello a su falso dios. Esto Dios lo hace porque sabe que el gentil no le conoce como el israelita, en virtud de que Dios se manifestó al israelita y no al gentil. Israel sabe que Jehová es el Creador del cielo y de la tierra. Las naciones gentiles lo buscan en los fenómenos universales, en los animales, en las personas, etc…De ahí que la labor principal de Israel consista en acercar a los gentiles al Dios vivo y verdadero, creador de los cielos y de la tierra. Este acercamiento ha de hacerse merced a inspiración resultante del comportamiento moral de Israel. Si Israel corrompe los valores de la Torá, ya sea porque la desconoce o o porque no la practica, la concepción del Dios vivo y verdadero está ausente en el mundo.

Deut. 4, vs 8:

וּמִי֙ גּ֣וֹי גָּד֔וֹל אֲשֶׁר־ל֛וֹ חֻקִּ֥ים וּמִשְׁפָּטִ֖ים צַדִּיקִ֑ם כְּכֹל֙ הַתּוֹרָ֣ה הַזֹּ֔את אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לִפְנֵיכֶ֖ם הַיּֽוֹם

o “…y que nación grande tiene las leyes y los juicios justos como toda la Torá esta que yo os pongo delante de ustedes hoy?…”: La Torá de Moisés ha perdurado a través de los tiempos porque en ella se encuentran toda una serie de enseñanzas nobles y verdaderas. Ella se rige fundamentalmente por el principio del חסד ואמת צדקה ומשפּט o “…compasión y verdad, justicia y juicio…”. Si está desprestigiada hoy en el mundo espiritual es porque el estamento fariseo-rabínico ignoró el mensaje divino y lo reemplazo por la ley oral o el Talmud de babilonia, producto de la mente humana. En este sentido, los rabinos hicieron de la Torá la religión judía, es decir, una más (gentil) entre tantas otras religiones del mundo. ¿Qué es lo que hace santa a la Torá? Su divina procedencia. De momento que los rabinos deformaron, añadieron y quitaron, su calidad de divina quedó mermada enormemente. Menos mal que aún tenemos acceso al texto, aparentemente, original, el cual puede seguir iluminando a aquellos que rechazan la ley oral como divina y se nutren directamente de la Torá de Moisés.

Deut. 4, vs 9:

וּפֶן־יָס֙וּרוּ֙ מִלְּבָ֣בְךָ֔ כֹּ֖ל יְמֵ֣י חַיֶּ֑יךָ

o “…y no sea que se aparte de tu corazón todos los días de tu vida…”: Las enseñanzas de Dios hay que tenerlas presentes y actualizadas, al ir creciendo en ellas, merced al estudio diario y, en particular, en los días de Sábado y de fiestas. La decepción se produce cuando el individuo baja la guardia y se confía, pensando que con lo que sabe es suficiente y cae en la rutina ritualista de la religión organizada o tradición. La sabiduría ha de ser dinámica y el conocimiento ha de actualizarse casi constantemente porque, igual que con lo comimos ayer no nos mantenemos hoy, el conocimiento de ayer se demuestra insuficiente para las necesidades de hoy.

Deut. 4, vs 9:

וְהוֹדַעְתָּ֥ם לְבָנֶ֖יךָ וְלִבְנֵ֥י בָנֶֽיךָ

o “…y se las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos…”: La función del padre es la de proveer por el mantenimiento de su hogar en cuanto a la satisfacción de las necesidades espirituales e intelectuales porque, para una vida de santidad, con las materiales no basta. El padre tiene la obligación de educar en la Biblia a sus hijos e hijas con el fin de que entiendan el mensaje para que el día de mañana estén en medida de poder transmitirlo a sus hijos. Cuando el padre se convierte en abuelo, también le asiste cierto derecho y cierta obligación de enseñar a sus nietos y nietas, según aconseja Dios. Ello hace que el abuelo tenga que estar al día en los asuntos modernos para poder explicar a sus nietos el sentido que tienen los mandamientos divinos en el lenguaje comparativo de sus nietos, en virtud del tiempo en el que les tocó vivir a ellos.

Deut. 4, vs 10:

לְיִרְאָ֣ה אֹתִ֗י כׇּל־הַיָּמִים֙ אֲשֶׁ֨ר הֵ֤ם חַיִּים֙

o “…para que me teman todos los días que ellos vivan…”: El temor de Dios no es temor en el sentido negativo sino protección porque es la única fuerza en el mundo la cual puede vencer a la concupiscencia o complicidad de uno consigo mismo. El temor al cielo sirve de freno para no caer en las garras del pecado, al servicio de la esclavitud del ego. Lo ideal es desarrollar, después del temor a Dios, el conocimiento de Dios y el amor a Dios. De hecho, no pueden existir ni el amor a Dios ni el temor de Dios si no existe el conocimiento de Dios.

Deut. 4, vs 10:

וְאֶת־בְּנֵיהֶ֖ם יְלַמֵּדֽוּן

o “..y a tus hijos se lo enseñarás…”: Hay que enseñarles a temer a Dios desde temprana edad para que de mayor, cuando se tengan que enfrentar a una situación difícil, ya lo tengan bien desarrollado y claro en su mente de forma casi espontánea. Si no aprendieron el temor de Dios, se convertirán es esclavos de su ego y de sus pasiones. Se pensarán que Dios es un mito y que lo que de verdad existe son ellos. Sin embargo, tarde realizarán que el que de verdad existe es Dios y que ellos son mortales.

Deut. 4, vs 11:

וְהָהָ֞ר בֹּעֵ֤ר בָּאֵשׁ֙ עַד־לֵ֣ב הַשָּׁמַ֔יִם חֹ֖שֶׁךְ עָנָ֥ן וַעֲרָפֶֽל

o “…y el monte ardía en fuego hasta el corazón de los cielos, oscuridad, nube con tinieblas, y confusión…”: ¿Si el monte ardía como es que podía haber oscuridad? A mi entender, la revelación de Dios al pueblo de Israel tuvo connotaciones espirituales, además de físicas. Físicamente se podía ver el resplandor del fuego, aunque, espiritualmente, la oscuridad invadía sus espíritus.

Deut. 4, vs 12:

וַיְדַבֵּ֧ר יְהֹוָ֛ה אֲלֵיכֶ֖ם מִתּ֣וֹךְ הָאֵ֑שׁ ק֤וֹל דְּבָרִים֙ אַתֶּ֣ם שֹׁמְעִ֔ים

“…y habló Jehová a ustedes en medio del fuego; voz de palabras estabais escuchando…”: Aparentemente, Dios estaba comunicando con ellos a través de palabras en forma sonora, es decir, a través de ondas vibratorias, que podían escuchar con el sentido del oído.

Deut. 4, vs 12:

וּתְמוּנָ֛ה אֵינְכֶ֥ם רֹאִ֖ים זוּלָתִ֥י קֽוֹל

o “…y figura no visteis, solamente voz…”: Dios no se comunicó con ellos mediante figura alguna, es decir, haciéndoles ver su divina presencia, sino mediante el sentido del sonido, en forma de ondas vibratorias. Infiero que el oído es espiritualmente más perceptivo y menos limitativo que la visión, la cual predomina en el mundo material solamente. Las imágenes conducen a la idolatría, es decir, hacia las limitaciones tiempo-espacio. Por eso los símbolos son los que conducen a las masas. El ser espiritual trasciende el símbolo y se interna en la esencia espiritual.

Deut. 4, vs 13:

וַיַּגֵּ֨ד לָכֶ֜ם אֶת־בְּרִית֗וֹ אֲשֶׁ֨ר צִוָּ֤ה אֶתְכֶם֙ לַעֲשׂ֔וֹת עֲשֶׂ֖רֶת הַדְּבָרִ֑ים

o “…y os anunció su pacto el cual os encomendó a ustedes para poner por obra, las diez palabras…”: Los Diez Mandamientos que habló Dios representan la base fundamental del pacto entre Jehová Dios e Israel; de hecho, representan las bases para una vida de santidad. Entendamos que Abrahán fue un gentil, es decir, vivía sin la conciencia de la existencia del Creador, hasta que reconoció a Jehová y se circuncidó, convirtiendo su cuerpo y su espíritu al Señor de los señores y al Creador del cielo y de la tierra. Su descendencia hoy, los judíos, deberíamos de ser eso mismo, Jehovitas o seguidores de su santa Torá.

Deut. 4, vs 14:

וְאֹתִ֞י צִוָּ֤ה יְהֹוָה֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔וא לְלַמֵּ֣ד אֶתְכֶ֔ם חֻקִּ֖ים וּמִשְׁפָּטִ֑ים לַעֲשֹׂתְכֶ֣ם אֹתָ֔ם בָּאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֛ם עֹבְרִ֥ים שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּֽהּ

“…y a mí, encomendó Jehová, en aquel día, enseñarles a ustedes las leyes y los estatutos para que los cumplierais en la tierra a la cual pasáis allí para heredarla…”: Moisés, a las puertas de la tierra prometida, recuerda a Israel que Dios les habló los Diez Mandamientos y que a él le fue asignada la responsabilidad de enseñar el resto de la Biblia a Israel. La Biblia debía de servir de código de conducta para los israelitas al morar en la tierra prometida con el fin de que el símbolo de la cercanía de la divina presencia morara entre ellos.

Deut. 4, vs 15:

וְנִשְׁמַרְתֶּ֥ם מְאֹ֖ד לְנַפְשֹׁתֵיכֶ֑ם כִּ֣י לֹ֤א רְאִיתֶם֙ כׇּל־תְּמוּנָ֔ה בְּי֗וֹם דִּבֶּ֨ר יְהֹוָ֧ה אֲלֵיכֶ֛ם בְּחֹרֵ֖ב מִתּ֥וֹךְ הָאֵֽשׁ

o “…y guarden mucho vuestras almas porque no visteis ninguna imagen en el día que habló Jehová a vosotros en Horeb desde el medio del fuego…”: Dios es espiritual y no tiene representación en el espacio ni en el tiempo. Este principio es fundamental para poder entender algo básico de la esencia del Creador. Aquellos que usan imágenes representativas de la divinidad, por bien intencionados que fueren, cruzan una barrera espiritual que los conduce inexorablemente hacia la concepción de dioses falsos, producto de la imaginación humana. Ellos tratan de reflejar a Dios circunscribiéndolo a los límites tiempo-espacio. Dios no tiene reflejo porque es esencia única, no comparable a nada que el humano conoce. Esa esencia, como mejor se entiende, es en el aspecto espiritual donde no existe representación. Es importante realizar esto porque el humano, para comprenderlo mejor, tiende naturalmente, a “reducir o a bajar” a Dios a su nivel, en lugar de esforzarse para elevar su conciencia espiritual en aras de la esencia real, absoluta e infinita de Dios. Este esfuerzo no le conduce a la esencia real de Dios, aunque si le hace crecer espiritualmente hacia metas desconocidas porque cuando uno pone la mira en lo imposible, se vuelve creativo porque se mueve de lo conocido hacia lo desconocido más fácilmente.

Deut. 4, vs 16:

פֶּ֨ן־תַּשְׁחִת֔וּן וַעֲשִׂיתֶ֥ם לָכֶ֛ם פֶּ֖סֶל תְּמוּנַ֣ת כׇּל־סָ֑מֶל תַּבְנִ֥ית זָכָ֖ר א֥וֹ נְקֵבָֽה

“…no sea que os corrompáis y hagáis para ustedes escultura con imagen idolatra de varón o hembra…”: Ninguna representación en el ámbito del espacio está permitida para representar a Dios, como, por ejemplo, hacen los católicos con la imagen de Jesús al cual consideran como a una parte integrante de la santísima divinidad, en virtud de lo que denominan como el dogma de la santísima trinidad (padre-hijo-espíritu santo). Jehová Dios es espiritual y no se puede representar en el ámbito de lo concreto porque su “realidad” es puramente espiritual, es decir, infinita, que no se puede definir y que ninguna concepción o representación puede reflejar.

Deut. 4, vs 17-19:

Aquí se nos instruye en el sentido de no atribuir divinidad a animales, a reptiles, a peces, al sol, a la luna y a las estrellas, etc…En una palabra, a todo lo que el humano conoce.

Deut. 4, vs 20:

וְאֶתְכֶם֙ לָקַ֣ח יְהֹוָ֔ה וַיּוֹצִ֥א אֶתְכֶ֛ם מִכּ֥וּר הַבַּרְזֶ֖ל מִמִּצְרָ֑יִם לִהְי֥וֹת ל֛וֹ לְעַ֥ם נַחֲלָ֖ה כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה

“…y a ustedes os tomó Jehová y os sacó a ustedes del horno de hierro de Egipto para serle por pueblo y heredad como en el día este…”: Israel fue el pueblo que Dios escogió y su revelación le fue dada a él primero para que no cayera en las creencias ajenas, producto de las culturas y tradiciones humanas. Lo revelado por Dios no se puede comparar con las tradiciones orales desarrolladas por el humano como la ley oral rabínica, colmada de sincretismos, la cual desarrollaron los rabinos durante su exilio en Babilonia. Lo revelado procede de Dios y alcanza al humano. Las tradiciones orales proceden del humano y, en el mejor de los casos, apuntan hacia Dios, aunque no le alcanzan porque no tienen el poder para ello. Dios ha de salir a su encuentro.

Deut. 4, vs 21:

וַֽיהֹוָ֥ה הִתְאַנַּף־בִּ֖י

o “…y Jehová se enojó contra mí…”: Moisés vuelve a repetir el hecho de que Dios no le permitió la entrada en la tierra prometida, lo cual me señala su profundo dolor por ello.

Deut. 4, vs 22:

אֵינֶ֥נִּי עֹבֵ֖ר אֶת־הַיַּרְדֵּ֑ן וְאַתֶּם֙ עֹֽבְרִ֔ים וִֽירִשְׁתֶּ֕ם אֶת־הָאָ֥רֶץ הַטּוֹבָ֖ה הַזֹּֽאת

“…yo no voy a pasar el Jordán y vosotros pasaréis y heredaréis la tierra buena esta…”: Moisés da la impresión de estar acongojado y hasta algo celoso por el hecho de que los hijos de Israel vayan a entrar en la tierra prometida y él no.

Deut. 4, vs 23:

וַעֲשִׂיתֶ֨ם לָכֶ֥ם פֶּ֙סֶל֙ תְּמ֣וּנַת

o “…y hagáis a ustedes ídolos en forma de imágenes…”: Debido al hecho de que la creación es solamente la obra de Dios y no Dios, Dios no puede estar contenido en los factores tiempo-espacio que Él mismo creó. Israel debe de cuidarse de no caer en este tipo de expresión artística porque desvirtúa la realidad del Dios vivo y verdadero al tratar de reducir a Dios dentro del marco y límites tiempo-espacio. Dios es espiritual y no tiene representación en el mundo de lo definible o de lo concreto.

Deut. 4, vs 24:

כִּ֚י יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ אֵ֥שׁ אֹכְלָ֖ה ה֑וּא אֵ֖ל קַנָּֽא

“…porque Jehová tu Dios es fuego consumidor. Él es Dios celoso…”: Moisés da una apreciación de Dios bien cruda en el sentido de que Él es estricto y castiga (enseña) al pecador de manera ejemplar cuando es preciso y necesario, como sucedió con la generación rebelde del desierto y hasta con Aarón y con él. En otras palabras, con Jehová Dios no se debe de jugar porque Él es Dios Santo y no permite que se le falte el respeto, ni en público, ni en privado. Esta dignidad de carácter que presenta Jehová Dios es la que corresponde al Dios creador del cielo y de la tierra, la cual es muy diferente a la supuesta divinidad que reclama el cristianismo en la figura de Jesús, al cual los judíos y los romanos juzgaron, condenaron, vejaron y hasta colgaron de un madero, castigo este reservado, según la Biblia, para los delitos más sucios y ordinarios. A mi entender, si Jesús tuviera algún tipo de conexión o respaldo divino, Dios no lo permitiría. Jehová se presenta como la autoridad indiscutible mientras que Jesús es una autoridad imperfecta y sometida a la voluntad popular.

Deut. 4, vs 25:

וְנוֹשַׁנְתֶּ֖ם בָּאָ֑רֶץ

o “…y hayáis envejecido en la tierra…”: Cuando poco a poco os hayáis olvidado de los mandamientos divinos, en virtud honrar las tradiciones del hombre por encima de los mandamientos de Dios. En definitiva todo se destruye por falta de אמת o “…verdad…”, o sea, de renovación. El humano ha de renovar su espíritu en función del estudio diario. No debe de vivir reaccionando a los problemas. Tiene que planificar de manera intelectual y dinámica su nueva realidad presente en este mundo cambiante. Si no lo hace, cae en la vejez espiritual o en la obsolescencia por falta de renovación.

Deut. 4, vs 25:

וַעֲשִׂ֤יתֶם פֶּ֙סֶל֙ תְּמ֣וּנַת כֹּ֔ל וַעֲשִׂיתֶ֥ם הָרַ֛ע בְּעֵינֵ֥י יְהֹוָה־אֱלֹהֶ֖יךָ לְהַכְעִיסֽוֹ

o “…y hagáis lo malo en ojos de Jehová tu Dios para enojarlo…”: Como consecuencia de la rutina tradicional, de la apatía de la vida sedentaria y de la falta de renovación espiritual, el humano común se deja corromper hasta el punto de alejarse de Dios sin percibirlo, primero, y luego incluso percibiéndolo. El humano responsable, sin embargo, actúa con mayor sentido de responsabilidad y se somete al estudio casi constante para evitar caer en la vorágine materialista y escéptica que lo consume todo, creando el vacío espiritual que lo atenaza, vacía y paraliza. Para evitar caer en ello, yo sugiero una actitud vigilante, dinámica y el establecimiento de un calendario de actividades donde el aspecto espiritual esté presente, contrarrestando la influencia consumista y pragmática de los tiempos modernos. Es preciso realizar que una vida de balance entre el espíritu y la materia produce resultados extraordinarios porque le pone a uno en línea con las leyes universales, otorgándole mayor éxito, felicidad y descanso. El amor a Dios debe de ser siempre una fuerza dinámica y activa la cual transforma al mundo para mejor. El amor pasivo, no es amor sino sensación romántica sin compromiso real.

Deut. 4, vs 26:

הַעִידֹ֩תִי֩ בָכֶ֨ם הַיּ֜וֹם אֶת־הַשָּׁמַ֣יִם וְאֶת־הָאָ֗רֶץ

o “…Pongo por testigo ante ustedes hoy a los cielos y a la tierra…”: Dios estableció unas leyes universales que nos van a juzgar en todo momento y circunstancia. Se trata de la ley causa-efecto la cual está en constante contacto con el humano, reaccionando a todo lo que este piensa y hace, sancionándolo positiva o negativamente. Nada ni nadie se escapa a este “Karma” implacable. A mi entender, el universo es una fuerza dinámica, por viva, que se mueve en la dirección correcta o virtuosa, es decir, es como un río que lleva su natural corriente y que favorece a los que van en su curso fluvial y obstaculiza a los que van en la dirección opuesta, contra la corriente.

JUSTICIA DIVINA Y JUSTICIA HUMANA

Parece evidente en la Biblia o תורה que יהוה Jehová, Dios juzgará, en su momento, las obras de cada cual y emitirá su veredicto. La naturaleza y el alcance real de la supuesta recompensa o castigo es todavía un secreto para el humano, aunque se pueda especular todo lo que se quiera. De hecho, muchos teólogos se han aventurado a emitir criterios diversos a este respecto, sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta lo suficiente sobre este asunto. Por ejemplo, en el libro del profeta Daniel, capítulo 12, vs 8-10 reza así:

וַאֲנִ֥י שָׁמַ֖עְתִּי וְלֹ֣א אָבִ֑ין וָאֹ֣מְרָ֔ה אֲדֹנִ֕י מָ֥ה אַחֲרִ֖ית אֵֽלֶּה

וַיֹּ֖אמֶר לֵ֣ךְ דָּנִיֵּ֑אל כִּֽי־סְתֻמִ֧ים וַחֲתֻמִ֛ים הַדְּבָרִ֖ים עַד־עֵ֥ת קֵֽץ

יִ֠תְבָּֽרְר֠וּ וְיִֽתְלַבְּנ֤וּ וְיִצָּֽרְפוּ֙ רַבִּ֔ים וְהִרְשִׁ֣יעוּ רְשָׁעִ֔ים וְלֹ֥א יָבִ֖ינוּ כׇּל־רְשָׁעִ֑ים וְהַמַּשְׂכִּלִ֖ים יָבִֽינוּ

o “…Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿Cuál será el fin de estas cosas? Él ángel de Dios respondió: Anda Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente y ninguno de ellos entenderá, pero los entendidos (santos o justos) comprenderán…”

Al margen del juicio final que, aparentemente, realizaría יהוה Dios bendito y de las implicaciones espirituales eternas que, eventualmente, pudiera tener su veredicto, está el juicio que la elite social, en este mundo, en cada generación, debe de hacer con el fin de crear las condiciones necesarias para un crecimiento espiritual sano propio para su transmisión a la generación futura, en formación. Si bien parece cierto que יהוה Dios va a juzgar, también es cierto que dio la תורה o Biblia y el sentido común al humano para que pudiera juzgar en la tierra él también. Si no, ¿Cuál sería el sentido de darnos leyes y estatutos, si no fuera con la intención de que intentásemos seriamente implementarlos? De hecho, la recomendación de perseguir juicio y justicia, es casi una constante en la Biblia, como está dicho:

“.. יהוה אהב צדקה ומשפּט o “…Dios ama el juicio y la justicia..”. También está dicho: “… La esperanza del justo es el juicio y la justicia..”. Como contrapunto diré que lo que menos desea el impío es el juicio y la justicia. Ahora bien, el juicio que hace el humano, no debiera de estar empañado por interés otro que no fuera la administración de la justicia, de la manera más pura y correcta a su alcance. De hecho, en Deut. 1 vs 17, está escrito:

לֹֽא־תַכִּ֨ירוּ פָנִ֜ים בַּמִּשְׁפָּ֗ט כַּקָּטֹ֤ן כַּגָּדֹל֙ תִּשְׁמָע֔וּן לֹ֤א תָג֙וּרוּ֙ מִפְּנֵי־אִ֔ישׁ כִּ֥י הַמִּשְׁפָּ֖ט לֵאלֹהִ֣ים ה֑וּא

“…No reconocerás personalidades en el juicio. Como al pequeño, como al grande escucharéis. No temerás delante de hombre porque el juicio de Dios es…”: No te inclinarás en el juicio, ni a favor del pobre, por su pobreza, ni a favor del rico, por su riqueza. Juicio justo harás porque el juicio pertenece a יהוה Dios. El humano debe de administrarlo, dentro de sus limitaciones, de la manera más justa y perfecta posible; como reza en Proverbios:

מצדיק רשע ומרשע צדיק תועבת יהוה גם שניהם

o “…El que justifica al impío y el que condena al justo, igualmente abominación a Dios también son ambos….” ¿De dónde vienen entonces estos vientos modernos en la cultura occidental o Judeo-cristiana contemporánea en el sentido de que no es correcto juzgar a nadie y de que sólo Dios debe juzgar? A mi entender, en parte, del versículo en los Evangelios donde Jesús responde a los Fariseos, cuando le inquirieron acerca de María Magdalena, la adultera, para juicio, el cual reza así: “…El que esté libre de pecado que tire la primera piedra…” y también en otro lugar de los mismos Evangelios, donde Jesús declara, “…No juzguéis sino queréis ser juzgados…” Y ¿Qué dice la תורה o “Biblia” a este respecto? “.. צדק צדק תרדוף La justicia, la justicia, perseguirás….”. Observe el lector que aquí la palabra justicia está repetida dos veces porque, aparentemente, יהוה Dios quiere dejar bien sentada la importancia que tiene la administración de la justicia primero y que sea justa después. En Isaías 1 vs 23: está escrito:

שָׂרַ֣יִךְ סוֹרְרִ֗ים וְחַבְרֵי֙ גַּנָּבִ֔ים כֻּלּוֹ֙ אֹהֵ֣ב שֹׁ֔חַד וְרֹדֵ֖ף שַׁלְמֹנִ֑ים…Tus líderes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno y van tras el dinero; no hacen justicia….”. Y en el versículo 27, también leemos: ציון במשפּט תפדה ושביה בצדקה o “… Sión con juicio será rescatada y los arrepentidos de ella, con justicia…” ¿Y qué nos dice la naturaleza al respecto?

La naturaleza está juzgando al humano casi constantemente, mediante la ley de la causalidad o de causa-efecto, por ejemplo: Si plantamos un árbol y lo cuidamos adecuadamente, vemos como fructifica; si nos esforzamos en estudiar, sabemos lo que precisamos para sobrevivir; si llevamos una dieta adecuada, no estaremos en sobrepeso; si ejercitamos los músculos con la debida frecuencia, estos estarán fuertes y flexibles al servicio nuestro; si amamos a יהוה Dios, nuestra vida será linda y balanceada; etc…etc…etc… Yo iría lejos en este respecto al reconocer que absolutamente nada se pudiera escapar al juicio, ya sea por parte de יהוה Dios, de la sociedad, de la naturaleza y finalmente hasta de uno mismo. ¿Por qué es tan importante el juicio entonces? Pues porque, aunque todo pertenezca al mismo sistema dual en el cual vivimos, aparentemente, existe para Dios una gran diferencia entre el justo y el injusto; entre el bien y el mal; entre el día y la noche; entre el frío y el calor; entre lo santo y lo profano;…..y finalmente, entre “…El que sirve a יהוה Dios, con pensamientos y obras virtuosas y el que no lo sirve…”. (Malaquías 3, vs 18).

Deut. 4, vs 26:

כִּֽי־אָבֹ֣ד תֹּאבֵדוּן֮ מַהֵר֒ מֵעַ֣ל הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֨ר אַתֶּ֜ם עֹבְרִ֧ים אֶת־הַיַּרְדֵּ֛ן שָׁ֖מָּה לְרִשְׁתָּ֑הּ

o “…porque perder os perderéis pronto de sobre la tierra que ustedes pasáis el Jordán allí para heredarla…”: El patrón de juicio, en relación con Israel, es mucho más exigente que con el del gentil porque Dios intervino a favor de Israel para sacarlo de la esclavitud de Egipto, para entregarle la revelación divina y para introducirlo a la tierra prometida. Dios se movilizó y se parcializó a favor de Israel y esto, en justicia, reclama una responsabilidad superior por parte de Israel o de su remanente actual, es decir, de los judíos del mundo. Todo esto lo hizo Dios con el fin de que Israel se santificara y sirviera a la humanidad entera para su vuelta a Dios y redención en el sentir de: לתקן עולם במלכות שדי o “…para preparar el mundo para el reino de Dios…”. Por eso, cuando Israel no cumple, espiritualmente hablando, Dios le castiga de modo muy ejemplar, como sucedió a raíz de la Inquisición en España, de los Pogroms en Europa oriental, de las expulsiones de varios países del mundo, del Holocausto, etc…. No hay que dejarse engañar por las interpretaciones rabínicas en el sentido de que Dios no castiga sino que las cosas ocurren porque ocurren. El universo tiene sus reglas y Jehová Dios está en el poder en todo momento y si las cosas ocurren es porque Dios las permite, sino intervendría a favor del pueblo de Israel, como intervino en Egipto y en las batallas para la liberación de la tierra santa. Dios estuvo, está y estará presente, en todo momento, y no hay situación que se le escape. Por eso, hay que comprender que lo que le sucedió a Israel, a través de la historia, Incluso el Holocausto, fue con el beneplácito de Dios Bendito, Dios justo y verdadero; que nadie se llame a engaño.

Deut. 4, vs 27:

וְהֵפִ֧יץ יְהֹוָ֛ה אֶתְכֶ֖ם בָּעַמִּ֑ים וְנִשְׁאַרְתֶּם֙ מְתֵ֣י מִסְפָּ֔ר בַּגּוֹיִ֕ם אֲשֶׁ֨ר יְנַהֵ֧ג יְהֹוָ֛ה אֶתְכֶ֖ם שָֽׁמָּה

“…y esparcirá Jehová a ustedes entre los pueblos y quedaréis pocos en numero entre las naciones que os conduce Dios a ustedes allí…”: Dios conduce al pueblo de Israel por un camino espiritual que lo haga reaccionar con el fin de que pueda cumplir con su misión en esta tierra. La bendición y la maldición de Dios están allí para que Israel se dé por enterado de su status o condición espiritual presente e introduzca las modificaciones necesarias, con el fin de servir al Creador y a la humanidad porque si Dios no hiciera esto, entonces los egipcios pudieran argumentar que Dios intervino a favor de Israel, destruyéndolos y hasta matando a sus primogénitos para nada. Otro tanto pudieran decir las naciones que Dios expulsó de la tierra de Canaán, cuando Israel las heredó de mano de Jehová Dios, en virtud de la promesa que hizo a los Patriarcas. Israel debe de entender que ha de abandonar seguir siendo un pueblo de comerciantes para convertirse en un reino espiritual o de sacerdotes y nación santa, tal y como está ordenado en la Torah, para servir a Dios en la palestra mundial. Esta es su misión principal y de ello depende su bendición o su maldición en la tierra y quizás, hasta eternamente.

Deut. 4, vs 28:

וַעֲבַדְתֶּם־שָׁ֣ם אֱלֹהִ֔ים מַעֲשֵׂ֖ה יְדֵ֣י אָדָ֑ם עֵ֣ץ וָאֶ֔בֶן אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־יִרְאוּן֙ וְלֹ֣א יִשְׁמְע֔וּן וְלֹ֥א יֹֽאכְל֖וּן וְלֹ֥א יְרִיחֻֽן

“…y serviréis allí a dioses, obra de manos de hombre, de madera, de piedra, los cuales no ven y no oyen y no comen y no tienen olfato…”: Al olvidarse Israel de su Dios Santo, vivo y verdadero, se dejaran contaminar por el culto a dioses de fundición y por conceptos espirituales producto de la mente gentil. Estos dioses gentiles paganos falsos no simplemente no son Dios, sino que ni siquiera son humanos ya que no tienen la facultad sensorial que tiene el humano de poder ver, tocar, oír, comer u oler…es decir, al estar hechos por la mano del humano, resultan ser inferiores a él.

Deut. 4, vs 29:

וּבִקַּשְׁתֶּ֥ם מִשָּׁ֛ם אֶת־יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ וּמָצָ֑אתָ כִּ֣י תִדְרְשֶׁ֔נּוּ בְּכׇל־לְבָבְךָ֖ וּבְכׇל־נַפְשֶֽׁךָ

o “…y si pidieres (deseares) desde allí a Jehová tu Dios, lo encontrarás cuando lo buscares con todo tu corazón y con toda tu alma…”: Dios espera que el arrepentimiento sea real y verdadero, ni ritualista ni por razones de conveniencia, es decir, para aquietar la conciencia o para anhelar salvación eterna. Comoquiera que Dios conoce el pensamiento oculto del humano, Él sabe cuando estamos siendo honestos y cuando estamos siendo interesados.

Deut. 4, vs 30:

בַּצַּ֣ר לְךָ֔ וּמְצָא֕וּךָ כֹּ֖ל הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֑לֶּה בְּאַחֲרִית֙ הַיָּמִ֔ים וְשַׁבְתָּ֙ עַד־יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ וְשָׁמַעְתָּ֖ בְּקֹלֽוֹ

o “…cuando estés en crisis y te encuentren todas estas cosas en los últimos días y vuelvas a Jehová tu Dios y escuches su voz…”: Este versículo tiene dos interpretaciones: La primera es social y tiene que ver con el fin de los tiempos cuando haya sobrepoblación y el humano no se sienta capaz de controlar los eventos, en virtud de la degeneración del medio ambiente. La segunda interpretación tiene que ver con el hecho de la vejez del individuo en particular, es decir, cuando uno se acerca a su muerte. En ambas situaciones, tanto individual como colectivamente, los que confían en Dios y luchan por un mundo mejor a cada instante, se verán protegidos por la divinidad y sobrevivirán a prácticamente todo, incluso a la muerte porque Dios no es Dios de muerte sino de vida y muy posiblemente, otorgará la vida eterna a aquellos que le agraden y sigan sus mandamientos, actuando con חסד ואמת צדקה ומשפּט o “…compasión y verdad, justicia y juicio…”..

Deut. 4, vs 31:

כִּ֣י אֵ֤ל רַחוּם֙ יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לֹ֥א יַרְפְּךָ֖ וְלֹ֣א יַשְׁחִיתֶ֑ךָ וְלֹ֤א יִשְׁכַּח֙ אֶת־בְּרִ֣ית אֲבֹתֶ֔יךָ אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לָהֶֽם

“…porque Dios piadoso es Jehová tu Dios, no te abandonará y no te destruirá y no se olvidará del pacto de tus patriarcas el cual juró a ellos…”: Hoy, los rabinos declaran que es gracias a ellos que el pueblo judío sobrevivió y aún conserva su identidad inicial, lo cual es completamente falso ya que Dios prometió a los patriarcas que nunca abandonaría a Israel y a su descendencia, en virtud del pacto que firmó con ellos. No son los rabinos con sus tradiciones babilónicas, sinagogas y rituales a la usanza gentil, sus compromisos económicos corruptos, sus oraciones vanas de labios y su rebeldía contra Dios, los que han conseguido que los judíos sobreviviéramos; es Jehová el Dios Todopoderoso el único que protegió, protege y protegerá al שארית יעקב o “remanente fiel del Israel espiritual”.

Deut. 4, vs 32:

הֲנִֽהְיָ֗ה כַּדָּבָ֤ר הַגָּדוֹל֙ הַזֶּ֔ה א֖וֹ הֲנִשְׁמַ֥ע כָּמֹֽהוּ

o “…existió como cosa grande esta o se fue oído algo parecido?…”: Todos los imperios pasados como el egipcio, el babilonio, el persa, el asirio, el griego, el romano, el soviético, etc., dejaron de existir en un momento u otro de la historia. Sin embargo, los judíos seguimos manteniendo prácticamente la misma identidad, hasta con la misma rebeldía y contumacia en contra de Dios y todo lo que es de origen divino y sin embargo, no por eso nos destruyó Dios. ¿Qué nación en el mundo puede decir que recuperó su independencia y su suelo patrio 2,000 años después de su destrucción como lo hicieron los judíos? Sin embargo, no por eso el pueblo judío se volvió a Dios y se hizo más espiritual. Aún sigue su lucha loca en contra de Dios, aquél que lo creó, lo formó, lo sostuvo a través de la historia y lo devolvió a su tierra santa. Hoy la gran mayoría de Israel desea entregar Judea, Samaria y Gaza a los palestinos, con el fin de pretender conseguir una paz con los árabes, aunque tengan que pagar el precio por desvincularse espiritualmente de Dios. Estos dirigentes ignorantes no realizan que entregando parte de la tierra prometida, no van a conseguir la paz que tanto anhelan porque se están rebelando en contra de la voluntad divina.

Deut. 4, vs 33:

הֲשָׁ֣מַֽע עָם֩ ק֨וֹל אֱלֹהִ֜ים מְדַבֵּ֧ר מִתּוֹךְ־הָאֵ֛שׁ כַּאֲשֶׁר־שָׁמַ֥עְתָּ אַתָּ֖ה וַיֶּֽחִי

o “…Escuchó algún pueblo la voz de Dios hablando en medio del fuego como escuchaste tu y viviste?…”: La revelación en el monte Horeb, en Sinaí al pueblo de Israel fue un evento único en la historia de la humanidad. No tiene parangón en la historia humana. Un ejemplo de ello es la reconquista de la tierra prometida por parte de los israelitas dos mil años después. ¿Qué otro pueblo reconquistó su tierra 2000 años después?

Deut. 4, vs 34:

א֣וֹ ׀ הֲנִסָּ֣ה אֱלֹהִ֗ים לָ֠ב֠וֹא לָקַ֨חַת ל֣וֹ גוֹי֮ מִקֶּ֣רֶב גּוֹי֒ בְּמַסֹּת֩ בְּאֹתֹ֨ת וּבְמוֹפְתִ֜ים

o “…o intentó algún dios venir a coger para él a una nación de en medio de otra nación con milagros, señales y maravillas?…”: La constitución del pueblo de Israel es única porque todos los pueblos del mundo lucharon por la independencia de su tierra y luego crearon una constitución con leyes a seguir. Israel fue constituido pueblo por Dios en el desierto y su constitución o Torá le fue dada también por Dios fuera de su suelo patrio, antes de entrar a tomar posesión de la tierra prometida. ¡Sin Dios no hay Israel!

Deut. 4, vs 35:

אַתָּה֙ הׇרְאֵ֣תָ לָדַ֔עַת כִּ֥י יְהֹוָ֖ה ה֣וּא הָאֱלֹהִ֑ים אֵ֥ין ע֖וֹד מִלְּבַדּֽוֹ

O “…tu (Israel) fuiste instruido para saber que Jehová es Dios y no hay más aparte de Él…”: Pienso que cada alma judía tiene algo puramente espiritual que la hace saber que Jehová es Dios y que no existe nadie más que Él, como reza el versículo: מִן־הַשָּׁמַ֛יִם הִשְׁמִֽיעֲךָ֥ אֶת־קֹל֖וֹ לְיַסְּרֶ֑ךָּ o “…desde los cielos te hizo oír Su voz para enseñarte…”. El pueblo judío, en su subconsciente, sabe que Jehová es Dios y por eso no se puede asimilar fácilmente, a menos que desconozca la Biblia y su contenido espiritual y se deje de seducir por otros motivos de conveniencia y que no son necesariamente espirituales. A mi entender, el judío convertido a cualquier culto o religión, sigue siendo judío, de alguna manera, hasta el día de su muerte. Sus hijos siguen llevando en sus almas algo de la llama del pacto con Dios.

Deut. 4, vs 36:

מִן־הַשָּׁמַ֛יִם הִשְׁמִֽיעֲךָ֥ אֶת־קֹל֖וֹ לְיַסְּרֶ֑ךָּ וְעַל־הָאָ֗רֶץ הֶרְאֲךָ֙ אֶת־אִשּׁ֣וֹ הַגְּדוֹלָ֔ה וּדְבָרָ֥יו שָׁמַ֖עְתָּ מִתּ֥וֹךְ הָאֵֽשׁ

O “…desde los cielos escuchaste su voz para que le temas y sobre la tierra te fue mostrado su fuego grande y sus palabras escuchaste desde el medio del fuego…”: Todos estos eventos tuvieron que ser conmovedores e impresionantes para aquellos que los presenciaron. Nosotros, los que vivimos después de ellos, sólo lo sabemos por referencias, sin haberlo, aparentemente, presenciado en vivo y en directo, por usar una terminología moderna. ¿Pudo haber estado nuestra alma allí presente, sin que lo sepamos hoy?

Deut. 4, vs 37:

וְתַ֗חַת כִּ֤י אָהַב֙ אֶת־אֲבֹתֶ֔יךָ וַיִּבְחַ֥ר בְּזַרְע֖וֹ אַחֲרָ֑יו וַיּוֹצִֽאֲךָ֧ בְּפָנָ֛יו בְּכֹח֥וֹ הַגָּדֹ֖ל מִמִּצְרָֽיִם

o “…y en virtud de que amó a tus padres y escogió a su descendencia después de ellos y los sacó de delante de ellos con su fuerza grande de Egipto…”: No fue por merecimiento propio sino, en virtud del pacto patriarcal que Dios constituyó a Israel como pueblo y le dio su Torá.

Deut. 4, vs 38:

לְהוֹרִ֗ישׁ גּוֹיִ֛ם גְּדֹלִ֧ים וַעֲצֻמִ֛ים מִמְּךָ֖ מִפָּנֶ֑יךָ לַהֲבִֽיאֲךָ֗ לָֽתֶת־לְךָ֧ אֶת־אַרְצָ֛ם נַחֲלָ֖ה כַּיּ֥וֹם הַזֶּֽה

o “…para heredar a naciones grandes y más poderosas que tu de delante tuya y para traerte y para darte a ti sus tierras como herencia, como sucede hoy…”: El término נחלה o herencia es el más adecuado, en virtud del pacto patriarcal. Existe otro término que expresa el mismo sentido de herencia: ירושה y se pronuncia “Yerushá” y tiene que ver con Jerusalén pronunciado en hebreo ירושלים “Yerushalayim”. Israel no hizo méritos para heredar la tierra santa. Los méritos los hicieron, en parte los patriarcas y en parte todos los que se adhirieron, en sus vidas, al pacto patriarcal, en espíritu y en cuerpo.

Deut. 4, vs 39:

וְיָדַעְתָּ֣ הַיּ֗וֹם וַהֲשֵׁבֹתָ֮ אֶל־לְבָבֶ֒ךָ֒ כִּ֤י יְהֹוָה֙ ה֣וּא הָֽאֱלֹהִ֔ים בַּשָּׁמַ֣יִם מִמַּ֔עַל וְעַל־הָאָ֖רֶץ מִתָּ֑חַת אֵ֖ין עֽוֹד

“…y sabrás que hoy y reflexionarás en tu corazón que Jehová es el Dios en los cielos de arriba y en la tierra de abajo ; no hay nadie más…”: La certeza que el judío lleva adentro en su espíritu le protege, aunque, hasta cierto punto, porque Dios no la impone sino que la revela solamente. En definitiva, es el judío es que, en virtud de su libre albedrío, decide escuchar esa voz divina que lleva adentro o ignorarla, en el sentir de וְשָׁמַרְתָּ֞ אֶת־חֻקָּ֣יו וְאֶת־מִצְוֺתָ֗יו o “…y guardarás sus leyes y sus mandamientos…”. Más aún, incluso cuando las ignora, Dios sigue “llamando a su puerta”, insistentemente, mientras viva, para que vuelva y participe de la provisión de vida eterna, en virtud del pacto entre Dios y los patriarcas.

Deut. 4, vs 40:

וּלְמַ֨עַן תַּאֲרִ֤יךְ יָמִים֙ עַל־הָ֣אֲדָמָ֔ה אֲשֶׁ֨ר יְהֹוָ֧ה אֱלֹהֶ֛יךָ נֹתֵ֥ן לְךָ֖

o “…y para que se alarguen tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da a ti…”: Los mandamientos divinos son para vida larga y de calidad porque contienen el elemento espiritual el cual da sentido a todo lo que uno hace. Aquellos que viven una vida dedicada al consumismo y le asignan poco tiempo al estudio de la Torá, empobrecen sus espíritus y nada les satisface en su carrera desenfrenada para conseguir poseer más y más cosas triviales que no satisfacen el espíritu sino que lo acongojan. Hay que realizar que llegar a ser es más importante que tener o acumular bienes materiales.

Deut. 4, vs 41:

אָ֣ז יַבְדִּ֤יל מֹשֶׁה֙ שָׁלֹ֣שׁ עָרִ֔ים בְּעֵ֖בֶר הַיַּרְדֵּ֑ן מִזְרְחָ֖ה שָֽׁמֶשׁ

“…entonces separó Moisés tres ciudades en la margen oriental del Jordán donde sale el sol…”: Debido a que la tribu de Rubén, la tribu de Gad y la media tribu de Manases se quedaron en la margen oriental del río Jordán, se hizo necesario que, allí también, tres ciudades de refugio para los homicidas involuntarios fueran establecidas.

Deut. 4, vs 42-43:

Aquí se mencionan las 3 ciudades de refugio que Moisés reservó para los que cometían homicidio involuntario y encontraban asilo allí.

Deut. 4, vs 44-49:

Aquí Moisés hace un recuento de los testimonios, leyes y juicios que Dios le dio a Israel y da una breve explicación acerca de las ciudades que conquistaron al lado este de la orilla del río Jordán, las cuales fueron habitadas por las tribus de Rubén y Gad y la media tribu de Manases.

Deut. 5, vs 1:

וּלְמַדְתֶּ֣ם אֹתָ֔ם וּשְׁמַרְתֶּ֖ם לַעֲשֹׂתָֽם

o “…y los aprenderéis y los guardaréis para hacerlos…”: Estos dos mandamientos siguen la progresión natural, es decir, la primera obligación es saber que existen y entender sus implicaciones más allá de su sentido literal, es decir, el figurativo y la segunda es ponerlos en práctica, venciendo, a veces, la natural rebeldía y resistencia de la condición humana, producto del libre albedrío mal practicado. Hay que tener en cuenta que lo que transforma al mundo es la acción consumada y no solamente el pensamiento, el cual se considera como la antesala de la acción, si es que esta se lleva a efecto porque, si no, todo se mantiene igual y el pensamiento se disipa porque no se materializó a través del hecho. Sin embargo, el pensamiento escrito perdura porque puede motivar a otro a implementarlo. De ahí la importancia que tiene el escribir libros para intentar perpetuar la evolución del pensamiento y del sentimiento virtuoso.

Deut. 5, vs 2:

יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֵ֗ינוּ כָּרַ֥ת עִמָּ֛נוּ בְּרִ֖ית בְּחֹרֵֽב

o “…Jehová nuestro Dios pactó con nosotros (un) convenio en Horeb…”: Este es uno de los asuntos más importantes que hay que entender para comprender la relación Jehová Dios – Israel. Me explico: Israel no es una nación como cualquier otra porque Dios pactó con ella. Desde ese momento en Horeb, el status de Israel cobró una importancia capital ya que existe una premisa de servicio a Dios, dentro del esquema de la creación: עם סגולה מכל העמים וגוי קדוש o “…pueblo especial (tesoro) de entre todos los pueblos y una nación santa…”. Este servicio reside en el ámbito espiritual y en el material también, aunque el énfasis principal reside en el aspecto espiritual. Israel está llamado a ser ממלכת כוהנים וגוי קדוש o “…un reino de sacerdotes y una nación santa…”. Este especialísimo rol tiene que contrastar contra la corriente de pensamiento natural gentil para intentar acercarlo a Dios porque los gentiles van a desarrollar concepciones mundanas acerca del misterio de la creación mientras que los Israelitas, se supone que van a aportar la concepción revelada en la Biblia. En esto reside la mayor diferencia y dificultad. En otras palabras, los gentiles, por estar ellos también hechos a imagen y semejanza del Creador, van a desear conectar con la divinidad, en virtud de sus propios y mundanos esfuerzos, lo cual es encomiador y digno de reconocimiento, elevándose desde el mundo hacia el cielo. Sin embargo, Israel va a oponer a estos esfuerzos mundanos realizados por los gentiles, su verdad universal revelada por Dios, es decir, moviéndose desde el cielo hacia la tierra. En este sentido, pensemos que si Dios no revelara su verdad al humano, este, por sus propios y mundanos medios, nunca alcanzaría a la divinidad. Ahora bien, Si Israel aprendió y comprendió bien su rol, honrando en sus interpretaciones el sentido verdadero de la Torah, su aporte a la humanidad va a resultar en beneficio único tanto para los judíos como para los gentiles porque traerá la verdad revelada al mundo. Si por el contrario, Israel minimizó la importancia de su espíritu santo y verdadero y descuidó el estudio de la Torah, inclinándose hacia el consumismo y el pragmatismo, en el mundo, no va a regir la verdad porque su aporte no está en línea con el universo que Dios creó, al comportarse como una nación gentil y mundana como cualquier otra. Esto es precisamente lo que consiguió el estamento rabínico fariseo cuando convirtió la Biblia en la religión judía, una religión más entre tantas religiones mundanas, al sacarse de la manga la hipótesis de que en el monte Horeb Dios entregó, junto a la Torah escrita, una ley oral, la cual fue transmitiéndose de generación en generación. Rabí Yehudah Hannasi, Maimónides, Yossef Caro, la Haggada, los Midrashim, etc… contribuyeron lo que se conoce hoy como la הלכה o “el cuerpo normativo e interpretativo oficial de la Torah”, aprisionando el espíritu humano libre y creativo de los judíos de cada generación en una botella la cual ellos sostienen en sus manos imperfectas y mentes relativas de conocimiento limitado. El estamento fariseo-rabínico usurpó lo que pertenece a Dios y se adueñaron de ello a través de sus tradiciones. El que quiera acercarse hoy a Dios, tiene que oficialmente pasar por ellos. ¿Quién los nombró? Nadie. Se enseñorearon sobre Israel sin mandato divino alguno.

Deut. 5, vs 3:

לֹ֣א אֶת־אֲבֹתֵ֔ינוּ כָּרַ֥ת יְהֹוָ֖ה אֶת־הַבְּרִ֣ית הַזֹּ֑את כִּ֣י אִתָּ֔נוּ אֲנַ֨חְנוּ אֵ֥לֶּה פֹ֛ה הַיּ֖וֹם כֻּלָּ֥נוּ חַיִּֽים

“…no con nuestros padres hizo Jehová el pacto este sino (también) con todos nosotros aquí hoy todos vivos…”: Precisamente, este pacto va de generación en generación en forma de relevo. No se trata de que una generación haga el trabajo y los demás lo sigan sino que cada generación aprenda lo que las generaciones anteriores consiguieron y contribuyan ellos, a su vez, a su enriquecimiento para transmitirlo a las generaciones futuras más completo de como lo recibieron. Por eso, cualquier condicionamiento tiene que ser dinámico y cambiante y no estático como preconizan la tradición rabínica. La responsabilidad, no sólo del cumplimiento, sino de su interpretación también, es de todo Israel, individual y colectivamente, en todas y cada una de las generaciones vividas y por vivir.

Deut. 5, vs 4:

פָּנִ֣ים ׀ בְּפָנִ֗ים דִּבֶּ֨ר יְהֹוָ֧ה עִמָּכֶ֛ם בָּהָ֖ר מִתּ֥וֹךְ הָאֵֽשׁ

o “…cara a cara habló Jehová con ustedes en el monte en medio del fuego…”: Frente a frente, es decir, Dios, en su revelación, se dirigió a ellos directamente y sin intermediario hasta que la multitud temió y pidieron a Moisés que se constituyese en intermediario por miedo a que murieran, en virtud de la insostenible presencia divina, como reza a continuación: כִּ֤י יְרֵאתֶם֙ מִפְּנֵ֣י הָאֵ֔שׁ וְלֹֽא־עֲלִיתֶ֥ם בָּהָ֖ר לֵאמֹֽר o “…porque temisteis delante del fuego y no subisteis al monte diciendo…”.

Deut. 5, vs 5:

אָ֠נֹכִ֠י עֹמֵ֨ד בֵּין־יְהֹוָ֤ה וּבֵֽינֵיכֶם֙ בָּעֵ֣ת הַהִ֔וא לְהַגִּ֥יד לָכֶ֖ם אֶת־דְּבַ֣ר יְהֹוָ֑ה

o “…Yo estuve entre Jehová y entre vosotros en aquel tiempo para anunciaros a ustedes la palabra de Jehová…”: Moisés fue el que subió al monte de Dios, entre el símbolo de la presencia divina, esta vez reflejado en la cima del monte y el pueblo, el cual se encontraba al pie del mismo observando de lejos los eventos extraordinarios que allí sucedían. Recordemos que Dios le había dicho a Moisés que el pueblo no subiera al monte.

Deut.. 5 vs 6:

אָֽנֹכִ֖י֙ יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֑֔יךָ אֲשֶׁ֧ר הוֹצֵאתִ֛יךָ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרַ֖יִם מִבֵּ֣֥ית עֲבָדִ֑͏ֽים

o “…Yo Soy Jehová tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto de casa de servidumbre…”: El hecho de que Dios le recordara a Israel que lo sacó de la tierra de Egipto en vez de decir que es El Creador del universo, indica que Dios quiere recordarle a los hebreos que tienen una deuda pendiente con Dios por su libertad. A partir de este momento, cualquier relación entre Dios e Israel se verá influenciada por este condicionamiento. Israel no es como los demás pueblos de la tierra porque Dios tuvo con él cierta deferencia que no tuvo con ningún otro pueblo. Por eso, cuando algunos judíos se contentan con ser como los gentiles, están chocando frontalmente contra este mandamiento porque Dios, precisamente, le recuerda a Israel que ni lo es ni lo puede ser. Por eso, todos los judíos que se quieren asimilar a las costumbres gentiles reciben un castigo muy duro por parte de Dios.

Deut.. 5 vs 7:

לֹ֣א־יִהְיֶ֥͏ֽה־לְךָ֛֩ אֱלֹהִ֥֨ים אֲחֵרִ֖֜ים עַל־פָּנָֽ͏ַ֗י

o “…no tendrás para ti dioses ajenos delante de mí…”: Dios se declara como Uno y no tolera que el humano cree dioses en su mente y los eleve a nivel del Dios vivo y verdadero. Esto es más para el bien del humano que para la competencia que le pudieran hacer a Dios unos cuantos dioses falsos. La concepción de un solo poder personal que rige el universo abre avenidas prometedoras porque encamina al individuo para encarar verdades derivadas de esta conclusión filosófica y espiritual. De hecho, el monoteísmo, hoy por hoy, es la opinión de la elite intelectual mayoritaria del mundo creyente.

Deut.. 5 vs 8:

לֹֽ֣א־תַעֲשֶֽׂ֨ה־לְךָ֥֣ פֶ֣֙סֶל֙ ׀ כׇּל־תְּמוּנָ֔֡ה

o “…no te harás para ti escultura ni toda imagen…”: Nada de lo que el hombre conoce lo puede asemejar a Dios porque Dios no está contenido en la creación universal (dimensión tiempo-espacio) sino que está más allá de ella. El humano no puede manufacturar un dios ni siquiera concebirle en términos de definición. Las religiones cometen el error de pretender “rebajar” a Dios y ponerle a la altura del humano mediocre en lugar de “elevar” al humano a Dios, inspirándole en la virtud espiritual. En mi opinión, el dogma cristiano de la santísima trinidad, el cual incorpora a Jesús, un humano, a la divinidad, infringe frontalmente este mandamiento.

Deut.. 5 vs 9:

לֹא־תִשְׁתַּחֲוֶ֥֣ה לָהֶ֖ם֮ וְלֹ֣א תׇעׇבְדֵ֑ם֒

o “…no te inclinarás a ellos y no los servirás…”: Al pueblo de Israel le está terminantemente prohibido arrodillarse ante cualquier dios de cualquier religión. También le está prohibido asistir a Iglesia alguna, Mezquita, pagoda o cualquier lugar donde se adore a dios falso. La razón es bien sencilla ya que el versículo prohíbe “servirles” de manera directa o indirecta. Cuando se asiste a una ceremonia religiosa gentil, se está cooperando con el culto a dioses ajenos. El pueblo hebreo tiene la obligación de oponerse a asistir, a menos que su vida peligre grandemente. La igualdad que pretenden los liberales, poniendo a Jehová, a la altura de los demás dioses ajenos de las religiones gentiles, para lucir democráticos y aceptables, no es justa porque Jehová es Dios y todo lo demás no lo es.

Deut.. 5 vs 9:

כִּ֣י אָנֹכִ֞י יְהֹוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ אֵ֣ל קַנָּ֔א

o “…porque Yo Soy Jehová tu Dios, Dios celoso…”: Dios es celoso porque ¿Cómo va a compartir con nadie su honra cuando no existe nadie además de Él? El imaginar y servir a dioses ajenos es equivalente a pretender robar a Dios lo que es de Dios.

Deut.. 5 vs 9:

פֹּ֠קֵ֠ד עֲוֺ֨ן אָב֧וֹת עַל־בָּנִ֛ים וְעַל־שִׁלֵּשִׁ֥ים וְעַל־רִבֵּעִ֖ים לְשֹׂנְאָֽ֑י

o “…recuerda (visita) el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que le odian…”: Dios establece una conexión entre padres e hijos porque el mundo es como una cadena y cada generación es como un eslabón de esa cadena. Por consiguiente, existe una conexión directa entre eslabón y eslabón porque entre todos forman la cadena. Ahora bien, Dios recuerda el pecado en forma genética hasta la cuarta generación. Después de eso, aparentemente, desaparece. El estudio reciente del genoma demuestra que se ha podido confirmar que existe una influencia genética que se transmite hasta la cuarta generación.

Deut.. 5 vs 10:

וְעֹ֥֤שֶׂה חֶ֖֙סֶד֙ לַֽאֲלָפִ֑֔ים לְאֹהֲבַ֖י וּלְשֹׁמְרֵ֥י (מצותו) [מִצְוֺתָֽי]

o “…y hace misericordia a miles (de generaciones) a los que le aman y guardan Mis mandamientos…”: Concerniente a las virtudes, Dios las recuerda genéticamente por miles de generaciones. Aquí vemos la desproporción que existe entre la retribución divina, la cual favorece el bien por miles de generaciones mientras que recuerda el mal por sólo tres o cuatro generaciones.

Deut.. 5 vs 11:

לֹ֥א תִשָּׂ֛א אֶת־שֵֽׁם־יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ לַשָּׁ֑וְא

o “…no cargarás con el Nombre de Jehová tu Dios en vano…”: יהודה o Judah conlleva el Nombre Divino de יהוה o Jehová en él, como se puede comparar letra por letra. Fíjense que las cuatro letras del Tetragrámaton están en el nombre de Judah: י ה ו ד ה. Por eso, el judío que no se comporta con la dignidad debida o simplemente se considera como un gentil, está llevando el Nombre de Jehová en vano. El Llevar el Nombre divino tiene implicaciones derivadas del pacto de Dios con Abrahán, Isaac y Jacob. Definitivamente, Judah no es un pueblo más entre las naciones de la tierra. Es el remanente de Jacob y Dios espera de él que esté a la altura espiritual debida para ejercer en el mundo el rol espiritual para el cual fue creado. En otro orden de cosas, hay que resaltar el hecho de que la totalidad de las interpretaciones rabínicas de este versículo tienden a considerarlo como “no jurar” por el nombre de Dios en vano, cosa incorrecta porque el término sería תשבע el cual significa “jurar” mientras que el término תשא significa “cargar o llevar”.

Deut.. 5 vs 12:

שָׁמ֛֣וֹר אֶת־י֥וֹם֩ הַשַּׁבָּ֖֨ת לְקַדְּשׁ֑֜וֹ

o “…guarda el día de Sábado para santificarlo…”: En Éxodo 20, vs 8: está escrito: זכור o “recuerda” y aquí esta dicho: שמור o “guarda”. Ambos son parte de un mismo sentir, es decir, recordar para guardar y guardar para recordar. El séptimo día es de dedicación a Dios. Este día pertenece a Dios como reza:

Que lindo es cuando se reúnen los padres, los hijos, los nietos y los invitados de turno, alrededor de la mesa del sábado para santificar a Dios y para participar del mundo de paz y de gloria que el Creador concibió. No puede haber paz en el corazón del humano si no hay reconciliación con Dios. El humano ha de reconocer que todo empieza en Dios y acaba en Dios. Sin Él no hay nada porque el que abandona a Dios cae, tarde o temprano, en el intento de endiosamiento en su propio ego. Dios es nuestra esperanza y Él nos sostiene con Su diestra y nos llena el espíritu de contenido y de sentido. La vida sin Dios es muerte espiritual y la muerte con Dios es esperanza de vida eterna.

Deut.. 5 vs 13:

שֵׁ֤֣שֶׁת יָמִ֣ים֙ תַּֽעֲבֹ֔ד֮ וְעָשִׂ֖֣יתָ כׇּֿל־מְלַאכְתֶּֽךָ֒

o “…Seis días trabajarás y harás todas tus obras…”: Lo mismo que existe el mandamiento de no trabajar, existe el de trabajar durante los seis días de la semana. Este es un mundo para hacer como reza en Gen. 2, vs 3: אשר ברא אלהים לעשות o “…que Dios hizo para hacer (actuar)..”. Dios pudiera haber hecho el mundo completo, sin embargo prefirió hacerlo imperfecto para darle al humano la oportunidad de completarlo porque la gloria ha de ser merecida.

Deut.. 5 vs 14:

וְעַבְדְּךָֽ־וַ֠אֲמָתֶ֠ךָ וְשׁוֹרְךָ֨ וַחֲמֹֽרְךָ֜ וְכׇל־בְּהֶמְתֶּ֗ךָ וְגֵֽרְךָ֙ אֲשֶׁ֣ר בִּשְׁעָרֶ֔יךָ

o “…tu siervo, tu sierva, tu bestia y el extranjero que vive en tus ciudades…”: El sábado es deleite para todos los humanos e incluso para los animales. Todos se deben de recoger alrededor de su Santo Creador para gozar del descanso físico y del espiritual. Israel ha de ser el pueblo piloto para que las naciones gentiles del mundo lo emulen luego en el sentir de la obra de la creación o זכר למעשה בראשית Contrariamente, el Talmúd babilónico, en un despliegue de petulancia e ignorancia mayúsculas, condena a muerte al gentil que observe el día de Sábado חיב מתה.

Deut.. 5 vs 15:

וַיֹּצִ֨אֲךָ֜֩ יְהֹוָ֤֨ה אֱלֹהֶ֤֙יךָ֙ מִשָּׁ֔ם֙ בְּיָ֥֤ד חֲזָקָ֖ה֙ וּבִזְרֹ֣עַ נְטוּיָ֑֔ה עַל־כֵּ֗ן צִוְּךָ֙ יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ לַעֲשׂ֖וֹת אֶת־י֥וֹם הַשַּׁבָּֽת

o “…y te sacó Jehová tu Dios de allí con mano fuerte y con brazo extendido, por eso te encomendó Jehová tu Dios hacer el día de Sábado…”: Mientras los Israelitas moraban en condiciones de esclavitud en Egipto, no tenían ningún día libre porque trabajaban 7 días a la semana. Esta esclavitud los mantenía en constante entrega al mundo material y no disponían de tiempo para reflexionar. El día de sábado es precisamente el día en el que no se ha de hacer obra alguna con el fin de dedicarlo, no solamente al descanso físico sino al estudio y cuidado de la virtud espiritual. En el día de sábado uno tiene que esforzarse por estudiar la Biblia y todo lo que sea tendente a expandir los limites de la conciencia del espíritu. En este día santo se ha de experimentar la trascendencia es decir, la eternidad en el alma. Por eso, aquellos que solamente descansan en el día de Sábado y que no se espiritualizan, no experimentan la trascendencia o eternidad del alma; sólo el descanso del cuerpo שבת o “descanso”, lo cual no está completo porque le falta su alineamiento con el término יתנפש o “espiritualizarse”. Tanto es así que, con referencia al sábado está dicho en Gén. 2, vs 3: ויברך ויקדש o “…y lo bendijo y lo santificó…”, es decir, una bendición en el ámbito físico y otra bendición en el ámbito espiritual. Para observar el sábado debidamente es preciso y necesario cumplir con estos dos requisitos. El crecimiento espiritual tiene que ver con el desarrollo del intelecto y la expansión de la conciencia.

Deut.. 5 vs 16:

כַּבֵּ֤ד אֶת־אָבִ֙יךָ֙ וְאֶת־אִמֶּ֔ךָ

u “…honra a tu padre y a tu madre…”: Por honrar se entiende ser independiente y convertirse en una fuerza al servicio de Dios y de la humanidad. Un estatus social espiritual que dignifique a los padres. No se trata de devolverles a los padres todo lo bueno que hicieron por nosotros porque eso, no se lo debemos a ellos sino a nuestros hijos, por ley de vida.

Deut.. 5 vs 16:

לְמַ֣עַן ׀ יַאֲרִיכֻ֣ן יָמֶ֗יךָ

o “…para que se alarguen tus días…”: La largura de días tiene dos significados: El primero tiene que ver con la paz interior que hace que el humano encuentre más sentido y gozo en todo cuanto hace y segundo, en vivir más tiempo, en virtud del orden que uno establece como consecuencia de armonizar su generación con la de sus padres, algo bien difícil, lo cual le produce el beneficio de la continuidad en el cambio, es decir, de seguir manteniendo los valores espirituales heredados de nuestros padres, enriqueciéndolos con nuestra aportación en el mundo moderno del hoy. El énfasis ha de ser puesto en los valores espirituales revelados y no en los tradicionales de un ayer caduco.

Deut.. 5 vs 16:

אֲשֶׁר־יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ נֹתֵ֥ן לָֽךְ

o “…que Jehová tu Dios te da…”: Es muy importante realizar, en todo momento y con corazón agradecido, que todo se lo debemos a Dios. Un corazón agradecido proviene de un ser en armonía con Dios, con él mismo y con el universo externo. Reconocer que todo es de Dios es aceptar la verdad de las cosas y darle a Dios lo que es de Dios, contentándose uno con su parte, dentro de la totalidad que Dios es y representa. El divorcio espiritual o conceptual de Dios cae inexorablemente en el endiosamiento propio, lo cual es una fantasía porque el humano en sí es nada…es más pequeño que el tiempo. Sin embargo, cuando se incorpora a la divinidad y se integra uno en ella, la perspectiva cambia porque se contempla lo eterno, absoluto e infinito, lo cual trasciende al tiempo y al espacio.

Deut.. 5 vs 17:

לֹ֥֖א תִּֿרְצָ֖͏ֽח

o “…no asesinarás…”: Lo cual no quiere decir no matarás, como lo interpretan la mayoría de las traducciones bíblicas. Por asesinato se entiende matar a un inocente. El matar a un asesino o matar en defensa propia está bíblicamente permitido y hasta recomendado. El suicidarse, en condiciones mentales normales, es similar a asesinar a otro. En condiciones de enfermedad, es diferente porque uno no sabe lo que está haciendo.

EL SUICIDIO

Para el que lo comete, el suicidio tiene sentido, por expresarlo de alguna manera, debido a que el individuo llega a la triste percepción de que la perspectiva de la muerte le parece mejor que la experiencia de la vida, es decir, le tiene más miedo a la vida que a la muerte. A menudo, el suicidio es puramente “emocional” y ocurre porque el humano se acostumbró a vivir en sus dulces e inmaduras fantasías más que en la realidad cruda de la vida. Consecuentemente, sus ilusiones se ven frustradas por la realidad, una y otra vez, hasta que llega el día en el que siente que no resiste seguir viviendo más frustraciones. También puede ocurrir que, debido a una crisis aguda, incluso una mente usualmente objetiva, perciba esa crisis como algo verdaderamente insuperable para él. Lo peligroso de esta situación estriba en el hecho de que la apreciación de lo que se percibe como “insuperable” se hace cuando el humano está precisamente viviendo bajo los efectos de esa precaria y parcializada situación, donde su mente aún no se ajustó al cambio. Por eso, en casos rebeldes, es tan necesaria la atención médica inmediata y el uso de sedantes cuando alguien está experimentando esta amarga transición. No hay duda de que los sedantes, artificialmente, ejercen una influencia positiva en la percepción, lo cual permite al individuo visualizar cierta luz, aunque sea mientras dure el efecto del sedante. Es un hecho comprobado que, con el tiempo, cualquier crisis se puede superar y uno puede volver a recuperar la alegría de vivir, aunque no la inmadura alegría que uno tenía antes, sino otra alegría mucho más evolucionada y por ende sabia.

Existen otros casos de suicidio, los cuales provienen o de una tendencia genética heredada o de un desarrollo inadecuado. Esta propensión, en mentes bien educadas, es decir, acostumbradas a buscar la verdad mediante la razón y la compasión en todas las situaciones, no es ni determinante, ni conclusiva. No me cabe duda de que la percepción de los problemas se puede magnificar o minimizar en función de la actitud que uno desarrolle al respecto, es decir, una actitud negativa puede empeorar la tendencia genética heredada, así como un empeoramiento de esta tendencia puede agravar a su vez también el estado psicológico y físico. Lo genético y lo psicológico, están entrelazados y uno condiciona a su vez al otro.

Otro tipo de suicidio, el cual yo denomino espiritual, puede ocurrir cuando el individuo no ejerce una conexión espiritual con su universo interno y por ende con יהוה Jehová Dios y con el universo externo. El humano, lo reconozca o no, precisa de יהוה Dios para su existencia porque él no se auto-creó. Su estado imperfecto exige cierto equilibrio espiritual, a través de la aceptación y sumisión a una verdad superior a la suya, es decir, para su propio sostenimiento, el humano se tiene que apoyar en יהוה Dios y no en sí mismo, porque יהוה Dios protege al humano mientras que el humano, imperfecto de condición, no se puede auto-sostener. En otras palabras, la vida sin יהוה Dios crea un vacío espiritual bien peligroso. Puede que uno, mientras se sienta joven, se embriague de placeres y de consumismo; sin embargo, tarde o temprano llegará al punto en el cual incluso esos placeres y ese consumismo ya no tengan mucho sentido para él. Un espíritu sano ama la vida y rechaza de plano el suicidio; un espíritu carente llega a conclusiones erróneas y puede, ante determinada circunstancia, apelar al suicidio, al considerarlo como la acción más apropiada, sobre todo, ante gran adversidad, enfermedad o vejez. El grave error entonces estaría en el hecho de que el que lo comete, solamente considera esta vida y no la provisión de vida eterna futura, la cual con este ilícito proceder compromete.

En esencia, el suicidio tiene mucho que ver con una actitud tradicional o estancada, renuente al cambio. Una mente educada para ser objetiva, acepta tanto el cambio cosmético como el fundamental y entiende que a fin de cuentas no somos dueños de nada y sólo somos espectadores de una situación tras otra, las cuales afectan y condicionan actitudes futuras. Es preciso entender que hay que saber entrar y saber salir en toda situación. Pensemos que no hemos venido a este mundo para quedarnos para siempre y que nadie tiene garantizada su felicidad en él tampoco. Hay que realizar, con elegancia y arte, que, como dice proverbios, “…existen tiempos para todo…: Tiempo de amar y tiempo de odiar; tiempo de recoger y tiempo de esparcir; tiempo de guerra y tiempo de paz; tiempo para pensar y tiempo para actuar; tiempo de nacer y tiempo de morir…”. Consecuentemente, no hay motivo ni razón para enloquecer o perder el ánimo, ya que cada etapa de la vida tiene su riqueza particular y, créame el lector en esto que le voy a decir a continuación: La vejez, tan fea como parece, puede resultar en la etapa más interesante de todas, ya que, con todo lo que uno vio y vivió, está en medida de entender el ciclo completo de la creación, sobre todo si ama a יהוה Dios, si conoce sus caminos, y si le teme, como reza en Isaías 46, vs 10:

“..ועד זקנה הוא ועד שיבה אני אסבל אני עשיתי ואני אשא ואני אסבל ואמלט” o “…También en tu vejez Soy el mismo y hasta las canas yo cargaré con vosotros; yo lo he hecho así y lo seguiré llevando. Yo cargaré con vosotros y os salvaré…”

Finalmente, diré que la misma muerte tiene su tiempo y su lugar. Ella es natural porque forma parte del ciclo que llamamos vida. De hecho, la muerte viene a cerrar el ciclo de la vida y como tal merece su particular atención y especial consideración. Para mí, la muerte representa el fin del trabajo para el cual uno fue enviado por יהוה Dios bendito a este mundo. En este sentido, cuando mi final llegue, creo estar animado por el inminente reencuentro con יהוה Dios bendito y toda su santa bondad y gran amor, esperanzado en la ambición o en la presunción de que mi vida fue de su agrado. Confío en que cuando cruce el umbral de la muerte y caiga en el hoyo oscuro del aparente vacío existencial, las palmas de Sus Santas manos divinas me acogerán con la dulzura, cuidado y delicadeza propios del gran amor que un buen padre siente por su hijo amado, cuando el comportamiento de este, en vida, le agradó. Esta es mi presunción y la que me animó en vida a esforzarme para servir a Dios y a la humanidad.

Deut.. 5 vs 17:

וְלֹ֣֖א תִּֿנְאָ֑͏ֽף

o “…Y no fornicarás…”: Por fornicar se entiende la práctica lasciva o lujuriosa que sólo contempla el aspecto animal y no conlleva el espiritual, es decir, perseguir el placer exclusivamente sin la responsabilidad correspondiente que el acto conlleva. Se puede incluso fornicar con la legitima esposa porque el espíritu no asiste al acto carnal. Este mandamiento no tiene tanto que ver con la práctica del adulterio, como lo interpreta el judaísmo tradicional y la mayoría de las traducciones bíblicas gentiles. Se relaciona con el adulterio, únicamente, cuando el varón realiza el acto sexual con una mujer esposada con otro. La fornicación conduce inexorablemente hacia la violencia y hacia el caos. Por otro lado, contra más se fornica, menos se procrea porque lo que interesa es el placer.

Deut.. 5 vs 17:

וְלֹ֣֖א תִּֿגְנֹֽ֔ב

o “… Y no robarás…”: Es preciso entender que para que exista un orden social, la propiedad ajena ha de ser respetada con el mismo celo y la misma integridad que la propia. Se trata de una medida de justicia necesaria para permitir que la paz y la convivencia social sean posibles. El hurto, cuando se generaliza, como está sucediendo hoy en día, conduce a la violencia y al caos.

Deut.. 5 vs 17:

וְלֹֽא־תַעֲנֶ֥ה בְרֵֽעֲךָ֖ עֵ֥ד שָֽׁוְא

o “…Y no afligirás a tu prójimo con testimonio falso…”: El humano ha de preservar el:

חסד ואמת צדקה ומשפּט o “…la compasión, la verdad, la justicia y el juicio…” para su propia supervivencia. Dar un testimonio falso contribuye a corromper a la sociedad. El culpable de este pecado tenía que ser castigado con la misma pena con la cual la victima inocente iba a ser castigada, en función del falso testimonio.

Deut.. 5 vs 18:

וְלֹ֥א תַחְמֹ֖ד אֵ֣שֶׁת רֵעֶ֑ךָ

o “…Y no codiciarás a la mujer de tu prójimo…”: La codicia y el celo son malos consejeros porque tienden a enfocar la atención fuera de uno, en otras personas, cuando en realidad, la felicidad depende de lo que haga uno para sí mismo y para los demás, en su vida en particular. Las comparaciones no son correctas porque cada cual tiene su mundo y sus necesidades y nosotros deberíamos de preocuparnos de las nuestras, en vez de copiar de lo que hacen otros.

Deut.. 5 vs 18:

וְלֹ֨א תִתְאַוֶּ֜ה בֵּ֣ית רֵעֶ֗ךָ שָׂדֵ֜הוּ וְעַבְדּ֤וֹ וַאֲמָתוֹ֙ שׁוֹר֣וֹ וַחֲמֹר֔וֹ וְכֹ֖ל אֲשֶׁ֥ר לְרֵעֶֽךָ

o “…Y no codiciarás la casa de tu prójimo, su campo, y su siervo, y su sierva, su buey, y su burro ni todo lo que sea de tu prójimo…”: El respetar lo ajeno es esencial para que los demás respeten lo de uno. De hecho, el derecho individual termina donde empieza el derecho ajeno. Este mandamiento y el de no robar tienen gran parecido aunque el de no robar se refiere a la acción de no robar mientras que el no codiciar se refiere a la intención, en la dimensión del pensamiento. A fin de cuentas, sólo comemos de nuestro plato así que ¿Para qué fijarse en el plato ajeno para anhelarlo?

Finalmente, diré que en nuestros pensamientos se cocinan nuestras futuras acciones. De ahí la importancia que tiene el pensar lo correcto, como medio para ir enmendando las malas obras pasadas. Reflexionando, uno llega a la conclusión de que cuando se anhela lo ajeno, se acaba mal porque si se realiza lo anhelado se consuma el pecado y si no, entonces uno vive frustrado por no poderlo realizar. La consecuencia inteligente es saber valorar y hasta anhelar lo que uno tiene y olvidarse de lo ajeno.

Deut.. 5 vs 19:

אֶֽת־הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֡לֶּה דִּבֶּר֩ יְהֹוָ֨ה אֶל־כׇּל־קְהַלְכֶ֜ם בָּהָ֗ר מִתּ֤וֹךְ הָאֵשׁ֙ הֶֽעָנָ֣ן וְהָֽעֲרָפֶ֔ל ק֥וֹל גָּד֖וֹל

“…estas palabras habló Jehová a todas vuestras congregaciones en el monte, en medio del fuego, la nube y la oscuridad, voz grande…”: Dios pronunció los 10 mandamientos completos y no sólo los 3 primeros mandamientos, como algunos rabinos erróneamente interpretan porque en Éxodo 20 vs 1, está explícitamente dicho: וידבר אלהים את כל הדברים האלה o “…Y habló Dios todas estas palabras…”.

Deut.. 5 vs 19:

וַֽיִּכְתְּבֵ֗ם עַל־שְׁנֵי֙ לֻחֹ֣ת אֲבָנִ֔ים וַֽיִּתְּנֵ֖ם אֵלָֽי

o “…y los escribió sobre dos tablas de piedra y los dio a mí…”: Las palabras que pronunció Dios al pueblo, fueron precisamente los 10 Mandamientos que luego Moisés recibió de mano de Dios, grabados por las dos caras.

Deut.. 5 vs 20:

וַיְהִ֗י כְּשׇׁמְעֲכֶ֤ם אֶת־הַקּוֹל֙ מִתּ֣וֹךְ הַחֹ֔שֶׁךְ וְהָהָ֖ר בֹּעֵ֣ר בָּאֵ֑שׁ

o “…y aconteció que cuando oyó la voz de en medio de la oscuridad y el monte ardía en fuego…”: El pueblo se estremeció, en virtud de los acontecimientos que estaban ocurriendo ante sus ojos. Infiero que fue una comunicación no solamente física sino espiritual. El ser humano estaba totalmente envuelto en lo que estaba sucediendo, cuerpo y alma.

Deut.. 5 vs 21:

רָאִ֔ינוּ כִּֽי־יְדַבֵּ֧ר אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָֽאָדָ֖ם וָחָֽי

o “…vimos como habla Dios al hombre y (este) vive…”: Hasta ahora, el pueblo entendía que no podían estar en presencia de Dios y seguir viviendo; sin embargo, todos vieron que ello era posible, en virtud de que Dios descendió, en el sentido espiritual, para acortar la distancia que le separa de los humanos, con el fin de que ellos pudieran presenciar (ver y oír) algo de su realidad absoluta. Lo ideal, sería que el humano se elevara para encontrarse con Dios en el camino, a través de los caminos de santidad y justicia. Esto es, en esencia, el pacto de Dios con los patriarcas.

Deut.. 5 vs 22:

וְעַתָּה֙ לָ֣מָּה נָמ֔וּת כִּ֣י תֹֽאכְלֵ֔נוּ הָאֵ֥שׁ הַגְּדֹלָ֖ה הַזֹּ֑את אִם־יֹסְפִ֣ים ׀ אֲנַ֗חְנוּ לִ֠שְׁמֹ֠עַ אֶת־ק֨וֹל יְהֹוָ֧ה אֱלֹהֵ֛ינוּ ע֖וֹד וָמָֽתְנוּ

o “…¿y ahora por que moriremos a causa de que nos abrace el fuego grande este si continuamos nosotros escuchando la voz de Jehová nuestro Dios aún y morimos?…”. En el versículo anterior se declara que Dios habla al humano y este aún vive, sin embargo, el pueblo se piensa que si Dios continúa hablando con ellos, ellos van a morir.

Deut.. 5 vs 23:

כִּ֣י מִ֣י כׇל־בָּשָׂ֡ר אֲשֶׁ֣ר שָׁמַ֣ע קוֹל֩ אֱלֹהִ֨ים חַיִּ֜ים מְדַבֵּ֧ר מִתּוֹךְ־הָאֵ֛שׁ כָּמֹ֖נוּ וַיֶּֽחִי

“…porque ¿Qué es toda carne para poder oír la voz del Dios viviente hablar en medio del fuego como nosotros y vivir?…”: Dios es espíritu y no carne. Por carne se entiende con límites propios del espacio y del tiempo. Por eso, cualquiera que se acerque a Dios, ha de poner el énfasis en la interacción espiritual eterna más que en la física, sujeta a la dimensión tiempo-espacio. El humano, aunque está compuesto de carne, también posee espíritu, es decir, tiene un pie en el mundo físico y otro en la dimensión espiritual. Esta condición espiritual es la que le permite razonar y ser diferente a cualquier otra criatura de la tierra, en virtud de su libre voluntad.

Deut. 5 vs 24:

וְאַ֣תְּ ׀ תְּדַבֵּ֣ר אֵלֵ֗ינוּ

o “…y tu hablarás con nosotros…”: el término וְאַ֣תְּ o “…y tu…” está dicho en femenino y no en masculino como debería de ser ya que Moisés era varón y no hembra. La razón por la cual Dios usa el femenino estriba en el hecho de que la hembra es la que lleva a su cría en su vientre y no el varón, el cual sólo pone el semen para que la hembra lo ovule y lo desarrolle. Este término lo usa la Biblia para indicarnos que Moisés actuó como una madre (femenino) para Israel, más allá de cómo actuaría un padre cabal.

MISTERIO, MIEDO, MITO Y SIMBOLISMO RELIGIOSO.

¿Qué es el misterio? Simplemente, todo cuanto la mente humana no acierta a explicarse. Como dijo el filósofo David Hume, la mente sólo acierta a interpretar lo que los sentidos le comunican, en función de las comparaciones que hace con lo conocido y a las conclusiones o inferencias lógicas derivadas de la ley de la causalidad, es decir, observando la relación lógica entre causa y efecto. Existen diferentes niveles de misterio. El misterio acerca de la identidad espiritual del humano; el misterio del universo en el que vivimos; el misterio de los eventos diarios más básicos e insignificantes, los cuales no resultan tan fáciles de interpretar correctamente; etc., hasta el misterio Supremo, es decir, el concerniente a la existencia y sabiduría Suprema de יהוה Dios. Yo veo al misterio como una provocación o reto para la mente curiosa, inquisitiva y crítica y no para infundirnos miedo o temor psicológico a lo desconocido. Por otro lado, el estudio tiene su limitación porque por mucho que estudiemos nunca llegaremos a saberlo todo y a erradicar el misterio por completo.

¿Por qué desarrollar miedo? Razonando un poco, observamos como, la humanidad ha sobrevivido, por milenios, en condiciones de falta de conocimiento previo y en la inseguridad existencial; entonces, deberíamos, en buena lógica, de sentirnos optimistas con respecto al futuro. Pienso que la conquista de ciertos tipos de misterios por la mente humana, merced a los descubrimientos científicos alcanzados hasta ahora, debería de educarnos de cara a la nueva actitud a desarrollar frente a misterios futuros. A estas alturas, ya sabemos que el misterio produce en el humano un sentimiento de inseguridad natural, el cual debería de ser bien entendido en vez de evadido, ignorado, temido o exagerado, es decir, que duda cabe de que la inseguridad es necesaria para mantener la motivación y el instinto de supervivencia bien entrenados y alertas.

¿Cuál es la relación existente entre el misterio, el miedo y el mito? El mito, a mi entender, es consecuencia de la inseguridad psicológica la cual manufactura una reacción supersticiosa, emanada de la tradición humana, la cual, mediante símbolos y rituales, tiende a controlar la emoción y a neutralizar el miedo psicológico ocasionado por la inseguridad y el desequilibrio mental que produce cualquier misterio. Por ejemplo, el humano del pasado, preso del miedo, reaccionaba emocionalmente aceptando el mito como respuesta psicológica al misterio de una realidad superior que él no se podía explicar y por ende controlar. En otras palabras, la psiquis humana dominada por el miedo psicológico, tiende a buscar la seguridad mediante cualquier tipo de control con el fin de lograr que su universo emocional interno quede balanceado. Como la realidad que él conoce no es completa, esto le produce un sentimiento de inseguridad e inestabilidad psicológica. Consecuentemente, se somete voluntariamente a la aceptación y dependencia de la superstición del mito, la cual le sirve psicológicamente de bastón de apoyo o muleta artificial con lo cual se estabiliza anímicamente, en su ignorancia.

Por otro lado, el intelectual de hoy que no busca la seguridad, porque entiende los beneficios de la inseguridad emocional, como factor motivador por excelencia sabe que la seguridad, en el mejor de los casos, es relativa, aceptando el reto de su realidad incompleta o parcial y no dejándose perturbar emocionalmente por ello, liberando así su espíritu del miedo psicológico. Una mente evolucionada o educada, la cual dispone del recurso al intelecto, no considera necesario crear dependencia emocional en forma de mito. Es obvio que el objetivismo de la razón le hace entender a uno que no es preciso temer lo que no sabe o conoce. Lo importante es observarlo con mente abierta, crítica y lógica para descifrar su misterio cuanto antes. Además, en el caso en que no lo entendiera, el humano no es יהוה Dios para saberlo todo. El sabio concluye de que Dios está a cargo, como lo ha demostrado en el pasado. Sin embargo, el ignorante de condición, busca la seguridad y encuentra en el mito y en la práctica supersticiosa una “respuesta emocional” aunque no se percate de que es auto-proyectada o manufacturada para su propia conveniencia. Pienso que cuando se conoce la verdad de una situación, el mito está de más. De hecho la vigencia del mito está en función del descubrimiento de la respuesta al misterio que creó el mito como reacción emocional. Por ejemplo, entre las culturas más atrasadas, los mitos abundan. Sin embargo, entre las culturas modernas, la ciencia está asestando a los mitos, día tras día, golpes decisivos.

¿Qué relación existe entre el misterio, el mito y el simbolismo o ritual religioso? Analicemos primero qué es la religión. A mi entender, es una forma de controlar las emociones de las mentes mediocres y su inseguridad, mediante ciertas creencias basadas en leyendas tradicionales y condicionamientos de grupo, en su mayoría de manera mítica, ritualista y dogmática, es decir, en función de fe. Para que la práctica religiosa surta su efecto en la emoción, esta tiene que hacer gala de abundante liturgia y de un bien orquestado ritual con símbolos reforzando reiterativa y psicológicamente las creencias proyectadas. Todo lo cual tiene bastante de lavado de cerebro mediante el proceso de repetición (oración). Es obvio que el simbolismo ritualista calma temporal y artificialmente los temores internos de la mente porque consigue desviar el pensamiento hacia la oración en vez de continuar en el miedo y ofrece una falsa esperanza de seguridad tendente a insensibilizar al feligrés de turno haciéndole que se confíe peligrosamente ante la inseguridad real en la que él debe de vivir, en virtud de su nivel de ignorancia. En la mayoría de las religiones tradicionales, al sujeto cumplidor de las normas establecidas por su religión, se le garantiza la vida eterna, el paraíso feliz, el perdón por todos sus pecados, Etc. ¿Quién se lo garantiza? Otros humanos como él, los cuales, según ellos afirman, recibieron, por “inspiración divina”, cierto mandato a cumplir. Por eso, resulta curioso observar como todas las religiones usan el mismo slogan y ofrecen lo mismo, es decir, seguridad psicológica. Es evidente que la religión organizada capitaliza en la inseguridad y el miedo de las masas a la muerte, al castigo eterno, etc… En este sentido, la falacia de la oración ritualista, como pilar central de todas las religiones, pretende, infantilmente, manipular caprichosa e irresponsablemente, la voluntad superior divina, la cual pretende poder controlar.

Por otro lado, resulta triste y ridículo a la vez observar el poco respeto que la religión atribuye a la acción virtuosa cuando pone tan manifiesta y deliberadamente el énfasis en los dogmas y en la oración ritualista. Yo les haría una simple pregunta a los religiosos empedernidos: A través de la historia, ¿Cuánta gente murió por enfermedades comunes mientras los familiares rezaban al cielo por su curación? ¿Cuántos niños murieron en los brazos de sus impotentes y desesperadas madres de apendicitis, viruela, rabia, sarampión, etc.? Afortunadamente, este problema se superó sólo merced a los científicos, los cuales, haciendo uso de las facultades mentales que יהוה Dios bendito otorgó a los humanos en general, los cuales, mediante la acción apropiada, se enfrentaron al problema real y lo superaron. Pensemos que la oración opera en la dimensión del pensamiento y de ninguna manera es acción; además sirve de poco porque es solamente una declaración verbal de intenciones, la cual rara vez se traduce en acción virtuosa en el mundo real. En cambio, la acción opera en el ámbito de la verdad y redefine al humano habilitándolo para sobrevivir sobre la tierra en condiciones de mayor santidad (virtud).

Finalmente, diré que el simbolismo es solamente un medio y no un fin a perseguir. De hecho, ¿Cuántos religiosos se pierden en los simbolismos y no desarrollan el entendimiento necesario para prescindir de ellos y contemplar la realidad trascendental espiritual lo más directamente posible, lo cual les brindaría un mayor entendimiento de las fuerzas espirituales en acción, proporcionándoles un mayor crecimiento? El simbolismo, es, de alguna forma, idolatría porque es la representación en forma de imagen de una realidad espiritual en el ámbito físico. La imagen o el ritual simbólico pretende suplantar en la dimensión concreta, una interacción espiritual abstracta, encasillándola dentro de los límites del proceso simbólico-ritualista o de la imagen física concreta en la dimensión relativa del tiempo y del espacio. Sin embargo, la acción virtuosa es esencia en forma de acción sin noción de tiempo porque es acreditativa del respeto a una verdad universal y a una actitud gobernada por una buena condición de corazón.

Deut.. 5 vs 24:

כׇּל־אֲשֶׁ֨ר יְדַבֵּ֜ר יְהֹוָ֧ה אֱלֹהֵ֛ינוּ אֵלֶ֖יךָ וְשָׁמַ֥עְנוּ וְעָשִֽׂינוּ

o “…todo lo que hable Jehová nuestro Dios a ti, y lo escuchamos y lo hicimos…”: Aquí también se usa el pasado en וְשָׁמַ֥עְנוּ וְעָשִֽׂינוּ “…y escuchamos e hicimos…”, en vez de escucharemos y haremos. Israel, en la práctica, actúa de manera hipócrita y sirve a Dios sólo verbalmente, en vez de con el pensamiento y la acción. El día que de verdad escuche y haga, será un nuevo día para Israel y para la humanidad. Dicho sea de paso, los gentiles tampoco ayudan mucho al judío a cumplir con su divino cometido. Se celan de su suerte y desean destronarlo para ocupar el lugar que Dios les prometió a los patriarcas. En ello, pecan también porque desafían la voluntad de Dios. Por otro lado, el término וְשָׁמַ֥עְנוּ o “…escucharemos…” implica estudio, dedicación y seriedad mientras que el término עָשִֽׂינוּ implica implementación de manera pro-activa.

Deut.. 5 vs 25:

הֵיטִ֖יבוּ כׇּל־אֲשֶׁ֥ר דִּבֵּֽרוּ

o “…hablaron bien en todo lo que dijeron…”: Dios reconoció que Su Santa Presencia era demasiado para el pueblo simple y convino con ellos en que todo seguiría como antes, es decir, el dialogo sería a través de Moisés.

Deut.. 5 vs 26:

מִֽי־יִתֵּ֡ן וְהָיָה֩ לְבָבָ֨ם זֶ֜ה לָהֶ֗ם לְיִרְאָ֥ה אֹתִ֛י וְלִשְׁמֹ֥ר אֶת־כׇּל־מִצְוֺתַ֖י כׇּל־הַיָּמִ֑ים

“…Quién diera que fueran sus corazones así, temiéndome y guardando todos mis mandamientos todos los días…”: Dios creó la libertad y el libre albedrío y no puede obligar al humano a hacer Su Santa voluntad, aunque Él esté 100% correcto. Dios ama la libertad y permite que el humano escoja voluntariamente su camino en esta tierra. Por eso, Dios declara su deseo de que el pueblo actuara sabiamente, aunque Él, a pesar de su infinito conocimiento, no desea interferir al respecto porque es el trabajo que pertenece hacer a Israel para alcanzar la merecida gloria que Dios tiene reservada para él.

Deut.. 5 vs 28:

וְאַתָּ֗ה פֹּה֮ עֲמֹ֣ד עִמָּדִי֒ וַאֲדַבְּרָ֣ה אֵלֶ֗יךָ אֵ֧ת כׇּל־הַמִּצְוָ֛ה וְהַחֻקִּ֥ים וְהַמִּשְׁפָּטִ֖ים אֲשֶׁ֣ר תְּלַמְּדֵ֑ם וְעָשׂ֣וּ בָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לָהֶ֖ם לְרִשְׁתָּֽהּ

O “…y tu quédate aquí conmigo y te hablaré todo mandamiento y las leyes y los juicios los cuales enseñarás y harán en la tierra que yo les doy a ellos por herencia…”: Moisés se quedó con Dios para recibir las instrucciones oportunas para enseñarlas luego al pueblo de Israel. Estas instrucciones tuvieron que haber sido muy detalladas.

Deut.. 5 vs 29:

לֹ֥א תָסֻ֖רוּ יָמִ֥ין וּשְׂמֹֽאל

o “..no os desviéis a la derecha o a la izquierda…”: Es de importancia capital el interpretar correctamente la voluntad divina basada en un entendimiento cabal con el fin de saber lo que a Dios agrada. Tiene que haber un esfuerzo extremadamente honesto y verdadero, por parte de aquellos a los que nos incumbe el yugo de la interpretación. De existir la menor duda, es preciso expresarla para dejar abierto el camino para que otro, más evolucionado, la interprete correctamente. No se puede asegurar lo que es de género dudoso y no hay lugar para fantasías ni improvisaciones románticas. Hay que remitirse a la evidencia y educar las opiniones alineándolas con los hechos demostrados. De hecho, el descubrimiento es labor gradual y cada cual pone su piedra con el fin de que el último llegue a la conclusión final correcta. Tengamos en cuenta que el mérito de llegar no lo lleva exclusivamente el que llegó porque es el resultado de la labor parcial de todos los que le antecedieron y contribuyeron a ello. Es como triunfar en una carrera de relevos donde la victoria es de todos.

Deut.. 5 vs 30:

לְמַ֤עַן תִּֽחְיוּן֙ וְט֣וֹב לָכֶ֔ם

o “…para que viváis y os vaya bien…”: Se trata de un asunto muy serio y hay que ser muy consciente de ello para no contribuir a equivocar al pueblo de Israel, en virtud de interpretaciones parcial o totalmente equivocadas como hizo el judaísmo rabínico con el Talmud de babilonia y la הלכה o “..tradición rabínica…”

Deut.. 6 vs 1:

לְלַמֵּ֣ד אֶתְכֶ֑ם

o “..enseñaros a vosotros…”: Moisés, además de haber amado a Israel con amor de “madre”, fue su instructor espiritual principal, responsabilidad esta la cual le pertenece al padre, en el sentir: ושננתם לבניך o “…y enseñarás a tus hijos…”. Moisés resultó ser madre y padre a la vez, vis a vis el pueblo de Israel.

Deut.. 6 vs 2:

לְמַ֨עַן תִּירָ֜א אֶת־יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ

o “…para que temas a Jehová tu Dios…”: El temor a Dios procede del conocimiento de Dios y debe de ir acompañado del amor a Dios. En definitiva, el conocimiento, el temor y el amor de Dios, son los tres requisitos imprescindibles para una vida de plenitud espiritual en este mundo llena de gozo y de felicidad.

Deut.. 6 vs 2:

לִ֠שְׁמֹ֠ר אֶת־כׇּל־חֻקֹּתָ֣יו וּמִצְוֺתָיו֮

o “…guardar todas sus leyes y sus mandamientos…”: El seguidor de Jehová Dios es aquel que es consciente de que las obras transforman al mundo y lo acercan o alejan de Dios. Las creencias son importantes en tanto en cuanto representan la antesala de la acción. Una creencia que no se materializa en una acción, se pierde en el ámbito del pensamiento. Las leyes de Dios no son imposiciones arbitrarias de un dios caprichoso sino para protección y beneficio del humano. Dios es perfecto y no precisa nada del humano, ni siquiera adoración porque Dios no tiene ego que satisfacer y su gloria es infinita. La adoración procede de las religiones gentiles. El humano, como simple mortal, no puede añadir gloria a Dios.

Deut.. 6 vs 2:

כֹּ֖ל יְמֵ֣י חַיֶּ֑יךָ

o “…todos los días de tu vida…”: Amar a Dios y a la humanidad no es cuestión de práctica religiosa alguna, a ciertas horas del día y ciertos días al año, sino de un vivir con el convencimiento total y absoluto de que la única esperanza que tiene la humanidad para sobrevivir en paz y en amor es la de adoptar una actitud nueva basada en los valores del espíritu y no en la carrera desenfrenada del consumismo en aras del servicio al ego. Esta actitud debe de ser espontánea y consistente. La religiosidad del sábado para los judíos, del domingo para los cristianos o del viernes para los musulmanes, es un concepto subordinado al tiempo y al espacio y no tiene carácter eterno si no hay reflejo de ello en los demás días de la semana, es decir, en el desarrollo de una actitud cabal. La virtud, por eterna, es una acción sin tiempo.

Deut.. 6 vs 3:

וְשָׁמַעְתָּ֤ יִשְׂרָאֵל֙ וְשָׁמַרְתָּ֣

o “…y escucharás Israel y observarás (con celo)…”: Israel ha de desarrollar una sensibilidad muy diferente a la de los demás pueblos gentiles para estar alerta con relación a su rol en el mundo. Este rol ha de responder a la condición: ממלכת כוהנים וגוי קדוש o “…un reino de sacerdotes y una nación santa…” porque Israel es עם סגולה מכל העמים וגוי קדוש o “…pueblo tesoro de entre todos los pueblos y nación santa…”. La labor espiritual que Israel ha de realizar es indispensable para que la humanidad vuelva a Dios y abandone los caminos paganos, producto de la mente humana y adopte los caminos de Dios en santidad, en amor y en justicia. Es un movimiento que aleja al humano de la materia y lo envuelve más en el espíritu. De hecho, lo que digo lo corrobora la naturaleza cuando, el proceso de envejecimiento hace que la naturaleza sabia le vaya restando capacidad física para que se envuelva más en su espíritu, en aras del encuentro próximo con Dios.

Deut.. 6 vs 3:

אֶ֛רֶץ זָבַ֥ת חָלָ֖ב וּדְבָֽשׁ

o “…tierra en la que fluye leche y miel…”: La dimensión espiritual produce una calidad de vida la cual supera a toda riqueza material. Todos los que hemos tenido el privilegio de formar parte del mundo espiritual, hemos constatado este hecho. El ser humano, por pensante, se distingue y distingue a los demás porque en él existe el potencial de la llama de la sabiduría divina. Este potencial, de ser usado, produce el milagro de una existencia superior en términos de calidad. Sin embargo, corre el riesgo de quedarse en potencial solamente si no es usado. Esto es lo que desgraciadamente sucede cuando el humano no lo alcanza, en virtud de su falta de ambición por el estudio y de su espíritu de mediocridad y rutina diarias. El espíritu emancipado participa también de la riqueza material aunque esta siempre se supedita a la espiritual y no al revés como sucede en la sociedad de consumo. El amor a Dios es un privilegio sólo para aquellos que se emanciparon y que crecieron espiritualmente. No es una necesidad para aquellos que vivieron una vida de consumo despreciando su potencial espiritual porque su vida estuvo más cerca del aspecto físico o animal que del divino o espiritual.

Deut.. 6 vs 4:

שְׁמַ֖ע יִשְׂרָאֵ֑ל יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ יְהֹוָ֥ה ׀ אֶחָֽד

o “…Escucha Israel, Jehová es nuestro Dios, Jehová es uno…”: El concepto de la unidad de todo, en Dios, es el concepto integrador por excelencia. Jehová, el Dios de Israel, incorpora, no excluye porque todo sucede dentro de su realidad unitaria, total y absoluta. Este principio conduce al ser espiritual a entender que tú soy yo y yo soy tú y que todo es parte de una misma y unitaria realidad, lo cual, un día, producirá el milagro de amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a sí mismo, en un universo en cooperación y paz. Las concepciones de los dioses paganos falsos tienden a perpetuar la fragmentación y conducen hacia la confrontación brutal y al caos.

POLITEÍSMO VERSUS MONOTEÍSMO

¿Cuál fue la progresión espiritual que llevó al ser humano contemporáneo a pensar que la teología monoteísta respondía mejor a la verdad que el politeísmo? Al principio, el humano percibía a Dios a través de las fuerzas naturales (Naturismo); de ahí que la idea del politeísmo respondiera más a esa percepción que a la de un creador único, por tratarse de una concepción compuesta por fuerzas creadoras múltiples o diversas. Con el tiempo, esta confusión resultó progresivamente disipada, en virtud del desarrollo del conocimiento y de la razón donde se pudo separar las diversas fuerzas de la creación, del Creador.

Como primer Monoteísta, el patriarca Abrahán, a mi modo de ver, se tuvo que haber planteado más o menos la problemática siguiente: Si existieran dos o varios dioses, tarde o temprano surgirían necesariamente motivos de fricción entre ellos, por significar dos o más voluntades distintas operando en un mismo escenario de acción; entonces sería preciso dilucidar cual de ellas habría de finalmente imponerse, porque no podrían ser todas idénticamente iguales, ya que poseían diferentes identidades, es decir, cada cual la suya y por ende distinta. Se debía imponer pues un sistema selectivo el cual conduciría inevitablemente a una confrontación final donde una sola, es decir, la mayor, triunfaría, llegando así a una concepción singular o monoteísta, la cual no admitiría más que una autoridad, un orden único y una voluntad suprema en acción, fuente de todo cuanto existe.

¿Por qué existen hoy tantas creencias y religiones? Pienso que la mayoría reconoce que sólo existe un solo Dios, Creador y Padre de todos. El problema de la fragmentación religiosa tan diversa que existe en el mundo estriba en la tremenda influencia que ejerce cada tradición cultural en particular sobre sus sujetos, la cual, en virtud de la familiaridad o cercanía, les hace creer que el único Dios que existe es precisamente el suyo. Por eso, la gran mayoría, con pocas excepciones, esperan que sean todos los demás los que abandonen sus “raras” creencias y vengan al dios de su particular cultura. Este etnocentrismo es verdaderamente difícil de desarraigar porque las emociones se ven envueltas grandemente. Emociones que se remontan a la niñez y adolescencia donde se desarrollaron fe en tradiciones y costumbres, entremezclándose lo espiritual con lo social y con lo religioso, creando una forma cultural y tradicional de ser. Pienso que sólo el desarrollo de una mente con honestidad intelectual, bien educada y crítica, capaz de cuestionar sus propias convicciones y creencias, es capaz de salir al paso airosamente de esta situación. Afortunadamente, a través del intelecto y de la mano de la razón va uno, día a día, escalando peldaños hasta llegar a entender lo condicionada que está la propia mente con su pasado, con lo cual uno puede analizar más objetivamente el fenómeno en cuestión y escapar de las garras de su tradición cultural al trascenderla incursionando en la dimensión cósmica o universal, común a todos.

Finalmente, diré que la era de la información de los tiempos presentes, pudiera ayudar a que se llegara, intelectual y espiritualmente, a un mayor consenso en lo referente al יהוה Dios Santo y verdadero. Ello permitiría que existiera más unidad de criterio y de valores universales, con lo cual el problema que crea la fragmentación religiosa tradicional, en virtud de la cultura a la que pertenece, es decir, “mi dios y mis valores” frente a “tu dios y a tus valores”, se verían reemplazados por la concepción espiritual del único Dios, padre de todos, con valores espirituales más verdaderos, comunes y universales.

Deut.. 6 vs 5

וְאָ֣הַבְתָּ֔ אֵ֖ת יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ בְּכׇל־לְבָבְךָ֥ וּבְכׇל־נַפְשְׁךָ֖ וּבְכׇל־מְאֹדֶֽךָ

“…y amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con todas tus potencialidades…”: El mandamiento está dirigido al individuo en particular. Ello indica que la relación con Dios ha de ser eminentemente personal primero para luego poder proyectarla socialmente. Esto incluye el conocimiento, el amor y el temor de Dios, todo ello formando un balance en la excelencia y en la virtud, al servicio de Dios y de la humanidad, más allá de la satisfacción del ego individual. Ello tiende a ofrecer más que a recibir; a producir más que a consumir; a proyectarse más que a aislarse; a la generosidad más que a la ingratitud; a llegar a ser más que a poseer; etc….

EL INDIVIDUO Y LA COLECTIVIDAD.

En USA, los derechos individuales, sobre todo los de los más poderosos, parecen primar sobre los derechos de la colectividad (Beating the system). En cambio, en los países socialistas, la colectividad es objeto de consideración mayor que el individuo. Yo pienso que la perspectiva ideal es aquella que contempla los derechos individuales y los sociales a la vez y en un mismo plano, no como adversarios o antagonistas sino como complementarios el uno del otro porque, de alguna manera, la sociedad es, más o menos, la suma de los individuos que la integran.

En toda sociedad bien concebida se debería de ofrecer al recién nacido el marco donde este pudiera crecer y desarrollarse adecuadamente para que cuando él se convirtiera en adulto, pudiera, a su vez, devolver a la sociedad, los beneficios que recibió o más. Una sociedad que no ofrece al individuo la alimentación, el cuidado y la educación necesarios, resultará en una sociedad pobre y fracasada, porque al no haber inversión (individual), muy posiblemente no habrá retorno de la inversión (social), por usar una terminología y un principio financieros. Una sociedad que incapacita o destruye al individuo, se verá ella misma finalmente incapacitada y destruida por el individuo; sin embargo, el individuo educado, posiblemente, producirá una sociedad superior.

Finalmente, quisiera traer a colación otro ángulo de esta misma ecuación; se trata del sacrificio de la sociedad por el individuo o del individuo por la sociedad. Yo pienso que no debería de haber sacrificio por ninguna de las dos partes, sino justicia o balance entre las dos fuerzas, a la sazón, la individual y la colectiva. Algunos pensarán que debido a que la sociedad está compuesta por varios y el individuo por uno solamente, lo lógico sería que se sacrificara al uno en beneficio de los muchos. Sin embargo, ¿de qué serviría si cada uno, en ello, perdiera una parte importante de su valor como individuo? Lo fundamental es que la sociedad enriquezca al individuo y que el individuo corresponda de igual manera. Por eso, cualquier sistema por bueno que este pudiera parecer, que no contemple el equilibrio entre ambas perspectivas, de seguro, fracasará, en virtud de haberse indebidamente parcializado.

Deut.. 6 vs 6:

וְהָי֞וּ הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ הַיּ֖וֹם עַל־לְבָבֶֽךָ

o “…y serán las palabras estas que yo de encomiendo hoy sobre tu corazón…”: Los mandamientos hay que amarlos porque son vida para nuestros huesos, como dice Proverbios.

LA BONDAD DE CORAZÓN O חכמת-לב

“…Aprended a hacer el bien…”, dice Isaías. ¿Cuántos humanos practican el bien en su relación diaria para con ellos mismos, para con יהוה Dios y para con los demás? ¿Verdad que no muchos? ¿Por qué? Sin duda, porque uno sólo irradia espontáneamente lo que lleva bien por adentro y esto, en la gran mayoría de los casos, no es lo bueno, porque no estamos contentos ni felices de como somos. Dentro de muchos de nosotros existe un sentimiento de frustración y de celos de base que corroe el alma, produciendo amargura y condicionando la actitud hacia nosotros mismos y hacia los demás, la cual se vuelve tosca, severa y hasta intransigentemente cruel. En otras palabras, la bondad y la virtud brillan por su ausencia. Sin embargo, cuando preguntamos a alguien si se considera bueno o malo, la respuesta es casi unánime, “…!Claro que me considero bueno!”, y si le preguntamos por qué se considera bueno, su respuesta es, “… No mato a nadie ni hago nada malo a conciencia…”. Ante esta respuesta bastante generalizada en el mundo de hoy, yo pregunto, ¿Acaso ser bueno es simplemente no ser malo, o ser bueno es estar activamente envuelto en obras de bondad, lo cual es bien diferente, porque la bondad tiene su propia e independiente dinámica? Ser bueno es una forma activa y no pasiva de ser.

Normalmente, cuando uno hace algo inapropiado, incorrecto o injusto, la tendencia natural es a racionalizar la situación echando mano a paliativos, excusas y otros ardides mentales, con el fin de acallar la conciencia. Es curioso constatar la enorme capacidad de concupiscencia de la que hacemos gala los humanos para justificar casi lo injustificable. Sólo un carácter noble, bondadoso, trabajado y acostumbrado al sufrimiento, puede salir al paso de una situación así de forma airosa, manteniendo el objetivismo necesario aunque se trate de un juicio acerca de uno mismo. Por eso, si peguntásemos a lo largo y ancho ¿Díganos si algo o alguien ha sido el causante de la situación que más le ha dolido o decepcionado de todas las experiencias vividas? La respuesta mayoritaria probablemente sería, alguien más que algo porque, el dolor y la aflicción que produce un humano a otro, es lo más amargo y cruel de todo.

En otro orden de cosas, resulta un hecho que tanto la virtud como el defecto se practican y que la virtud produce alegría y satisfacción permanente mientras que el defecto sólo una gratificación instantánea y pasajera, aunque a expensas de la alegría permanente. Por ejemplo, en cierta ocasión, mi empleador, Judío como yo, me invitó jocosamente a comer cerdo, para “…saber lo que yo me estaba perdiendo por no comerlo…”, a lo cual yo respondí, “…sí, yo creo saber lo que me estoy perdiendo: El gozar de algo sabroso, lo cual me brindaría cinco o diez minutos de placer. Sin embargo, prefiero escoger veintitrés horas y cincuenta minutos, de las veinticuatro horas que tiene el día, de tranquilidad de conciencia por haber observado el mandamiento divino. Ahora respóndame usted a mí, le inquirí a mi vez: ¿Quién cree usted que está haciendo mejor negocio, usted con su diez minutos de felicidad o yo con mis 23 horas y 55 minutos de paz de conciencia?”

La bondad requiere ser consciente de sus propias limitaciones, compromiso, dinamismo e incluso sacrificio. De ninguna manera es lo fácil sino lo difícil, de ahí el mérito. Cabe pues motivarse, en un mundo donde prolifera lo negativo, para actuar de manera virtuosa y excelente con el fin de hacer la diferencia. En este sentido, pienso que lo más difícil es andar los primeros pasos y luego, se acostumbra uno a hacer el bien y a aprovechar todas las oportunidades para congraciarse con יהוה Dios bendito, consigo mismo y con el prójimo de turno, sea quien sea, judío o gentil. Lo importante es traer felicidad y esperanza, bondad y excelencia en el mundo atribulado de hoy y lleno de sinsabores y de ingratitud.

Finalmente, diré que una obra buena lo predispone a uno para otra buena obra de orden superior porque lo mismo que sucede con el pecado ocurre con la virtud. La buena obra se caracteriza por una perspectiva diferente la cual balancea, además de nuestro interés propio, el interés ajeno. En otras palabras, uno se sale un poco del ego de sí mismo y se proyecta también en los demás, con lo cual uno se integra más en la unidad existente del todo unitario universal o cósmico que representamos todos, es decir, Dios, el prójimo y yo.

Deut.. 6 vs 7:

וְשִׁנַּנְתָּ֣ם לְבָנֶ֔יךָ וְדִבַּרְתָּ֖ בָּ֑ם בְּשִׁבְתְּךָ֤ בְּבֵיתֶ֙ךָ֙ וּבְלֶכְתְּךָ֣ בַדֶּ֔רֶךְ וּֽבְשׇׁכְבְּךָ֖ וּבְקוּמֶֽךָ

“..e insistirás con ellas con tus hijos y las hablarás, en reposo en tu casa y cuando andares por el camino, en tu dormir y en tu levantar…”: Tiene que haber consistencia en todo lo que se hace de manera a que se afirme, confirme y reafirme. No se trata de fanatismo, de tradición, ni de ritual sino del convencimiento espiritual, en virtud de servir a la verdad y al amor. El término וְשִׁנַּנְתָּ֣ם es más que enseñar. Se trata de insistir en la enseñanza hasta que los hijos entiendan y aprendan los conceptos divinos de amor, de justicia, de verdad, etc…, para que asimilen la sabiduría con el fin de que, cuando venga el relevo, ellos puedan transmitirla a sus hijos.

LA REVELACIÓN DE DIOS A ISRAEL ¿HECHO O MITO?

¿Por qué יהוה Dios se tendría que revelar al humano? Para responder a esta pregunta he escogido, como analogía, a la relación humana hijo-padre. Empecemos por decir que no es casualidad el hecho de que יהוה Dios nos haya creado con sentimientos de hijos primero, en la niñez y adolescencia, y de padres después cuando adultos; de esta manera, cuando debamos actuar, conoceremos las dos facetas envueltas en la problemática, es decir, la perspectiva del hijo que fuimos y la perspectiva del padre que somos. Vemos pues como los padres responsables cuidan de sus hijos y los educan para que estos lleguen un día a ser seres independientes y responsables, a su vez, y luego futuros padres de bien. Yo pregunto: ¿es posible que יהוה Dios nos haya concebido y encomendado que fuésemos padres responsables y que enseñásemos a nuestros hijos ושננתם לבניך y Él, como Padre Celestial de todos y Creador del mundo, nos hubiera abandonado a nuestra suerte, en este inconmensurable universo, en un lugar de una galaxia, aislados, sin darnos el debido responsable y amoroso consejo espiritual necesario para que sobreviviésemos?

La respuesta inteligente es un rotundo no. Si a nosotros como padres la Torah nos pide amor y responsabilidad para enseñar a nuestros hijos y nietos, el Altísimo es infinitamente más y mejor padre que nosotros; es decir, si yo soy padre de mi hijo, יהוה Dios es padre mío y de mi hijo a la vez. Resulta pues razonable inferir que Él, como padre, tuvo que haber establecido un puente con nosotros para comunicar e instruirnos como a sus hijos, sino, ¿Cómo iba el humano a adivinar lo que יהוה Dios esperaba de él? A fin de cuentas ¿Quién es este humano que por su capacidad, talento y sabiduría pudiera, por sus medios propios, llegar a Dios? Concluyamos pues que la revelación de יהוה Dios se hace razonable y necesaria, viniendo del Padre celestial רחום חנון ארך אפּיים ורב חסד ואמת o “…compasivo, piadoso, tarde para la ira, grande en su misericordia y verdadero…”.

Esta revelación viene a satisfacer una necesidad humana y significa el puente con יהוה Dios. Este puente que יהוה Dios estableció, como Padre infinitamente responsable, contempla dos ordenes: El primero, reflejado en la naturaleza universal física, en el plano técnico, científico, el cual abarca la dimensión del tiempo y del espacio, lo tangible del universo externo con sus leyes y procesos, con el fin de sobrevivir satisfaciendo nuestras necesidades materiales básicas; el segundo, como la Torah de Moisés, en la dimensión abstracta o espiritual, dirigida hacia el universo interno del humano en forma de enseñanzas espirituales abstractas y complejas, orientadas hacia la consecución del propósito divino para estar en medida de poder capitanear su santa creación.

Del estudio de la naturaleza física externa de las cosas y de las leyes que las gobiernan, derivamos enseñanzas concretas, como las ciencias, las artes, etc… y a través del proceso de estudio de las sagradas escrituras, mediante la introspección, la búsqueda e implementación de la verdad, el amor, la meditación y el razonamiento (no mediante el culto y la oración ritualistas) descubrimos la luz de la sabiduría divina. Ambas realidades se conjugan en armonía en un mismo propósito; es decir, tanto las leyes naturales externas como las leyes espirituales internas, vienen a demostrar que su existencia y razón es una y la misma.

La Torah luce ser cierta porque sus enseñanzas son universales no porque pertenece a mi cultura y por consiguiente debo de tener fe ciega en mi tradición. De ser ella falsa, yo sería el primero en reconocerlo porque, a mis años, ya no me ciega la pasión por nada. Por eso, aquel que la estudie con seriedad y profesionalismo llegará a la sabia conclusión de que es: עץ חיים הוא למחזקים בה o “…Árbol de vida ideal para sostenimiento y afianzamiento físico-espiritual…”

Deut.. 6 vs 8:

וּקְשַׁרְתָּ֥ם לְא֖וֹת עַל־יָדֶ֑ךָ וְהָי֥וּ לְטֹטָפֹ֖ת בֵּ֥ין עֵינֶֽיךָ

“…y los atarás por señal sobre tu mano y serán por frontales entre tus ojos…”: Espiritualmente hablando, la mano significa la acción y por frontales se entiende el pensamiento, es decir, que tiene que producir el pensamiento correcto y la acción correcta. El simbolismo de ello no es lo esencial ya que sirve a la esencia que representa en vez de representar una realidad en sí mismo. El ponerse los תפלין o filacterias no tienen más que un valor simbólico no real, es decir, no se cumple este mandamiento solamente poniéndose los תפלין o las filacterias, sino pensando y actuando correctamente. Es preferible que no se los pongan y que actúen en consecuencia que ponérselos y actuar ligeramente. Su sentido es alegórico. El judaísmo rabínico pone, equivocadamente, el énfasis en la מזרה o “mandamiento” de atárselos en la mano y en la frente, sin consideración por su significado alegórico.

Deut.. 6 vs 9:

וּכְתַבְתָּ֛ם עַל־מְזֻז֥וֹת בֵּיתֶ֖ךָ וּבִשְׁעָרֶֽיךָ

o “…y los escribirás sobre los dinteles de tu casa y de tu ciudad…”: La מזזה ha de estar expuesta para que su contenido pueda ser leído por los que entran y salen de la casa. En cuanto al contenido, se pudieran exponer los Diez Mandamientos o la שמע. No se trata de un amuleto “protector” de la casa sino de un mandamiento divino que nos recuerda a Dios y a sus mandamientos, tanto en nuestro entrar como en nuestro salir. Su valor es simbólico, no real porque nos remite al espíritu para que salgamos del ámbito pragmático y consumista que nos rodea. Aquellos que la besan al entrar y al salir de casa, están más cerca del concepto idolatra que de la esencia del mandamiento, el cual es espiritual. Lo ideal sería poder leer su contenido al entrar y al salir para condicionar la mente y ponerla al servicio de Dios y de la humanidad. Esto sería una forma de trabajar la conciencia olvidadiza de la condición humana.

Deut.. 6 vs 10:

אֲשֶׁ֥ר לֹא־בָנִֽיתָ

o “…que no edificaste…”: Que no hiciste méritos para ello sino que lo heredaste, en virtud de ser descendiente de los patriarcas y a condición de que hicieres lo correcto a ojos de Dios.

Deut.. 6 vs 11:

וְאָכַלְתָּ֖ וְשָׂבָֽעְתָּ

o “…y comerás y te saciarás…”: El término saciarás es más que hartarse de comer; se trata de tener la conciencia en paz y de experimentar la cercanía de la presencia divina en uno, la cual nos hace experimentar el נחת רוח o “…espíritu de serenidad y de bienaventuranza…”.

LA IMPORTANCIA DEL EJERCICIO Y DE LA DIETA

Creo que es justo declarar que el ejercicio físico no suele entrar en los planes de muchas personas que se consideran espirituales. ¿Por qué? Yo pienso que, erróneamente, no le atribuyen la importancia que, en justicia, se merece. Por algo se dice: “…Mente sana en cuerpo sano…” Estar en sobre peso es nocivo para la salud física, mental y espiritual, ya que se tienen que arrastrar toda una serie de limitaciones físicas, las cuales merman considerablemente la calidad de vida en general.

Entre otros muchos beneficios que yo no puedo enumerar por razones obvias de conocimiento especializado y de espacio, el ejercicio físico permite que el individuo desarrolle la flexibilidad física necesaria, amen de la coordinación precisa. Esto hace que aumente su optimismo en general y que se reponga la mente del esfuerzo por el estudio intelectual y espiritual, ya que el terreno físico y el mental son bien complementarios y uno hace descansar al otro. El ejercicio, a través del esfuerzo y de la transpiración, permite que el organismo se deshaga del excedente de sal de potasio, de azúcar, etc., en la sangre. Además permite que todo el sistema cardiovascular mejore sustancialmente, evitando enfermedades del corazón y de la circulación; también oxigena la sangre evitando los espasmos musculares, de origen nervioso, relajando el cuerpo. Finalmente hay que resaltar como el ejercicio beneficia la calidad de descanso mental, ya que cuando uno está físicamente cansado, generalmente, duerme más profundamente descansando mejor.

Por lo antedicho, la dieta es algo que hay que tener bien claro en la mente. Es preciso pesarse regularmente y si existe una tendencia ascendente, hay que ponerle remedio, lo antes posible, al ir progresivamente reduciendo el número de calorías que uno regularmente ingiere y aumentando gradualmente el ejercicio. Sin embargo, recomiendo moderación tanto en la dieta, como en el ejercicio. No es aconsejable ni necesario pretender, en poco tiempo, conseguir resultados drásticos. Lo ideal es seguir un programa, bien monitoreado por un medico o por un buen libro, el cual reduzca gradualmente el excedente. Yo recomiendo que, en caso de sobre peso, se empiece reduciendo la cantidad que se ingiere, aunque uno siga comiendo de todo como antes. También hay que tener en cuenta que a partir de los cuarenta años, el metabolismo suele bajar de ritmo y la tendencia al aumento de peso, a razón de 2 libras por año aproximadamente, es una consecuencia natural, según los expertos en la materia.

Pienso que יהוה Dios bendito creó un mundo de tal manera que la moderación, en todo cuanto se hace, resulta aconsejable. Los conocimientos deben de abarcar todas las esferas posibles. No es posible vivir una vida donde nos preocupemos mucho de algunas cosas y poco de otras, porque todo en la vida es importante y necesario. Por ejemplo, el dedo meñique tiene una importancia única, sin el cual, nos veríamos en problemas en determinadas circunstancias. La sabiduría aconseja ocuparse “del todo” que uno sea y no solamente de la parte que consideramos más importante. El ser humano es una “singularidad amplia o diversa, aunque global”. Pronto realizaremos que para tener éxito, debemos de saber lo suficiente en disciplinas como la medicina, la filosofía, el ejercicio físico, la sicología, etc. Felizmente, las bibliotecas y las computadoras están llenas de artículos sobre todos los temas habidos y por haber, así que a estudiar en aras de una vida más interesante por diversa, amena y de calidad.

Finalmente, diré que difícilmente veo como uno pudiera ser espiritual y al mismo tiempo llevar una vida sedentaria o estar obeso ya que la obesidad, en la mayoría de los casos, no es más que una compulsión o vicio, como pudiera ser el fumar, el beber, la promiscuidad sexual o el jugar. La espiritualidad reclama mucho orden y control sobre todo lo que se piensa y hace produciendo liberación de ataduras innecesarias en forma de prejuicios y adicciones. Ser espiritual es amar la moderación, la independencia, la prudencia, la sabiduría, el conocimiento, la virtud y la excelencia en todos los órdenes posibles. Conviene recalcar que el llamado ser “religioso tradicional” vive preso en la fragmentación de su creencia mientras que el ser espiritual vive en la totalidad que representa la verdad liberadora, factor universal unificador por excelencia.

Deut.. 6 vs 12:

הִשָּׁ֣מֶר לְךָ֔ פֶּן־תִּשְׁכַּ֖ח אֶת־יְהֹוָ֑ה אֲשֶׁ֧ר הוֹצִֽיאֲךָ֛ מֵאֶ֥רֶץ מִצְרַ֖יִם מִבֵּ֥ית עֲבָדִֽים

o “…cuídate no sea que vayas a olvidar a Jehová que te sacó de la tierra de Egipto de casa de servidumbre…”: Dios le pone a Israel en guardia para que no se considere una nación sin compromiso con Dios, como las demás naciones gentiles del mundo, en el sentido del pacto patriarcal que tiene suscrito con Dios. Israel le debe a Dios por su supervivencia a través del tiempo porque no son los rabinos los que, en virtud de sus הלכות o “decretos” y de sus sinagogas, mantuvieron vivo al pueblo de Israel sino יהוה Jehová Dios, Creador del cielo y de la tierra. El milagro de la vuelta a צוין o “…Sión (a la tierra prometida)…”, después de 2000 años de diáspora, también luce ser obra de Jehová Dios y no de Teodoro Herzel, sin desmerecer ni dejar de reconocer el tremendísimo sacrificio de este gran sionista. Tampoco se trata del gran esfuerzo de David Ben-Gurión, socialista ateo. Es preciso entender que Jehová Dios es central en la concepción del Israel espiritual, en cuanto a su existencia y en cuanto a su supervivencia. No en vano en el primero de los Diez Mandamientos, Dios se presenta al pueblo de Israel, no en calidad de Creador del universo sino como”…Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto de casa de servidumbre…”: Esto significa que Israel le debe a Dios por su existencia y por su supervivencia. En verdad, todos los pueblos que conforman la humanidad le deben a Dios, aunque Israel, doblemente, porque su supervivencia a través del tiempo se la debe exclusivamente a Dios.

Deut.. 6 vs 13:

וּבִשְׁמ֖וֹ תִּשָּׁבֵֽעַ

o “…y por su Nombre jurarás…”: No simplemente es lícito y permisible jurar por el Nombre divino sino que es necesario porque es un mandamiento de Dios. La actitud rebelde de la tradición rabínica farisea por la cual no se debe en ninguna circunstancia mencionar el Nombre de Dios, obedece a concepciones equivocadas de una divinidad farisea, rígida, distante, ritualista y convencional. Además está en contra de este mandamiento divino. Dios no es distante porque está en el espíritu humano, su presencia es cercana y su amor de padre hacia la humanidad le hace accesible hasta para el último de los humanos. Jehová es el Dios del: חסד ואמת צדקה ומשפּט o “…la compasión, la verdad, la justicia y el juicio…”.

Deut.. 6 vs 14:

לֹ֣א תֵֽלְכ֔וּן אַחֲרֵ֖י אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֑ים מֵאֱלֹהֵי֙ הָֽעַמִּ֔ים אֲשֶׁ֖ר סְבִיבוֹתֵיכֶֽם

o “…no iréis detrás de dioses ajenos de los dioses de los pueblos que están en vuestro derredor…”: A Israel no le está permitido adorar y rezar como hacen las naciones gentiles de la tierra. El judaísmo rabínico fracasó estrepitosamente en esto, al introducir liturgia y rituales, como las naciones gentiles de la tierra. La Torá de Moisés no es una religión más del mundo, sino la verdad universal revelada por Dios a la humanidad a través de Israel.

Deut.. 6 vs 15:

כִּ֣י אֵ֥ל קַנָּ֛א יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בְּקִרְבֶּ֑ךָ

o “…porque Dios celoso es Jehová tu Dios en medio de ti…”: No es que Dios sea celoso en el sentido que le da el humano. Dios es celoso de su condición de único y verdadero, la cual no puede ni debe de compartir con los dioses falsos producto de la imaginación humana.¿Dónde estaría la justicia al pretender mezclar lo verdadero con lo falso?

Deut.. 6 vs 15:

פֶּן־יֶ֠חֱרֶ֠ה אַף־יְהֹוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ בָּ֔ךְ וְהִשְׁמִ֣ידְךָ֔ מֵעַ֖ל פְּנֵ֥י הָאֲדָמָֽה

“…no sea que el furor de Jehová tu Dios se ponga en tu contra y te destruya de sobre la faz de la tierra…”: Si Israel insiste en negar la realidad de Dios y todo el bien que representa, se está inevitablemente oponiendo al Dios vivo y verdadero. Consecuentemente, esta rebeldía pudiera arruinarlo sobremanera aunque nunca destruirlo completamente. שארית יעקב o “un remanente de Jacob” ha de quedar, en cumplimiento a la promesa de Dios a los Patriarcas.

Deut.. 6 vs 16:

לֹ֣א תְנַסּ֔וּ אֶת־יְהֹוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם כַּאֲשֶׁ֥ר נִסִּיתֶ֖ם בַּמַּסָּֽה

o “…no provocaréis a Jehová vuestro Dios como lo provocasteis en Massá…”: De Dios se puede dudar y se puede inquirir. Se puede dudar porque el ser humano vive en la dimensión tiempo-espacio y le cuesta mucho trabajo concebir a Dios en la dimensión espiritual. En otras palabras, la “mentira” que representa el humano mortal le dificulta la percepción de aquello que vive eternamente. A Dios no se le puede exigir ni imponer nada porque no nos debe nada. Nosotros, sin embargo, le debemos todo lo que somos y tenemos. Dios es la autoridad por excelencia y merece el respeto debido. Los Israelitas acusaron a Dios de haber sido “malo” con ellos y de haberles sacado de Egipto para matarlos en el desierto. Desgraciadamente, no entendieron nada de nada e interpretaron los eventos de la salida de Egipto en el plano puramente emocional, sin hacer uso del espíritu de santidad, del intelecto y de la razón. En otras palabras: ¿Cómo se puede acusar a Dios de despropósito o de maldad cuando Él es nuestro Padre celestial, el cual nos dio todo a cambio de nada?

Es preciso entender que en este mundo hay una labor espiritual que realizar y eso Israel ni lo entendió, ni lo entiende hasta el mismo día de hoy. En este sentido, Dios puso a Israel en el desierto porque quería que el pueblo abandonara todo propósito consumista de la vida para enfocarse en la espiritualidad. Si Dios los hacía pasar sed de agua era porque quería luego mostrarles el milagro de sacarles agua de la roca, al hablar Moisés a la roca y como quiera que el pueblo era poco espiritual y terco, Dios tenía que someterles al sufrimiento de la falta de agua para que luego no se olvidaran del milagro o de la realidad espiritual del presente que estaban viviendo. El poder de Dios en acción debía de ser entendido por lo que era y representaba. Es lícito dudar de Dios porque la mente humana vive en la ignorancia hasta que se ilumina. Lo que Dios no tolera es la desconfianza o atribuirle maldad o despropósito alguno porque, además de ser ello injusto, es una falta de respeto a la única autoridad amoroso-verdadera.

Deut.. 6 vs 17:

שָׁמ֣וֹר תִּשְׁמְר֔וּן אֶת־מִצְוֺ֖ת יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֑ם וְעֵדֹתָ֥יו וְחֻקָּ֖יו אֲשֶׁ֥ר צִוָּֽךְ

o “…guardar guardaréis las encomiendas de Jehová vuestro Dios y sus testimonios y sus leyes que te encomendó…”: Por ser de procedencia divina, los mandamientos han de ser honrados y observados.

Deut.. 6 vs 18:

וְעָשִׂ֛יתָ הַיָּשָׁ֥ר וְהַטּ֖וֹב בְּעֵינֵ֣י יְהֹוָ֑ה

o “…y harás lo recto y lo bueno a los ojos de Jehová…”: De poco sirve que el humano haga lo que le parece bueno si a Dios no le parece bueno. Por eso, el humano entendido, de ambición espiritual, debe de esforzarse en su autocrítica con el fin de asegurarse de que lo que está haciendo, agrada al Creador y desconfiar de lo que le agrada a él como individuo. ¿A este respecto, cuantos religiosos se piensan que a Dios le agrada que se observen las tradiciones humanas por encima de los mandamientos divinos?

Deut.. 6 vs 19:

לַהֲדֹ֥ף אֶת־כׇּל־אֹיְבֶ֖יךָ מִפָּנֶ֑יךָ כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר יְהֹוָֽה

“…Para que arroje a todos tus enemigos de delante de ti como habló Jehová…”: Dios es el que da la paz y el que crea las condiciones para que el humano tenga una existencia feliz en la tierra. Esta paz parece estar condicionada al comportamiento de cada cual y también de la colectividad, como pueblo y como humanidad. En este sentido, vemos como Israel, desde su restauración como nación moderna en el mundo, en 1948, no ha tenido ni un solo día de paz. Es muy posible que ello fuere debido a que, en la מגילת שחרור o “Declaración de independencia”, el gobierno Israelí, de abrumadora mayoría socialista atea, erradicó el Nombre de Jehová יהוה de ella y lo reemplazó por el de צור ישראל o “…la roca de Israel”, en virtud de la amenaza por parte de una minoría religiosa de retirarse del gobierno. Israel debería de reabrir el caso y enmendar la declaración eliminando las palabras “la roca de Israel” o צור ישראל y reemplazándolas por el Nombre de Jehová יהוה, Creador del cielo y de la tierra, amén de una mención solicitando el perdón divino por el atrevimiento de los dirigentes Israelitas que actuaron tan loca e insensatamente, ofendiendo públicamente a Dios.

Deut.. 6 vs 20:

מָ֣ה הָעֵדֹ֗ת וְהַֽחֻקִּים֙ וְהַמִּשְׁפָּטִ֔ים אֲשֶׁ֥ר צִוָּ֛ה יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ אֶתְכֶֽם

o “…cuales son los testimonios y las leyes y los juicios que encomendó Jehová nuestro Dios a vosotros?…”: Los hijos necesitan conocer la historia en general y la historia de Israel en particular porque la relación entre Dios e Israel es difícil de entender, en función de que es de naturaleza única y abstracta o espiritual.

Deut.. 6 vs 21:

וְאָמַרְתָּ֣ לְבִנְךָ֔ עֲבָדִ֛ים הָיִ֥ינוּ לְפַרְעֹ֖ה בְּמִצְרָ֑יִם וַיֹּצִיאֵ֧נוּ יְהֹוָ֛ה מִמִּצְרַ֖יִם בְּיָ֥ד חֲזָקָֽה

o “…y dirás a tu hijo: Siervos fuimos a Faraón en Egipto; y nos sacó Jehová de Egipto con mano ponderosa…”: Pueblos sometidos a la esclavitud hubieron muchos; sin embargo, pueblos que fueron liberados por Dios, solamente uno, Israel. Dios se parcializó a favor de Israel e Israel tiene que demostrar al mundo que esa parcialidad está justificada, en virtud del aporte espiritual de Israel al mundo, en general.

Deut.. 6 vs 22:

וַיִּתֵּ֣ן יְהֹוָ֡ה אוֹתֹ֣ת וּ֠מֹפְתִ֠ים גְּדֹלִ֨ים וְרָעִ֧ים ׀ בְּמִצְרַ֛יִם בְּפַרְעֹ֥ה וּבְכׇל־בֵּית֖וֹ לְעֵינֵֽינוּ

o “…E hizo Jehová señales y maravillas grandes y malas en Egipto a Faraón y a toda su casa delante de nuestros ojos…”: El castigo fue malo sobremanera para Egipto porque además de las nueve plagas iniciales, mató a sus primogénitos en la décima.

Deut.. 6 vs 23:

וְאוֹתָ֖נוּ הוֹצִ֣יא מִשָּׁ֑ם לְמַ֙עַן֙ הָבִ֣יא אֹתָ֔נוּ לָ֤תֶת לָ֙נוּ֙ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר נִשְׁבַּ֖ע לַאֲבֹתֵֽינוּ

o “…y a nosotros sacó de allí para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres…”: La otra cara de la moneda resultó ser para Israel, ya que los liberó del yugo egipcio, en cumplimiento de la promesa patriarcal.

Deut.. 6 vs 24:

לְיִרְאָ֖ה אֶת־יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֵ֑ינוּ לְט֥וֹב לָ֙נוּ֙ כׇּל־הַיָּמִ֔ים

“…para temer a Jehová nuestro Dios, para beneficio nuestro, todos los días…”: Aparentemente, el verdadero temor del cielo es para bien del humano. En otras palabras, el temor de Dios es lo que le hace al individuo poner freno a su insensatez u ofuscación. Sin este temor de Dios, el ego humano se convertiría en su preocupación principal. El miedo a Dios es para vida y crecimiento espiritual verdadero en un mundo en el cual convergen dos voluntades en un mismo escenario de acción: La del humano y la de Dios. Si el humano se hubiera auto-creado, no necesitaría atender al consejo ni a la voluntad del Creador. Mas esto no es así. El humano para ser feliz y gozar de la paz en esta tierra tiene que agradar con sus pensamientos y obras a su Creador.

Deut.. 6 vs 25:

וּצְדָקָ֖ה תִּֽהְיֶה־לָּ֑נוּ כִּֽי־נִשְׁמֹ֨ר לַעֲשׂ֜וֹת אֶת־כׇּל־הַמִּצְוָ֣ה הַזֹּ֗את

“…y justicia tendremos cuando guardemos y hagamos todos los mandamientos estos…”: El humano, al agradar a Dios, en opinión de Dios y no de él, encuentra el balance en su vida y la armonía con el universo interno y externo. Es como una pieza de rompecabezas la cual encaja perfectamente en el esquema unitario de la obra de la creación de Dios.

Deut.. 7 vs 1:

שִׁבְעָ֣ה גוֹיִ֔ם רַבִּ֥ים וַעֲצוּמִ֖ים מִמֶּֽךָּ

o “…siete naciones más numerosas y poderosas que tu…”: Cada nación era individualmente más poderosa que Israel, sin embargo, Israel las conquistó a todas, en virtud de la presencia divina entre ellos. Dios peleaba por Israel.

Deut.. 7 vs 2:

הַחֲרֵ֤ם תַּחֲרִים֙ אֹתָ֔ם לֹא־תִכְרֹ֥ת לָהֶ֛ם בְּרִ֖ית וְלֹ֥א תְחׇנֵּֽם

O “…destruir los destruiréis y no harás con ellos alianza y no los compadecerás…”: Las siete naciones que Dios entregó en las manos de Israel no merecen vivir en apreciación de Dios porque infringieron las leyes divinas más allá de toda posible provisión de compasión divina por ellas. Israel ha de limpiar el pecado del humano ante Dios porque es el pueblo elegido para la santidad. ¿Tiene Dios el derecho de decretar, aunque nos parezca “cruel”, el fin de las 7 naciones? Como Creador de ellas, le asiste el derecho de hacerlo, siempre y cuando la orden de destrucción proceda del Dios vivo y verdadero y no del humano que pretende hacer su voluntad amparándose en la supuesta orden de Dios, como ha sucedido a través de la historia. Si Dios lo ordena, tiene que ser necesariamente justo. ולא תחנם o “…y no los compadecerás…”: Cuando se trata de una orden divina, el humano no puede obstaculizarla con su subjetiva y romántica compasión porque la compasión de Dios es más sensible y justa que la del humano por contemplar todo el espectro de la existencia humana, es decir, vivo y después de muerto. Hoy vemos como la compasión “religiosa”, descaradamente parcializada hacia el perdón y no hacia la justicia, interfiere en el sistema judicial favoreciendo abierta y descaradamente al infractor de la ley más que a a su victima que la respeta y honra.

Deut.. 7 vs 3:

בִּתְּךָ֙ לֹא־תִתֵּ֣ן לִבְנ֔וֹ וּבִתּ֖וֹ לֹא־תִקַּ֥ח לִבְנֶֽךָ

o “…tu hija no darás a su hijo ni su hija tomarás para tu hijo…”: Es preciso entender que el ser humano representa un vehículo de su cultura y como tal trae las costumbres adquiridas. Por eso, Dios recomienda no mezclarse con ellos porque muchos elementos pecaminosos de la cultura de las naciones que van a destruirse pudieran mezclarse con la cultura Israelita. Dios quiere proteger a Israel de la corrupción y no el hecho de que se casen con personas gentiles o no judías porque entre la mayoría de los gentiles existen culturas aceptables y rescatables a ojos de Dios e Israel tiene que trabajar con ellas para ayudar a convertir el mundo, de corazón y en justicia, al Dios vivo y verdadero. De hecho, esta es su misión principal.

Deut.. 7 vs 4:

כִּֽי־יָסִ֤יר אֶת־בִּנְךָ֙ מֵֽאַחֲרַ֔י וְעָבְד֖וּ אֱלֹהִ֣ים אֲחֵרִ֑ים וְחָרָ֤ה אַף־יְהֹוָה֙ בָּכֶ֔ם וְהִשְׁמִידְךָ֖ מַהֵֽר

“…porque desviará a tu hijo de detrás de mí y servirán a dioses ajenos y se encenderá el furor de Jehová sobre ellos y te destruirá pronto…”: La razón principal de no mezclarse con los gentiles estriba en el hecho de que pudieran desviar el corazón y la mente de los Israelitas hacia sus dioses falsos. No se trata de discriminación en contra de todos los no Israelitas o gentiles porque Abrahán era gentil y Dios le convirtió en Israel. Los gentiles de bien tienen su lugar en el Israel espiritual. Israel no debe de mezclarse con una nación gentil pagana, es decir, divorciada de Jehová el Creador.

Deut.. 7 vs 5:

מִזְבְּחֹתֵיהֶ֣ם תִּתֹּ֔צוּ וּמַצֵּבֹתָ֖ם תְּשַׁבֵּ֑רוּ וַאֲשֵֽׁירֵהֶם֙ תְּגַדֵּע֔וּן וּפְסִילֵיהֶ֖ם תִּשְׂרְפ֥וּן בָּאֵֽשׁ

“…sus altares destruiréis, y sus estatuas romperéis, y sus diosas quebraréis, y sus imágenes quemaréis fuego…”: Todo vestigio o símbolo religioso había de ser completamente erradicado de Israel ya que tenía que ser limpio para Jehová Dios celoso el cual no admite compartir su glorioso poder con dioses ficticios producto de la imaginación humana.

Deut.. 7 vs 6:

כִּ֣י עַ֤ם קָדוֹשׁ֙ אַתָּ֔ה לַיהֹוָ֖ה אֱלֹהֶ֑יךָ בְּךָ֞ בָּחַ֣ר ׀ יְהֹוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ לִהְי֥וֹת לוֹ֙ לְעַ֣ם סְגֻלָּ֔ה מִכֹּל֙ הָֽעַמִּ֔ים אֲשֶׁ֖ר עַל־פְּנֵ֥י הָאֲדָמָֽה

“…porque pueblo santo tú eres para Jehová tu Dios. A ti escogió Jehová tu Dios para serle por pueblo especial de entre todos los pueblos sobre la faz de la tierra…”: El rol espiritual de Israel está bien definido aquí. Todas las naciones que pretenden usurpar este rol espiritual de Israel se equivocan grandemente porque no les pertenece, ni siquiera, en función de meritos superiores porque no por meritos Israel fue escogido sino por pertenecer a la descendencia de los patriarcas con los cuales Dios hizo pacto espiritual comprometiéndose, bajo juramento, para siempre. Por eso está dicho a continuación:

“…no por ser ustedes más numerosos que todos los pueblos que escogió Jehová a ustedes y os escogió a ustedes porque erais los más insignificantes de todos los pueblos…”: Definitivamente, no por meritos propios. Por eso, cuando el Cristianismo o el Islam dicen que el pueblo de Israel pecó por rebelde y Dios los escogió a ellos en su lugar, están incurriendo en el error de considerar que Dios escogió a Israel porque era el pueblo mejor de todos. Todo lo contrario de lo que dice este versículo.

LA REVOLUCIÓN ESPIRITUAL

De todas las crisis agudas que la humanidad ha conocido, ninguna va a resultar tan dramática, ni tan generalizada, como la crisis espiritual que se avecina. Nuestras instituciones, basadas fundamentalmente en intereses creados, están llegando a su fin. Los factores que están contribuyendo a precipitar esta crisis, entre otros, son: La crisis económica (inflación-recesión), la explosión demográfica muy difícil de planificar e implementar, la desintegración familiar, la contaminación del medio ambiente, la promiscuidad sexual, la adicción a sustancias químicas, las diferentes formas de compulsión, etc.. Todo ello apunta en una y misma dirección, es decir, a un espíritu en proceso decadente y hasta en zozobra, el cual se siente incapaz de mantener el ritmo de cambio que la sucesión rápida de eventos del mundo moderno le marca. Por ejemplo, en crisis anteriores, el refugio natural del espíritu humano era la religión organizada, como medio para mantener su estabilidad y salud psicológica, más o menos, protegida. Hoy por hoy, para el intelectual, esto ya no se vislumbra tan posible, debido al desarrollo promedio del individuo, cuyo sentido práctico y raciocinio le lleva a rechazar la superstición, los rituales, los dogmas, las viejas tradiciones y la quimera mesiánica. El individuo moderno necesita la verdad y el amor para poder sobrevivir en un mundo cada vez más complejo. La humanidad parece encaminarse, irremediablemente, hacia una sociedad espiritual sin autoridad ni clases, en línea con el precepto bíblico de ואהבת לרעך כמך o “…y amarás a tu prójimo como a ti mismo…”. De ningún modo se trata de una idea derivada del socialismo, el cual no contempla la vertiente espiritual y sólo se centra en el aspecto material de distribución para consumo de los recursos disponibles, sin siquiera considerar el ángulo del estimulo para una mayor producción.

El humano de la era de la información, merced a la explosión de las comunicaciones (Internet), se dirige hacia la consecución de un mayor balance espíritu-materia, poniendo de cada vez mas el énfasis, no en el enriquecimiento desmedido de los bienes materiales, los cuales por ley natural deben de estar limitados, sino en el crecimiento espiritual, de naturaleza infinita. Esto hará que la vida adquiera mayor armonía y calidad, lo que redundará en su propio beneficio a corto, medio y largo plazo, ya que la situación de confrontación que afronta el individuo, bajo el sistema de libre mercado capitalista, se tornará en una situación de mayor cooperación en beneficio común. Esto me lleva a pensar que la paz no sólo es posible sino alcanzable, alejando de una vez y para siempre, aunque gradualmente, el miedo y reemplazándolo por el amor. En la cooperación, ambos salen ganando mientras que en la confrontación, gana uno a expensas de otro que pierde.

Cabe inferir pues, que si el humano es capaz de superar la crisis espiritual que se avecina, el reino de los cielos se abrirá para él y un universo de riquezas sin fin se pondrá a su alcance כימי השמים על הארץ o “…mientras el universo exista…”. Consecuentemente, la humanidad habrá aprobado el examen para el cual estuvo durante milenios preparándose. Es posible que se haya superado entonces la crisis de las crisis o, como yo interpreto la sentencia profética: “…El día de יהוה Dios grande y terrible…” en el cual el futuro del humano, como criatura celestial, se ratificaría en el universo. Soy consciente que de errar en esta prueba, la humanidad correría el riesgo de un cataclismo sin precedentes, de no intervenir Dios.

Deut.. 7 vs 8:

וּמִשׇּׁמְר֤וֹ אֶת־הַשְּׁבֻעָה֙ אֲשֶׁ֤ר נִשְׁבַּע֙ לַאֲבֹ֣תֵיכֶ֔ם

o “…y para guardar su juramento con el cual juró a vuestros padres…”: Dios se comprometió con los patriarcas en juramento y no puede faltar a él.

Deut.. 7 vs 9:

וְיָ֣דַעְתָּ֔ כִּֽי־יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ ה֣וּא הָֽאֱלֹהִ֑ים הָאֵל֙ הַֽנֶּאֱמָ֔ן

“…y sábete que Jehová tu Dios es el Dios fiel…”: El verdadero Dios, aquel que cumple con su palabra.

Deut.. 7 vs 10:

וּמְשַׁלֵּ֧ם לְשֹׂנְאָ֛יו אֶל־פָּנָ֖יו לְהַאֲבִיד֑וֹ לֹ֤א יְאַחֵר֙ לְשֹׂ֣נְא֔וֹ אֶל־פָּנָ֖יו יְשַׁלֶּם־לֽוֹ

“…y que paga a los que le odian destruyéndolos y no se demora con el que le odia, personalmente le dará su pago…”: Dios justo que bendice al que le ama y maldice al que le odia. El Dios del juicio y de la justicia, es decir, el Dios que ajusta cuentas en el sentido de que para todo cuanto acontece en el mundo, existe un ojo que ve, un oído que escucha y un libro donde todo se escribe. El concepto del juicio final viene de aquí aunque Dios ejecuta algunos juicios relativos en este mundo, en virtud de la ley causa-efecto en función de las leyes universales.

Deut.. 7 vs 11:

וְשָׁמַרְתָּ֨ אֶת־הַמִּצְוָ֜ה וְאֶת־הַֽחֻקִּ֣ים וְאֶת־הַמִּשְׁפָּטִ֗ים אֲשֶׁ֨ר אָנֹכִ֧י מְצַוְּךָ֛ הַיּ֖וֹם לַעֲשׂוֹתָֽם

“…Y guardarás (pues) el mandamiento y las leyes y los juicios que Yo te encomiendo hoy para hacerlos…”: Ponte a salvo con todo cuanto te encomendé y no caigas en la trampa en la que caen los demás. Este es el regalo especial de Dios a los descendientes de los patriarcas. El judío que no cumpla con estas leyes universales de Dios, ya sea por ignorancia como por rebeldía, de seguro caerá victima de ellas. Aquel que no viva por la ley, de cierto, morirá por ella.

Resources

Mourner’s Kaddish (Kaddish Yatom), traditionally said by mourners––that is, those who have lost a parent during the previous eleven months or a child, sibling, or spuce during the last thirty days––and by those observing the anniversary of the death of those close relatives. (In many contemporary communities, the full congregation says it in support of the mourners, and in memory of the six million Jews who perished during the Holocaust, assuming that at least one died on any given day.) The mourners Kaddish omits lines 7 and 8 of the Full Kaddish that asks God to answer our prayers, because presumably, God did not grant the mourner’s prayers that the relative recover and live).
אבל: יִתְגַּדַּל וְיִתְקַדַּשׁ שְׁמֵהּ רַבָּא
[קהל: אמן] בְּעָלְמָא דִּי בְרָא כִרְעוּתֵהּ וְיַמְלִיךְ מַלְכוּתֵהּ בְּחַיֵּיכון וּבְיומֵיכון וּבְחַיֵּי דְכָל בֵּית יִשרָאֵל בַּעֲגָלָא וּבִזְמַן קָרִיב, וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן] קהל ואבל: יְהֵא שְׁמֵהּ רַבָּא מְבָרַךְ לְעָלַם וּלְעָלְמֵי עָלְמַיָּא אבל: יִתְבָּרַךְ וְיִשְׁתַּבַּח וְיִתְפָּאַר וְיִתְרומַם וְיִתְנַשּא וְיִתְהַדָּר וְיִתְעַלֶּה וְיִתְהַלָּל שְׁמֵהּ דְּקֻדְשָׁא. בְּרִיךְ הוּא. [קהל: בריך הוא:] לְעֵלָּא מִן כָּל בִּרְכָתָא בעשי”ת: לְעֵלָּא לְעֵלָּא מִכָּל וְשִׁירָתָא תֻּשְׁבְּחָתָא וְנֶחֱמָתָא דַּאֲמִירָן בְּעָלְמָא. וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן] יְהֵא שְׁלָמָא רַבָּא מִן שְׁמַיָּא וְחַיִּים עָלֵינוּ וְעַל כָּל יִשרָאֵל. וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן] עושה שָׁלום בִּמְרומָיו הוּא יַעֲשה שָׁלום עָלֵינוּ וְעַל כָּל יִשרָאֵל וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן]

וְזֹ֖את הַתּוֹרָ֑ה אֲשֶׁר־שָׂ֣ם מֹשֶׁ֔ה לִפְנֵ֖י בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃ תּוֹרָ֥ה צִוָּה־לָ֖נוּ מֹשֶׁ֑ה מוֹרָשָׁ֖ה קְהִלַּ֥ת יַעֲקֹֽב׃ הָאֵל֮ תָּמִ֢ים דַּ֫רְכּ֥וֹ אִמְרַֽת־יְהֹוָ֥ה צְרוּפָ֑ה מָגֵ֥ן ה֝֗וּא לְכֹ֤ל ׀ הַחֹסִ֬ים בּֽוֹ׃

Before reading the Torah:
הַשֵּׁם עִמָּכֶם.
יְבָרֶכְךָ הַשֵּׁם.
 

 .בָּרְכוּ אֶת יְהֹוָה הַמְּבֹרָךְ
.בָּרוּךְ יְהֹוָה הַמְּבֹרָךְ לְעוֹלָם וָעֶד
.בָּרוּךְ יְהֹוָה הַמְּבֹרָךְ לְעוֹלָם וָעֶד

בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר בָּחַר בָּנוּ מִכָּל הָעַמִּים וְנָתַן לָנוּ אֶת תּוֹרָתוֹ. בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, נוֹתֵן הַתּוֹרָה:
 אמן.

After reading the Torah:

בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר נָתַן לָנוּ אֶת תּוֹרָתוֹ תּוֹרַת אֱמֶת, וְחַיֵּי עוֹלָם נָטַע בְּתוֹכֵנוּ. בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, נוֹתֵן הַתּוֹרָה:
אמן.

Beracha recited before the reading of the Haftara:

Mi Sheberach, the Jewish prayer for healing, is one of the most meaningful prayers in Judaism. It is a public prayer or blessing for an individual or group, most often recited in synagogue when the Torah is being read. 

He who blessed our fathers Abraham, Isaac and Jacob, Moses and Aaron, David and Solomon, may he heal ___ who is ill. May the Holy One, blessed be he, have mercy and speedily restore him to perfect health, both spiritual and physical; and let us say, Amen.

מִי שֶׁבֵּרַךְ אֲבוֹתֵֽינוּ, אַבְרָהָם יִצְחָק וְיַעֲקֹב, משֶׁה וְאַהֲרֹן, דָּוִד וּשְׁלֹמֹה, הוּא יְבָרֵךְ וִירַפֵּא אֶת הַחוֹלֶה ___. הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא יִמָּלֵא רַחֲמִים עָלָיו לְהַחֲלִימוֹ וּלְרַפֹּאתוֹ, לְהַחֲזִיקוֹ וּלְהַחֲיוֹתוֹ, וְיִשְׁלַח לוֹ מְהֵרָה רְפוּאָה שְׁלֵמָה, רְפוּאַת הַנֶּֽפֶשׁ וּרְפוּאַת הַגּוּף; וְנֹאמַר אָמֵן.

Tefilat HaDerech (Hebrew: תפילת הדרך), also known as the Traveler’s Prayer or Wayfarer’s Prayer in English, is a prayer for safe travel recited by Jews when traveling by air, sea, or long car trips. It is recited at the start of every journey, preferably standing, but this is not required. It is frequently inscribed on hamsas, which may also include the Shema or Birkat HaBayit prayer.

In the “Blessing of Thanksgiving” (Birkat HaGomel), persons in four different categories should express gratitude to God for His compassion toward them:
One who has done one of the following: a) traveled across the ocean (by an international flight, etc.); b) traversed the desert; c) recovered from a very serious illness; d) been released from prison.
All other potentially fatal circumstances that one escapes, such as a wall crumbling on him, an ox goring him, thieves, auto accidents, etc., fall under the category of desert.

The reader recites:

בָּרוּךְ אַתָּה ה’ אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם הַגּוֹמֵל לְחַיָּבִים טוֹבוֹת שֶׁגְּמָלַנִי כָּל טוֹב.

 
The congregations responds:

מִי שֶׁגְמַלְךָ כֹּל טוֹב הוּא יִגְמַלְךָ כֹּל טוֹב סֶלָה.

NameSymbolSephardi
Sof passukב׃‎סוֹף פָּסֽוּק‎
Sof pasuk
Etnachtaב֑‎אַתְנָ֑ח‎
Atnaḥ
Segolב֒‎סְגוֹלְתָּא֒‎
Segolta
Shalsheletב֓‎שַׁלְשֶׁ֓לֶת‎
Šalšeleþ
Zakef katanב֔‎זָקֵף קָט֔וֹן‎
Záqéf Qáţown
Zakef gadolב֕‎זָקֵף גָּד֕וֹל‎
Záqéf Ggádowl
Tifchaב֖‎טַרְחָ֖א‎
Tarḥa
Riviaב֗‎רְבִ֗יע‎
Revia
Zarkaב֮‎זַרְקָא֮‎
Zarqa
Pashtaב֙‎קַדְמָא֙‎
Qadma
Shene pashtinב֨‎ב֙‎תְּרֵ֨י קַדְמִין֙‎
Tere qadmin
Yetivב֚‎יְ֚תִיב‎
Yetiv
Tevirב֛‎תְּבִ֛יר‎
Tviyr
Pazerב֡‎פָּזֶר גָּד֡וֹל‎
Pazer gadol
Qarne farahב֟‎קַרְנֵי פָרָ֟ה‎
Qarne farah
Telisha gedolaב֠‎תִּ֠רְצָה‎
Tirtzah
Gereshב֜‎גְּרִ֜ישׁ‎
Gerish
Gershayimב֞‎שְׁנֵי גְרִישִׁ֞ין‎
Shene gerishin
Munachב׀‎פָּסֵ֣ק׀‎
Paseq
Merchaב֥‎מַאֲרִ֥יךְ‎
Maarich
Munachב֣‎שׁוֹפָר הוֹלֵ֣ךְ‎
Shofar holech
Mahpachב֤‎‏(שׁוֹפָר) מְהֻפָּ֤ךְ‎
(Shofar) mehuppach
Dargaב֧‎דַּרְגָּ֧א‎
Ddarggá
Kadmaב֨‎אַזְלָ֨א or קַדְמָ֨א‎
Azla or Qadma[18]
Telisha ketanaב֩‎תַּלְשָׁא֩‎
Talsha
Mercha kefulaב֦‎תְּרֵי טַעֲמֵ֦י‎
Tere ta’ame
Yerach ben yomoב֪‎יֵרֶח בֶּן יוֹמ֪וֹ‎
Yeraḥ ben yomo

Spanish-Portuguese custom

זַרְקָא֮ מַקַּף־שׁוֹפָר־הוֹלֵ֣ךְ סְגוֹלְתָּא֒ פָּזֵר גָּד֡וֹל תַ֠לְשָׁא תִּ֩ילְשָׁא אַזְלָ֨א גֵּ֜רֵישׁ פָּסֵק  ׀  רָבִ֗יעַ שְׁנֵי־גֵרֵישִׁ֞ין דַּרְגָ֧א תְּבִ֛יר מַאֲרִ֥יךְ טַרְחָ֖א אַתְנָ֑ח שׁוֹפָר־מְהֻפָּ֤ךְ קַדְמָא֙ תְּרֵ֨י־קַדְמִין֙ זָקֵף־קָט֔וֹן זָקֵף־גָּד֕וֹל שַׁלְשֶׁ֓לֶת תְּרֵי־טַעֲמֵ֦י יְ֚תִיב סוֹף־פָּסֽוּק׃

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