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פרשת דברים PALABRAS

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Parashat Behar – Weekday Torah Reading (Moroccan TeAmim) Source link

Deut. 1, vs 1-3:

וַיְהִי֙ בְּאַרְבָּעִ֣ים שָׁנָ֔ה

o “…Y fue en el cuadragésimo año…”: El libro de דברים o “Deuteronomio” es, en muchos aspectos, un compendio de los cuatro libros anteriores del Pentateuco. Moisés se encuentra a las puertas de la tierra prometida, después de 40 años de deambular por el desierto sin rumbo fijo. Recordemos que Dios castigó a Israel, un año por cada día de los 40 días que estuvieron los príncipes de Israel espiando la tierra, cuando se disponían a entrar para tomar posesión de ella, al año de haber salido de Egipto y se negaron, debido al mal reporte que trajeron (Núm. Capitulo 13). El castigo de Dios fue implacable ya que todos los de esa generación murieron en el desierto menos los menores de 20 años y dos de los doce príncipes de Israel, Caleb y Josué. Consecuentemente, Moisés tiene que hacer un recuento de la historia a los jóvenes que van a entrar para poseer la tierra con el fin de que sepan que es lo que sucedió con sus padres en el desierto en estos últimos 40 años y que es lo que les espera al entrar en la tierra prometida.

Deut. 1, vs 4:

אַחֲרֵ֣י הַכֹּת֗וֹ אֵ֚ת סִיחֹן֙ מֶ֣לֶךְ הָֽאֱמֹרִ֔י

o “…después de que hirió a Sihón, rey del Amorita…”: La victoria de Israel sobre los amorreos y sobre Bashan, sentó un precedente, el cual, cambió el equilibrio militar de toda esa región.

Deut. 1, vs 5:

בְּעֵ֥בֶר הַיַּרְדֵּ֖ן בְּאֶ֣רֶץ מוֹאָ֑ב

o “…en la rivera del Jordán en la tierra de Moab…”: Se está refiriendo a la rivera este del río Jordán, en territorio actualmente bajo soberanía Jordana. El río Jordán es el limite oriental de la tierra prometida por Jehová Dios a los patriarcas. Los historiadores o teólogos que declaran que los linderos de Israel van más allá, están equivocados por el simple hecho de que, a Moisés, no le fue permitido cruzar el río Jordán par entrar en la tierra prometida. De lo contrario, Moisés estaría pisando suelo prometido.

Deut. 1, vs 7:

עַד־הַנָּהָ֥ר הַגָּדֹ֖ל נְהַר־פְּרָֽת

o “…hasta el río grande, el río Eúfrates…”: El pueblo de Israel, en su deambular, sin rumbo fijo, a través del desierto, por 40 años, llegaron hasta Irak, antes de entrar en la tierra prometida.

Deut. 1, vs 8:

בֹּ֚אוּ וּרְשׁ֣וּ אֶת־הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁ֣ר נִשְׁבַּ֣ע יְ֠הֹוָ֠ה לַאֲבֹ֨תֵיכֶ֜ם לְאַבְרָהָ֨ם לְיִצְחָ֤ק וּֽלְיַעֲקֹב֙

o “…venid y heredad la tierra que juró Jehová a vuestros padres a Abrahán, a Isaac y a Jacob…”: La tierra que estaba al lado oeste del río Jordán.

Deut. 1, vs 9:

לֹא־אוּכַ֥ל לְבַדִּ֖י שְׂאֵ֥ת אֶתְכֶֽם

o “…no podré yo solo sacaros a ustedes…”: Moisés se declaró incapaz de poder dirigir al pueblo de Israel hacia su destino. La carga le parecía sobremanera pesada, en virtud de la reiterante rebeldía del pueblo, por un lado, y por el otro, en virtud de la dificultad que representa la incorporación de la vida espiritual en el ser humano en general, y en Israel, pueblo rebelde y de dura cerviz, en particular.

Deut. 1, vs 10:

וְהִנְּכֶ֣ם הַיּ֔וֹם כְּכוֹכְבֵ֥י הַשָּׁמַ֖יִם לָרֹֽב

o “…y he aquí ustedes hoy sois como las estrellas del cielo en muchedumbre…”: Según estimación personal, el pueblo de Israel oscilaría entre 4.5 y 5 millones de almas, en virtud de que el total de su ejercito alcanzaba la cifra de 600,000 hombres. Teniendo en cuenta de que en el ejercito sólo estaban los que tenían edades comprendidas entre 20 y 50 años, pudimos estimar el resto, es decir, las mujeres, los niños, los ancianos, los incapacitados para la guerra, etc…

Deut. 1, vs 11:

יְהֹוָ֞ה אֱלֹהֵ֣י אֲבֽוֹתֵכֶ֗ם יֹסֵ֧ף עֲלֵיכֶ֛ם כָּכֶ֖ם אֶ֣לֶף פְּעָמִ֑ים וִיבָרֵ֣ךְ אֶתְכֶ֔ם כַּאֲשֶׁ֖ר דִּבֶּ֥ר לָכֶֽם

o “…Jehová, Dios de vuestros padres añada sobre ustedes como mil veces más y bendiga a ustedes como habló a ustedes…”: Moisés demuestras con estas palabras el amor profundo que sentía por su pueblo Israel.

Deut. 1, vs 12:

אֵיכָ֥ה אֶשָּׂ֖א לְבַדִּ֑י טׇרְחֲכֶ֥ם וּמַֽשַּׂאֲכֶ֖ם וְרִֽיבְכֶֽם

o “…como cargaré yo solo sus problemas, sus cargas y sus pleitos?…”: Moisés hace gala de un despliegue de sinceridad poco común entre los líderes del mundo al reconocer que ama a su pueblo aunque no se considera con las fuerzas necesarias como para poder, el solo, representarlos ante Dios exitosamente.

Deut. 1, vs 13:

הָב֣וּ לָ֠כֶ֠ם אֲנָשִׁ֨ים חֲכָמִ֧ים וּנְבֹנִ֛ים וִידֻעִ֖ים לְשִׁבְטֵיכֶ֑ם וַאֲשִׂימֵ֖ם בְּרָאשֵׁיכֶֽם

o “…traed para ustedes hombres sabios y virtuosos y con experiencia, según vuestras tribus y ponedlos por príncipes…”: Moisés, según el consejo de su suegro Jetró, decidió descentralizar el poder, estableciendo una jerarquía formada por individuos escogidos cuya sabiduría e integridad estuviesen fuera de cuestionamiento.

Deut. 1, vs 14:

וַֽתַּעֲנ֖וּ אֹתִ֑י וַתֹּ֣אמְר֔וּ טֽוֹב־הַדָּבָ֥ר אֲשֶׁר־דִּבַּ֖רְתָּ לַעֲשֽׂוֹת

o “…y me respondieron diciendo: Está bien la palabra que hablaste para hacer…”: El liderazgo de Moisés fue pluralista porque consultaba al pueblo a menudo. Esta forma de liderazgo “democrático”, significó una verdadera revolución de pensamiento porque en ese tiempo la autocracia o el totalitarismo, era la única forma de gobierno e imperaba en todas partes. Dios ama la libertad y quiere que el humano sea libre, aunque la libertad humana, bien entendida, tiene sus limitaciones. Libertad con responsabilidad. Lo lindo del sistema verdaderamente democrático es que se alimenta del pueblo, en virtud de su participación voluntaria.

Deut. 1, vs 15:

שָׂרֵ֨י אֲלָפִ֜ים וְשָׂרֵ֣י מֵא֗וֹת וְשָׂרֵ֤י חֲמִשִּׁים֙ וְשָׂרֵ֣י עֲשָׂרֹ֔ת

o “…príncipes de miles, príncipes de cientos, príncipes de cincuenta y príncipes de diez…”: Moisés, a instancias de Jetro, su suegro, descentralizó el mando estableciendo una estructura de poder capaz de atender, de manera más fluida y eficiente, a las demandas o necesidades que se suscitaban a diario. Ya no era necesario que existiera una cola larga esperando que Moisés, personalmente, los atendiera. A tal efecto, Moisés debió de, primero, instruir en las leyes a los príncipes y estos se ocupaban de la implementación de lo más común, sometiéndole a Moisés solamente los asuntos difíciles de resolver. Además, debían de ser hombres honorables cuya madurez e integridad espiritual les hiciera trascender la mira de sus intereses personales para enfocarse en los valores de la Torah de Moisés, cosa que los políticos de hoy no hacen.

EL PROCESO DE MADUREZ

Cuando uno no capta la belleza del “AQUÍ” y del “AHORA”, se deja caer mansamente en el pasado, en forma de tradición o en la memoria, es decir, cuando no se está creando memorias nuevas, el pensamiento, merced a su característica natural de incesante actividad, no tiene otra alternativa que proyectar las memorias viejas del pasado en el tiempo presente. Pienso que vivir es crear memorias, no tanto para recordarlas, sino para crecer en el conocimiento de la esencia espiritual interna de la unidad totalitaria que cada humano representa.

Es preciso entender que crear memorias nuevas conlleva un sentido de renovación, el cual tiene mucho que ver con el sentido de la libertad y que pretender poseer o acumular memorias no es ser libre sino estar ocupado y pendiente de ellas sosteniéndolas artificialmente. Al contrario, para experimentar lo nuevo es preciso llegar a ser lo que aún no se es y para aprender lo que aún no se sabe, a través de la observación, contemplación y análisis que nos brinda la oportunidad del presente nuevo, camino por el cual jamás se transitó antes. Es menester vivir la experiencia sin pretender hacerla suya en propiedad, es decir, pasar por las cosas sin quedar atrapado en las redes que tienden las emociones, las cuales se encuentran muy a flor de piel.

Por emociones, se entiende fundamentalmente, la búsqueda del placer sensual y el rechazo del dolor físico y psicológico, los cuales ponen de relieve al “yo” y constituyen el capricho del insaciable ego. Para no quedar prendido en él demasiado, hay que entrar y salir con fluidez y elegancia o con el sentido de observación del espectador y del actor a la vez. Vivir intensamente involucrando al ego es someterse al desasosiego emocional que conlleva la perspectiva de la cercanía de la situación. Para alejarse debidamente del placer, del miedo psicológico y del dolor, es preciso moderar la actitud mediante el consejo objetivo de la razón bien templada, desde las perspectivas, cercana (actor) y distante (espectador) sucesiva o alternativamente.

Finalmente, diré que “morir” para lo viejo o para la memoria significa empezar a vivir sin demasiadas ataduras emocionales. Lo nuevo cicatriza las heridas pasadas y ofrece oportunidad fresca la cual habilita al ser humano para una vida renovada de mayor calidad, ecuanimidad, paz y entendimiento. Que duda cabe que una mente sin condicionamientos es una mente más libre de prejuicios, la cual en vez de proyectar sus imágenes almacenadas en la memoria, percibe lo que de verdad es, sin comparación ni interpretación personal. A esto le llamo yo madurez. No hay nada que inventar porque la verdad no se puede manufacturar, ya está creada. Lo que hay que hacer es abrirse a la realidad presente que uno tiene delante en todo instante. Esto es sentirse libre de verdad, de instante en instante, consciente del poder del presente y de que podemos hacer la diferencia en todo cuando nos propongamos. La libertad no reside en el futuro, es decir, “Algún día seré libre”. Ella reside al principio de cada situación y no al final, es decir, una mente madura o verdaderamente libre no piensa en liberarse en el futuro (factor tiempo), es libre desde un principio…

Deut. 1, vs 16:

וּשְׁפַטְתֶּ֣ם צֶ֔דֶק

o “…y juzgaréis con justicia…”: El juicio justo es la base de un sociedad bien constituida. Cuando se infringe o quebranta la justicia, todas las actividades de la sociedad se ven seriamente afectadas porque la justicia gobierna, prácticamente, todo el espectro social de actividades.

Deut. 1, vs 17:

כַּקָּטֹ֤ן כַּגָּדֹל֙ תִּשְׁמָע֔וּן לֹ֤א תָג֙וּרוּ֙ מִפְּנֵי־אִ֔ישׁ כִּ֥י הַמִּשְׁפָּ֖ט לֵאלֹהִ֣ים ה֑וּא

o “…como al pequeño como al grande escucharéis; no os dejaréis impresionar delante de hombre porque el juicio de Dios es…”: La justicia ha de ser conceptual no personal, es decir, se tiene que juzgar el caso no a las personas envueltas. Por consiguiente, el status social no tiene por que interferir en el juicio porque הַמִּשְׁפָּ֖ט לֵאלֹהִ֣ים o “…el juicio pertenece a Dios…”, lo cual significa que el humano está para servir a la justicia (sociedad) no para servirse de ella personalmente.

Deut. 1, vs 17:

וּשְׁמַעְתִּֽיו

o “…y lo escucharé…”: Moisés no dice que lo va a contestar sino que lo va a atender. Esto demuestra una humildad grande y un deseo de ser honesto y verdadero. Cuando algo resultaba dudoso, Moisés tenía el enorme recurso de comunicarse con Dios para inquirir acerca de ello.

Deut. 1, vs 18:

וָאֲצַוֶּ֥ה אֶתְכֶ֖ם בָּעֵ֣ת הַהִ֑וא אֵ֥ת כׇּל־הַדְּבָרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר תַּעֲשֽׂוּן

“..y os encomendé, en aquél momento, todas las cosas que deberíais de hacer…”: Moisés les dio instrucciones acerca de las leyes y mandamientos de Dios. Todos ellos se encuentran en la Torah o en el Pentateuco, unos explícitos y otros esotéricos.

Deut. 1, vs 19:

כׇּל־הַמִּדְבָּ֣ר הַגָּדוֹל֩ וְהַנּוֹרָ֨א

o “…Todo el desierto grande y terrible…”: Después de haber deambulado sin rumbo fijo por el desierto 40 años, tuvo que haberle parecido a Moisés y a los demás, una experiencia grande y terrible.

Deut. 1, vs 20:

עַד־הַ֣ר הָאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁר־יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ

o “…hasta el monte del Amorreo, el cual Jehová, nuestro Dios entregó a nosotros…”: Este territorio se encontraba en la tierra prometida.

Deut. 1, vs 21:

אַל־תִּירָ֖א וְאַל־תֵּחָֽת

o “…no temas ni te achiques…”: Moisés habla así porque sabe que el enemigo es formidable. Tenía que serlo para probar al pueblo de Israel con el fin de saber si confiaban en Dios, el cual iba entre ellos.

Deut. 1, vs 22:

וַתִּקְרְב֣וּן אֵלַי֮ כֻּלְּכֶם֒ וַתֹּאמְר֗וּ נִשְׁלְחָ֤ה אֲנָשִׁים֙

o “…y os acercasteis a mí todos ustedes y dijisteis: enviaremos hombres…”: No fue idea de Dios el enviar espías antes de entrar a tomar la tierra prometida; fue idea del pueblo de Israel, como reza aquí. Ni Dios ni Moisés querían enviar espías a inspeccionar la tierra. Fue el pueblo, en su desconfianza, el cual sugirió tal proceder.

Deut. 1, vs 22:

נִשְׁלְחָ֤ה אֲנָשִׁים֙ לְפָנֵ֔ינוּ וְיַחְפְּרוּ־לָ֖נוּ אֶת־הָאָ֑רֶץ וְיָשִׁ֤בוּ אֹתָ֙נוּ֙ דָּבָ֔ר

o “…enviemos gente delante nuestra que reconozcan para nosotros la tierra y nos den informes de ella…”: Fue deseo del pueblo el enviar espías antes de entrar a la tierra prometida, no de Dios. Fue una señal de desconfianza hacia Dios.

Deut. 1, vs 23:

וַיִּיטַ֥ב בְּעֵינַ֖י הַדָּבָ֑ר

o “…y bien en mis ojos estuvo la cosa…”: Moisés pareció estar de acuerdo con ello. Dios tuvo que aceptarlo también porque es consistente con el libre albedrío que Dios otorgó al humano. Sin embargo, no era partidario de esta aventura.

Deut. 1, vs 24:

וַֽיְרַגְּל֖וּ אֹתָֽהּ

o “…y la espiaron…”: La tierra prometida fue espiada por los 12 príncipes que envió Moisés, a requerimiento del pueblo de Israel.

Deut. 1, vs 25:

וַיֹּ֣אמְר֔וּ טוֹבָ֣ה הָאָ֔רֶץ אֲשֶׁר־יְהֹוָ֥ה אֱלֹהֵ֖ינוּ נֹתֵ֥ן לָֽנוּ

o “…y dijeron: Buena es la tierra que Jehová nuestro Dios da a nosotros…”: El reporte concerniente a la tierra fue favorable, en virtud de las muestras de frutos que pudieron traer de ella.

Deut. 1, vs 26:

וְלֹ֥א אֲבִיתֶ֖ם לַעֲלֹ֑ת וַתַּמְר֕וּ אֶת־פִּ֥י יְהֹוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶֽם

“…y no quisisteis subir y os rebelasteis a la palabra de Jehová vuestro Dios…”: A pesar de que la tierra era buena, tuvieron miedo a causa de los habitantes moradores de ella y de las diferentes culturas que allí vivían. Eran culturas rápidas, más sofisticadas que las de ellos y les cogieron miedo. Además, se encontraron con los hijos de Anak, gigantes de talla y temieron hacer la guerra en contra de ellos.

Deut. 1, vs 27:

וַתֵּרָגְנ֤וּ בְאׇהֳלֵיכֶם֙ וַתֹּ֣אמְר֔וּ בְּשִׂנְאַ֤ת יְהֹוָה֙ אֹתָ֔נוּ הוֹצִיאָ֖נוּ מֵאֶ֣רֶץ מִצְרָ֑יִם לָתֵ֥ת אֹתָ֛נוּ בְּיַ֥ד הָאֱמֹרִ֖י לְהַשְׁמִידֵֽנוּ

“…y murmurasteis en vuestras tiendas y dijisteis: Con odio Jehová nos sacó de la tierra de Egipto para entregarnos en las manos del amorreo para destruirnos…”: El pueblo desconfió de las buenas intenciones de Dios para con ellos acusándole de despropósito y hasta de maldad. Actuaron de manera emocional, sin el debido razonamiento y sin pararse a pensar que, cualquier cosa que viniese de Dios, no podía ser mala inclusive el sufrimiento y la muerte.

Deut. 1, vs 28:

עַ֣ם גָּד֤וֹל וָרָם֙ מִמֶּ֔נּוּ עָרִ֛ים גְּדֹלֹ֥ת וּבְצוּרֹ֖ת בַּשָּׁמָ֑יִם וְגַם־בְּנֵ֥י עֲנָקִ֖ים רָאִ֥ינוּ שָֽׁם

o “…pueblo grande y más numeroso que el nuestro; ciudades grandes y amuralladas hasta los cielos y también los hijos de Hanak vimos allí…”: Los espías quedaron impresionados con lo que vieron y exageraron la nota en su apreciación, en virtud de que ellos no estaban acostumbrados a ver metrópolis porque eran hombres del campo, además, no tuvieron en cuenta el hecho de que Dios iba entre ellos y de que ya se la había entregado en sus manos. El pueblo se olvidaró de todo los milagros que Dios hizo enfrente de ellos en Egipto.

Deut. 1, vs 29:

וָאֹמַ֖ר אֲלֵכֶ֑ם לֹֽא־תַעַרְצ֥וּן וְֽלֹא־תִירְא֖וּן מֵהֶֽם

o “…y dije a ustedes: No os dejéis de impresionar y no tengáis temor de ellos…”: Moisés les recuerda que el poder natural de los humanos, por grande que parezca, no es nada comparado con el poder natural y sobrenatural de Dios.

Deut. 1, vs 30:

כְּ֠כֹ֠ל אֲשֶׁ֨ר עָשָׂ֧ה אִתְּכֶ֛ם בְּמִצְרַ֖יִם לְעֵינֵיכֶֽם

o “..Como todo lo que hizo a ustedes en Egipto ante vuestros ojos…”: Moisés les recuerda los milagros y las maravillas que Dios realizó ante sus propios ojos, a raíz del episodio de su salida de Egipto, para beneficio de Israel. Dios no les pidió que le creyeran en base a fe.

Deut. 1, vs 31:

כַּאֲשֶׁ֥ר יִשָּׂא־אִ֖ישׁ אֶת־בְּנ֑וֹ

o “…como carga un hombre con su hijo…”: Dios se comportó en el desierto como un padre para Israel. Si hubieron muertos, entre los israelitas, fue para que los vivos de entre ellos aprendieran la lección, en virtud de que luego, al entrar en la tierra prometida, Israel debería de servir a Dios, tal y como Él merece ser servido, en dignidad, en verdad, en compasión, en juicio y en justicia.

Deut. 1, vs 32:

וּבַדָּבָ֖ר הַזֶּ֑ה אֵֽינְכֶם֙ מַאֲמִינִ֔ם בַּיהֹוָ֖ה אֱלֹהֵיכֶֽם

o “…y en este asunto, no creísteis en Jehová vuestro Dios…”: El pueblo, a pesar de todos los milagros que testimonió, no tuvo confianza en Dios…. הַהֹלֵ֨ךְ לִפְנֵיכֶ֜ם בַּדֶּ֗רֶךְ o “…que va delante de ustedes por el camino…”: El símbolo de la cercanía de la divina presencia reposaba encima del Tabernáculo de Reunión y todos lo veían, en forma de nube, de día y en forma de nube de fuego, de noche. No era una creencia o un mito sino una realidad palpable; sin embargo, el pueblo no confiaba en ella. No se trataba de creer sino de rendirse a la evidencia, crecer y madurar intelectual y espiritualmente.

Deut. 1, vs 33:

הַהֹלֵ֨ךְ לִפְנֵיכֶ֜ם בַּדֶּ֗רֶךְ

o “…el (Dios) que marcha delante de ustedes en el camino…”: El símbolo de la divina presencia no abandonó a Israel en sus 40 años de deambular por el desierto y por las ciudades habitadas.

Deut. 1, vs 34:

וַיִּקְצֹ֖ף וַיִּשָּׁבַ֥ע לֵאמֹֽר

o “…y se enfadó y juró diciendo…”: Yo interpreto que Dios llegó a la conclusión de que con esa actitud tan mediocre por parte del pueblo, negando los hechos que estaban incluso viendo, no existía posibilidad alguna de tener éxito en ningún empeño. No creo que Dios tenga emociones y se “enfade”. El pueblo era rebelde y ningún líder, por bueno que fuere, pudiera dirigir a un pueblo así, ni siquiera Dios.

Deut. 1, vs 35:

הַדּ֥וֹר הָרָ֖ע הַזֶּ֑ה

o “…la generación perversa esta…”: Generación ignorante, desconfiada, rebelde y sin remedio de ninguna clase, incapaz de entender los caminos santos de Dios,

Deut. 1, vs 36:

אֲשֶׁ֥ר מִלֵּ֖א אַחֲרֵ֥י יְהֹוָֽה

o “…que se llenó detrás de Jehová…”: A Dios hay que servirle con alegría de corazón y con plena confianza. Hay que literalmente “llenarse” con Él y vivir confiado aunque no nos sea posible prefigurar lo que Dios piensa o va a hacer porque el humano, aunque sea sabio, no conoce a cabalidad los caminos de Dios. De Dios no es justo ni dudar. Se puede dudar de la concepción nuestra de Dios, aunque no del Dios santo, vivo y verdadero.

Deut. 1, vs 37:

גַּם־בִּי֙ הִתְאַנַּ֣ף יְהֹוָ֔ה בִּגְלַלְכֶ֖ם לֵאמֹ֑ר גַּם־אַתָּ֖ה לֹא־תָבֹ֥א שָֽׁם

o “…también contra mi se enfadó Jehová a causa de ustedes diciendo: Tampoco tu vendrás allá…”: No sé hasta que punto Moisés estaba hablando lo correcto en esto porque, por un lado veo que él fue el que obró malamente en el episodio de las aguas de Meribá; por el otro, veo que es justo reconocer todo cuanto tuvo que soportar del pueblo rebelde. En definitiva, pienso que Dios quizás no deseaba castigar a Moisés tanto como que realizó el hecho de que Moisés ya estaba viejo (120 años) y cansado de su labor. Un líder más joven y fresco pudiera hacer una mejor labor al cruzar el río Jordán para hacer heredar la tierra prometida a los hijos de Israel. A mi entender, Moisés cumplió con la mayoría de lo que Dios le ordenó y, si falló, fue porque, como humano, no era perfecto. Sin embargo, Dios le pide a continuación: אֹת֣וֹ חַזֵּ֔ק o “…fortalécele…”: Moisés debía de fortalecer a Josué, lo cual indica que seguía reconociendo su importancia.

Deut. 1, vs 38:

יְהוֹשֻׁ֤עַ בִּן־נוּן֙ הָעֹמֵ֣ד לְפָנֶ֔יךָ ה֖וּא יָ֣בֹא שָׁ֑מָּה אֹת֣וֹ חַזֵּ֔ק כִּי־ה֖וּא יַנְחִלֶ֥נָּה אֶת־יִשְׂרָאֵֽל

o “…Josué, hijo de Nun, el que te acompaña, él irá allí; a él le fortalecerás porque él se la hará heredar a Israel…”: Josué fue nombrado por Dios para ser el sucesor de Moisés.

Deut. 1, vs 39:

וְטַפְּכֶם֩ אֲשֶׁ֨ר אֲמַרְתֶּ֜ם לָבַ֣ז יִהְיֶ֗ה

o “…y vuestros hijos, de los cuales dijisteis que de botín iban a servir (al enemigo)…”: Cuando Israel se negó a entrar en la tierra prometida, se quejaron diciendo que ellos iban a ser aniquilados y que sus hijos iban a ser tomados por botín.

Deut. 1, vs 39:

וּ֠בְנֵיכֶ֠ם אֲשֶׁ֨ר לֹא־יָדְע֤וּ הַיּוֹם֙ ט֣וֹב וָרָ֔ע

o “…y vuestros hijos que no supieron hoy (distinguir) el bien del mal…”: Vuestros hijos que no vieron los milagros que hice delante de vuestros ojos y que eran inocentes.

Deut. 1, vs 39:

הֵ֖מָּה יָבֹ֣אוּ שָׁ֑מָּה וְלָהֶ֣ם אֶתְּנֶ֔נָּה וְהֵ֖ם יִירָשֽׁוּהָ

o “…ellos vendrán allá y a ellos se la daré y ellos la heredarán…”: Aparentemente, Dios quería tratar con gente nueva, fresca, que no hubieran conocido la esclavitud de Egipto ya que sus mentes estarían más abiertas y flexibles a la nueva realidad que tenían enfrente al estar menos condicionados por la tradición de un pasado traumático.

Deut. 1, vs 40:

וְאַתֶּ֖ם פְּנ֣וּ לָכֶ֑ם וּסְע֥וּ הַמִּדְבָּ֖רָה דֶּ֥רֶךְ יַם־סֽוּף

o “…y vosotros, dirigios y viajad hacia el desierto, camino del mar rojo…”: La generación rebelde, es decir, de 20 años hacia arriba, fue obligada a volver al desierto por haberse negado a entrar para tomar posesión de la tierra prometida. En el desierto ellos morirían aunque sus hijos, 40 años después, serían los que heredarían la tierra prometida. El hecho de que sus hijos la heredaran significaba que ellos también, espiritual e indirectamente, la heredarían, en virtud de que el hijo es el fruto del vientre de los padres. En ninguna forma los padres quedaron fuera del todo.

Deut. 1, vs 41:

חָטָ֘אנוּ֮ לַיהֹוָה֒ אֲנַ֤חְנוּ

o “…pecamos ante Jehová nosotros…”: El pueblo dijo que habían pecado y que se prestarían a hacer la voluntad de Dios. Yo pienso que lo hicieron forzados por las circunstancias y no por el convencimiento de que era lo correcto para ellos. En ellos, posiblemente, no existía el más mínimo deseo de servir a Dios, por no haberse desarrollado intelectual y espiritualmente. Dios, quizás por razones prácticas, no personales, ya los había descartado de sus planes futuros. Tengamos en cuenta su rol de Israel, en virtud del cual, deberían de enfrentarse espiritualmente a un mundo gentil y vencer.

Deut. 1, vs 41:

וַֽתַּחְגְּר֗וּ אִ֚ישׁ אֶת־כְּלֵ֣י מִלְחַמְתּ֔וֹ וַתָּהִ֖ינוּ לַעֲלֹ֥ת הָהָֽרָה

o “…y os armasteis, cada hombre con sus pertrechos de guerra, para subir al monte…”: El pueblo parecía decidido a cumplir con lo que estaban prometiendo, es decir, someterse a la voluntad de Dios forzados por las circunstancias, no por voluntad propia. Sin embargo, Dios espera del humano cooperación, en lugar de recia resistencia ya que no desea imponerle su santa voluntad porque ama la libertad.

Deut. 1, vs 42:

וַיֹּ֨אמֶר יְהֹוָ֜ה אֵלַ֗י

o “…y me dijo Jehová…”: Se ve que Moisés había sometido a Dios la petición del pueblo para consulta. Por consiguiente, Jehová le respondió.

Deut. 1, vs 42:

אֱמֹ֤ר לָהֶם֙ לֹ֤א תַֽעֲלוּ֙ וְלֹא־תִלָּ֣חֲמ֔וּ כִּ֥י אֵינֶ֖נִּי בְּקִרְבְּכֶ֑ם וְלֹא֙ תִּנָּ֣גְפ֔וּ לִפְנֵ֖י אֹיְבֵיכֶֽם

“…diles a ellos (que) no suban y que no peleen porque no voy a estar en medio de vosotros y no seáis derrotados delante de vuestros enemigos…”: Dios no acepta la petición del pueblo porque no quiere seguir de contienda en contienda. La entrada en la tierra prometida requería de una actitud y de un entendimiento que estos hombres no tenían. Ellos arrastraban un pasado tan amargo y estaban tan traumatizados que comprometían su relación futura con Dios, con el prójimo y con la tierra. La decisión estaba tomada y no había posibilidad alguna de hacer marcha atrás. Yo quiero creer que Dios no actuó emocionalmente vengándose de ellos sino que fríamente decidió lo que era más apropiado para el futuro de Israel. Digo esto porque no creo que Dios derive placer del sufrimiento de sus hijos, la obra de sus manos. Recordemos que Él es: אל רחום וחנון ארך אפיים ורב חסד ואמת o “…el Dios tierno, compasivo, tarde para la ira, misericordioso y verdadero…”.

Deut. 1, vs 43:

וָאֲדַבֵּ֥ר אֲלֵיכֶ֖ם וְלֹ֣א שְׁמַעְתֶּ֑ם וַתַּמְרוּ֙ אֶת־פִּ֣י יְהֹוָ֔ה וַתָּזִ֖דוּ וַתַּעֲל֥וּ הָהָֽרָה

“…y os hablé y no escuchasteis y os rebelasteis contra el dicho de Jehová y os envalentonasteis y subisteis al monte…”: Esto demuestra que, en su apreciación, Dios estaba en lo correcto porque el pueblo seguía rebelándose y haciendo su voluntad por encima de la voluntad divina. La rebeldía era endémica, por las razones anteriormente mencionadas, y poco o nada se podía hacer por ellos. Decididamente, no se dejaban de ayudar, como pueblo de dura cerviz que era.

Deut. 1, vs 44:

וַֽיַּכְּת֥וּ אֶתְכֶ֛ם בְּשֵׂעִ֖יר עַד־חׇרְמָֽה

o “…y acuchillaron a ustedes en Seir hasta Horma…”: Dios no estaba con ellos y no les protegió. Esta lección sería interesante que la aprendieran todos los que se preguntan: ¿Dónde estaba Dios en el Holocausto? Realicemos que Dios no tiene obligación en defender a Israel si Israel abandona a Dios. Por abandonar a Dios quiero decir, espiritualmente, no ritualisticamente. Israel es el pueblo responsable por el estado espiritual del mundo y cuando surgen fenómenos como los Nazis, de manera tan generalizada, es porque Israel ha hecho mal trabajo para evitarlo. El derecho y la justicia se habían corrompido.

Deut. 1, vs 45:

וַתָּשֻׁ֥בוּ וַתִּבְכּ֖וּ לִפְנֵ֣י יְהֹוָ֑ה

o “…y volvisteis y llorasteis delante de Jehová…”: Escogieron lo que era incorrecto y estaban descorazonados por su mala cabeza. Su lamento fue sancionado por Jehová aunque no positivamente. Habían recogido el fruto de su rebelión contra Dios.

Deut. 1, vs 45:

וְלֹֽא־שָׁמַ֤ע יְהֹוָה֙ בְּקֹ֣לְכֶ֔ם וְלֹ֥א הֶאֱזִ֖ין אֲלֵיכֶֽם

o “…y no escuchó Jehová a vuestras voces y desatendió a ustedes…”: Dios no quiso actuar a favor de ellos sino que se mantuvo muy firme en su decisión. Esto es parecido a lo que Dios hace hoy con los ritos ritualistas de los judíos que asisten a las sinagogas, en el sentido de que los ignora porque sus palabras son vanas, vacías y sin compromiso real. Oración plástica que no tiene más que apariencia. Forma sin esencia, en virtud de que no son serios ni consecuentes.

Deut. 1, vs 46:

יָמִ֣ים רַבִּ֑ים

o “…días muchos…”: La decepción del pueblo tuvo que haber sido muy grande ya que no había la esperanza de un mañana para ellos sino para sus hijos. Yo pienso que Dios estableció así un precedente para que los hijos entendieran la disciplina y severidad de Dios, en algunas ocasiones. En este sentido, en Proverbios leemos: “…No te canses del castigo de Dios porque Dios castiga al que ama para que se corrija, como castiga un padre al hijo que ama…”: Yo quiero creer que por fuerte que sea el castigo de Jehová, siempre existe la esperanza de un después, cuando el arrepentimiento es verdadero. En este caso, el mañana era para los hijos del pueblo, no directamente para ellos sino indirectamente, a través de sus hijos.

Deut. 2, vs 1:

וַנָּ֥סׇב אֶת־הַר־שֵׂעִ֖יר יָמִ֥ים רַבִּֽים

o “…y rodeamos el monte de Seir días muchos…”: Israel viajaba sin rumbo y ello desesperaba al pueblo.

Deut. 2, vs 4:

אֲחֵיכֶ֣ם בְּנֵי־עֵשָׂ֔ו הַיֹּשְׁבִ֖ים בְּשֵׂעִ֑יר וְיִֽירְא֣וּ מִכֶּ֔ם וְנִשְׁמַרְתֶּ֖ם מְאֹֽד

o “…vuestros hermanos, hijos de Esaú, los cuales habitan en Seir y os temen y os cuidaréis mucho…”: Dios no quiere guerra entre los hijos de Israel y la descendencia de Esaú, hermano de Jacob. Es posible que Dios haya recordado la actitud de perdón que adoptó Esaú para con su hermano Jacob o Israel, en el sentido de no vengarse de él para matarlo, cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. Por eso, en esta circunstancia, Dios puede que protegiera a la descendencia de Esaú, de los hijos de Israel.

Deut. 2, vs 5:

כִּ֠י לֹֽא־אֶתֵּ֤ן לָכֶם֙ מֵֽאַרְצָ֔ם עַ֖ד מִדְרַ֣ךְ כַּף־רָ֑גֶל

o “…porque no os daré a ustedes de sus tierras ni siquiera el tamaño de la planta de un pie…”: Dios desea conservar la heredad de Esaú íntegramente, tal como está dicho a continuación: כִּֽי־יְרֻשָּׁ֣ה לְעֵשָׂ֔ו נָתַ֖תִּי אֶת־הַ֥ר שֵׂעִֽיר o “…porque en herencia de Esaú les di el monte de Seir…”.

Deut. 2, vs 6:

אֹ֣כֶל תִּשְׁבְּר֧וּ מֵֽאִתָּ֛ם בַּכֶּ֖סֶף וַאֲכַלְתֶּ֑ם

o “…comida compraréis de ellos por dinero y comeréis…”: El pueblo de Israel comió el Maná que Dios le enviaba durante 40 años, además, también comió alimentos que podía comprar de los pueblos por los que pasaba. No es justo pensar que sólo comieron el Maná por 40 años y nada más, como muchos estudiosos creen.

Deut. 2, vs 7:

יָדַ֣ע לֶכְתְּךָ֔ אֶת־הַמִּדְבָּ֥ר הַגָּדֹ֖ל הַזֶּ֑ה זֶ֣ה ׀ אַרְבָּעִ֣ים שָׁנָ֗ה יְהֹוָ֤ה אֱלֹהֶ֙יךָ֙ עִמָּ֔ךְ לֹ֥א חָסַ֖רְתָּ דָּבָֽר

“…(Dios) sabe de tu caminar por el desierto grande este por estos 40 años. Jehová tu Dios está contigo y no te faltó cosa…”: Dios cuidaba del pueblo de Israel y le mantenía con el Maná que diariamente del cielo les caía. Yo entiendo que por לא חסרת דבר o “…no te faltó de nada…”, significa que el pueblo pudo sobrevivir, en virtud de la intervención divina a su favor. Este hecho venía a demostrarles el poder de Dios porque ¿Quién hubiera sido capaz de sostener a 5 millones de personas en el desierto por 40 años? Recordemos que el pueblo desconfió del poder divino cuando se aprestaban a entrar en la tierra prometida, quizás por ello, esta demostración venía a servirles de lección para futuras experiencias.

Deut. 2, vs 8:

וַֽנַּעֲבֹ֞ר מֵאֵ֧ת אַחֵ֣ינוּ בְנֵי־עֵשָׂ֗ו

o “…y pasamos bordeando a nuestros hermanos, los hijos de Esaú…”: Es digno de observar como la Biblia usa el término אחינו nuestros hermanos”, a pesar de que se trataban de los descendientes de Esaú y de Jacob. La cadena familiar no se rompe por el hecho de que se tenga prole y los padres mueran dejando a sus descendientes.

Deut. 2, vs 9:

לֹֽא־אֶתֵּ֨ן לְךָ֤ מֵֽאַרְצוֹ֙ יְרֻשָּׁ֔ה כִּ֣י לִבְנֵי־ל֔וֹט נָתַ֥תִּי אֶת־עָ֖ר יְרֻשָּֽׁה

o “…no te daré de su tierra en herencia porque a los hijos de Lot di a Ar por herencia…”: Tampoco Israel iba a conquistar nada de la herencia de Lot, sobrino de Abrahán.

Deut. 2, vs 10:

הָאֵמִ֥ים לְפָנִ֖ים יָ֣שְׁבוּ בָ֑הּ עַ֣ם גָּד֥וֹל וְרַ֛ב וָרָ֖ם כָּעֲנָקִֽים

o “…los Emim, a veces, habitaron en ella; un pueblo grande y numeroso y alto como los Anakim…”: Los Anakim eran considerados gigantes.

Deut. 2, vs 11:

רְפָאִ֛ים יֵחָשְׁב֥וּ אַף־הֵ֖ם כָּעֲנָקִ֑ים וְהַמֹּ֣אָבִ֔ים יִקְרְא֥וּ לָהֶ֖ם אֵמִֽים

o “…a los Refaim se les consideraba como a los Anakim, y los moabitas los llamaban a ellos Emim…”: Dos tipos de gigantes, posiblemente, relacionados entre ellos aunque con diferentes nombres.

Deut. 2, vs 12:

וּבְנֵ֧י עֵשָׂ֣ו יִֽירָשׁ֗וּם וַיַּשְׁמִידוּם֙ מִפְּנֵיהֶ֔ם וַיֵּשְׁב֖וּ תַּחְתָּ֑ם

o “…y los hijos de Esaú heredaron y destruyeron de delante de ellos y habitaron en lugar de ellos…”: Los descendientes de Esaú hicieron lo correcto al destruir a los Horim, habitantes del lugar, para ellos poder asentarse. Así ellos pudieron mantener su identidad. El Israel moderno de hoy no desea expulsar a los palestinos porque lo considera inhumano y consecuentemente no pueden vivir en paz. Jordania pertenece al estado palestino ya que fue una creación de Inglaterra. Allí deberían de ir a vivir los palestinos que hoy moran en la tierra santa que Dios prometió a los patriarcas.

Deut. 2, vs 14:

שְׁלֹשִׁ֥ים וּשְׁמֹנֶ֖ה שָׁנָ֑ה עַד־תֹּ֨ם כׇּל־הַדּ֜וֹר אַנְשֵׁ֤י הַמִּלְחָמָה֙ מִקֶּ֣רֶב הַֽמַּחֲנֶ֔ה כַּאֲשֶׁ֛ר נִשְׁבַּ֥ע יְהֹוָ֖ה לָהֶֽם

o “…38 años hasta consumir a toda la generación, hombres de guerra, en medio del campamento, como juró Jehová a ellos…”: El juramento de Dios se estaba casi cumpliendo porque pasaron 38 años desde que salieron de Egipto. Todavía les quedaban dos años más para entrar en la tierra prometida.

Deut. 2, vs 15:

וְגַ֤ם יַד־יְהֹוָה֙ הָ֣יְתָה בָּ֔ם לְהֻמָּ֖ם מִקֶּ֣רֶב הַֽמַּחֲנֶ֑ה עַ֖ד תֻּמָּֽם

“…y también la mano de Jehová fue sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento hasta consumirlos…”: La generación pecadora fue completamente destruida, tal y como había prometido Dios. Solo Caleb, Josué y los menores de 20 años sobrevivieron en el desierto por 40 años. Aquel que se enfrenta a Dios termina, necesariamente, perdiendo.

Deut. 2, vs 16:

וַיְהִ֨י כַאֲשֶׁר־תַּ֜מּוּ כׇּל־אַנְשֵׁ֧י הַמִּלְחָמָ֛ה לָמ֖וּת מִקֶּ֥רֶב הָעָֽם

o “…y sucedió que cuando se extinguieron todos los hombres de guerra muriendo de en medio del pueblo…”: Inexorablemente, a los 40 años de la salida de Egipto, cuando ya todo varón de 20 años para arriba, murió en el desierto.

Deut. 2, vs 19:

כִּ֣י לֹֽא־אֶ֠תֵּ֠ן מֵאֶ֨רֶץ בְּנֵי־עַמּ֤וֹן לְךָ֙ יְרֻשָּׁ֔ה כִּ֥י לִבְנֵי־ל֖וֹט נְתַתִּ֥יהָ יְרֻשָּֽׁה

o “…porque no daré de la tierra de los hijos de Amon a ti por herencia ya que a los hijos de Lot se la di por herencia…”: Amon y Moab fueron los que las hijas de Lot engendraron, a raíz del evento destructivo de Sodom y Gomorra. Las hijas de Lot cometieron incesto con el padre, aunque él no se enteró porque las hijas lo emborracharon en sendas ocasiones. Las hijas se pensaron que no quedaban varones en la tierra y concibieron del padre emborrachándolo en dos ocasiones.

Deut. 2, vs 20-23:

Aquí se mencionan a los Refaim, gigantes que, fueron conquistados y destruidos, a pesar de su talla enorme.

Deut. 2, vs 24:

רְאֵ֣ה נָתַ֣תִּי בְ֠יָדְךָ֠ אֶת־סִיחֹ֨ן מֶֽלֶךְ־חֶשְׁבּ֧וֹן הָֽאֱמֹרִ֛י

o “…Mira, te di en tu mano a Sihon, rey de Heshbon el amorreo…”: Dios peleaba por Israel y entregaba a los pueblos en su mano, como se reitera en Deut. 3, vs 2:

אַל־תִּירָ֣א אֹת֔וֹ כִּ֣י בְיָדְךָ֞ נָתַ֧תִּי אֹת֛וֹ וְאֶת־כׇּל־עַמּ֖וֹ.

Israel no puede considerar que sus victorias son conquistas puramente humanas porque la mano de Dios está de su lado. Israel no es una nación como cualquier otra porque las 4 madres de Israel dieron a luz, en virtud de la intervención divina, no de forma natural.

Deut. 2, vs 25:

הַיּ֣וֹם הַזֶּ֗ה אָחֵל֙ תֵּ֤ת פַּחְדְּךָ֙ וְיִרְאָ֣תְךָ֔ עַל־פְּנֵי֙ הָֽעַמִּ֔ים תַּ֖חַת כׇּל־הַשָּׁמָ֑יִם

o “…el día de hoy empezaré a poner tu temor y miedo de ti entre todas los pueblos de debajo de los cielos…”: Dios iba a producir batallas entre algunos pueblos e Israel e Israel iba a vencerlos de manera estrepitosa, en virtud de la participación de Dios en todas ellas.

Deut. 2, vs 26-29:

Aquí, Moisés relata como, cuando se acercaron a Heshbon, les instaron a la paz, a condición de que se les permitiera pasar por su territorio y comprar víveres.

Deut. 2, vs 30:

כִּֽי־הִקְשָׁה֩ יְהֹוָ֨ה אֱלֹהֶ֜יךָ אֶת־רוּח֗וֹ וְאִמֵּץ֙ אֶת־לְבָב֔וֹ לְמַ֛עַן תִּתּ֥וֹ בְיָדְךָ֖

o “…porque había endurecido Jehová tu Dios su espíritu y envalentonado su corazón para entregarlo en tu mano…”: Dios había decidido destruirlos e Israel se constituyó en el instrumento ejecutor de la voluntad divina.

Deut. 2, vs 31-37:

Aquí, Moisés relata la conquista de Sihon con todas sus ciudades y el botín que tomaron de ellos. Solamente, la tierra perteneciente a los hijos de Amon, descendientes de Lot, no conquistaron.

Deut. 3, vs 2:

אַל־תִּירָ֣א אֹת֔וֹ כִּ֣י בְיָדְךָ֞ נָתַ֧תִּי אֹת֛וֹ וְאֶת־כׇּל־עַמּ֖וֹ

o “…no temas a él porque en tu mano te lo di y a todo su pueblo (también). Las fuerzas de Dios se manifiestan en Israel porque Israel está a caballo entre ellas y la humanidad. El pacto patriarcal lo reconoce así y, en virtud de ello que se realiza la circuncisión.

Deut. 3, vs 3:

וַיִּתֵּן֩ יְהֹוָ֨ה אֱלֹהֵ֜ינוּ בְּיָדֵ֗נוּ גַּ֛ם אֶת־ע֥וֹג מֶֽלֶךְ־הַבָּשָׁ֖ן וְאֶת־כׇּל־עַמּ֑וֹ

o “…y dio Jehová nuestro Dios en nuestras manos tambien a Og, rey de Basan y a todo su pueblo…”: Og y su pueblo tuvieron la misma suerte que Sihon.

Deut. 3, vs 4-5:

כׇּל־אֵ֜לֶּה עָרִ֧ים בְּצֻרֹ֛ת חוֹמָ֥ה גְבֹהָ֖ה דְּלָתַ֣יִם וּבְרִ֑יחַ

o “…todas estas, ciudades fortificadas con murallas altas y portales asegurados…”: Se trataba de un enemigo imposible de conquistar solamente con el poder de Israel. Dios tuvo que intervenir para destruir su poderío y entregarlos en las manos de Israel.

Deut. 3, vs 6:

הַחֲרֵם֙ כׇּל־עִ֣יר מְתִ֔ם הַנָּשִׁ֖ים וְהַטָּֽף

o “…destruimos toda ciudad matando a sus mujeres e hijos…”: Jehová Dios, Creador del cielo y de la tierra, el que da la vida y luego dispone de ella, tiene el derecho de ordenar este tipo de matanzas porque lo que un día Él dio, otro día lo puede reclamar ya que todo es suyo y a nadie tiene que rendirle cuentas más que a Él mismo. Su infinita justicia es santa y verdadera, la cual trasciende la mente del humano, sujeta al tiempo y al espacio, porque contempla todos los tiempos, habidos y por haber, desde el principio hasta el fin de todo. Aquellos humanos que se atreven a opinar acerca de estas matanzas, acusando a Dios de cruel y de vengativo, deberían de considerar que Jehová es el Dios del amor y de la justicia también. No la justicia carente del humano, el cual se parcializa corrompiéndose por esto y por aquello, sino la verdadera justicia divina, la cual contempla el “todo” del humano, el antes y el después de su muerte. Por eso, hay que realizar que Jehová Dios, el cual vive por la eternidad, tiene que lidiar con Su Conciencia Santa y Verdadera y que no puede ser un Dios caprichoso o irresponsable porque Él debe de responder a su infinita y santa esencia. ¿Cómo pudiera Dios Bendito vivir con Él mismo si fuese injusto? Yo me atrevo a opinar, desde mi humilde perspectiva humana, que, de obrar caprichosamente o parcialmente, pondría en entredicho su perfecta y santa conducta.

Deut. 3, vs 7-10:

Aquí se menciona como Israel se apoderó de un gran botín y de los pueblos de alrededor.

Deut. 3, vs 11:

עַרְשׂוֹ֙ עֶ֣רֶשׂ בַּרְזֶ֔ל הֲלֹ֣ה הִ֔וא בְּרַבַּ֖ת בְּנֵ֣י עַמּ֑וֹן תֵּ֧שַׁע אַמּ֣וֹת אׇרְכָּ֗הּ וְאַרְבַּ֥ע אַמּ֛וֹת רׇחְבָּ֖הּ בְּאַמַּת־אִֽישׁ

“…Su cama, cama de hierro ¿no se encuentra ella en Raba de los hijos de Amon? Nueve codos de larga y cuatro codos de ancha, codo de hombre…”: Og, rey de Basán, era un gigante de la época y su cama medía 2 metros y setenta centímetros, es decir, casi tres yardas de larga y 1 metro 20 centímetros de ancha, es decir, una yarda y 1/5.

Deut. 3, vs 12-19:

Aquí se relata como todas estas tierras que conquistaron fueron entregadas a las tribus de Ruben, Gad y a la media tribu de Manases. Se trata de tierras al este del río Jordán, fuera de la tierra prometida por Dios a los patriarcas.

Deut. 3, vs 20:

עַ֠ד אֲשֶׁר־יָנִ֨יחַ יְהֹוָ֥ה ׀ לַֽאֲחֵיכֶם֮

o “…hasta que dé descanso Jehová a vuestros hermanos…”: La tribu de Rubén, la tribu de Gad y la media tribu de Manases tomaron posesión de la rivera este del río Jordán después de que sus hombres ayudaran a los hijos de Israel, sus hermanos de herencia, a recuperar todos los territorios al otro lado del río Jordán. En este sentido, debieron de luchar hasta vencer y luego volver a casa con sus mujeres y sus hijos, no antes, como ellos mismos habían jurado.

Deut. 3, vs 21:

כֵּֽן־יַעֲשֶׂ֤ה יְהֹוָה֙ לְכׇל־הַמַּמְלָכ֔וֹת אֲשֶׁ֥ר אַתָּ֖ה עֹבֵ֥ר שָֽׁמָּה

o “…así hará Jehová a todos los reinos que tu pases allí…”: Dios reconforta a Josué, sucesor de Moisés en el sentido de que Dios peleará por Israel y la victoria será total. Josué fue testigo de lo que sucedió con Hesbon y con Bashan.

Deut. 3, vs 22:

לֹ֖א תִּֽירָא֑וּם כִּ֚י יְהֹוָ֣ה אֱלֹֽהֵיכֶ֔ם ה֖וּא הַנִּלְחָ֥ם לָכֶֽם

“…no los temeréis porque Jehová vuestro Dios es el que guerrea por ustedes…”: Dios es el que interviene personalmente a favor del pueblo de Israel, como lo ha demostrado a través de la historia, desde la salida de Egipto hasta el mismo día de hoy; por ejemplo: ¿Cuántas civilizaciones han surgido y desaparecido? Israel, sin embargo, sigue estando presente, en virtud de la intervención divina a su favor, no porque el fiel a sus tradiciones rabínicas opuestas a Dios, como aseguran los rabinos hoy.

Resources

Mourner’s Kaddish (Kaddish Yatom), traditionally said by mourners––that is, those who have lost a parent during the previous eleven months or a child, sibling, or spuce during the last thirty days––and by those observing the anniversary of the death of those close relatives. (In many contemporary communities, the full congregation says it in support of the mourners, and in memory of the six million Jews who perished during the Holocaust, assuming that at least one died on any given day.) The mourners Kaddish omits lines 7 and 8 of the Full Kaddish that asks God to answer our prayers, because presumably, God did not grant the mourner’s prayers that the relative recover and live).
אבל: יִתְגַּדַּל וְיִתְקַדַּשׁ שְׁמֵהּ רַבָּא
[קהל: אמן] בְּעָלְמָא דִּי בְרָא כִרְעוּתֵהּ וְיַמְלִיךְ מַלְכוּתֵהּ בְּחַיֵּיכון וּבְיומֵיכון וּבְחַיֵּי דְכָל בֵּית יִשרָאֵל בַּעֲגָלָא וּבִזְמַן קָרִיב, וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן] קהל ואבל: יְהֵא שְׁמֵהּ רַבָּא מְבָרַךְ לְעָלַם וּלְעָלְמֵי עָלְמַיָּא אבל: יִתְבָּרַךְ וְיִשְׁתַּבַּח וְיִתְפָּאַר וְיִתְרומַם וְיִתְנַשּא וְיִתְהַדָּר וְיִתְעַלֶּה וְיִתְהַלָּל שְׁמֵהּ דְּקֻדְשָׁא. בְּרִיךְ הוּא. [קהל: בריך הוא:] לְעֵלָּא מִן כָּל בִּרְכָתָא בעשי”ת: לְעֵלָּא לְעֵלָּא מִכָּל וְשִׁירָתָא תֻּשְׁבְּחָתָא וְנֶחֱמָתָא דַּאֲמִירָן בְּעָלְמָא. וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן] יְהֵא שְׁלָמָא רַבָּא מִן שְׁמַיָּא וְחַיִּים עָלֵינוּ וְעַל כָּל יִשרָאֵל. וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן] עושה שָׁלום בִּמְרומָיו הוּא יַעֲשה שָׁלום עָלֵינוּ וְעַל כָּל יִשרָאֵל וְאִמְרוּ אָמֵן: [קהל: אמן]

וְזֹ֖את הַתּוֹרָ֑ה אֲשֶׁר־שָׂ֣ם מֹשֶׁ֔ה לִפְנֵ֖י בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃ תּוֹרָ֥ה צִוָּה־לָ֖נוּ מֹשֶׁ֑ה מוֹרָשָׁ֖ה קְהִלַּ֥ת יַעֲקֹֽב׃ הָאֵל֮ תָּמִ֢ים דַּ֫רְכּ֥וֹ אִמְרַֽת־יְהֹוָ֥ה צְרוּפָ֑ה מָגֵ֥ן ה֝֗וּא לְכֹ֤ל ׀ הַחֹסִ֬ים בּֽוֹ׃

Before reading the Torah:
הַשֵּׁם עִמָּכֶם.
יְבָרֶכְךָ הַשֵּׁם.
 

 .בָּרְכוּ אֶת יְהֹוָה הַמְּבֹרָךְ
.בָּרוּךְ יְהֹוָה הַמְּבֹרָךְ לְעוֹלָם וָעֶד
.בָּרוּךְ יְהֹוָה הַמְּבֹרָךְ לְעוֹלָם וָעֶד

בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר בָּחַר בָּנוּ מִכָּל הָעַמִּים וְנָתַן לָנוּ אֶת תּוֹרָתוֹ. בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, נוֹתֵן הַתּוֹרָה:
 אמן.

After reading the Torah:

בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר נָתַן לָנוּ אֶת תּוֹרָתוֹ תּוֹרַת אֱמֶת, וְחַיֵּי עוֹלָם נָטַע בְּתוֹכֵנוּ. בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה, נוֹתֵן הַתּוֹרָה:
אמן.

Beracha recited before the reading of the Haftara:

Mi Sheberach, the Jewish prayer for healing, is one of the most meaningful prayers in Judaism. It is a public prayer or blessing for an individual or group, most often recited in synagogue when the Torah is being read. 

He who blessed our fathers Abraham, Isaac and Jacob, Moses and Aaron, David and Solomon, may he heal ___ who is ill. May the Holy One, blessed be he, have mercy and speedily restore him to perfect health, both spiritual and physical; and let us say, Amen.

מִי שֶׁבֵּרַךְ אֲבוֹתֵֽינוּ, אַבְרָהָם יִצְחָק וְיַעֲקֹב, משֶׁה וְאַהֲרֹן, דָּוִד וּשְׁלֹמֹה, הוּא יְבָרֵךְ וִירַפֵּא אֶת הַחוֹלֶה ___. הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא יִמָּלֵא רַחֲמִים עָלָיו לְהַחֲלִימוֹ וּלְרַפֹּאתוֹ, לְהַחֲזִיקוֹ וּלְהַחֲיוֹתוֹ, וְיִשְׁלַח לוֹ מְהֵרָה רְפוּאָה שְׁלֵמָה, רְפוּאַת הַנֶּֽפֶשׁ וּרְפוּאַת הַגּוּף; וְנֹאמַר אָמֵן.

Tefilat HaDerech (Hebrew: תפילת הדרך), also known as the Traveler’s Prayer or Wayfarer’s Prayer in English, is a prayer for safe travel recited by Jews when traveling by air, sea, or long car trips. It is recited at the start of every journey, preferably standing, but this is not required. It is frequently inscribed on hamsas, which may also include the Shema or Birkat HaBayit prayer.

In the “Blessing of Thanksgiving” (Birkat HaGomel), persons in four different categories should express gratitude to God for His compassion toward them:
One who has done one of the following: a) traveled across the ocean (by an international flight, etc.); b) traversed the desert; c) recovered from a very serious illness; d) been released from prison.
All other potentially fatal circumstances that one escapes, such as a wall crumbling on him, an ox goring him, thieves, auto accidents, etc., fall under the category of desert.

The reader recites:

בָּרוּךְ אַתָּה ה’ אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם הַגּוֹמֵל לְחַיָּבִים טוֹבוֹת שֶׁגְּמָלַנִי כָּל טוֹב.

 
The congregations responds:

מִי שֶׁגְמַלְךָ כֹּל טוֹב הוּא יִגְמַלְךָ כֹּל טוֹב סֶלָה.

NameSymbolSephardi
Sof passukב׃‎סוֹף פָּסֽוּק‎
Sof pasuk
Etnachtaב֑‎אַתְנָ֑ח‎
Atnaḥ
Segolב֒‎סְגוֹלְתָּא֒‎
Segolta
Shalsheletב֓‎שַׁלְשֶׁ֓לֶת‎
Šalšeleþ
Zakef katanב֔‎זָקֵף קָט֔וֹן‎
Záqéf Qáţown
Zakef gadolב֕‎זָקֵף גָּד֕וֹל‎
Záqéf Ggádowl
Tifchaב֖‎טַרְחָ֖א‎
Tarḥa
Riviaב֗‎רְבִ֗יע‎
Revia
Zarkaב֮‎זַרְקָא֮‎
Zarqa
Pashtaב֙‎קַדְמָא֙‎
Qadma
Shene pashtinב֨‎ב֙‎תְּרֵ֨י קַדְמִין֙‎
Tere qadmin
Yetivב֚‎יְ֚תִיב‎
Yetiv
Tevirב֛‎תְּבִ֛יר‎
Tviyr
Pazerב֡‎פָּזֶר גָּד֡וֹל‎
Pazer gadol
Qarne farahב֟‎קַרְנֵי פָרָ֟ה‎
Qarne farah
Telisha gedolaב֠‎תִּ֠רְצָה‎
Tirtzah
Gereshב֜‎גְּרִ֜ישׁ‎
Gerish
Gershayimב֞‎שְׁנֵי גְרִישִׁ֞ין‎
Shene gerishin
Munachב׀‎פָּסֵ֣ק׀‎
Paseq
Merchaב֥‎מַאֲרִ֥יךְ‎
Maarich
Munachב֣‎שׁוֹפָר הוֹלֵ֣ךְ‎
Shofar holech
Mahpachב֤‎‏(שׁוֹפָר) מְהֻפָּ֤ךְ‎
(Shofar) mehuppach
Dargaב֧‎דַּרְגָּ֧א‎
Ddarggá
Kadmaב֨‎אַזְלָ֨א or קַדְמָ֨א‎
Azla or Qadma[18]
Telisha ketanaב֩‎תַּלְשָׁא֩‎
Talsha
Mercha kefulaב֦‎תְּרֵי טַעֲמֵ֦י‎
Tere ta’ame
Yerach ben yomoב֪‎יֵרֶח בֶּן יוֹמ֪וֹ‎
Yeraḥ ben yomo

Spanish-Portuguese custom

זַרְקָא֮ מַקַּף־שׁוֹפָר־הוֹלֵ֣ךְ סְגוֹלְתָּא֒ פָּזֵר גָּד֡וֹל תַ֠לְשָׁא תִּ֩ילְשָׁא אַזְלָ֨א גֵּ֜רֵישׁ פָּסֵק  ׀  רָבִ֗יעַ שְׁנֵי־גֵרֵישִׁ֞ין דַּרְגָ֧א תְּבִ֛יר מַאֲרִ֥יךְ טַרְחָ֖א אַתְנָ֑ח שׁוֹפָר־מְהֻפָּ֤ךְ קַדְמָא֙ תְּרֵ֨י־קַדְמִין֙ זָקֵף־קָט֔וֹן זָקֵף־גָּד֕וֹל שַׁלְשֶׁ֓לֶת תְּרֵי־טַעֲמֵ֦י יְ֚תִיב סוֹף־פָּסֽוּק׃

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