Números 33, vs 2:
וַיִּכְתֹּ֨ב מֹשֶׁ֜ה אֶת־מוֹצָאֵיהֶ֛ם לְמַסְעֵיהֶ֖ם עַל־פִּ֣י יְהֹוָ֑ה
“…y escribió Moisés sus salidas y sus viajes por dicho de Jehová…”: Este es el itinerario de los hijos de Israel por el desierto desde que salieron de Egipto hasta que llegaron a la tierra prometida de Canaán.
Números 33, vs 4:
וּמִצְרַ֣יִם מְקַבְּרִ֗ים אֵת֩ אֲשֶׁ֨ר הִכָּ֧ה יְהֹוָ֛ה בָּהֶ֖ם כׇּל־בְּכ֑וֹר
o “…y Egipto estaban enterrando a los que hirió Dios de ellos, todo primogénito…”: Mientras el pueblo de Israel abandonaba Egipto, los egipcios enterraban a sus primogénitos. Un contraste bien opuesto entre los que están del lado de Dios y los que se rebelan en contra de Él. Entre el pueblo santo y el pueblo gentil pecador.
Números 33, vs 4:
וּבֵאלֹ֣הֵיהֶ֔ם עָשָׂ֥ה יְהֹוָ֖ה שְׁפָטִֽים
o “…y sobre sus dioses hizo Jehová juicios…”: Se demostró quien era el Dios verdadero vis a vis de la concepciones humanas falsas de los dioses egipcios. Se hizo justicia divina.
Números 33, vs 5-49:
Aquí se mencionan los viajes de los hijos de Israel a través del desierto, por 40 años. Lo más complicado es situar en el mapa de hoy las ciudades citadas en la Biblia. Por otro lado, se menciona el evento correspondiente a los años de la vida del sumo sacerdote Aarón, 123 años.
Números 33, vs 50-52:
וְה֨וֹרַשְׁתֶּ֜ם אֶת־כׇּל־יֹשְׁבֵ֤י הָאָ֙רֶץ֙ מִפְּנֵיכֶ֔ם
o “…y desheredaréis a todos los habitantes de la tierra de delante de ustedes…”: Para poder tomar posesión de la tierra prometida, Dios encomienda al pueblo de Israel a que desaloje a sus habitantes expulsándoles de allí. Esta expulsión se hacía necesaria, en virtud de que su cultura y religión corruptas iban a causar tropiezos adicionales difíciles de superar por Israel. Contrariamente, hoy, Israel rechaza expulsar a los palestinos de la tierra santa argumentando que no es posible porque son seres humanos como ellos. Esto les estuvo y estará costando carísimo, en términos de inestabilidad, terrorismo, agravio económico porque tienen que estar movilizados permanentemente para la guerra, etc…Los líderes contemporáneos del Israel post 1948, viven por patrones gentiles y por el Talmud babilónico, no por el patrón bíblico.
Números 33, vs 52:
וְאִ֨בַּדְתֶּ֔ם אֵ֖ת כׇּל־מַשְׂכִּיֹּתָ֑ם וְאֵ֨ת כׇּל־צַלְמֵ֤י מַסֵּֽכֹתָם֙ תְּאַבֵּ֔דוּ וְאֵ֥ת כׇּל־בָּמוֹתָ֖ם תַּשְׁמִֽידוּ
“…y destruiréis todos sus iconos de piedra y todas sus imágenes de fundición y todos sus lugares altos destruiréis…”: Israel no podía hacer compromiso ninguno con los habitantes de la tierra en materia espiritual, porque Jehová es el único Dios y no admite competencia con dioses falsos en su tierra santa. El Israel de hoy no entiende esto porque no viven por el patrón bíblico.
Números 33, vs 53:
וְהוֹרַשְׁתֶּ֥ם אֶת־הָאָ֖רֶץ וִֽישַׁבְתֶּם־בָּ֑הּ כִּ֥י לָכֶ֛ם נָתַ֥תִּי אֶת־הָאָ֖רֶץ לָרֶ֥שֶׁת אֹתָֽהּ
“…y heredaréis la tierra y habitaréis en ella porque a vosotros la di para que la heredéis…”: Esta sentencia está repetida con el fin de que Israel entienda que no puede haber compromiso ni negociación alguna con los habitantes de la tierra prometida, como está sucediendo ahora con los palestinos. Judea, Samaria y Gaza fueron dadas por Dios a Israel e Israel, a instancias de los Estados Unidos de America, está negociando un estado palestino en estas tierras, a cambio de dinero, desatendiendo al mandamiento divino. En estas condiciones ¿cómo pudiera Dios bendecir a Israel? El judío contemporáneo no entiende que Dios destruyó a muchas naciones para hacer heredar la tierra santa a Israel.
Números 33, vs 54:
וְהִתְנַחַלְתֶּם֩ אֶת־הָאָ֨רֶץ בְּגוֹרָ֜ל לְמִשְׁפְּחֹֽתֵיכֶ֗ם לָרַ֞ב תַּרְבּ֤וּ אֶת־נַחֲלָתוֹ֙ וְלַמְעַט֙ תַּמְעִ֣יט אֶת־נַחֲלָת֔וֹ אֶל֩ אֲשֶׁר־יֵ֨צֵא ל֥וֹ שָׁ֛מָּה הַגּוֹרָ֖ל
o “…y haréis heredar la tierra por suertes, por familias; a las grandes les daréis más herencia y a las pequeñas menos herencia, según determine allí su suerte…”: La tierra debía de ser sorteada por suerte, aunque asignándole mayor territorio a las familias numerosas y menos territorio a las familias pequeñas.
Números 33, vs 55:
וְאִם־לֹ֨א תוֹרִ֜ישׁוּ אֶת־יֹשְׁבֵ֣י הָאָ֘רֶץ֮ מִפְּנֵיכֶם֒
o “..y si no expulsareis a los habitantes de la tierra de delante de ustedes…”: Dios suponía que podía suceder lo que está sucediendo ahora entre Israel y los Palestinos, en el sentido de que Israel está dispuesta a renegar de Judea, Samaria y Gaza para que los palestinos declaren el estado islámico # 43 en estos territorios que Dios prometió a Israel. Por eso les advirtió…4,000 años antes.
Números 33, vs 55:
וְהָיָה֙ אֲשֶׁ֣ר תּוֹתִ֣ירוּ מֵהֶ֔ם לְשִׂכִּים֙ בְּעֵ֣ינֵיכֶ֔ם וְלִצְנִינִ֖ם בְּצִדֵּיכֶ֑ם וְצָרְר֣וּ אֶתְכֶ֔ם עַל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֥ר אַתֶּ֖ם יֹשְׁבִ֥ים בָּֽהּ
“…y sucederá que el remanente de ellos os será por aguijones en vuestros ojos y por espinos en vuestros costados y os amargarán sobre la tierra en la que habitéis…”: Esto es lo que viene sucediendo desde 1948 en la tierra santa de Israel donde los Israelíes se niegan a expulsar a los palestinos y estos les están haciendo la vida “cuadritos”, en virtud del terrorismo y de la “Intifadda”, tal y como lo previno Dios en la Biblia. Sin embargo, Israel y la mayoría de los judíos del mundo prefieren la negociación y no quieren darse por enterado del mandamiento bíblico.
Números 33, vs 56:
וְהָיָ֗ה כַּאֲשֶׁ֥ר דִּמִּ֛יתִי לַעֲשׂ֥וֹת לָהֶ֖ם אֶֽעֱשֶׂ֥ה לָכֶֽם
“…y sucederá que lo que tenía previsto hacer con ellos, lo haré con vosotros…”: El castigo para ellos será para ustedes por haber desobedecido al mandamiento divino.
Números 34, vs 1 – 12:
זֹ֣את הָאָ֗רֶץ אֲשֶׁ֨ר תִּפֹּ֤ל לָכֶם֙ בְּֽנַחֲלָ֔ה אֶ֥רֶץ כְּנַ֖עַן לִגְבֻלֹתֶֽיהָ
o “…esta es la tierra la cual os pertenece a ustedes por herencia, tierra de Canaán con sus fronteras…”: Aquí se detallan los limites de la tierra prometida para el remanente de Jacob, concretamente hoy, los judíos:
- En el oeste, la frontera se encuentra con el desierto de Sinaí y con el mar Mediterráneo.
- En el este, desde la ribera occidental del río Kineret hasta el mar muerto.
- En el norte con el Líbano.
- En el sur con el mar Rojo.
La ribera oriental del río Jordán no forma parte de la tierra prometida a pesar de que las tribus de los hijos de Rubén, de Gad y la media tribu de Manases se asentaron allí, en el tiempo de Josué. La confirmación de esto la tenemos en el hecho de que a Moisés no le fue permitido entrar en la tierra prometida, es decir, cruzar el río Jordán. El reclamo por parte de algunos rabinos judíos, en el sentido de que la frontera del este incluye a los territorios que se encuentran en la antigua Mesopotamia, actualmente Irak, entre los ríos Tigris y Eúfrates, no es legitimo. Esos territorios fueron prometidos a la descendencia de Abrahán en general, es decir, a Ismael y a los seis hijos que tendría con Keturah (Islam).
Números 34, vs 13 – 29:
Aquí Moisés indica a los líderes de Israel el reparto entre las tribus de Israel que heredaron la tierra prometida amén de las tierras incorporadas en el lado este del río Jordán, por las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manases. Moisés les insta a nombrar a un representante de cada tribu para que se encargue de la repartición de las tierras entre su propia gente.
Números 35, vs 1-6:
Aquí se mencionan las 42 ciudades pertenecientes a lo levitas, en las cuales ellos podían tener sus ganados y sus pertenencias producto de las ofrendas de los hijos de Israel.
Números 35, vs 7:
כׇּל־הֶעָרִ֗ים אֲשֶׁ֤ר תִּתְּנוּ֙ לַלְוִיִּ֔ם אַרְבָּעִ֥ים וּשְׁמֹנֶ֖ה עִ֑יר אֶתְהֶ֖ן וְאֶת־מִגְרְשֵׁיהֶֽן
“…todas las ciudades que daréis a los Levitas, serán 48 ciudades con sus ejidos…”: Seis de ellas eran ciudades de refugio adonde tomaban resguardo los que cometían homicidio involuntario. Las demás eran para albergar a la tribu de Leví con sus ganados y otras pertenencias, producto del diezmo y de las otras ofrendas del pueblo de Israel. Estas 48 ciudades se encontraban dispersas entre todo el territorio de Israel.
Números 35, vs 11:
וְנָ֥ס שָׁ֙מָּה֙ רֹצֵ֔חַ מַכֵּה־נֶ֖פֶשׁ בִּשְׁגָגָֽה
o “..y huirá allí el homicida, el cual golpeó alma sin intención…”: Estas ciudades albergaban tanto a los homicidas involuntarios ya juzgados como a aquellos cuyo juicio estaba pendiente.
Números 35, vs 12:
וְלֹ֤א יָמוּת֙ הָרֹצֵ֔חַ עַד־עׇמְד֛וֹ לִפְנֵ֥י הָעֵדָ֖ה לַמִּשְׁפָּֽט
o “…y no morirá el asesino hasta que se presente delante de la congregación en juicio…”: Hasta que se celebre el juicio permanecerá en la ciudad de refugio. Si fuera encontrado culpable de asesinato, sería sacado de la ciudad de refugio y ajusticiado con la pena capital; y si no, se le devolvería a la ciudad de refugio en la cual habitaría hasta la muerte del sumo sacerdote, circunstancia que lo permitiría salir libre.
Números 35, vs 13-15:
אֵ֣ת ׀ שְׁלֹ֣שׁ הֶעָרִ֗ים תִּתְּנוּ֙ מֵעֵ֣בֶר לַיַּרְדֵּ֔ן וְאֵת֙ שְׁלֹ֣שׁ הֶֽעָרִ֔ים תִּתְּנ֖וּ בְּאֶ֣רֶץ כְּנָ֑עַן
o “…tres ciudades tendréis en la otra orilla de Jordán y tres ciudades tendréis en la tierra de Canaán…”: En total seis ciudades de refugio para los homicidas involuntarios, tres del lado este y tres del lado oeste de la ribera del río Jordán..
Números 35, vs 16:
וְאִם־בִּכְלִ֨י בַרְזֶ֧ל ׀ הִכָּ֛הוּ וַיָּמֹ֖ת רֹצֵ֣חַֽ ה֑וּא מ֥וֹת יוּמַ֖ת הָרֹצֵֽחַ
o “…y si con un objeto de hierro le hiriere y muriere, asesinato es; morir, morirá el asesino…”: Cuando en una pelea se hiere con algún objeto contundente como el hierro, existe asesina intención y se debe de considerar asesinato, y no, homicidio involuntario.
Números 35, vs 17-18:
וְאִ֡ם בְּאֶ֣בֶן….א֡וֹ בִּכְלִ֣י עֵֽץ־יָד֩
o “…y si con piedra o con objeto manual hecho de palo…”: A mi entender, cualquier instrumento u objeto en una pelea era considerado como un arma y por consiguiente debía de considerarse asesinato, y no, homicidio involuntario.
Números 35, vs 19-21:
גֹּאֵ֣ל הַדָּ֔ם….וְאִם־בְּשִׂנְאָ֖ה…א֣וֹ בְאֵיבָ֞ה
o “…si por venganza o por odio o por enemistad….”: Si existiera precedente, podría existir intencionalidad lo cual podría considerarse como asesinato, y no como homicidio involuntario. Una investigación a fondo se hacía necesaria para determinar si hubo o no intencionalidad.
Números 35, vs 22-24:
Aquí se relacionan circunstancias en las cuales no existe intencionalidad.
Números 35, vs 25:
עַד־מוֹת֙ הַכֹּהֵ֣ן הַגָּדֹ֔ל אֲשֶׁר־מָשַׁ֥ח אֹת֖וֹ בְּשֶׁ֥מֶן הַקֹּֽדֶשׁ
“…hasta que muriere el sumo sacerdote el cual fue ungido con el aceite santo…”: En caso de muerte del sumo sacerdote, los homicidas involuntarios volvían a sus ciudades libres de nuevo y sin cargo alguno. La Biblia no parece indicar la relación existente entre la muerte del sumo sacerdote y la liberación de los homicidas involuntarios. Yo entiendo que el homicida involuntario, aunque no quiso matar a su victima, debe de ser separado porque causó una muerte y, como tal, debe de ser objeto de algún tipo de restricción por lo que hizo porque puede que hubiese negligencia en algún grado y esta ley, tendía a hacerlos más cautelosos y cuidadosos para con la vida del prójimo.
Números 35, vs 26-29:
וְאִם־יָצֹ֥א יֵצֵ֖א הָרֹצֵ֑חַ אֶת־גְּבוּל֙ עִ֣יר מִקְלָט֔וֹ
“…y si salir saliese el homicida involuntario más allá de la frontera de la ciudad de refugio…”: Mientras estaba en la ciudad de refugio, estaba legalmente protegido contra el vengador. Sin embargo, cuando cruzaba los limites de la ciudad de refugio y penetraba en territorio común, podía ser incluso asesinado por el vengador sin resultar este castigado por su muerte. La razón por ello estriba en el hecho de que si le ve el vengador, se recuerda del hecho y se pudiera cegar por el furor de lo ocurrido a su ser querido, mientras que estando en la ciudad de refugio, el vengador no lo va a ver y con el transcurrir del tiempo, el olvido tiende a apaciguar el sentimiento vengativo.
Números 35, vs 30:
כׇּ֨ל־מַכֵּה־נֶ֔פֶשׁ לְפִ֣י עֵדִ֔ים יִרְצַ֖ח אֶת־הָרֹצֵ֑חַ וְעֵ֣ד אֶחָ֔ד לֹא־יַעֲנֶ֥ה בְנֶ֖פֶשׁ לָמֽוּת
“..Todo el que atenta contra un alma, según testigos será asesinado el asesino, y un solo testigo solamente no responderá por el alma para morir…”: La acusación de un solo testigo no es suficiente como para condenar a muerte al encartado sino por un mínimo de dos testigos en adelante. Yo infiero que existe la posibilidad de que uno pudo haberse creído ver lo que en realidad no vio. Los sentidos humanos no son 100% fidedignos y confiables; por eso, dos testigos son válidos y uno solo no, en virtud de un castigo tan grave como el de la pena capital.
Números 35, vs 31:
וְלֹֽא־תִקְח֥וּ כֹ֙פֶר֙ לְנֶ֣פֶשׁ רֹצֵ֔חַ אֲשֶׁר־ה֥וּא רָשָׁ֖ע לָמ֑וּת כִּי־מ֖וֹת יוּמָֽת
“…y no tomaréis rescate por alma asesinada porque él es perverso de muerte y morir debe morir…”: No se puede exonerar a un asesino haciéndole pagar un rescate o compensación. El asesino debe de morir a manos de la justicia para que la sociedad conserve su fibra moral sana. Aquel que privó criminalmente de la vida a su prójimo, perdió su propio derecho a la vida.
Números 35, vs 32:
וְלֹא־תִקְח֣וּ כֹ֔פֶר לָנ֖וּס אֶל־עִ֣יר מִקְלָט֑וֹ
o “..y no tomaréis rescate por el que huyó a una ciudad de refugio…”: Tampoco estaba permitido a un homicida involuntario ser rescatado por dinero.
Números 35, vs 33:
כִּ֣י הַדָּ֔ם ה֥וּא יַחֲנִ֖יף אֶת־הָאָ֑רֶץ וְלָאָ֣רֶץ לֹֽא־יְכֻפַּ֗ר לַדָּם֙ אֲשֶׁ֣ר שֻׁפַּךְ־בָּ֔הּ כִּי־אִ֖ם בְּדַ֥ם שֹׁפְכֽוֹ
o “…porque la sangre profana la tierra y la tierra no será expiada de la sangre derramada más que con la sangre del que la derramó…”: El que asesina debe de morir.
Números 35, vs 34:
וְלֹ֧א תְטַמֵּ֣א אֶת־הָאָ֗רֶץ אֲשֶׁ֤ר אַתֶּם֙ יֹשְׁבִ֣ים בָּ֔הּ אֲשֶׁ֥ר אֲנִ֖י שֹׁכֵ֣ן בְּתוֹכָ֑הּ כִּ֚י אֲנִ֣י יְהֹוָ֔ה שֹׁכֵ֕ן בְּת֖וֹךְ בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל
“…y no contaminéis la tierra en la cual habitáis porque Yo “habito” en medio de ella ya que yo Jehová “habito” en medio de los hijos de Israel…”: Yo no interpreto como que Dios habita en ningún lugar porque Dios no cabe en ningún espacio. El símbolo de la cercanía de la divina presencia sí se manifestaba en el Arca del testimonio y eso hacía que el israelita desarrollara la conciencia de la divina presencia entre ellos y actuara de acuerdo a la conciencia de la divinidad presente en sus espíritus. Por eso, Dios insiste en que Él habita entre los hijos de Israel, es decir, en la conciencia del espíritu humano vivo y no en el Arca sagrada del testimonio, lo cual es materia inerte sin conciencia y representa solamente el símbolo, no la esencia.
Números 36, vs 1-12:
מַטֵּ֥ה אָבִ֖יהָ תִּהְיֶ֣ה לְאִשָּׁ֑ה לְמַ֗עַן יִֽירְשׁוּ֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אִ֖ישׁ נַחֲלַ֥ת אֲבֹתָֽיו
“…de la tribu de su padre será su marido para que hereden los hijos de Israel, cada hombre la herencia de sus padres…”: Aquí se relaciona la petición de las hijas de Selofhad en el sentido de que las hijas pudieran heredar en el caso de que su padre no tuviera hijo que le heredara. Esto creaba el problema de que si la mujer que heredaba se casaba con uno de otra tribu, al llegar el año del jubileo, la heredad pasaría de una tribu a la otra, lo cual permitiría que una tribu se beneficiara y la otra se perjudicara. Dios les ordenó que si una mujer heredaba algo, se tenía que casar con alguien de su propia tribu, con el fin de evitar que una posesión pasara de una tribu a la otra. Esta ley servía para que cada tribu se perpetuara y no se traspasaran las propiedades entre las tribus cuando no existían hijos para heredar, sino hijas.