Números 19, vs 2:
תְּמִימָ֗ה אֲשֶׁ֤ר אֵֽין־בָּהּ֙ מ֔וּם
o “…perfecta que no tiene en ella defecto…”: La vaca alazana no debía de tener falta ninguna porque iba a ser ofrecida a Dios. Todo lo que se ofrece a Dios ha de ser de lo más perfecto posible porque Su infinita perfección así lo amerita.
Números 19, vs 2:
אֲשֶׁ֛ר לֹא־עָלָ֥ה עָלֶ֖יהָ עֹֽל
o “…que no fue sometida a yugo…”: La vaca alazana además de no tener defecto, tenía que haber estado exenta del yugo del trabajo, es decir, dedicada enteramente a Dios sin haber producido beneficio material para el humano porque no podía servir al humano si debía de ser sacrificada para Dios. Lo reservado a Dios ha de ser exclusivo, no compartido con lo del humano para diferenciar a Dios, como el Creador, del humano, como el creado. Son dos planos de existencia paralelos, con dos voluntades libres en un mismo escenario de acción. A Dios lo que es de Dios y al humano lo que es del humano para que pueda existir compatibilidad y vida eterna entre ambos.
Números 19, vs 3:
וְהוֹצִ֤יא אֹתָהּ֙ אֶל־מִח֣וּץ לַֽמַּחֲנֶ֔ה וְשָׁחַ֥ט אֹתָ֖הּ לְפָנָֽיו
“…y la sacará fuera del campamento y la degollará delante de él (Eleazar, hijo del sumo sacerdote Aarón)…”: No en el Tabernáculo de Reunión sino fuera del campamento.
Números 19, vs 4:
וְהִזָּ֞ה אֶל־נֹ֨כַח פְּנֵ֧י אֹֽהֶל־מוֹעֵ֛ד
o “…y rociará en dirección de la puerta de entrada del Tabernáculo de Reunión…”: Como se encontraba a distancia del Tabernáculo de Reunión, la sangre no manchaba la puerta de entrada sino que iba en esa dirección solamente. La dirección marcaba la dedicación, el oriente o el propósito del sacrificio.
Números 19, vs 5-10:
Aquí se menciona el proceso envuelto en el sacrificio de la Vaca alazana.
Números 19, vs 11-12:
Aquí se menciona el estado de impureza por contacto con un cadáver y su expiación.
Números 19, vs 13:
אֶת־מִשְׁכַּ֤ן יְהֹוָה֙ טִמֵּ֔א
o “…el Tabernáculo de Jehová contaminó…”: Esta purificación debía de hacerse, en virtud de la presencia del símbolo divino entre ellos. Pensemos que en la divinidad no existe la muerte (dimensión tiempo-espacio) y cualquier cuerpo muerto atenta contra el principio de la vida eterna (dimensión eterna-absoluta-infinita). En consecuencia, se hacía precisa y necesaria la purificación porque había contaminación de la idea o contradicción (vida-muerte).
Números 19, vs 14-22:
Aquí se menciona la ley concerniente al individuo que muere el Tabernáculo de Reunión y el correspondiente proceso de expiación.
Números 19, vs 17:
וְנָתַ֥ן עָלָ֛יו מַ֥יִם חַיִּ֖ים אֶל־כֶּֽלִי
o “…y echarán sobre él aguas vivas en mi recipiente…”: Las aguas vivas o corrientes simbolizan la vida, por eso había de purificarse en ellas. La vida y la muerte presentan una dicotomía porque son mutuamente exclusivas, es decir, cuando está la una, la otra está ausente.
Números 20, vs 1:
וַתָּ֤מׇת שָׁם֙ מִרְיָ֔ם וַתִּקָּבֵ֖ר שָֽׁם
o “…y murió allí María y fue enterrada allí…”: María fue enterrada por el pueblo de Israel. Aarón moriría más adelante, al subir al monte Hor. Moisés sería el último de ellos en morir y sería enterrado por Dios en el monte Nebo. Vemos como los tres líderes murieron en el desierto y no entraron en la tierra prometida.
Números 20, vs 2:
וְלֹא־הָ֥יָה מַ֖יִם לָעֵדָ֑ה וַיִּקָּ֣הֲל֔וּ עַל־מֹשֶׁ֖ה וְעַֽל־אַהֲרֹֽן
o “…y no había agua para la congregación y se reunieron sobre Moisés y sobre Aarón…”: Los términos
עַל־מֹשֶׁ֖ה וְעַֽל־אַהֲרֹֽן
o “…sobre Moisés y sobre Aarón…” indican que prácticamente les asediaron porque sino, diría: y se reunieron alrededor de Moisés y de Aarón, en vez de sobre Moisés y sobre Aarón.
Números 20, vs 3:
וַיָּ֥רֶב הָעָ֖ם עִם־מֹשֶׁ֑ה
o “…y pleiteó el pueblo con Moisés…”: El pueblo no tenía agua para beber y se pelearon con Moisés por ello y también por otras carencias materiales que no podían satisfacer, ya que se habían aburrido de comer el Maná que Dios les enviaba a diario. El pueblo de Israel no acertaba a entender que la espiritualidad requería de que se limitara grandemente la interacción humana en el ámbito físico. Las carencias materiales eran impuestas porque Dios pretendía que se capitalizara en el espíritu. El pueblo, desafortunadamente, no lo entendía así y reclamaban una y otra vez su sustento material con el cual sí se sentían bien identificados. Pensemos que era un pueblo que había sido esclavizado por Egipto, por bastante tiempo, sin haberse podido dedicar al desarrollo intelectual o espiritual. La queja por falta de agua en particular, a pesar de haber sido bastante airada, me parece, hasta cierto punto, justa, lógica y natural y por eso Dios no los castigó esta vez. Era una prueba y tenían que pasar por ella para su desarrollo espiritual en el sentido de ver como Dios hacía el milagro de sacarles agua en el desierto.
Números 20, vs 4-5:
La falta de agua vino a exacerbar la situación porque el agua es el alimento esencial para la vida, tal y como se conoce en el planeta tierra. El pueblo se dejaba de llevar por el aspecto externo de la vida y hacían poco por entender las fuerzas espirituales envueltas en cada suceso. Estaban demasiado cerca de la materia y sus mentes eran insensibles al entendimiento intelectual y espiritual; por eso Dios decidió eliminar a toda la generación en el desierto. De todas formas, no creo que fuera imposible para ellos aprender la espiritualidad porque Dios no pide imposibles. Ante su renuente actitud negativa, Dios prefirió mentes frescas y sin traumas con las que trabajar en la tierra prometida.
Números 20, vs 6:
וַיָּבֹא֩ מֹשֶׁ֨ה וְאַהֲרֹ֜ן מִפְּנֵ֣י הַקָּהָ֗ל אֶל־פֶּ֙תַח֙ אֹ֣הֶל מוֹעֵ֔ד וַֽיִּפְּל֖וּ עַל־פְּנֵיהֶ֑ם
o “…y vinieron Moisés y Aarón delante de la congregación a la puerta del Tabernáculo de Reunión y se postraron sobre sus caras…”: Moisés y Aarón, decidieron no discutir con el pueblo enfurecido por la falta de agua y decidieron presentarse delante de Dios, como medio para resolver la tremenda crisis que estaban viviendo por falta de agua. En mi opinión, no tenían más alternativa que esa porque intentar hacer razonar a un pueblo enfurecido no es aconsejable porque sus individuos se envalentonan, en virtud del publico que los rodea.
Números 20, vs 8:
וְדִבַּרְתֶּ֧ם אֶל־הַסֶּ֛לַע לְעֵינֵיהֶ֖ם
o “…y hablaréis a la roca a sus ojos…”: Moisés debía de hablar a la roca delante de los ojos perplejos de la muchedumbre sedienta. El impacto que iba a hacer era necesario para que la atención del pueblo sediento fuera completa y total. Aparentemente, Dios los dejó de sed para que el efecto de la enseñanza les hiciera mella y les transformara espiritualmente, no por capricho. Pensemos que si Dios les proveyera de agua regularmente, el pueblo ni caso que haría de ello. Lo considerarían normal y corriente. Dios debía de sacudir sus conciencias y para ello les afligió con la sed primero para hacer el milagro después.
Números 20, vs 9:
וַיִּקַּ֥ח מֹשֶׁ֛ה אֶת־הַמַּטֶּ֖ה
o “…y tomó Moisés la vara…”: Moisés debía de hacer, antes de que los milagros fueran realizados, las señales pertinentes, a la vista del pueblo, con el fin de que supieran que era Dios el que hacía los milagros y no Moisés. La vara había sido entregada por Dios a Moisés en el evento de la zarza ardiente para este fin.
Números 20, vs 10:
שִׁמְעוּ־נָא֙ הַמֹּרִ֔ים הֲמִן־הַסֶּ֣לַע הַזֶּ֔ה נוֹצִ֥יא לָכֶ֖ם מָֽיִם
“…escuchad por favor, rebeldes ¿Acaso de esta piedra, sacaremos para ustedes agua?…”: A mi entender, el calificativo de “rebeldes”, en esta precisa situación, no era justo ya que la gente se quejaba con razón porque tenían sed. Moisés no estaba siendo justo con ellos porque estaba bajo los efectos de la emoción y posiblemente, por eso, veremos a continuación que cometió aún otro error peor. Por otro lado, Moisés declara que נוֹצִ֥יא o “sacaremos” para ustedes agua como si se tratara de un acto de magia personal humana. Lo propio hubiera sido en que santificaran a Jehová Dios y que dejaran bien claro que Dios iba a ser el que les iba a producir el milagro sacándoles agua de la roca al hablar ellos a la roca.
Números 20, vs 11:
וַיַּ֧ךְ אֶת־הַסֶּ֛לַע בְּמַטֵּ֖הוּ פַּעֲמָ֑יִם
o “…y golpeó la peña con su vara, dos veces…”: Si Dios le había encomendado que hablaran a la peña ¿por qué la golpeó? ¡Para colmo, no una sino dos veces! Aquí vemos como Moisés estaba emocionalmente grandemente agitado y por ello no pudo actuar con la serenidad que le caracterizaba, en virtud de su particular humildad. Aparentemente, a causa de este pecado, como veremos más adelante, no entrarían Moisés y Aarón en la tierra prometida.
Números 20, vs 12:
לְהַ֨קְדִּישֵׁ֔נִי לְעֵינֵ֖י בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל
o “…para santificarme a los ojos de los hijos de Israel…”: A mi entender, Moisés y Aarón, cometieron cuatro errores graves:
- a) Primero, debieron de haberse abstenido de calificar al pueblo de rebeldes.
- b) Segundo, debieron de haber manifestado específica y claramente que no iban a ser ellos los que iban a sacar agua de la peña sino Dios.
- c) Tercero, debieron de hablar a la peña, en vez de golpearla, para que el milagro luciera mayor.
- d) Cuarto, no simplemente la golpearon una vez sino dos veces.
Pienso que Moisés hizo el “papelazo” enfrente de Dios y de la congregación al fallar en tantas cosas a la vez.
Números 20, vs 13:
הֵ֚מָּה מֵ֣י מְרִיבָ֔ה אֲשֶׁר־רָב֥וּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֖ל אֶת־יְהֹוָ֑ה וַיִּקָּדֵ֖שׁ בָּֽם
“…ellas fueron aguas de contienda, donde contendieron los hijos de Israel contra Jehová y Él se santificó en ellos…”: El pueblo de Israel, incluidos Moisés y Aarón pleitearon con Dios y Moisés y Aarón fueron hallados culpables, lo cual les costó el no entrar en la tierra prometida. Las contiendas no son espiritualmente aceptables porque la base de un espíritu de santificación es la paz interior. La emoción es mala consejera.
Números 20, vs 14:
וַיִּשְׁלַ֨ח מֹשֶׁ֧ה מַלְאָכִ֛ים
o “…y envió Moisés mensajeros…”: El término מַלְאָכִ֛ים o “mensajeros” significa también “ángeles”. Este término, cuya raíz significa “trabajo o misión”, indica que el ángel también cumple una función de mensajero, intermediario o misionero.
Números 20, vs 14:
כׇּל־הַתְּלָאָ֖ה אֲשֶׁ֥ר מְצָאָֽתְנוּ
o “…todas la vicisitudes con las que nos encontramos…”: Moisés tiene que atravesar el campamento de Edom y apela a sus sentimientos humanos para que los dejen pasar sin contienda.
Números 20, vs 15-16:
Edom eran descendientes de Esaú, hermano de Jacob. Moisés intenta hacerles comprender que son familia y que sufrieron mucho en Egipto, con el fin de condicionar sus sentimientos para que les dejen de pasar a través de su territorio en paz. La estrategia dialéctica de Moisés contempla dos vertientes: A mi entender, la primera es la de decirles que son parientes y que han sufrido lo indecible y la segunda es que Dios los libero de Egipto con el fin de darles la tierra prometida a los patriarcas. Con ello, si los Edomitas los ayudaban, se verían bendecidos por Dios.
Números 20, vs 17:
דֶּ֧רֶךְ הַמֶּ֣לֶךְ נֵלֵ֗ךְ לֹ֤א נִטֶּה֙ יָמִ֣ין וּשְׂמֹ֔אול עַ֥ד אֲשֶֽׁר־נַעֲבֹ֖ר גְּבֻלֶֽךָ
o “…por el camino del rey iremos, no nos desviaremos a derecha o a izquierda hasta que hallamos pasado tu frontera…”: Por el camino del rey se entiende por la avenida central, a la vista de todo el mundo, sin intención de crear problema ninguno. También el término “…sin desviarnos…” significa sin mala intención.
Números 20, vs 18-20:
Israel intenta hacer comprender a Edom que sus intenciones son enteramente pacíficas pero Edom desconfía de ellos. Recordemos como Jacob frustró a Esaú.
Números 20, vs 21:
וַיְמָאֵ֣ן אֱד֗וֹם נְתֹן֙ אֶת־יִשְׂרָאֵ֔ל עֲבֹ֖ר בִּגְבֻל֑וֹ וַיֵּ֥ט יִשְׂרָאֵ֖ל מֵעָלָֽיו
o “…y se negó Edom a permitir que Israel pasara y se desvió Israel de él…”: La negativa de Edom fue rotunda y hasta hostil, ante la cual, Israel decidió desviarse del camino para evitar la contienda.
Números 20, vs 22-24:
אֲשֶׁר־מְרִיתֶ֥ם אֶת־פִּ֖י לְמֵ֥י מְרִיבָֽה
o “…porque os rebelasteis de boca en las aguas de la contienda…”: Aarón va a morir en el monte Hor porque, junto con Moisés, no santificaron a Dios como era debido en el evento de las aguas de la contienda. El pecado fue “verbal u oral” ya que se usa el término אֶת־פִּ֖י. Yo entiendo que Moisés y Aarón no hablaron lo que era correcto y apropiado sino que, en su oratoria, se excedieron, primero contra el pueblo al calificarles de rebeldes y luego, contra Dios, porque, en lugar de hablar a la roca (verbal) la golpearon (físico). Cometieron el error de no decir lo que tenían que decir y de decir lo que no tenían que decir.
Números 20, vs 25:
קַ֚ח אֶֽת־אַהֲרֹ֔ן וְאֶת־אֶלְעָזָ֖ר בְּנ֑וֹ וְהַ֥עַל אֹתָ֖ם הֹ֥ר הָהָֽר
o “…toma a Aarón y a Eleazar su hijo y sube con ellos a Hor el monte…”: Dios tenía la intención de hacer morir a Aarón para que su hijo Eleazar le sucediera como sumo sacerdote.
Números 20, vs 26:
וְהַפְשֵׁ֤ט אֶֽת־אַהֲרֹן֙ אֶת־בְּגָדָ֔יו וְהִלְבַּשְׁתָּ֖ם אֶת־אֶלְעָזָ֣ר בְּנ֑וֹ
“…y desviste a Aarón de sus ropas (santas) y viste con ellas a Eleazar su hijo…”: Esto significa una transferencia de poder sucesorio ya que Aarón va a morir y su hijo Eleazar lo tiene que reemplazar al ser investido en calidad de sumo sacerdote.
Números 20, vs 27-29:
וַיִּרְאוּ֙ כׇּל־הָ֣עֵדָ֔ה כִּ֥י גָוַ֖ע אַהֲרֹ֑ן וַיִּבְכּ֤וּ אֶֽת־אַהֲרֹן֙ שְׁלֹשִׁ֣ים י֔וֹם כֹּ֖ל בֵּ֥ית יִשְׂרָאֵֽל
o “…y vieron toda la congregación que expiró Aarón y lloraron a Aarón treinta días, toda la casa de Israel…”: Posiblemente, el hecho de que Aarón fuese un hombre eminentemente de paz, hasta el punto de ceder más de lo que se podía y debía de ceder, se ganó las simpatías del pueblo al morir.
Números 21, vs 1:
וַיִּלָּ֙חֶם֙ בְּיִשְׂרָאֵ֔ל וַיִּ֥שְׁבְּ ׀ מִמֶּ֖נּוּ שֶֽׁבִי
o “…y guerreó contra Israel y tomó algunos prisioneros…”: Dios permitió que Israel fuese atacado y que alguna de su gente fuese tomada prisionera. Esto nos indica que nunca se puede adivinar lo que Dios piensa. “…Mis caminos, dice Dios, no son vuestros caminos…”.
Números 21, vs 2:
אִם־נָתֹ֨ן תִּתֵּ֜ן אֶת־הָעָ֤ם הַזֶּה֙ בְּיָדִ֔י וְהַֽחֲרַמְתִּ֖י אֶת־עָרֵיהֶֽם
“…si dar fuere dado este pueblo en mi mano y destruiré sus ciudades…”: Israel hace votos a Dios en el sentido de que si triunfara sobre el Cananeo, destruiría sus ciudades con todo el mal que en ellas había. Este voto está en línea con la misión y función de Israel en el seno de las naciones del mundo, es decir, en la lucha del bien contra el mal. Por eso Dios va a acceder, en esta ocasión, a los votos de Israel. Dios suele castigar a Israel cuando el mundo se corrompe e Israel participa en su maldad o se inhibe de ello. Israel no se puede inhibir porque tiene un pacto suscrito con Dios en el sentido de לתקן עולם במלכות שדי o “…arreglar este mundo para el reino de Dios…” a través del: חסד ואמת צדקה ומשפת o “…compasión y verdad, justicia y juicio…”.
Números 21, vs 3:
וַיִּשְׁמַ֨ע יְהֹוָ֜ה בְּק֣וֹל יִשְׂרָאֵ֗ל וַיִּתֵּן֙ אֶת־הַֽכְּנַעֲנִ֔י
o “…y escuchó Jehová la voz de Israel y le entregó al Cananeo…”: Dios atendió al requerimiento de Israel porque sus objetivos convergían con el plan de Dios en la tierra. Uno de los problemas que tiene Dios con las peticiones humanas es que sus peticiones no honran a Dios como debieran y Dios las desestima. A Dios sólo se puede pedir lo que es honorable y correcto. Por ejemplo: Cuando decimos “…Ayúdame a destruir a mi enemigo…”, si el enemigo es más justo que nosotros, Dios no lo va a atender.
Números 21, vs 4:
וַתִּקְצַ֥ר נֶֽפֶשׁ־הָעָ֖ם בַּדָּֽרֶךְ
o “…y se deprimió el espíritu del pueblo en el camino…”: El pueblo era consciente de que ellos no iban a entrar en la tierra prometida y de que los adultos deberían de morir en el desierto, por consiguiente, ante esta falta de esperanza, sus espíritus no hallaban consuelo. Giraban sin rumbo ni objetivo aparente. Si por lo menos se alegraran de que sus hijos sí fueran a entrar, se motivarían más, sin embargo, eran egoístas y no les importaba ni sus propios hijos.
Números 21, vs 5:
וְנַפְשֵׁ֣נוּ קָ֔צָה בַּלֶּ֖חֶם הַקְּלֹקֵֽל
o “…y nuestra alma se entristece con este pan liviano…”: El pueblo, al no tener el objetivo de entrar en la tierra prometida, deseaba vivir lo mejor que pudiera antes de morir en el desierto. Por eso estaba cansado de comer el Maná que Dios les enviaba, inclinándose hacia la vida material más que hacia la espiritual. Decididamente, no les interesaba desarrollar el aspecto espiritual, potencial que distingue y separa al humano del animal. Es digno de notar que el término וְנַפְשֵׁ֣נוּ o “…y nuestra alma…” tiene poco que ver con la comida porque cuando uno come no se satisface el alma sino el estomago. Sin embargo, en ellos el alma significaba el cuerpo porque no habían desarrollado virtud espiritual. Esto se parece mucho a cuando los rabinos, en el día de las expiaciones, decretaron que se ayunara cuando en realidad lo que Dios pidió fue que se afligieran sus almas, no sus estomagos.
Números 21, vs 6:
וַיָּ֥מׇת עַם־רָ֖ב מִיִּשְׂרָאֵֽל
o “…y murió mucho pueblo de Israel…”: Dios decidió eliminar a muchos de los israelitas, egipcios y de otras nacionalidades que subieron con Israel de Egipto, con el fin de poner un fin a sus sufrimientos ya que, de todas formas, no iban a desarrollarse espiritualmente y Dios no veía futuro para este tipo de gente. Debían de morir en el desierto, tal y como fue decretado por Dios, en virtud de su persistente rebeldía. ¿Qué sentido tenía el alargar su agonía? Sin embargo, sus hijos, en la tierra prometida, se consagrarían, como pueblo santo de Dios.
Números 21, vs 7:
חָטָ֗אנוּ כִּֽי־דִבַּ֤רְנוּ בַֽיהֹוָה֙ וָבָ֔ךְ
o “…pecamos porque hablamos mal de Dios y de ti…”: El pueblo se encontraba entre la espada y la pared, careciendo de opción motivadora alguna, es decir, o aceptaban hacer un esfuerzo en el aspecto espiritual para tratar de entender lo que estaba sucediendo y lo que Dios pedía de ellos o iban a morir a manos del desierto entre las víboras ardientes.
Números 21, vs 8:
כׇּל־הַנָּשׁ֔וּךְ וְרָאָ֥ה אֹת֖וֹ וָחָֽי
o “…todo el que fuese mordido y viere hacia ella vivirá…”: Todo el que tenía deseos de seguir viviendo miraba hacia la serpiente de bronce que Moisés había expuesto mientras que aquel que se sentía hastiado por esa vida de desierto se dejaba de morir voluntariamente al dejar de fijarse en la serpiente. Dios les dio a escoger entre la vida en el desierto o la muerte en él. Triste destino para la gente que no supo ver, con alegría y gozo, en los mandamientos de Dios, su futuro y el de su familia.
Números 21, vs 9:
וְהִבִּ֛יט אֶל־נְחַ֥שׁ הַנְּחֹ֖שֶׁת וָחָֽי
o “…y se fijaba en la serpiente de bronce vivía…”: Todo el que ponía su esperanza en Dios era curado. Esta serpiente sería, a través del tiempo, adorada por los israelitas hasta que tuvo que ser destruida, con el fin de que no fuese idolatrada.
Números 21, vs 14:
בְּסֵ֖פֶר מִלְחֲמֹ֣ת יְהֹוָ֑ה
o “…en el libro de las guerras de Jehová…”: Aparentemente, existe un libro llamado así, el cual no se ha encontrado aún.
Números 21, vs 15-21:
Aquí se relatan los viajes de los israelitas a través de la transjordania.
Números 21, vs 22:
וַיִּשְׁלַ֤ח יִשְׂרָאֵל֙ מַלְאָכִ֔ים אֶל־סִיחֹ֥ן מֶֽלֶךְ־הָאֱמֹרִ֖י לֵאמֹֽר
o “…y envió Israel mensajeros a Sihon, rey del amorreo…”: Israel pide permiso para pasar por su territorio. Dios les hizo pasar por su territorio cuando no tenían dirección alguna en el desierto ya que no iban camino de la tierra prometida. La nube podía apuntar en otra dirección; sin embargo, no fue así. Dios quería entregarle al amorreo en sus manos.
Números 21, vs 23:
וְלֹא־נָתַ֨ן סִיחֹ֣ן אֶת־יִשְׂרָאֵל֮ עֲבֹ֣ר בִּגְבֻלוֹ֒ וַיֶּאֱסֹ֨ף סִיחֹ֜ן אֶת־כׇּל־עַמּ֗וֹ וַיֵּצֵ֞א לִקְרַ֤את יִשְׂרָאֵל֙ הַמִּדְבָּ֔רָה וַיָּבֹ֖א יָ֑הְצָה וַיִּלָּ֖חֶם בְּיִשְׂרָאֵֽל
o “…y no le dio Sihon a Israel pasar por su frontera y reunió Sihon a todo su pueblo y salió al encuentro de Israel en el desierto y vino a Yahsa y guerreó contra Israel…”: Sihon, rey de los amorreos, decidió plantear batalla contra Israel aunque fuera de sus fronteras, seguramente, para proteger a su población civil. No se entiende bien por que Sihon no permitió a Israel cruzar su frontera en vez de decidir ir a una guerra, la cual se podía evitar. Posiblemente, Dios endureció sus corazones como hizo con Faraón en Egipto, aunque no está especificado.
Números 21, vs 24:
וַיַּכֵּ֥הוּ יִשְׂרָאֵ֖ל לְפִי־חָ֑רֶב וַיִּירַ֨שׁ אֶת־אַרְצ֜וֹ
o “…y lo hirió Israel a filo de espada y heredó su tierra…”: Israel, con la ayuda de Dios, venció a Sihón, rey de los amorreos. Se ve que cuando Israel hace lo correcto ante los ojos de Dios, no hay enemigo que se le oponga exitosamente.
Números 21, vs 25:
וַיֵּ֤שֶׁב יִשְׂרָאֵל֙ בְּכׇל־עָרֵ֣י הָֽאֱמֹרִ֔י
o “…y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo…”: Por lo menos, vemos como el pueblo, dejó de vivir en el desierto para adentrarse en ciudades más habitables, lo cual significó cierta mejora de sus condiciones de vida.
Números 21, vs 26:
וְה֣וּא נִלְחַ֗ם בְּמֶ֤לֶךְ מוֹאָב֙ הָֽרִאשׁ֔וֹן וַיִּקַּ֧ח אֶת־כׇּל־אַרְצ֛וֹ מִיָּד֖וֹ עַד־אַרְנֹֽן
o “…y el (Sihon), guerreó contra el rey de Moab anterior y tomó toda su tierra de su mano hasta Arnon…”: Sihón había, previamente, conquistado la tierra al vencer la rey de Moab.
Números 21, vs 27:
עַל־כֵּ֛ן יֹאמְר֥וּ הַמֹּשְׁלִ֖ים בֹּ֣אוּ חֶשְׁבּ֑וֹן תִּבָּנֶ֥ה וְתִכּוֹנֵ֖ן עִ֥יר סִיחֽוֹן
o “…por lo tanto decían los poetas: Venid a Hesbon para construir y para establecer la ciudad de Sihon…”: Tuvo que haber sido una batalla importante ya que los poetas hablaban de ella como de edificar una ciudad bien importante.
Números 21, vs 28-30:
Aquí se ilustra el hecho de la conquista, por parte del rey Sihon, de la tierra de Moab.
Números 21, vs 31-32:
Moisés envió espías a Yacer y la atacó hasta hacer huir al remanente de los amorreos que habitaban allí.
Números 21, vs 33:
וַיֵּצֵ֣א עוֹג֩ מֶֽלֶךְ־הַבָּשָׁ֨ן לִקְרָאתָ֜ם ה֧וּא וְכׇל־עַמּ֛וֹ לַמִּלְחָמָ֖ה אֶדְרֶֽעִי
o “…y salió Og, rey de Basan a su encuentro, él y todo su pueblo para la guerra de Edreí…”: Og le planteó la batalla a Israel de manera agresiva y decidida.
Números 21, vs 34-35:
אַל־תִּירָ֣א אֹת֔וֹ כִּ֣י בְיָדְךָ֞ נָתַ֧תִּי אֹת֛וֹ וְאֶת־כׇּל־עַמּ֖וֹ וְאֶת־אַרְצ֑וֹ
o “…no le temas porque en tu mano yo te lo entregué y a su pueblo y a su tierra…”: Dios aconseja a Moisés a plantear batalla y a conquistar la tierra de Basan.
Números 22, vs 1:
וַיִּסְע֖וּ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וַֽיַּחֲנוּ֙ בְּעַֽרְב֣וֹת מוֹאָ֔ב מֵעֵ֖בֶר לְיַרְדֵּ֥ן יְרֵחֽוֹ
o “…y viajaron los hijos de Israel y acamparon en las llanuras de Moab en la orilla del Jordán, (frente a) Jericó…”: Los israelitas descansaron del esfuerzo tremendo de tres conquistas seguidas, una tras otra.