Números 13, vs 2:
שְׁלַח־לְךָ֣ אֲנָשִׁ֗ים וְיָתֻ֙רוּ֙ אֶת־אֶ֣רֶץ כְּנַ֔עַן
o “…envía tú hombres y que inspeccionen la tierra de Canáan…”: A requerimiento del pueblo, Moisés somete a Dios una petición para que, antes de entrar en la tierra prometida, envíe al representante de cada una de las 12 tribus de Israel. Dios accede a ello aunque Él no fue el que lo aconsejó. Fue el pueblo el que está poniendo en duda el plan de Dios y quiere asegurarse, antes de entrar, de que la tierra es buena. De hecho, es pura falta de confianza en Dios, como veremos más adelante cuando 10 de los 12 líderes traen mal reporte, hasta el punto de oponerse a entrar para poseer la tierra que Dios prometió a los patriarcas.
Números 13, vs 3:
כֻּלָּ֣ם אֲנָשִׁ֔ים רָאשֵׁ֥י בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל הֵֽמָּה
o “…todos príncipes de los hijos de Israel, ellos…”: Mandaron a la elite de cada tribu, es decir, al príncipe, para que trajera un reporte lo más objetivo posible de la tierra prometida.
Números 13, vs 4-15:
Aquí se mencionan los nombres de los doce príncipes de Israel.
Números 13, vs 16:
וַיִּקְרָ֥א מֹשֶׁ֛ה לְהוֹשֵׁ֥עַ בִּן־נ֖וּן יְהוֹשֻֽׁעַ
o “…y llamó Moisés a Oseas hijo de Nun, Josué…”: En el sentir de la Biblia, algunos nombres asignados tenían que ver con el rol que el individuo había desempeñado o iba a desempeñar en el futuro. En otros casos, significaban algún evento que caracterizaba al individuo en particular como ocurrió en el caso de Moisés, cuyo nombre “Moshe” significaba, en idioma egipcio, “salvado de las aguas”. Moshe no es nombre de origen Hebreo sino egipcio. Un caso similar lo tenemos con el patriarca Abrám y su primera esposa, media hermana, Sarai, cuyos nombres fueron cambiados por el de Abrahán y por el de Sarah. A mi entender, en el caso que nos ocupa ahora, es decir, en el de הוֹשֵׁ֥עַ u “..Oseas” por יְהוֹשֻֽׁעַ o “…Josué…”, existe un cambio importante en el sentido de que el nombre inicial הוֹשֵׁ֥עַ significa “salvar” mientras que יְהוֹשֻֽׁעַ o “…Josué…”, significa en críptico יְהֹוָ֖ה שֻֽׁעַ “…Jehová el Salvador…”.
Números 13, vs 17:
וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֗ם עֲל֥וּ זֶה֙ בַּנֶּ֔גֶב וַעֲלִיתֶ֖ם אֶת־הָהָֽר
o “…y (Moisés) les dijo: Subid por el Neguev y subiréis la montaña…”: Moisés les dio instrucciones acerca del camino a seguir. No se indica si fue por conocimiento que el tenía de ese terreno o si fue Dios el que se lo aconsejó.
Números 13, vs 18:
וּרְאִיתֶ֥ם אֶת־הָאָ֖רֶץ מַה־הִ֑וא וְאֶת־הָעָם֙ הַיֹּשֵׁ֣ב עָלֶ֔יהָ הֶחָזָ֥ק הוּא֙ הֲרָפֶ֔ה הַמְעַ֥ט ה֖וּא אִם־רָֽב
o “…y veréis la tierra, como es, y el pueblo que vive en ella, si es fuerte, si son pocos o numerosos…”: Los espías tenían que dar reporte de lo que pudieran ver en términos de tierra, su gente y sus logros en cuanto a civilización se refiere.
Números 13, vs 19:
וּמָ֣ה הָאָ֗רֶץ אֲשֶׁר־הוּא֙ יֹשֵׁ֣ב בָּ֔הּ הֲטוֹבָ֥ה הִ֖וא אִם־רָעָ֑ה
“…y como es la tierra en la cual habitan, si es buena o mala…”: ¿Cómo iba a ser mala la tierra la cual Dios les había reservado? A mi entender, el pueblo mostró gran desconfianza y rebelión en contra de Dios, al cuestionar este regalo de Dios al pueblo de Israel. Moisés, a pesar de ello, intentó que el pueblo se cerciorara de las bondades de Dios para con Israel, antes de entrar a ocupar la tierra prometida de Canáan. Dios bendito, acusó el golpe que la crítica representaba y accedió a la voluntad de la mayoría del pueblo de Israel porque Jehová es el Dios de la libertad y Él no hace nada para coartarla, ya que esa fue su santa voluntad, cuando creó al humano a su imagen y semejanza otorgándole el libre albedrío.
Números 13, vs 20:
וּלְקַחְתֶּ֖ם מִפְּרִ֣י הָאָ֑רֶץ וְהַ֨יָּמִ֔ים יְמֵ֖י בִּכּוּרֵ֥י עֲנָבִֽים
o “…y tomaréis del fruto de la tierra y de los días eran de la primicia de las uvas…”: Querían saber acerca del producto de la tierra, su tamaño, su sabor, etc…
Números 13, vs 22:
וְשָׁ֤ם אֲחִימַן֙ שֵׁשַׁ֣י וְתַלְמַ֔י יְלִידֵ֖י הָעֲנָ֑ק
o “…y allí moraban Ahiman, Sheshay y Talmay, hijos de Hanak…”: Hanak era un individuo descendiente de un pueblo de gigantes, muy intimidadores por su aspecto físico.
Números 13, vs 25:
וַיָּשֻׁ֖בוּ מִתּ֣וּר הָאָ֑רֶץ מִקֵּ֖ץ אַרְבָּעִ֥ים יֽוֹם׃
o “…y volvieron de espiar la tierra transcurridos 40 días…”: Se supone que, en virtud del tiempo transcurrido, es decir, 40 días, de los cuales había que descontar el tiempo invertido en la ida y en la vuelta, la visita no pudo haber sido muy amplia y por consiguiente su reporte no podía resultar tan fidedigno. A mi entender, se dejaron de influenciar por los aspectos negativos y sobre todo, no consideraron el hecho de que יְהֹוָ֖ה Dios lucharía por ellos. Confiaron en sus propias fuerzas terrenales solamente.
Números 13, vs 26:
וַיֵּלְכ֡וּ וַיָּבֹ֩אוּ֩ אֶל־מֹשֶׁ֨ה וְאֶֽל־אַהֲרֹ֜ן וְאֶל־כׇּל־עֲדַ֧ת בְּנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֛ל
o “…y fueron y volvieron a Moisés a Aarón y a toda la congregación de los hijos de Israel…”: El reporte lo iban a dar públicamente, sin primero hablar con Moisés, con Aarón y con los 70 ancianos. Esto ocasionaría cierto caos, en virtud de que no sopesaron debidamente las consecuencias de sus declaraciones públicas. Como regla general, siempre que hay una muchedumbre, es muy difícil controlar la situación, en virtud de que se suelen desatar las pasiones. Este es un fenómeno que los políticos saben utilizar a su favor.
Números 13, vs 27:
וְ֠גַ֠ם זָבַ֨ת חָלָ֥ב וּדְבַ֛שׁ הִ֖וא וְזֶה־פִּרְיָֽהּ
o “…y también es (tierra) que fluye leche y miel y este es su fruto…”: Empezaron bien para luego terminar mal. Los productos que enseñaron tuvieron que ser del agrado de todos.
Números 13, vs 28:
אֶ֚פֶס כִּֽי־עַ֣ז הָעָ֔ם הַיֹּשֵׁ֖ב בָּאָ֑רֶץ וְהֶֽעָרִ֗ים בְּצֻר֤וֹת גְּדֹלֹת֙ מְאֹ֔ד וְגַם־יְלִדֵ֥י הָֽעֲנָ֖ק רָאִ֥ינוּ שָֽׁם
o “…aunque es fuerte el pueblo que vive en la tierra y las ciudades con grandes fortificaciones y también los hijos de Anak vimos allí…”: Esto tuvo que haber contrariado bastante a la gente que no tenía mucha confianza en Dios y que contaba única y exclusivamente con sus fuerzas armadas.
Números 13, vs 29:
o “…Amalec habita en la tierra del Neguev…”: Los amalequitas eran enemigos mortales de los hebreos. Gente fiera, que no distingue entre el enfermo y el anciano de los demás. Gente despiadada y sanguinaria.
עֲמָלֵ֥ק יוֹשֵׁ֖ב בְּאֶ֣רֶץ הַנֶּ֑גֶב
Números 13, vs 30:
וַיַּ֧הַס כָּלֵ֛ב אֶת־הָעָ֖ם אֶל־מֹשֶׁ֑ה וַיֹּ֗אמֶר עָלֹ֤ה נַעֲלֶה֙ וְיָרַ֣שְׁנוּ אֹתָ֔הּ כִּֽי־יָכ֥וֹל נוּכַ֖ל לָֽהּ
o “…y se pronunció Caleb ante el pueblo dirigiéndose a Moisés y dijo: Subir, subamos y heredémosla porque poder, podremos con ella…”: Caleb siente que el reporte de 10 de los 12 líderes espías era negativo y opuesto a la conquista de la tierra, por eso, decide intervenir recordando al pueblo que Dios está con ellos y que deben de heredar la tierra porque Dios, seguramente, va a protegerlos y a darles la victoria a pesar de ser ellos un pueblo menos fuerte y menos numeroso. Tenía que ser así porque no sería Israel el que, por sus medios terrenales, conquistaría la tierra prometida sino Dios el que pelearía por ellos para hacérsela heredar, como regalo a la descendencia del los patriarcas. En el mundo Judío de hoy, este mismo temor está embargando los corazones de millones de judíos liberales y hasta conservadores, con respecto a apoderarse los territorios de Judea, Samaria y Gaza, parte integrante de la tierra prometida. Prefieren renunciar a ellos y crear un estado Palestino con el fin de coexistir supuestamente en paz con el enemigo mortal el filisteo o palestino, cosa que, por otra parte, no puede suceder porque echaría por tierra los planes de Dios, en cuanto a la promesa que hizo a los patriarcas.
Números 13, vs 31:
וְהָ֨אֲנָשִׁ֜ים אֲשֶׁר־עָל֤וּ עִמּוֹ֙ אָֽמְר֔וּ לֹ֥א נוּכַ֖ל לַעֲל֣וֹת אֶל־הָעָ֑ם כִּֽי־חָזָ֥ק ה֖וּא מִמֶּֽנּוּ
“…y los hombres que subieron con él dijeron: No podremos subir al pueblo porque es más fuerte él que nosotros…”: Los otros 10 príncipes espías arremetieron contra la opinión de Caleb en el sentido de que no tenían posibilidad ninguna contra tantos y tan fuertes enemigos, desconfiando y menospreciando el poder de Dios que los guiaba a pesar de haber testimoniado tantos milagros anteriores. ¿Acaso los habitantes de la tierra prometida iban a ser más poderosos que el Faraón de Egipto al cual Dios humilló delante de sus propios ojos?
Números 13, vs 32:
אֶ֣רֶץ אֹכֶ֤לֶת יוֹשְׁבֶ֙יהָ֙ הִ֔וא
o “…tierra que se traga a sus habitantes es ella…”: Es posible que estuviera compuesta de metrópolis o de urbes. Tengamos en cuenta de que los Israelitas procedían de una cultura agrícola, mucho más lenta, básica, menos estructurada que la febril e insegura cultura de las ciudades. Hoy se dice de los Estados Unidos de América, que es una tierra que acaba con cualquier cultura y que el aspecto consumista o económico-práctico, prima sobre cualquier consideración de orden moral o espiritual, de hecho, muchos templos se convirtieron en “shows” que atraen al publico con fines de lucro más que otra cosa.
Números 13, vs 32:
וְכׇל־הָעָ֛ם אֲשֶׁר־רָאִ֥ינוּ בְתוֹכָ֖הּ אַנְשֵׁ֥י מִדּֽוֹת
“…y todo el pueblo que vimos en su entorno, hombres de gran estatura…”: Es posible que se estén refiriendo a hombres de gran envergadura, aunque también es posible que se refieran a hombres hábiles o más evolucionados que ellos en las ciencias y en las artes.
Números 13, vs 33:
וַנְּהִ֤י בְעֵינֵ֙ינוּ֙ כַּֽחֲגָבִ֔ים וְכֵ֥ן הָיִ֖ינוּ בְּעֵינֵיהֶֽם
o “…y éramos a nuestros ojos como langostas, y así lucíamos a sus ojos…”: Definitivamente, los 10 príncipes de Israel no consideraron el factor Dios en la ecuación, el cual moraba entre ellos, a pesar de todos los milagros que vieron en su subida de Egipto. Es muy posible que se hubieran olvidado de que Faraón era mucho más fuerte que todos estos pueblos de Canáan y de que Dios los sacó con poder fuerte y con brazo extendido. Perdieron la perspectiva histórica y consecuentemente, erraron en su estimación del presente que estaban viviendo. Este mal aquejó y aqueja hasta este mismo día a Israel y a los judíos en general. Los líderes de Israel desconocen y hasta desprecian su legado histórico espiritual dejándose de llevar por las corrientes modernas. Por eso, ellos yerran grandemente al no considerar la presencia de Dios en el pueblo santo y sobre-valoran el poder del humano y el de las naciones del mundo, como sucede hoy con los USA. Israel, atendiendo más a su condición terrenal que a la espiritual, se siente más seguro y prefiere tener de aliado a los USA que a Jehová su Dios.
Números 14, vs 1:
וַתִּשָּׂא֙ כׇּל־הָ֣עֵדָ֔ה וַֽיִּתְּנ֖וּ אֶת־קוֹלָ֑ם וַיִּבְכּ֥וּ הָעָ֖ם בַּלַּ֥יְלָה הַהֽוּא
o “…y clamó toda la congregación y gritaron a voces y lloró el pueblo esa noche…”: Cundió el pánico entre las masas y el pueblo cayó presa de un pesimismo exagerado. Descuidaron el aspecto espiritual.
Números 14, vs 2:
וַֽיֹּאמְר֨וּ אֲלֵהֶ֜ם כׇּל־הָעֵדָ֗ה לוּ־מַ֙תְנוּ֙ בְּאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם א֛וֹ בַּמִּדְבָּ֥ר הַזֶּ֖ה לוּ־מָֽתְנוּ
“…y les dijeron: Quien diera que muriéramos en la tierra de Egipto o en el desierto este, quien diera que muriéramos…”: Moisés y Aarón tuvieron que oír las quejas de casi todo el pueblo en términos tan radicales como estos. El pueblo lucía sin ánimo ni esperanza y sin alternativas a su alcance. Todos parecían bien desmoralizados a raíz de la perspectiva de entrar en la tierra prometida. Pocos parecían confiar en la presencia divina y en su infinito poder.
Números 14, vs 3:
הֲל֧וֹא ט֦וֹב לָ֖נוּ שׁ֥וּב מִצְרָֽיְמָה
o “…Quizás sería mejor para nosotros volver a Egipto…”: De nuevo, el pueblo volvía a ver hacia atrás románticamente, olvidándose de la servidumbre en Egipto y de lo que Dios hizo por ellos. El presente los abrumaba, de tal manera, que su espíritu quedaba casi completamente sofocado por la desesperación del momento; tenían muy poca confianza en Dios ya que se habían completamente olvidado de su infinito poder. Actuaron como si nada hubieran experimentado en Egipto.
Números 14, vs 4:
וַיֹּאמְר֖וּ אִ֣ישׁ אֶל־אָחִ֑יו נִתְּנָ֥ה רֹ֖אשׁ וְנָשׁ֥וּבָה מִצְרָֽיְמָה
“…y dijeron un hombre a su compañero: Que nos sea dado un cabecilla y nos volveremos a Egipto…”: Ya dijimos que es posible que Faraón hubiese infiltrado entre los Israelitas a algunos de sus fieles para decepcionarlos y hacerlos volver a la servidumbre, en Egipto. También puede ser que muchos se sintieran extraños, en virtud de su falta de espiritualidad, y quisieran volver a la vida rutinaria y simple que conocían y a la cual ya estaban aclimatados. No había en ellos la llama espiritual la cual les motivara a emprender nobles tareas. Cada cual lucía abrumado por sus pequeños problemas y no se proyectaban en el espíritu sino que se debatían en la dimensión física de la vida, solamente.
Números 14, vs 5:
וַיִּפֹּ֥ל מֹשֶׁ֛ה וְאַהֲרֹ֖ן עַל־פְּנֵיהֶ֑ם לִפְנֵ֕י כׇּל־קְהַ֥ל עֲדַ֖ת בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל
o “…y Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros a tierra delante de toda la congregación de los hijos de Israel…”: Moisés y Aarón se veían impotentes para hacer frente a una rebelión de esa magnitud y lo único que decidieron fue ponerse en manos de Dios para que Él solucionara ese difícil conflicto. Es posible que Moisés y Aarón se postraran en señal de penitencia para que el castigo divino contra Israel, el cual se veía de venir, no fuese tan fuerte como ellos se imaginaban.
Números 14, vs 6:
קָרְע֖וּ בִּגְדֵיהֶֽם
o “…rasgaron sus vestiduras…”: Tanto Josué como Caleb se dieron cuenta que prácticamente habían perdido el respaldo del pueblo y que se hallaban ante una situación sin salida. En la cultura Hebrea, la rasgadura de vestiduras se usa en presencia de un ser querido recién fallecido, en señal de desesperación y muerte.
Números 14, vs 7:
אֹתָ֔הּ טוֹבָ֥ה הָאָ֖רֶץ מְאֹ֥ד מְאֹֽד
o “…ella es buena tierra en gran manera…”: En su dramatización, Josué y Caleb pretendían desesperadamente cambiar la opinión pública a su favor, reaccionando a la oposición y exagerando quizás la nota, al repetir el término מְאֹ֥ד מְאֹֽד o “…muy, muy (buena)…”.
Números 14, vs 8-9:
אִם־חָפֵ֥ץ בָּ֙נוּ֙ יְהֹוָ֔ה
o “…si se agrada Jehová de nosotros…”: Josué y Caleb recuerdan al pueblo que si Dios está con ellos, no existe enemigo grande por fuerte que fuere o pareciere, como está dicho:
וַֽיהֹוָ֥ה אִתָּ֖נוּ אַל־תִּירָאֻֽם
o “…si Jehová está con nosotros no los temáis…”. Este tipo de observación no era bien acogido por el pueblo porque no existía en ellos desarrollo espiritual. No se trata de fe sino de rendirse ante la evidencia de lo vivenciado en Egipto. La fe ciega en Dios me luce peligrosa porque uno nunca puede adivinar como va a actuar Dios porque como está escrito: “….Mis caminos, dice Dios, no son vuestros caminos…”.
Números 14, vs 10:
וַיֹּֽאמְרוּ֙ כׇּל־הָ֣עֵדָ֔ה לִרְגּ֥וֹם אֹתָ֖ם בָּאֲבָנִ֑ים
o “…y dijeron toda la congregación de a apedrearlos…”: La frustración del pueblo era tan grande y estaba tan generalizada que incluso se violentaron contra los argumentos de estos dos príncipes de Israel, los cuales disentían de la opinión de los otros 10 príncipes. Con ello, la discusión parecía haber llegado a su fin y las emociones se apoderaron de la situación. El enfrentamiento se convirtió en los que tenían confianza en Dios contra los que no tenían esperanza ninguna. Algo similar está sucediendo ahora con el reclamo de unos pocos judíos fieles a Judea, Samaria y Gaza, la tierra prometida. De expresar este sentimiento en voz alta, correrían el peligro de ser también dilapidados, en el sentido figurativo, por la congregación de Israel o los judíos del mundo “civilizado”, los cuales desean un estado palestino con el que negociar la “paz”.
Números 14, vs 10:
וּכְב֣וֹד יְהֹוָ֗ה נִרְאָה֙ בְּאֹ֣הֶל מוֹעֵ֔ד אֶֽל־כׇּל־בְּנֵ֖י יִשְׂרָאֵֽל
“…y la gloria de Jehová se apareció en el Tabernáculo de Reunión a todos los hijos de Israel…”: Dios decidió intervenir ante las amenazas de violencia por parte del pueblo en contra de Josué y de Caleb. Dios iba a ejecutar sus juicios de inmediato.
Números 14, vs 11:
וַיֹּ֤אמֶר יְהֹוָה֙ אֶל־מֹשֶׁ֔ה
o “…y dijo Jehová a Moisés…”: A pesar de que la gloria de Dios se apareció a ojos de todos en la forma acostumbrada, de nube de día y de columna de fuego de noche, Dios se dirigió a Moisés y no a los 70 ancianos ni al pueblo.
Números 14, vs 11:
עַד־אָ֥נָה יְנַאֲצֻ֖נִי הָעָ֣ם הַזֶּ֑ה וְעַד־אָ֙נָה֙ לֹא־יַאֲמִ֣ינוּ בִ֔י בְּכֹל֙ הָֽאֹת֔וֹת אֲשֶׁ֥ר עָשִׂ֖יתִי בְּקִרְבּֽוֹ
“…¿Hasta cuando me va a irritar este pueblo y hasta cuando no me creerán a pesar de todas las señales que realicé en medio de él?…”: Dios usa los términos הָעָ֣ם הַזֶּ֑ה o “…este pueblo…” distanciándose de ellos. El pueblo de Israel, de manera ingrata e ignorante, no realiza responsablemente, todo cuanto Dios hizo por él. Malas características estas que aún conserva el pueblo judío, como estamento y como cultura. La historia judía ha ido en contra de Dios y de la humanidad, en virtud del judaísmo rabínico tradicional y de una mayor integración y participación en el mundo espiritual gentil. El estamento rabínico tradicional sigue siendo sobremanera reaccionario y rebelde ante Dios y ante la humanidad con las contadas excepciones de individuos judíos marginados por el estamento rabínico, espiritualmente desarrollados.
Números 14, vs 12:
אַכֶּ֥נּוּ בַדֶּ֖בֶר וְאוֹרִשֶׁ֑נּוּ וְאֶֽעֱשֶׂה֙ אֹֽתְךָ֔ לְגוֹי־גָּד֥וֹל וְעָצ֖וּם מִמֶּֽנּוּ
o “…vamos a herirlos con pestilencia y a erradicarlos y haré de ti una nación grande y más poderosa que ellos…”: Dios le manifiesta a Moisés su deseo de liquidar al pueblo de Israel y de reemplazarlo con su descendencia. Dios se está pronunciando en términos de חסד ואמת o con “verdad y compasión”. Sin embargo, la rebeldía requiere más que eso y Dios parece renuente a ir más allá de ello. Por eso sugiere a Moisés este drástico y macabro plan de exterminio casi total de Israel.
Números 14, vs 13:
וְשָׁמְע֣וּ מִצְרַ֔יִם כִּֽי־הֶעֱלִ֧יתָ בְכֹחֲךָ֛ אֶת־הָעָ֥ם הַזֶּ֖ה מִקִּרְבּֽוֹ
o “…y oirán Egipto que subiste con tu poder al pueblo este en medio de ellos…”: Moisés no se opone al plan de exterminio de Israel por parte de Dios, en virtud de que no sea lo apropiado sino que lo cuestiona desde la perspectiva egipcia, la cual vio en su propia carne el poder divino a favor de Israel. Por otro lado, Moisés también se refiere al pueblo de Israel como a: אֶת־הָעָ֥ם הַזֶּ֖ה o “…a este pueblo…”, lo que da a entender que tanto Dios como Moisés quisieron deliberadamente distanciarse de ellos, en virtud de sus malas obras.
Números 14, vs 14:
כִּֽי־אַתָּ֣ה יְהֹוָ֔ה בְּקֶ֖רֶב הָעָ֣ם הַזֶּ֑ה
o “…porque tu Jehová estás en medio de este pueblo…”: Este pueblo de Israel contenía el símbolo de la divina presencia entre ellos y aunque eran rebeldes y pecadores, el hecho era que Dios estaba entre ellos, lo cual involucraba de cierta manera a Dios, en términos de responsabilidad por el fracaso.
Números 14, vs 15:
וְהֵמַתָּ֛ה אֶת־הָעָ֥ם הַזֶּ֖ה כְּאִ֣ישׁ אֶחָ֑ד
o “…que mates a este pueblo como si se tratara de un solo hombre…”: Moisés se manifiesta en contra del genocidio del pueblo. La idea le parece exenta de compasión, a ojos de la humanidad.
Números 14, vs 16:
מִבִּלְתִּ֞י יְכֹ֣לֶת יְהֹוָ֗ה לְהָבִיא֙ אֶת־הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה אֶל־הָאָ֖רֶץ אֲשֶׁר־נִשְׁבַּ֣ע לָהֶ֑ם וַיִּשְׁחָטֵ֖ם בַּמִּדְבָּֽר
“…porque no pudo Jehová traer a este pueblo a la tierra que les prometió, los destruyó en el desierto…”: Moisés, humildemente, se atreve a argumentar con Dios, en el sentido de no dejarse de llevar por la maldad del pueblo sino por la mala fama que el genocidio le pudiera crear a Dios, entre todos los pueblos de la tierra, los cuales considerarían que Dios fracasó con ellos. Moisés, hábilmente, cambia el foco central de la situación y lo presenta desde la perspectiva del mundo gentil porque Israel no tenía defensa posible. Merecía ser destruido incluso desde la perspectiva divina del חסד ואמת o “de la compasión y la verdad”.
Números 14, vs 17:
וְעַתָּ֕ה יִגְדַּל־נָ֖א כֹּ֣חַ אֲדֹנָ֑י
o “…y ahora sea magnificado por favor el poder de mi Señor…”: Moisés argumenta con Dios que, por el contrario, Dios se magnifique en el éxito de Israel y no fracase, a ojos de la humanidad, destruyéndolos como se merecen. Moisés piensa que Dios debería de relacionarse con el éxito y no asociarse al fracaso de Israel al reaccionar a su rebeldía por ignorancia y mala voluntad. En otras palabras, Moisés quiere que Dios expanda los límites de su infinita compasión, más allá de lo aceptable hasta convertir el fracaso en éxito.
Números 14, vs 18:
יְהֹוָ֗ה אֶ֤רֶךְ אַפַּ֙יִם֙ וְרַב־חֶ֔סֶד נֹשֵׂ֥א עָוֺ֖ן וָפָ֑שַׁע וְנַקֵּה֙ לֹ֣א יְנַקֶּ֔ה פֹּקֵ֞ד עֲוֺ֤ן אָבוֹת֙ עַל־בָּנִ֔ים עַל־שִׁלֵּשִׁ֖ים וְעַל־רִבֵּעִֽים
“…Jehová, tarde para la ira y de gran misericordia, Él cual carga con el pecado y la iniquidad y destruir, no destruye, aunque visita el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación…”: Moisés solicita de Dios que se engrandezca en sus misericordias y que transfiera el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Este proceder permite a los hijos, nietos y bisnietos, a que hereden genéticamente los pecados de sus antecesores y traten de enmendarlos, es decir, tratar de superar los pecados de sus antepasados. Con ello se evitaría el que Dios tuviera que ejecutar sus juicios de inmediato y eliminar al infractor, el cual es, en parte, victima de su circunstancia, y lidiar con la descendencia en diferentes circunstancias, menos directas y más objetivamente. Esto luce como una extensión de la misericordia divina a través de diferentes generaciones.
Números 14, vs 19:
סְלַֽח־נָ֗א לַעֲוֺ֛ן הָעָ֥ם הַזֶּ֖ה כְּגֹ֣דֶל חַסְדֶּ֑ךָ וְכַאֲשֶׁ֤ר נָשָׂ֙אתָה֙ לָעָ֣ם הַזֶּ֔ה מִמִּצְרַ֖יִם וְעַד־הֵֽנָּה
O “…perdona por favor el pecado del pueblo este, en virtud de tu gran misericordia tal y como llevaste a este pueblo desde Egipto hasta aquí…”: Moisés pide a Dios que Él incremente sus mercedes con el fin de no tener que eliminar al pueblo, el cual hace bien poco para redimirse. En otras palabras, si el pueblo no se mueve de donde está, que sea la misericordia divina la que se expanda con el fin de no tener que destruirles. Moisés pide a Dios que considere todo lo que ya se ha hecho hasta aquí y que piense más en el futuro que en el pasado o en el presente.
Números 14, vs 20:
וַיֹּ֣אמֶר יְהֹוָ֔ה סָלַ֖חְתִּי כִּדְבָרֶֽךָ׃
o “…y dijo Jehová: Ya perdoné conforme a tu palabra…”: Dios, en su infinita humildad y sabiduría, accede al sabio argumento de Moisés. Entre la compasión y la verdad cruel, Dios se inclina, en esta ocasión, por mayor compasión. Tengamos en cuenta que Dios juzgó a Israel con 4 medidas de compasión: “… רחום חנון ארך אפים ורב-חסד…” o “…piadoso, compasivo, tarde para la ira y grande en misericordia…” y una de verdad “…ואמת…” y con todo y con eso, no resultó ser suficiente. Dios tuvo que expandir su compasión más allá del 80% para poder exonerar a Israel.
Números 14, vs 21:
חַי־אָ֑נִי וְיִמָּלֵ֥א כְבוֹד־יְהֹוָ֖ה אֶת־כׇּל־הָאָֽרֶץ
“…Vivo Yo que se llenará de la honra de Jehová toda la tierra…”: Esto significa que todos, judíos y gentiles, los cuales llenan la tierra, descubrirán la gloria de Dios, en su día. Aquí parece como que Dios decidió quitar cierta medida de gracia espiritual a Israel y dársela a los gentiles. En otras palabras, dar al mundo gentil mayor participación espiritual de manera a que no dependiera tanto de Israel solamente para su redención espiritual. De hecho, en los últimos 2,000 años, hemos visto como el cristianismo ha sido el que de verdad ha izado la bandera de los valores morales por el mundo occidental, mientras que Israel se quedó completamente rezagado a causa del judaísmo rabínico mediocre y corrupto por fariseo (falso, egoísta, ritualista y legalista). De hecho, cualquiera que estudie el Talmud, se dará cuenta de la falta de espiritualidad, de compasión y de verdad en él.
Números 14, vs 22:
וַיְנַסּ֣וּ אֹתִ֗י זֶ֚ה עֶ֣שֶׂר פְּעָמִ֔ים וְלֹ֥א שָׁמְע֖וּ בְּקוֹלִֽי
o “…y me tentaron estas diez veces y no escucharon Mi voz…”: Dios se lamenta del hecho de que el pueblo de Israel no tiene confianza en Él, a pesar de todos los milagros y maravillas que hizo enfrente de ellos, desde su salida de Egipto hasta hoy. Dios no les pide fe sino rendirse a la evidencia de lo que experimentaron a raíz de su salida de Egipto.
Números 14, vs 23:
וְכׇל־מְנַאֲצַ֖י לֹ֥א יִרְאֽוּהָ
o “…y todos los que me han irritado no la verán…”: Dios castiga a todos los que no desarrollaron criterio propio y desconfiaron de Él, en el sentido de que no verán la tierra prometida porque no la merecen en lo más mínimo. En ello vemos una medida de justicia mínima necesaria para poder heredar la tierra prometida a los patriarcas.
Números 14, vs 24:
וְעַבְדִּ֣י כָלֵ֗ב עֵ֣קֶב הָֽיְתָ֞ה ר֤וּחַ אַחֶ֙רֶת֙ עִמּ֔וֹ וַיְמַלֵּ֖א אַחֲרָ֑י וַהֲבִֽיאֹתִ֗יו אֶל־הָאָ֙רֶץ֙ אֲשֶׁר־בָּ֣א שָׁ֔מָּה וְזַרְע֖וֹ יוֹרִשֶֽׁנָּה
“…y mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él un espíritu diferente, con él la llenaré y le traeré a la tierra a la cual él va allí y su descendencia la heredará…”: Caleb era el príncipe de la tribu de Judá y los judíos serían los que la heredarían, como en verdad resultó ya que las demás tribus de Israel se asimilaron entre las naciones de la tierra y se perdieron para siempre. Judá viene a ser hoy שארית יעקב o el remanente de Jacob.
Números 14, vs 25:
פְּנ֨וּ וּסְע֥וּ לָכֶ֛ם הַמִּדְבָּ֖ר דֶּ֥רֶךְ יַם־סֽוּף
o “…Dirigios y viajad al desierto camino del Mar Rojo…”: El castigo de Dios consistió en no permitirles entrar en la tierra prometida y por consiguiente les está encomendando que se olviden de conquistar la tierra y vuelvan al desierto. Castigo duro ya que, como veremos más adelante, el éxodo duraría 40 años, hasta que murió toda esa generación completa, menos Josué y Caleb. Los hijos de ellos serían los que entraran en la tierra prometida, no ellos.
Números 14, vs 27:
עַד־מָתַ֗י לָעֵדָ֤ה הָֽרָעָה֙ הַזֹּ֔את
o “…hasta cuando la congregación mala esta…”: Según fuentes de la tradición talmúdica, la generación del éxodo fue de nivel espiritual más elevado que ninguna otra. ¿Cómo es posible que digan eso cuando Dios la califica como de generación mala?
Números 14, vs 28:
כַּאֲשֶׁ֥ר דִּבַּרְתֶּ֖ם בְּאׇזְנָ֑י כֵּ֖ן אֶֽעֱשֶׂ֥ה לָכֶֽם
o “…como habéis hablado a mis oídos, así haré con ustedes…”: El pueblo pidió morir en el desierto y así va a suceder. El castigo terrible viene y nadie puede evitarlo porque ¿Quién se pudiera oponer con éxito a la voluntad divina? Esto es lo que el pueblo de Israel nunca entendió. Contra Dios (justo y compasivo) no se puede vencer.
Números 14, vs 29:
בַּמִּדְבָּ֣ר הַ֠זֶּ֠ה יִפְּל֨וּ פִגְרֵיכֶ֜ם וְכׇל־פְּקֻדֵיכֶם֙ לְכׇל־מִסְפַּרְכֶ֔ם מִבֶּ֛ן עֶשְׂרִ֥ים שָׁנָ֖ה וָמָ֑עְלָה אֲשֶׁ֥ר הֲלִֽינֹתֶ֖ם עָלָֽי
“…en este desierto caerán vuestros cadáveres y todos los contados de entre 20 años en adelante, los cuales se quejaron contra Mí…”: No existe peor enemigo posible que cuando uno se echa a Dios de enemigo. Esta es verdaderamente la única guerra que Israel no puede ganar porque todas las demás, con la ayuda divina, son posibles. Ahora sí que van a morir todos y sólo se van a salvar los menores de 20 años, Josué y Caleb. Incluso Moisés y Aarón van a caer en el desierto y no entrarán en la tierra prometida. Señores: ¡!!!!!!JEHOVÁ DIOS, COMO ENEMIGO, ES DE TEMER!!!!!!!
Números 14, vs 30:
אֲשֶׁ֤ר נָשָׂ֙אתִי֙ אֶת־יָדִ֔י לְשַׁכֵּ֥ן אֶתְכֶ֖ם בָּ֑הּ
o “…que levanté mi mano para que habitarais ustedes en ella…”: Que juré a los patriarcas a raíz del pacto con Abrahán, Isaac y Jacob.
Números 14, vs 31:
אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֥ר מְאַסְתֶּ֖ם בָּֽהּ
o “…la tierra que habéis desdeñado…”: La tierra de Israel era para amarla y para tratarla como se merece, es decir, un regalo de Dios a la descendencia de Abrahán para siempre. Al despreciarla, la perderán, como hicieron los espías y como están haciendo ahora los Israelíes, al entregar Judea, Samaria y Gaza a los Palestinos, a cambio de una ilusoria paz que nunca puede llegar porque Dios se opone a la partición de la tierra prometida a Israel ya que comprometió su Santo Nombre al jurar que se la daría.
Números 14, vs 32:
וּפִגְרֵיכֶ֖ם אַתֶּ֑ם יִפְּל֖וּ בַּמִּדְבָּ֥ר הַזֶּֽה
o “…y vuestros cadáveres caerán en el desierto este…”: Triste destino el del pueblo que salió de Egipto. Tentaron a Dios y recibieron el castigo por no ser justos, verdaderos y compasivos.
Números 14, vs 33:
וּ֠בְנֵיכֶ֠ם יִהְי֨וּ רֹעִ֤ים בַּמִּדְבָּר֙ אַרְבָּעִ֣ים שָׁנָ֔ה וְנָשְׂא֖וּ אֶת־זְנוּתֵיכֶ֑ם עַד־תֹּ֥ם פִּגְרֵיכֶ֖ם בַּמִּדְבָּֽר
o “…y vuestros hijos serán nómadas en el desierto 40 años y llevarán vuestra infidelidad hasta cumplirse lo de vuestros cadáveres en el desierto…”: Los hijos sobrevivirán aunque llevarán también la carga por el pecado de sus padres, el cual, les visitó a ellos también. 40 años deambulando sin rumbo ni propósito por un desierto inhóspito y cruel. Mal enemigo se echó el pueblo de dura cerviz.
Números 14, vs 34:
יוֹם֒ י֣וֹם לַשָּׁנָ֞ה י֣וֹם לַשָּׁנָ֗ה תִּשְׂאוּ֙ אֶת־עֲוֺנֹ֣תֵיכֶ֔ם אַרְבָּעִ֖ים שָׁנָ֑ה וִֽידַעְתֶּ֖ם אֶת־תְּנוּאָתִֽי
“…día a día por cada año llevaréis vuestro pecado, 40 años, y conoceréis mi castigo…”: Por cada día que duró la inspección, un año estarían deambulando sin rumbo en el desierto, es decir, por 40 días, 40 años.Terrible castigo este, el cual nos hace pensar un poco acerca de la relación del humano con Dios. No se puede cansar a Dios con nuestras rebeldías porque pudiera no haber un mañana para enmendarlo. La compasión de Dios también tiene su límite y el humano nunca debiera de aventurarse en cruzarlo.
Números 14, vs 35:
לְכׇל־הָעֵדָ֤ה הָֽרָעָה֙ הַזֹּ֔את הַנּוֹעָדִ֖ים עָלָ֑י בַּמִּדְבָּ֥ר הַזֶּ֛ה יִתַּ֖מּוּ וְשָׁ֥ם יָמֻֽתוּ
“…a toda esta congregación mala, la cual conspiró contra Mí, en el desierto este ellos caerán y en él morirán…”: En círculos ortodoxos rabínicos no se quiere reconocer que esta generación del desierto fue rebelde sobremanera. Algunos la consideran incluso santa, cosa absurda ya que Dios los sacrificó en función de una justicia más que compasiva y justa, no sólo desde el punto de vista divino sino desde el humano también como se puede fácilmente ver.
Números 14, vs 36-39:
Aquí vemos como Dios castigo de inmediato a los diez príncipes espías, delante de todo el pueblo.
Números 14, vs 40:
הִנֶּ֗נּוּ וְעָלִ֛ינוּ אֶל־הַמָּק֛וֹם אֲשֶׁר־אָמַ֥ר יְהֹוָ֖ה כִּ֥י חָטָֽאנוּ
“…Henos aquí y subiremos al lugar que dijo Jehová porque pecamos…”: El pueblo rebelde quiso dar marcha atrás en su decisión y reconocieron que pecaron, aunque Dios no va a aceptar su arrepentimiento. Esto nos demuestra que Dios no siempre está dispuesto a perdonar.
Números 14, vs 40:
וַיֹּ֣אמֶר מֹשֶׁ֔ה לָ֥מָּה זֶּ֛ה אַתֶּ֥ם עֹבְרִ֖ים אֶת־פִּ֣י יְהֹוָ֑ה וְהִ֖וא לֹ֥א תִצְלָֽח
“…y dijo Moisés ¿Por qué traspasáis la palabra de Jehová? Ello no prosperará…”: Moisés no parece tomarles en serio y considera que incluso cuando piden perdón, lo hacen de manera a traspasar la voluntad divina, es decir, de forma que no agrade a Dios. Yo infiero que, cabe dentro de lo posible, el que la actitud de corazón de ellos no era nada buena y pasó lo que sucedió con Caín cuando ofreció una ofrenda a Dios la cual no era aceptable y Dios la rechazó. En este caso fue Moisés el que no se atrevió ni a presentársela a Dios para su consideración. Con Dios no se puede ni se debe de jugar.
Números 14, vs 41:
לָ֥מָּה זֶּ֛ה אַתֶּ֥ם עֹבְרִ֖ים אֶת־פִּ֣י יְהֹוָ֑ה וְהִ֖וא לֹ֥א תִצְלָֽח
o “…Por qué ustedes traspasáis la palabra de Jehová? Ello no prosperará…”: El veredicto fue declarado y ya nada se podía hacer. Pretender resarcirse, a estas alturas, ya no era humanamente posible. Queriendo resarcirse, lo que iban a lograr era, desobedecer de nuevo al consejo divino, lo cual no podía generar provecho alguno para ellos.
Números 14, vs 42:
אַֽל־תַּעֲל֔וּ כִּ֛י אֵ֥ין יְהֹוָ֖ה בְּקִרְבְּכֶ֑ם וְלֹא֙ תִּנָּ֣גְפ֔וּ לִפְנֵ֖י אֹיְבֵיכֶֽם
o “…no subáis porque no está Jehová entre vosotros y así no seréis heridos delante de vuestros enemigos…”: Moisés sabía que sin la ayuda de Dios de ninguna manera pudieran prosperar en su lucha contra el enemigo.
Números 14, vs 43:
וְלֹא־יִהְיֶ֥ה יְהֹוָ֖ה עִמָּכֶֽם
o “…y no estará Jehová con ustedes…”: Como no estuvo Jehová con las victimas del Holocausto Nazi.
Números 14, vs 44:
וַאֲר֤וֹן בְּרִית־יְהֹוָה֙ וּמֹשֶׁ֔ה לֹא־מָ֖שׁוּ מִקֶּ֥רֶב הַֽמַּחֲנֶֽה
o “…y el Arca del pacto de Jehová y Moisés no se movieron de en medio del campamento…”: La voluntad de Dios no estaba con ellos.
Números 14, vs 45:
וַיֵּ֤רֶד הָעֲמָלֵקִי֙ וְהַֽכְּנַעֲנִ֔י הַיֹּשֵׁ֖ב בָּהָ֣ר הַה֑וּא וַיַּכּ֥וּם וַֽיַּכְּת֖וּם עַד־הַֽחׇרְמָֽה
o “…y descendió el Amalecita y el Cananeo que vivían en el monte aquel y los hirieron y los persiguieron hasta Horma…”: Como la bendición del cielo no estaba con ellos, cayeron miserablemente a espada, tal y como les había vaticinado Moisés.
Números 15, vs 1-13:
Aquí se mencionan los diferentes tipos de sacrificios y las ofrendas cuando entren en la tierra prometida.
Números 15, vs 14:
וְכִֽי־יָגוּר֩ אִתְּכֶ֨ם גֵּ֜ר א֤וֹ אֲשֶׁר־בְּתֽוֹכְכֶם֙ לְדֹרֹ֣תֵיכֶ֔ם וְעָשָׂ֛ה אִשֵּׁ֥ה רֵֽיחַ־נִיחֹ֖חַ לַיהֹוָ֑ה כַּאֲשֶׁ֥ר תַּעֲשׂ֖וּ כֵּ֥ן יַעֲשֶֽׂה
“…y si habitare con ustedes extranjero o cualquiera que fuere entre vosotros por vuestras generaciones e hiciere ofrenda de fuego, olor grato es para Jehová como hagáis, así se hará…”: Dios deja bien claro que no existen diferencias entre judíos y gentiles con respecto a las ofrendas de fuego. La razón es que todos pertenecemos a la raza humana como reza a continuación:
הַקָּהָ֕ל חֻקָּ֥ה אַחַ֛ת לָכֶ֖ם וְלַגֵּ֣ר הַגָּ֑ר חֻקַּ֤ת עוֹלָם֙ לְדֹרֹ֣תֵיכֶ֔ם כָּכֶ֛ם כַּגֵּ֥ר יִהְיֶ֖ה לִפְנֵ֥י יְהֹוָֽה
“…para la congregación, una ley tanto para ustedes como para el extranjero que habita. Ley perpetua por vuestras generaciones, como ustedes como el extranjero serán delante de Jehová…”. Que nadie se llame a engaño argumentando que Israel tiene privilegios que los gentiles no tienen. A ojos de Dios, todos somos iguales, como está finalmente corroborado en
Números 15, vs 16:
תּוֹרָ֥ה אַחַ֛ת וּמִשְׁפָּ֥ט אֶחָ֖ד יִהְיֶ֣ה לָכֶ֑ם וְלַגֵּ֖ר הַגָּ֥ר אִתְּכֶֽם
o “…una ley y un mismo juicio serán para ustedes y para el extranjero entre ustedes…”.
EL JUDAÍSMO RABÍNICO NO HONRA ESTE DIVINO MANDAMIENTO
- En el rezo עלינו לשבח: “..Que no nos hizo como las naciones de la tierra y no nos puso como las familias de la tierra. Que no puso nuestra parte como la de ellos y nuestro destino como el de sus multitudes. Esto, aunque tiene cierta verdad, es espiritualmente incorrecto porque se presta a mala interpretación ya que Israel no es el único hijo de Dios sino el primogénito y los gentiles son los demás hermanos, hijos de Dios.
- En el rezo ברכות השחר leemos lo siguiente: “…Bendito tu, Jehová nuestro Dios, rey del mundo, que no nos hizo gentiles…”. Abrahán era gentil hasta que pactó con Jehová Dios y se circuncidó.
- De acuerdo a la opinión rabínica, los gentiles no tienen por que observar el תריג מצות o los 613 mandamientos de la Biblia. De hecho, ni siquiera los Diez Mandamientos. Según la הלכה o la ley rabínica judía, solamente con observar las 7 leyes de Noé es suficiente para ellos, como si los gentiles no fueran tan humanos como los judíos. Estas supuestas leyes consisten en lo siguiente:
- 1. Prohibido de blasfemar.
- 2. Prohibido practicar la idolatría
- 3. Prohibido practicar la inmoralidad sexual.
- 4. Prohibido Cometer asesinato.
- 5. Prohibido Cometer robo.
- 6. Prohibido Comer animal vivo.
- 7. Justicia en el juicio.
- חוקת הגוי: Comer con los gentiles está prohibido, incluso si el gentil come exclusivamente Kasher como los judíos.
- משנה: Comida cocinada por un gentil está prohibida. Y el vino hecho por judíos que tuvieron algún tipo de contacto físico con los gentiles, también. De hecho, la comida del plato que simplemente toca un gentil está prohibida de comer.
- Talmud: El gentil que observe el descanso del día de sábado merece la pena capital. Dios insta al gentil a que observe el sábado y los demás días festivos ya que Abrahán era gentil antes de convertirse en Jehovita o seguidor de Jehová.
¿FUE LA LEY ORAL REVELADA EN SINAÍ CON LA TORAH DE MOISÉS?
En la Torah de Moisés, no existe referencia alguna, explícita o implícita, por la cual se pudiera interpretar de que יהוה Dios bendito haya revelado, en Sinaí, una ley oral junto con una ley escrita, como asegura el estamento Fariseo rabínico, para ellos constituirse en autoridad legítima y así poder ostentar el poder. Resulta más que evidente que la única revelación directa de יהוה Dios a Moisés fue el Pentateuco, o Torah escrita. Lo demás fue una argucia rabínico-farisea para añadir y quitar con el pretexto de la ley Oral.
Tampoco existen razones para creer que la tradición interpretativa rabínica haya sido siquiera inspirada por יהוה Dios, como en círculos ortodoxos judíos, en función de fe, se viene creyendo. Para cualquiera que estudie el Talmud, resulta obvio que la ley oral se produjo merced a una evolución interpretativa y progresiva rabínica basada en la trasmisión oral, de generación en generación. Este fenómeno, el cual produjo la religión Judía (Dios jamás pretendió que se hiciera de la Torah de Moisés otra religión), no es exclusivo ya que en las demás religiones gentiles como en el Cristianismo, en el Islam e incluso en el Hinduismo, la tradición oral es su verdadera razón de ser. Son intentos originados en el humano con la intención de alcanzar a Dios por su propio poder y nada o bien poco tienen que ver con la revelación en Sinaí, la cual procedió de Dios y fue dirigida hacia el humano por intermedio de Israel.
La ley oral Judía se desarrolló por un periodo de aprox. un milenio, en Babilonia y en Israel paralelamente, a partir de la destrucción del primer templo hasta varios siglos después de la destrucción del segundo templo. Está compuesta por el Talmud Babilónico y el de Jerusalén. El Talmud Babilónico, concebido en el exilio de Babilonia, mucho más extenso que el de Jerusalén, es el que actualmente constituye la base de la ley Oral, subdividiéndose en la Mishnáh, compuesta por los Tannaím, y en la Guemaráh por los Amoraím. Existen otros trabajos rabínicos paralelos realizados, como la Toseftáh (suplementos), los Midrashím (investigaciones), Poskím, Responsa y otros muchos de menor relevancia.
La compilación de la ley oral o הלכה, en su estado actual, se originó en el siglo segundo de la era común, cuando el entonces líder indiscutible, acaudalado e influyente rabino Yehudáh (Hanassí), realizó el trabajo de compilación de algunas opiniones talmúdicas conflictivas entre rabinos acerca de como interpretar la Torah, y formó la selección de lo que hoy se conoce como la Mishnáh. Es importantísimo observar que el rabino Yehudáh decidiera, por su cuenta y riesgo, de acuerdo a su criterio personal o de manera unilateral, cuáles eran las discusiones que valía la pena compilar y cuales se podían desechar, de entre todas las que él pudo hallar. Su intención fue, a mi parecer, la de crear un judaísmo normativo y concreto, estableciendo un código legal, más que ético o moral, por el cual, en su opinión, el pueblo judío se debiera de regir. De esta manera, él podía ejercer, mientras viviera, en el seno de la comunidad, un control más directo acerca de lo “aceptable” y de lo “inaceptable”. Una vez que la Mishná fue redactada, se formaron centros de estudio en Babilonia donde empezó a desarrollarse la Guemará, es decir, discusiones acerca de la Mishná. Los Amoraím, como se les llamaba a los rabinos de ese periodo, procedían, mediante preguntas y respuestas, usando métodos de analogía o de asociación.
A mediados del siglo XVI, el Kabalista José Caro redactó el שלחן ערוך o Mesa preparada, un compendio del libro que escribió titulado: בית יוסף o la casa de José sobre un estudio realizado acerca del código ארבע תורים del rabino Jacob Ben Asher. El שלחן ערוך resultaría en el código estándar a usar por el estamento rabínico, hasta hoy, junto con el Talmud.
El abismal conflicto existente entre la tradición oral y la Torah escrita, desmiente categóricamente que ambas tengan de una misma procedencia. La Torah, por espiritual, tiene que ser, necesariamente, de naturaleza abstracta. Ella tiende a trazar solamente sugerencias filosóficas y prácticas, en virtud de las cuales, el humano, hecho a imagen y semejanza del Creador, pueda usar su capacidad creativa y su imaginación para encarar su circunstancia en su tiempo y edificar su propio mundo, en función de su conocimiento, merced al sagrado ejercicio de la libre elección. La ley oral, por el contrario, tiende a definir y a controlar la vida comunitaria judía, hasta en sus más mínimos detalles. Esta forma rabínica de definir los valores espirituales, es contraria a la naturaleza misma del espíritu libre y dinámico, creado a imagen y semejanza de יהוה Dios, el cual está capacitado para pensar y ser creativo, en vez de para “conformar” con una norma fija preestablecida por una autoridad humana como reza la profecía de Jeremías 50, vs 6: “…Ovejas perdidas fueron mi pueblo porque sus pastores (los rabinos) las hicieron errar y por los montes se descarriaron; anduvieron de monte en collado y se olvidaron de sus rediles. Los que los hallaban las devoraban (asimilación).”
No es el objetivo de este libro traer a colación las enormes divergencias que yo pude hallar entre la Torah y la seudo ley oral. Cualquiera que las estudie ambas, muy posiblemente, concluirá que resulta más que evidente y manifiesto el conflicto y la dicotomía irreconciliable entre ambas, por ser la Torah de procedencia divina (santa), mientras que la Ley Oral, de procedencia fariseo-Rabínica, 100% humana (mercantilista).
En definitiva, pienso que יהוה Dios concibió al hombre para que este meditara, se inspirara en los preceptos divinos abstractos, se proyectara, creciera y se liberara más y más, intelectual y espiritualmente, razonando y escogiendo; no para que dogmática, ingenua y ciegamente siguiera esto o aquello, en base a credulidad fanática o fe puesta en autoridad rabínica humana alguna, sin el debido cuestionamiento crítico necesario. A mi modo de ver, el auténtico seguidor de יהוה Dios es aquella persona que aprende constantemente y sabe apreciar y valorar el consejo divino; se conoce a sí mismo y finalmente se aconseja debidamente para cumplir con el rol de líder para el cual fue concebido, sacando hacia adelante la creación de יהוה Dios. Su opinión de las cosas, si es correcta, debe necesariamente de converger, tarde o temprano, con la verdad universal o mandamiento divino. Es preciso entender que יהוה Dios sólo pretende aconsejar y orientar al humano, de lo contrario, no le habría hecho pensador, ni le habría dado libre albedrío, le concebiría animal como a las bestias. El rol del humano consiste en que este ejercite su liderazgo entendiendo su potencial y sus limitaciones en el ámbito espiritual y material de su existencia.
Bajo un punto de vista lógico, la concepción de una ley oral junto con una ley escrita, no tiene mucho sentido. Más sentido tendría una Torah detallada o elaborada directamente de parte de יהוה Dios bendito, si esa fuera su intención. La Torah debe de ser interpretada, honesta y sabiamente, en cada generación, en la medida en que el humano crece, mejora su condición y progresa en el entendimiento de su micro-universo interno (espíritu) y del macro-universo externo (naturaleza).
El Farisaísmo Rabínico es una actitud espiritualmente decadente de la condición humana que no sólo afecta al judaísmo como religión, también afecta a la gran mayoría de las religiones gentiles. Por Farisaísmo se entiende un acercamiento a יהוה Dios de manera supersticiosa, mercantilista, legalista y ritualista, donde la justicia, el amor y la verdad no juegan un papel preponderante. En él se enfatiza la fe sin cuestionamiento, la emoción subjetiva y caprichosa, el mito, el misterio y la superstición, sobre el control de la emoción mediante la razón calibrada y el conocimiento de las verdades fundamentales del universo. El Farisaísmo circunscribe el espíritu dentro de los límites de la materia, por ejemplo, el uso del dinero y del poder por encima del derecho moral y del noble sentimiento y la justicia. También busca la salvación de su alma mediante prácticas ritualistas fijas y extrañas desconociendo el valor que tiene hacer el bien sin esperar recompensa alguna, fundamentado en la manera altruista que יהוה Dios bendito nos muestra en Su santa Torah. La compasión, la verdad, el juicio y la justicia, no parecen ser importantes para el Farisaísmo rabínico, mientras que en la Torah representan la quintaesencia de lo que el pacto Abrahámico debiera ser.
Para finalizar, quisiera que se entendiera que lo que distingue al humano del animal es el intelecto. La sabiduría, el discernimiento, la razón, la prudencia, la moral, etc…, son atributos que sólo posee el humano. אשרי אדם מצא חכמה ואדם יפיק תבונה, o “…dichoso el humano que halla sabiduría y entendimiento…”. En esto y no en la observación de tradiciones orales basadas en cualquier fe dogmática y en oraciones vanas de labios, reside el verdadero crecimiento espiritual en aras de conseguir la iluminación.
LA UNIFICACIÓN DE LA HUMANIDAD Y LA SALVACIÓN DE יהוה DIOS
Históricamente, los líderes de las civilizaciones más avanzadas, pretendieron conquistar el mundo únicamente con el derecho que les confería el poder. Sin embargo, sólo se unificará el mundo cuando el poder que confiere el derecho sea debidamente respetado merced al hecho de que la provisión de salvación de Dios reside únicamente en el poder del espíritu divino que Dios derrama en los seres humanos espiritualmente dignos de la confianza del Creador. En este sentido, en los profetas leemos:
”…לא בכח לא בחיל כי ברוחי…
No por el poder del humano solamente; no por el poder de los ejércitos, sino por el poder del espíritu de Dios en los humanos…”.
Desde el imperio que construyó la Torre de Babel, en la llanura de Shin’ar, pasando por los imperios de Babilonia, Persia, Asiria, Egipto, Grecia, Roma, Francia, España, la Gran Bretaña, Alemania y la Unión Soviética, la humanidad ha sido testigo del poder cruel y brutal del humano sin que ello, felizmente, haya desembocado jamás en la conquista total del mundo. Sus respectivos poderes imperiales nacieron, se desarrollaron y se desvanecieron sin poder alcanzar ése anhelado objetivo.
Otro tanto se puede decir de otro tipo de tiranía y de poder sobre sus respectivas masas; me refiero al poder del clero, el cual pretendió convertir al mundo a su fe injusta, a menudo, brutal y cruel, sin felizmente lograrlo. Yo pienso que únicamente, cuando el humano no tiranice más a su hermano, sino que ame al prójimo como a sí mismo, incorporando valores universales basados en sabiduría y prudencia, no dogmático-religiosos, de excelencia, virtud, verdadero amor, justicia, libertad, etc… y respetando los demás derechos que Dios Bendito le confirió a cada cual, Judío y Gentil por igual, entonces, hará derramar sobre él הרוח הקודש o el espíritu divino de santidad, el cual unificará al mundo bajo Dios Bendito.
Números 15, vs 15-16:
תּוֹרָ֥ה אַחַ֛ת וּמִשְׁפָּ֥ט אֶחָ֖ד יִהְיֶ֣ה לָכֶ֑ם וְלַגֵּ֖ר הַגָּ֥ר אִתְּכֶֽם
o “…una ley única y un criterio único tendréis para ustedes y para el extranjero que mora entre ustedes…”: Resulta tan explícito y evidente que no hay lugar a dudas de ninguna índole o especie. El ser humano, de la procedencia que sea, espiritualmente es igual, es decir, con las mismas características, aspiraciones, miedos, etc…, que los demás. En este sentido, el judaísmo rabínico hizo un pésimo trabajo al pretender desvincular, espiritualmente, al pueblo de Israel de los demás pueblos de la tierra. El estamento rabínico tradicional fracasó en entender que el rol primordial de Israel consiste en servir a Dios y a la humanidad, como está escrito en Gen. 32, vs 28: “…porque ministrarás entre Dios y entre los humanos y podrás…”.
Números 15, vs 19-21:
רֵאשִׁית֙ עֲרִסֹ֣תֵכֶ֔ם חַלָּ֖ה
o “…de lo primero que amaséis…”: A Dios hay que ofrecerlo, lo primero y lo mejor, para ser justos y agradecidos para con Él.
Números 15, vs 22:
וְכִ֣י תִשְׁגּ֔וּ וְלֹ֣א תַעֲשׂ֔וּ אֵ֥ת כׇּל־הַמִּצְוֺ֖ת הָאֵ֑לֶּה אֲשֶׁר־דִּבֶּ֥ר יְהֹוָ֖ה אֶל־מֹשֶֽׁה
o “…y si pecaren y no hicieren todas estas ordenanzas, las cuales habló Jehová a Moisés…”: Existen dos tipos de pecados: Los hechos en plena conciencia y los hechos inadvertidamente.
Números 15, vs 23-29:
Aquí se mencionan los pecados hechos por ignorancia o inadvertidamente y como presentar expiación por ellos.
Números 15, vs 30:
וְהַנֶּ֜פֶשׁ אֲשֶֽׁר־תַּעֲשֶׂ֣ה ׀ בְּיָ֣ד רָמָ֗ה מִן־הָֽאֶזְרָח֙ וּמִן־הַגֵּ֔ר אֶת־יְהֹוָ֖ה ה֣וּא מְגַדֵּ֑ף וְנִכְרְתָ֛ה הַנֶּ֥פֶשׁ הַהִ֖וא מִקֶּ֥רֶב עַמָּֽהּ
o “…y el alma que lo haga conscientemente, ya sea de los ciudadanos (israelitas) o de los extranjeros, a Jehová el ultrajó y será cortada ese alma de en medio de su pueblo…”: Cuando se peca a conciencia, el perdón por parte de Dios, se hace mucho más difícil porque el que sabe no debería de pecar excesivamente. Precisamente, el conocimiento verdadero es la esperanza del mundo futuro, un mundo sin egoísmos, sin muerte y en armonía con Dios y con la humanidad.
Números 15, vs 31:
כִּ֤י דְבַר־יְהֹוָה֙ בָּזָ֔ה וְאֶת־מִצְוָת֖וֹ הֵפַ֑ר הִכָּרֵ֧ת ׀ תִּכָּרֵ֛ת הַנֶּ֥פֶשׁ הַהִ֖וא עֲוֺנָ֥הֿ בָֽהּ
“..porque la palabra de Jehová menospreció y su mandamiento faltó; cortar será cortada ese alma, su pecado está en ella…”: Pienso que se trata del castigo eterno contra el alma, es decir, ese alma no vivirá en el futuro eterno con Dios.
Números 15, vs 32:
וַֽיִּמְצְא֗וּ אִ֛ישׁ מְקֹשֵׁ֥שׁ עֵצִ֖ים בְּי֥וֹם הַשַּׁבָּֽת
o “…y se encontraron un hombre recogiendo leños en el día de reposo…”: Alguien observó que este individuo estaba trabajando en el día espiritual de Dios, el séptimo día. Resultó ser un deliberado acto de rebeldía en público, sin tener en cuenta la prohibición divina y sin realizar que el símbolo de la presencia de Dios moraba entre ellos.
Números 15, vs 33:
וַיַּקְרִ֣יבוּ אֹת֔וֹ הַמֹּצְאִ֥ים אֹת֖וֹ מְקֹשֵׁ֣שׁ עֵצִ֑ים אֶל־מֹשֶׁה֙
o “…y lo acercaron, los que lo encontraron recogiendo leños, a Moisés…”: La responsabilidad del pueblo en el cumplimiento de la ley es fundamental porque son los que de verdad pueden, mediante celo divino, hacerla respetar a todo lo largo y ancho del campamento. En ello, había una responsabilidad compartida entre Dios, los dirigentes y el pueblo. Todos al servicio de Dios y de la humanidad en aras de la salvación espiritual futura.
Números 15, vs 34:
וַיַּנִּ֥יחוּ אֹת֖וֹ בַּמִּשְׁמָ֑ר כִּ֚י לֹ֣א פֹרַ֔שׁ מַה־יֵּעָשֶׂ֖ה לֽוֹ
“…y lo pusieron en la cárcel porque no estaba declarado lo que se le había de hacer…”: Moisés no había recibido instrucciones por parte de Dios acerca del castigo para este tipo de rebeldía.
Números 15, vs 35:
וַיֹּ֤אמֶר יְהֹוָה֙ אֶל־מֹשֶׁ֔ה מ֥וֹת יוּמַ֖ת הָאִ֑ישׁ רָג֨וֹם אֹת֤וֹ בָֽאֲבָנִים֙ כׇּל־הָ֣עֵדָ֔ה מִח֖וּץ לַֽמַּחֲנֶֽה
“…y dijo Jehová a Moisés: “Morir, morirá el hombre; que sea lapidado (apedreado) por toda la congregación fuera del campamento…”: La presencia de Dios entre el pueblo no podía permitir una rebeldía de este tipo. No se podía tolerar una rebeldía de esta índole porque invitaba a la rebelión. Infiero que hoy en día el asunto sería bien diferente porque Dios no mora explícitamente en Israel. Tengamos en cuenta que la presencia de Dios reclama justicia inmediata. La ejecución de la pena capital se debía de hacer fuera del campamento en señal de respeto por todos. Dar muerte a uno de los miembros es algo, en sí, contrario a la ley espiritual de Dios, la cual fue dada para vida y no para muerte.
Números 15, vs 36:
וַיִּרְגְּמ֥וּ אֹת֛וֹ בָּאֲבָנִ֖ים וַיָּמֹ֑ת
o “…y lo apedrearon con piedras y murió…”: El pueblo tenía que aprender a vivir una vida santificada y para tal efecto, era preciso y necesario que nadie infringiera públicamente ninguna ordenanza divina de manera tan deliberada y frontal. La autoridad era Dios y los humanos debían de conformar con ello.
Números 15, vs 38:
וְעָשׂ֨וּ לָהֶ֥ם צִיצִ֛ת עַל־כַּנְפֵ֥י בִגְדֵיהֶ֖ם לְדֹרֹתָ֑ם
o “…y que se hagan franjas en los rincones de sus ropas por sus generaciones…”: La función del צִיצִ֛ת o franjas consiste en que al usarla, se tome conciencia de la presencia de Dios en el mundo de todos los días y del rol espiritual del individuo judío, en el sentir ממלכת כהנים וגוי קדוש o “…reino de sacerdotes y nación santa…” para el desarrollo de la virtud, del amor, de la justicia y del juicio.
Números 15, vs 38:
וְנָ֥תְנ֛וּ עַל־צִיצִ֥ת הַכָּנָ֖ף פְּתִ֥יל תְּכֵֽלֶת
o “…y pondrán sobre la franja en los bordes un cordón azul…”: En la actualidad, el judaísmo fariseo rabínico no respeta este mandamiento como es debido porque no le ponen el cordón azul argumentando que el cordón debía de ser hecho de un gusanito llamado HILAZON, el cual ya no existe. Sin embargo, la Biblia no menciona que el cordón debía de ser de ningún animalito en particular. Por consiguiente, lo propio sería usar cualquier tipo de cordón azul, sin más, porque lo importante no es el símbolo sino la esencia espiritual del mandamiento. Otra cosa sería si Dios hubiese mencionado específicamente al Hilazon. Posiblemente, lo que sucedió fue que algún rabino carismático, un día, en estado de éxtasis frenético o algo por este estilo, en virtud de cierto estado místico, se le ocurrió decir tal barbaridad y los que estaban escuchándole, le creyeron y le siguieron y hoy nadie se atreve a contradecirle.
Números 15, vs 39:
וּרְאִיתֶ֣ם אֹת֗וֹ וּזְכַרְתֶּם֙ אֶת־כׇּל־מִצְוֺ֣ת יְהֹוָ֔ה וַעֲשִׂיתֶ֖ם אֹתָ֑ם
o “..y lo veréis y recordaréis todos los mandamientos de Jehová para que los hagáis…”: Lo importante no es de que está hecho el cordón azul, lo cual no es más que un símbolo, sino “ver y recordar” la misión de Israel en el mundo, la cual consiste en acercar a la humanidad a la santidad y a la reconciliación con Dios, como está dicho en Génesis 32, vs 29: “…ministrarás entre Dios y la humanidad y vencerás…”. Reitero que la importancia no reside en el símbolo sino en la esencia la cual es de naturaleza espiritual.
עבודה זרה O LA IDOLATRÍA
En el aspecto material, pudiera parecer que un ídolo no es más que un amuleto, fetiche o Tótem, en forma de estatua, hecha por el humano, a la que, el creyente, atribuye poderes especiales y hasta divinos. Sin embargo, en el ámbito figurativo, un ídolo también pudiera significar servir a una prioridad primordial falsa, por ejemplo, creer que la religión de uno, con sus tradiciones, dogmas, rituales y leyendas es más importante que la verdad, la justicia, la virtud y el amor; o, aunque uno se considere creyente, amar y creer verdaderamente en el dinero; o, considerar los placeres como lo más importante en la vida, etc… Todo esto, en definitiva, resulta más en pretender servirse de יהוה Dios, que en servir al יהוה Dios, Creador del cielo y de la tierra: Me explico: Cuando se crea uno un ídolo o una alta prioridad, ese ídolo o prioridad sirve fundamentalmente al auto-proyectado deseo del humano que lo manufacturó. Sin embargo servir al יהוה Dios verdadero significa poner nuestra voluntad al servicio del יהוה Dios de la virtud, de la justicia, del amor, de la excelencia, de la sabiduría, etc… En otras palabras, es realmente reconocer uno, en su fuero interno, la predominancia y preponderancia del יהוה Dios Creador, vivo y verdadero sobre el poder y la voluntad limitados del humano.
También, por ídolo se entiende todo aquello que entra dentro del ámbito físico o relativo (tiempo-espacio), es decir, todo aquello que está sujeto al proceso de nacer, crecer y morir. Cualquier creencia que el humano adopte y cuya finalidad sea la de servir a algo finito, resulta en idolatría. Contrariamente, la esencia del espíritu del humano apunta hacia lo infinito, absoluto y eterno.
¿Por qué pues tanta gente adoró y aún adoran a prioridades falsas, a ídolos e imágenes? Empezaré diciendo que cuando la Torah le fue dada al pueblo de Israel, y en ella se le prohibió de construir un ídolo y arrodillarse ante él, muchos pueblos se reían de los hebreos porque adoraban al יהוה Dios invisible, o sea, al יהוה Dios espiritual, el cual no tiene manifestación física. Esos pueblos, espiritualmente primitivos, no podían concebir la existencia de alguien, y menos de Jehová יהוה Dios, que no tuviera cuerpo o expresión física. No cabe duda de que les resultaba muchísimo más fácil adorar a algo que podían ver y tocar; sin embargo, al pueblo de Israel le fue exigido el esfuerzo de concebir a יהוה Dios, tal y como Él realmente es, es decir, 100% espiritual, como reza en Deut. 5, vs 8-9: לא תעשה לך פסל וכל תמונה o “…No te harás ídolo ni figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo ni abajo en la tierra, ni en las aguas del mar, debajo de la tierra. No te arrodillarás ante ellas ni las rendirás culto de adoración…”. También en Deut. 4: vs 35, leemos, אתה הראת לדעת כי יהוה הוא האלוהים
o ” …Tu Israel fuiste instruido para saber que יהוה Jehová es Dios…”. Es obvio pues que יהוה Dios no puede tener representación concreta o física porque entonces estaría circunscrito a la dimensión espacial y tendría bordes o límites donde su presencia, influencia y poder acabarían. La concepción espiritual presenta a יהוה Dios como al ser complejo o abstracto, que está mas allá de todo lugar y de todo tiempo, es decir, יהוה Dios creó el tiempo y el espacio cuando concibió el universo destinado al humano; anteriormente, tiempo y espacio, muy probablemente, no existían porque las cosas espirituales no tienen medida ni se pueden fragmentar o circunscribir en la dimensión concreta.
Incluso hoy, todavía existen muchísimos pueblos que se arrodillan ante imágenes hechas de palo y de piedra y las veneran como « sagradas ». En este sentido, resulta curioso observar como, no sólo religiones primitivas, sino religiones espiritualmente avanzadas, como la Católica o la Budista, aún no han logrado extirpar de la mente y erradicar del corazón de sus fieles, el concepto de la veneración de imágenes que besan, adoran y ante las cuales se arrodillan. (El judaísmo rabínico-farisaico también efectúa procesiones con la Torah, la adoran besándola como hacen con otros objetos o símbolos físicos hechos por el humano como la Mezuzzah, et tallit, el libro de rezo, etc..
Para intentar comprender las raíces del apego humano a las imágenes o a una prioridad primordial falsa, es preciso entender la condición humana, la cual se siente más cerca de sí mismo que de nada o de nadie, קרוב אדם לעצמו y como el humano es parte físico y parte espiritual, se piensa que יהוה Dios también debiera de conformar con estas limitaciones. A mi entender, el ser humano necesita elevarse de esa condición y liberarse de sus apegos, temores, limitaciones, etc… y proyectarse más y más en el ámbito espiritual ilimitado, en vez del material, el cual es por su naturaleza limitado. Pienso que el orden correcto del humano reside en la conquista de la dimensión simple o material primero, para su futura proyección espiritual o compleja después; por ejemplo, físicamente hablando, somos muy parecidos al animal. Sin embargo, la autentica característica que nos diferencia de ellos y de las cosas, es el espíritu humano de conocimiento, es decir, podemos concebir al Creador, entendiendo y apreciando la obra de su creación. Consecuentemente, no es correcto que el ser humano, por estar hecho a imagen y semejanza de יהוה Dios, es decir, por ser de condición espiritual, deba de arrodillarse ante la materia inerte e inconsciente o siquiera ante otro ser humano como él, ante el dinero o ante un ideal, etc. Sólo ante יהוה Dios bendito es licito y justo arrodillarse porque יהוה Dios es superior y en el reconocimiento de ello estriba, precisamente, la autentica grandeza humana.
La iglesia Católica y el Budismo, argumentan que las imágenes que ellos adoran, no se debieran de considerar dentro del campo de la idolatría porque son sólo símbolos recordatorios constituidos como modo de enlace o de puente con lo espiritual y no como adoración de la materia. Sin embargo, es justo recordarles a estos dos grupos religiosos que cuando un fiel no tan entendido o un niño ven como gente adulta y respetable se arrodilla ante las imágenes, la percepción no es tan amplia ni tan profunda dejándose inocentemente de llevar por lo que ven. De ahí que ello haya degenerado tanto, hasta el punto de que en muchísimos lugares hoy, a través del mundo, se atribuya a una imagen en particular un poder espiritual especial (las vírgenes de Lourdes, de la caridad del Cobre, de Fátima, de Guadalupe, de Montserrat, etc…) lo cual es idolatría.
Pienso que la humanidad debe de esforzarse, como se esforzó el pueblo de Israel, en concebir la existencia de יהוה Dios de manera espiritual y no mediante el uso de imágenes físicas. En este empeño deberíamos todos de coincidir porque de ello depende un ulterior desarrollo espiritual, partiendo de una base más correcta y trascendiendo las influencias materialistas de cualquier índole, las cuales pudieran limitar y confundir. La realidad de יהוה Dios bendito debe de ser concebida, como se concibe el amor, la virtud, el honor, el respeto y todas las cualidades espirituales que emanan del Santísimo. Es preciso realizar que aunque estas cualidades no sean de genero tangible, en nuestro espíritu y mente existen de manera evidente y clara, como si las estuviéramos viendo con nuestros ojos; aún más que nuestros ojos, diría yo, porque los ojos del entendimiento son mejores y más objetivos que los ojos físicos, los cuales se ven limitados por la distancia, por la falta de luz y por similitudes que confunden, como reza en la Biblia:
ולא תתורו אחרי לבבכם ואחרי עניכם כי אתם זונים אחריהם
o “…y no sigáis a lo que ven vuestros ojos ni a lo que siente vuestro corazón porque os descarriarán…”
Finalmente, diré que cuando יהוה Dios bendito aconseja a la humanidad a que no adore ídolos, no lo hace porque un trozo de materia pueda importunarle o competir de verdad con Él, sino porque desea que el humano crezca en la concepción correcta y su desarrollo espiritual se lleve a cabo de manera más natural, pura y completa. יהוה Dios no necesita nada de nosotros. Él lo que espera es que, como hijos suyos, hechos a su imagen y semejanza, escojamos lo que es correcto para beneficio nuestro y no de Él. Alabado sea Su Santo Nombre, por Su bondad y por Su excelencia. En Él no hay ni egoísmo ni maldad, ni imperfección ninguna. Todo en Él es lindo, santo y perfecto.
LAS CONQUISTAS DEL HUMANO
Quisiera que alguien me dijera, ¿Cuál es esa conquista que deja al humano verdaderamente satisfecho? Uno imagina en su mente una ilusión, en forma de lo que sea, y trata de conquistarla pensando que va a quedar satisfecho con ella. Si no lo consigue, se contraría o se frustra y si lo consigue, no pasa mucho tiempo en realizar la futilidad de ello y experimenta de nuevo el estado de insatisfacción, el cual le lleva al deseo de imaginar y prepararse para otra nueva conquista. Así va el humano de conquista en conquista, mas en su fuero interno se pregunta: ¿Qué fue lo que realmente conquisté? Al entendido, esto le parece una carrera fútil, algo así como ilusionarse en perseguir lo inalcanzable o como diría el rey Salomón el sabio en Proverbios: “…Vanidad de vanidades, todo es vanidad…”. Entonces, ¿para qué esforzarse?
Para aquel que no piensa mucho, su existencia transcurre o se pierde en los procesos pasajeros y triviales, o en la rutina y mediocridad espiritual. Cosecha los frutos modestos de sus logros relativos y no descubre la dimensión de lo eterno y absoluto. Así lo puso Sócrates: “…Una vida, la cual nunca o rara vez meditó seriamente acerca de la razón de su propia existencia, no merece ser vivida…”.
Para el más entendido, las conquistas relativas de la vida no representan un fin, sino un medio que sirve a un fin mayor. ¿Cuál es el fin, se preguntará el lector? La experimentación del absoluto o permanente, desde la perspectiva relativa de nuestra existencia. La percepción del absoluto es ese oriente que nos conduce hacia metas superiores y que nos transforma internamente, dando un mayor sentido a nuestra existencia. El filosofo Erik Fromm lo puso así: “…El amor es la única razón de nuestra existencia…”. Perseguir la dimensión del absoluto es entender y practicar el amor. A través del amor uno planea y conquista su espíritu, con la finalidad de llegar a ser, no a la de poseer o la de acumular riquezas materiales y honores. Este llegar a ser es “calidad” de existencia, mientras que poseer o conquistar es mera acumulación o una existencia medida, en base a cantidad, no a calidad. No cabe duda de que él llegar a ser, libera al individuo y lo proyecta mientras que la acumulación excesiva de bienes lo esclaviza y lo somete, porque lo que no se defiende se pierde. En otras palabras, cualquier conquista conlleva el miedo de perderla y la consiguiente dedicación y consumición para conservarla.
Cualquier logro o conquista, para que no produzca insatisfacción, tiene que servir a la transformación espiritual; a ese llegar a ser; a esa liberación; a la proyección hacia una meta espiritual superior, la cual, en la medida en la que nos transformemos, revestirá nuestra existencia con ropajes celestiales. Es algo así como asomarse a la ventana de la vida diaria y poder observar y apreciar, con los ojos nuevos de una existencia de calidad superior, todo lo bello y hermoso que nos rodea percatándonos de lo extraordinario en lo más simple y ordinario.
כי אם ישראל כי שרית אלהים ועם אנשים ותוכל
o “…porque en calidad de Israel, pelearás con Dios y con el humano y podrás…”. Dios le otorgó a Israel un poder único consistente en arbitrar un arreglo entre Dios y la humanidad para satisfacción de todos.
Números 15, vs 39:
וְלֹֽא־תָת֜וּרוּ אַחֲרֵ֤י לְבַבְכֶם֙ וְאַחֲרֵ֣י עֵֽינֵיכֶ֔ם אֲשֶׁר־אַתֶּ֥ם זֹנִ֖ים אַחֲרֵיהֶֽם
“…y no sigáis detrás de vuestros corazones y detrás de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis…”: Es obvio que tanto los deseos del corazón como lo que ven nuestros ojos nos llevan a menudo al engaño porque ambos están muy fragmentados y por ende limitados. Es preciso entender que Dios, en calidad de Creador, conoce mejor nuestra condición que nosotros mismos. En profetas está dicho: “…Engañoso es el corazón, quien lo conocerá?…”.
LA SUPERSTICIÓN DEL MATERIALISMO
¿En qué consiste la superstición? Básicamente, en ignorancia y deseos de manipulación, poniendo la esperanza en cosas vanas; confiar en lo que no es real; asignar poderes a seres, entidades o cosas que no poseen tales poderes; etc…. de hecho, algunas formas de superstición que conocemos hoy, proceden de la idolatría pagana y aún sobreviven en el seno de, prácticamente, todas las religiones tradicionales, centenares de años después de que el paganismo idolatra, oficialmente fuese abandonado. Algunas manifestaciones comunes del fenómeno supersticioso son: La magia; la astrología; el espiritismo; la numerología; los amuletos; el mal de ojo; el cuchillo y la sal debajo de la almohada; la escoba detrás de la puerta; la maldición oral; el prendido de velas; el eludir el numero 13; el visitar cementerios; el tocar madera; el no viajar o casarse en los martes; etc…
¿Cuál es la definición espiritual del materialismo? Circunscribir la esencia o realidad total de la vida (espíritu-materia) a la dimensión de los sentidos, sin considerar la facultad esencial, la cual es espiritual. A este respecto diré que el humano común de hoy, salvando las excepciones de rigor, aún se muestra bastante escéptico ante cualquier fenómeno de índole espiritual. Posiblemente, esta reacción agnóstica sea la consecuencia al mito producido por el fervor fanático del estamento religioso ortodoxo basado en la fe, o la satisfacción de la emoción en lugar de la búsqueda de la verdad. Este mito oscurantista, pretendió interpretar la realidad espiritual en términos concretos, mediante simbolismo idólatra, en línea con el acercamiento al espíritu de forma tradicional, pagana, estática, segura y permanente, es decir, interpretar la dimensión espiritual abstracta bajo el prisma de lo concreto. Este simplismo, sin duda, contribuyó al alejamiento del individuo “elite”, de la concepción religiosa tradicional. En pocas palabras, la religión, con su simbolismo ritualista, legalismos y prácticas estáticas, traicionó al verdadero espíritu vivo, dinámico y por ende, cambiante.
¿Cómo se habrá de definir la realidad espiritual pues? A mi entender, no tiene definición por intangible. Me explico: El amor, la libertad, la justicia, la angustia, la felicidad, el honor y otros fenómenos propios del ámbito espiritual, no se pueden medir, pesar o calibrar, como se puede hacer con los fenómenos físicos. El potencial espiritual pertenece a la verdad espiritual eterna e infinita de יהוה Dios bendito. Esta verdad es infinitamente más grande de lo que el humano conoce; por eso, él puede crecer en ella, si consigue limpiarse de sus impurezas, en forma de imperfecciones y defectos del carácter. Crecer en el espíritu es estudiar, practicar la virtud y buscar el perfeccionamiento en toda la gama de posibilidades que יהוה Dios bendito puso al alcance del humano, cuando lo formó a su imagen y semejanza, para que fuera capaz de crecer. Este crecimiento, producto del estímulo de la inseguridad permanente, precisa de un marco sin definición, es decir, abstracto o espiritual. Definitivamente, el espíritu humano no es la medida de sí mismo o un producto acabado, sino en formación y de redefinición perenne para evolucionar y crecer en el conocimiento verdadero del espíritu infinito de יהוה Dios bendito. La realidad espiritual lo capacita a uno para moverse de lo conocido hacia lo desconocido
Números 15, vs 40:
לְמַ֣עַן תִּזְכְּר֔וּ וַעֲשִׂיתֶ֖ם אֶת־כׇּל־מִצְוֺתָ֑י וִהְיִיתֶ֥ם קְדֹשִׁ֖ים לֵאלֹֽהֵיכֶֽם
o “…para que os acordéis y hagáis todos los mandamientos y seáis santos para vuestro Dios…”: La memoria del humano es bien olvidadiza y requiere de constante repetición para poder recordar. En este sentido, la Biblia nos pone en guardia para que seamos más conscientes de nuestra condición imperfecta humana. Luego, el hecho de recordar no es garantía de que vayamos a cumplir con lo que recordamos porque el recuerdo es a nivel del pensamiento mientras que el cumplimiento es a nivel de la acción. Al cumplir el mandamiento, en la dimensión del pensamiento y en la de la acción, se alcanza la santidad, la cual nos acerca al Dios Santo y verdadero.
Números 15, vs 41:
אֲנִ֞י יְהֹוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֗ם אֲשֶׁ֨ר הוֹצֵ֤אתִי אֶתְכֶם֙ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרַ֔יִם לִהְי֥וֹת לָכֶ֖ם לֵאלֹהִ֑ים אֲנִ֖י יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵיכֶֽם
o “…Yo Jehová vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios, Yo Jehová vuestro Dios…”: Dios nos recuerda que nos hizo el favor de sacarnos de la esclavitud de Egipto y de darnos la Torah o instrucción espiritual para ser nuestro Dios. Dios nos muestra el camino y únicamente a través de Él que pudiéramos llegar a su encuentro. Dios es la única autoridad a seguir y a emular. Todo lo que el humano consigue, se puede y se debe de mejorar en cada generación.